Yanguas de Eresma

A los toros y por la red

Yanguas de Eresma fue uno de los primeros pueblos de la provincia en adherirse al programa de acceso a la red Internet Rural

Isabel Jimeno.

Procesión durante las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción en Yanguas de Eresma. / El Norte

Una pequeña plaza de toros se cuela en el paisaje urbano de Yanguas de Eresma. Sorprende la infraestructura en un pueblo que apenas supera la barrera de los doscientos habitantes. Y es que el empeño y afición de los yangüeses hace posible que cada año con las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción y San Roque, el 15 y 16 de agosto, una becerrada llene las pequeñas gradas de ese coso en el que los vecinos recuerdan haber visto mover con soltura el capote a El Juli, aún siendo un niño, pero cuando ya destacaba en las artes de la tauromaquia.

La Asociación Yanguas de Eresma 98 es la encargada de que los becerros lleguen al municipio como un aliciente más de las fiestas. Un ingrediente insustituible pese a las cada vez más estrictas normativas taurinas. Y es que este colectivo, que agrupa a unos doscientos socios, surgió primero como peña taurina y ahora se ha convertido en asociación cultural, con lo que el tipo de actividades que organiza también se han diversificado.

Matanza popular

La matanza popular del cerdo que organiza con el final de cada invierno desde hace un decenio figura entre sus actuaciones, pero es sobre todo en verano y, más concretamente en las fiestas de agosto, cuando el colectivo intensifica su actividad. Y es que la asociación es la encargada de organizar juegos infantiles para los más pequeños de Yanguas de Eresma y también quien contrata la música que cada noche de fiesta ameniza la verbena, con la dificultad añadida de coincidir con otros muchos festejos, lo que encarece sustancialmente los costes de la velada.

Actividades sociales

El resto del año y también en verano, el Ayuntamiento es el encargado de fomentar la actividad entre sus vecinos. A través de los CEAS llegan los talleres de manualidades, las clase de memoria y las de gimnasia. Juegos escolares y manuales para los más pequeños son otras de las actuaciones fomentadas desde el Consistorio.

La informática también forma parte importante de la vida de los yangüeses, de hecho Yanguas de Eresma fue uno de los primeros municipios segovianos en adherirse al programa de Internet Rural en diciembre del 2003. Lo que hasta hace unos años era un aula del colegio instalado en la Casa Consistorial se ha transformado en sala de ordenadores con acceso a la red, muy bien acogida por los vecinos, que disponen de conexión gratuita a la red. Aunque el telecentro abre fundamentalmente por las tardes, el alcalde, Luis Manso, advierte que está disponible siempre que un vecino lo solicite. Y son muchos los que se acercan hasta los seis ordenadores que hay para navegar por la red.

Quince días para las mujeres

Yanguas de Eresma recuperó hace unos años Santa Águeda, celebrada también hace siglos

Isabel Jimeno.

No se sabe muy bien por qué, pero lo cierto es que, desde antiguo, Santa Águeda fue fiesta en Yanguas de Eresma, y de las grandes. Hasta dos semanas llegaban a durar las celebraciones que las yangüesas preparaban desde hace siglos para hacer más amenos los rigores del invierno. Ya desde San Vicente, el 22 de enero, se notaba que las féminas del pueblo estaban de celebración, aunque no era hasta Santa Águeda, el 5 de febrero, y su hermana menor, Santa Aguedilla, cuando llegaban los grandes momentos.
Tres mayordomas elegidas entre las últimas que se habían casado eran las encargadas de organizar la fiesta. Y no les faltaba trabajo, ya que por delante tenían cerca de quince días plagados de acontecimientos.

Ellas eran las protagonistas de la fiesta, pero también quienes hacían posible ritos de la tradición como atender a los músicos y a la gente que acudía a sus casas a visitarles, pedir la propina a los forasteros que pasaban por Yanguas de Eresma y dar el bollo y los tres higos que mandaban la tradición a los vecinos. Muchas actividades se sucedían durante los últimos días de enero y los primeros de febrero. Entre ellas, no faltaban las meriendas de las mujeres de la cofradía y con la familia de las mayordomas.
Ellas eran, además, quienes debían elegir a sus sucesoras entre las mujeres que se habían casado después.

Teatro
Días grandes para la celebración, en los que todos y, sobre todo, los jóvenes disfrutaban de un ambiente similar al de otras fiestas. En estas no faltaban las obras de teatro representadas por los propios mozos del pueblo, con las mayordomas como estrellas invitadas del escenario.

Sin embargo, la tradición, como otras muchas, se perdió, y en 1963 la fiesta de Santa Águeda cayó en desuso hasta que hace unos años, al albur de celebraciones similares en honor de la mártir siciliana, las mujeres de Yanguas de Eresma decidieron rescatar, como una fiesta más del calendario local, la de Santa Águeda, aunque ya no es como antes y tan solo dura un día en el que el buen ambiente no falta en las calles de este pueblo segoviano.

Los raíles del futuro

Yanguas de Eresma se encuentra a la espera de que la Vía Verde y la autovía a Valladolid reactiven la vida del pueblo

Isabel Jimeno.

A la expectativa sobre cómo las nuevas infraestructuras proyectadas o en marcha pueden afectar a la vida del pueblo. Así se encuentra Yanguas de Eresma, pendiente a la vez de conseguir apoyo económico de otras administraciones para poner en marcha nuevos proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de sus vecinos y la imagen de este municipio asentado junto a las riberas de los ríos Eresma y Moros.

La riqueza medioambiental y paisajística es uno de los mayores tesoros y atractivos de Yanguas de Eresma y el turismo rural despertó aquí hace tiempo, pero ahora esperan que proyectos como la Vía Verde den un nuevo impulso al sector y que la llegada de visitantes no se limite a épocas puntuales.

«Es un proyecto medioambiental y culturalmente interesante», destaca el alcalde, Luis Manso de Frutos, a la espera de que las propuestas iniciales se materialicen y el viejo trazado por el que tantos años pasó el tren vuelva a recuperar la vida.

Ya no serán las máquinas y los vagones que por él circularon hasta septiembre de 1993, sino viajeros andando o en bicicleta que podrán pasear por lo que fue la línea ferroviaria entre Segovia y Olmedo.

Y en el camino, de paso por Yanguas de Eresma y su estación del barrio de San Pedro, el gran edificio sumido en el abandono desde que se suprimió el servicio y que ahora el Ayuntamiento quiere recuperar como local sociocultural, aunque para lograrlo es necesario conseguir financiación exterior.

Hacer que, de nuevo, ese espacio junto a las vías del tren que tanta actividad aglutinó en épocas pasadas vuelva a respirar más vida que la de los pocos vecinos que viven en el barrio de San Pedro, junto a la estación.

La mayoría de los yangüeses viven en el casco urbano del pueblo, que en los últimos años ha conseguido mantener la población. Ahora, está a la expectativa sobre los beneficios que pueda generar la mejora de las comunicaciones con la próxima puesta en servicio de la autovía que unirá Segovia y Valladolid. Las previsiones «son positivas», afirma el alcalde. De hecho, hay pendiente la construcción de una promoción importante de viviendas, afectada por la crisis del sector inmobiliario.

Aún así, las previsiones de futuro alientan al optimismo en Yanguas de Eresma, un municipio que está tramitando la reconcentración parcelaria de las tierras de cultivo para facilitar la labor a los agricultores, hasta ahora uno de los principales ejes de la economía de este pequeño pueblo segoviano.

Barroco cortesano en la campiña

La iglesia de Yanguas de Eresma fue construida en el siglo XVIII sobre otra de origen románico

Elena Rubio Aragoneses

Los suelos arenosos y arcillosos característicos de la campiña han generado el relieve ondulado que rodea el pueblo, lo que hace divisar desde lo lejos a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en la calle las Eras. Se trata de un templo conocido como barroco cortesano, que fue mandado construir sobre otro de estilo románico que fue derruido el 11 de mayo de 1780. Tiene una sola nave muy luminosa que se adorna con una imponente cúpula en el crucero. Bajo las ordenes del maestro arquitecto de Bernardos, José de Villanueva, se inició la obra nueva el 12 de junio de 1789 en cuyo interior destaca el retablo de la antigua iglesia que se adaptó a la nueva. Consta de un banco y un cuerpo dividido en tres calles de diferente anchura adornadas con las figuras de San Pedro y San Pablo. La calle central tiene varios elementos de un retablo más antiguo, posiblemente del siglo XVII, con las estatuas de San Antón, San Gregorio Papa.

No es el único templo religioso que existe en Yanguas, porque en su término se localizan dos ermitas: la de la Vera Cruz y la de San Roque. El cementerio rodea a esta última construcción, cuya evocación a este santo se debe a las pestes que se produjeron por estos pagos en el siglo XIV.

Un tanto alejado del pueblo se encuentra el barrio de San Pedro de Caldas, donde se encuentra otra iglesia dedicada a este santo. Pero si esta zona es conocida por algo es por la estación de tren que se ubicó en estas tierras, generando actividades ligadas al comercio y el transporte, hoy en día desaparecidas.
El Consistorio de la localidad está esperando que esta antigua línea Segovia-Medina se convierta en una Vía Verde, lo que potenciaría el turismo natural de este pueblo. Hasta que el proyecto se haga realidad, el Ayuntamiento tiene otras iniciativas que sacar adelante. De momento, este año renovará y ampliará parte de las redes de abastecimiento gracias a los 29.734 euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local.

Un nombre único

Yanguas de Eresma es el único pueblo de la provincia cuyo nombre comienza con la y griega. El significado de Yanguas es difícil de determinar, aunque existe una teoría que atribuye la denominación a la deformación de 'Jaraguas', cuyo significado podría ser arroyos. No es de extrañar porque antiguamente un jarama era un arroyo. Esta palabra se mantiene viva en algunas zonas de Burgos, aunque los primeros pobladores que llegaron a estas tierras vinieron de un pueblo que también se llama Yanguas situado en Soria, muy próximo a La Rioja. Hasta el siglo XIX se le llamó simplemente Yanguas, luego se le añadió el apellido 'de Eresma' por la proximidad que tiene con este río.

Del barrio de San Pedro hay pocos datos, aunque todo apunta a que se denomina así porque la iglesia está dedicada a este santo. Al parecer, en el término municipal de Yanguas también existió un poblado conocido como Cisla. La tradición afirma que estaba situado en el camino que ataja desde la curva que hace la carretera en dirección al río. Hoy sólo quedan escombros. El origen de este nombre puede hacer alusión a prácticas mágicas.

Un reloj moderno

En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción el visitante también puede descubrir un reloj de sol moderno, de trazo sencillo y situado a una altura de unos diez metros sobre el nivel del suelo. Está orientado ligeramente hacia el poniente y tiene unas dimensiones de unos dos metros de anchura por casi metro y medio de altura. Al ser de reciente creación se observan con claridad los números de origen romano, que destacan sobre un fondo claro. En el centro el 'gnomon' o varilla que se encuentra en estos relojes para marcar la hora. En este caso, es una varilla acabada en punta de avellana que tiene un apoyo intermedio, a diferencia de otros relojes de este estilo.