Cabañas de Polendos

Un lugar para la artesanía y la música

El centro Las Caravas atrae a artesanos de todo el país hasta Cabañas de Polendos

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Lo que hace cinco años comenzó como un proyecto para eliminar unas ruinas en el centro del pueblo, hoy se ha convertido en el estandarte del pueblo. El Centro Artesano Las Caravas es un paraíso para el gremio artesanal y el éxito de la iniciativa ha quedado demostrado con la ampliación de las instalaciones hace algo más de un año hasta alcanzar los doce talleres.

Aunque en estos momentos solo hay seis estancias ocupadas, el Ayuntamiento de Cabañas de Polendos ya trabaja en la adjudicación del resto. Una dura y larga gestión que requiere tramitar las numerosas solicitudes que llegan desde todas las partes del país y trabajan las más diversas técnicas.

Unos talleres que suponen un gran atractivo para los turistas que, sobre todo durante el fin de semana, se aproximan hasta Cabañas de Polendos para, además de comprar, poder disfrutar en vivo de la talla en madera de materiales exóticos o comunes, el taller de vidrieras, los alfareros y ceramistas modelando el barro –el colectivo más extendido– o la artesana que con sus pinturas da un toque diferente a los diversos tejidos.

Otra de las actividades que da a conocer el nombre de Cabañas de Polendos, un pequeño municipio de 130 habitantes, son los conciertos durante los fines de semana, de otoño a primavera, cuando la actividad estival festiva en los pueblos de la provincia da una tregua, en el Corral Multiusos La Oveja Negra. Un recinto indispensable para los amantes de la música en directo que, aunque su nocturnidad hace que se deje notar menos en la vida del pueblo, también supone un motivo más de orgullo para sus vecinos.
El cocido, una de las especialidades de la hostelería local, también supone otro atractivo para visitar Cabañas de Polendos, que tiene en su vieja fresneda y la ribera del arroyo Polendos que bordea el pueblo uno de sus mayores tesoros.

Unos atractivos que no pasan desapercibidos tampoco para los foráneos. A unos de veinte kilómetros de Segovia, la expansión de la capital por el alfoz también ha llegado a Cabañas de Polendos y a su anejo de Mata de Quintanar y, poco a poco, ambos núcleos van creciendo en edificaciones y en población, aunque la cifra de residentes habituales sigue siendo baja. Solo unas veinte de las treinta personas censadas permanecen habitualmente en Mata de Quintanar y el centenar de vecinos de Cabañas de Polendos se reduce a la mitad.

Niños y jóvenes

Al menos, en el lado positivo figura el crecimiento de la población infantil. «Ahora sí que hay niños», destaca el alcalde del municipio, Rafael Arranz Herrero, quien recuerda no sin algo de tristeza que hace unos años «solo estaban los míos». Pero eso, afortunadamente, ha cambiado y ocho menores de doce años animan la vida en la localidad cuando vuelven del colegio.
Para ellos, para los jóvenes algo mayores y para los numerosos foráneos que llegan cada fin de semana y en las vacaciones –«la población esos días es casi siete veces mayor», subraya Rafael Arranz– el Ayuntamiento de Cabañas tiene proyectado cubrir el polideportivo y también busca subvenciones para construir un frontón.

Cambiar la vieja y deteriorada red de abastecimiento una vez que se cuenta con un nuevo depósito es otro de los proyectos municipales que buscan solucionar las «muchísimas» necesidades que existen en Cabañas de Polendos, al igual que en otros muchos municipios del medio rural segoviano.

Punto de inspiración

Artesanos de todo el país trabajan en el centro Las Caravas de Cabañas de Polendos, puesto en marcha hace seis años

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Barro, tela o madera. Cualquier material es válido para dar rienda suelta a la imaginación, mezclada con buenas dosis de conocimiento sobre su manipulado. Barro, tela o madera como materia prima para un meticuloso y laborioso trabajo hecho a mano. Es la artesanía. Piezas únicas a las que su originalidad las hace aún más especiales.

Pero no siempre es fácil encontrar un lugar para trabajar en un oficio que requiere paciencia y mucho tiempo. Estos problemas se resuelven en Cabañas de Polendos, donde hace seis años se creó el Centro de Artesanos de Las Caravas. Un espacio para la creación, distribución y venta de artesanías en las más diversas técnicas.

Un proyecto que nació para rehabilitar y dar un uso a unas ruinas en el centro del pueblo y que goza de gran acogida. Artesanos de todo del país han recalado en Cabañas de Polendos, donde encuentran un local de trabajo que incluso permite mantener activas ancestrales técnicas artesanales.

Una exitosa iniciativa que incluso permitió hace dos años ampliar Las Caravas, con la habilitación del segundo centro artesanal. En total, 12 talleres para artesanos de los más diversos rincones de España que deben solicitar su adjudicación al Ayuntamiento, que es quien debe conceder la licencia.

Talleres de vidrieras, ceramistas, artesanos que tallan la madera, alfareros o personas que trabajan dando un toque especial a la tela conviven en este pequeño paraíso para los amantes de la artesanía.

Aquí trabajan e incluso venden directamente al público, sobre todo los fines de semana. El Centro Artesano de Las Caravas es la guinda a una comarca, la del Pirón y el Polendos, con un encanto especial. Foco de atención de los amantes del turismo rural que llegan buscando tranquilidad y paisajes de gran valor natural y paisajístico, Cabañas de Polendos ofrece además la posibilidad de visitar y comprar en sus talleres artesanos.

Decenas de turistas transitan pausadamente por las empedradas calles del oasis de la artesanía enclavado en este pequeño pueblo segoviano, mirando los escaparates y entrando a los talleres-tienda de los artesanos que trabajan en los dos centros de Las Caravas.

Características y únicas

Talleres artesanos y encuentros del vino hacen especiales las fiestas de Cabañas de Polendos

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Iglesia de San Lorenzo Mártir, al fondo de una calle de Cabañas de Polendos. / I. JIMENO

El 9 de mayo, festividad de San Gregorio, es un día especial para los vecinos de Cabañas de Polendos, aunque realmente cuando llegan las jornadas más interesantes es tres meses después, con motivo de las fiestas de San Lorenzo Mártir, patrón de la iglesia.

Días realmente especiales, con más gentes y más actividad en un pueblo que aprovecha sus peculiaridades para organizar una semana cultural previa diferente a las de otros sitios. Las iniciativas empresariales se acercan a la gente y junto a los juegos infantiles, los campeonatos deportivos, las comidas populares, los deportes autóctonos, las obras de teatros, la misa y la procesión con jotas con el patrón, Cabañas de Polendos programa otras actividades directamente relacionadas con la economía local.

Los talleres artesanos por los que es conocida la localidad gracias al centro Las Caravas en el que desde hace ocho años trabajan artesanos llegados de diferentes puntos del país se acercaron el pasado verano aún más a los vecinos gracias a la actividad que acercó a las mujeres cómo se trabaja el vidrio y a los niños cómo se modela el barro.

Colaboración

Y es que el proyecto de Artesanía Verde es todo un símbolo del pueblo, que se suma así a una original iniciativa puesta en marcha hace ocho años. La colaboración de vecinos, asociaciones y artesanos es fundamental para impulsar un programa cultural diferente, en el que también tiene cabida otra de las actividades industriales del pueblo. Organizado por la asociación cultural El Zarzal, en colaboración con la asociación de sumilleres de Segovia y las bodegas que producen sus caldos en la localidad, los encuentros del vino ahondan en las peculiaridades de diferentes caldos de distintas procedencias.

Es otra más de las actividades que hacen de las fiestas de San Lorenzo unas fiestas diferentes gracias a la iniciativa municipal, conjugada con la asociación cultural, la de jubilados Agejas, los artesanos, empresarios y establecimientos de ocio y hosteleros que operan en Cabañas de Polendos.

Vida junto al agua

Cabañas de Polendos posee un rico entorno natural por el que transcurren los arroyos Polendos y San Medel

ELENA RUBIO ARAGONESES

Cabañas de Polendos se encuentra situado en pleno corazón del valle de Polendos, un espacio natural en el que crecen fresnos, encinares centenarios y habitan diferentes especies animales y vegetales. Y es que por estas tierras discurren los arroyos Polendos y de San Medel que, junto con las formaciones rocosas del lugar, hacen de estos pagos un bonito lugar para estar en contacto con la naturaleza.

Es precisamente por su pasado pastoril lo que hizo que desde el siglo XIII se conozca a la localidad como 'Cabannas', en clara referencia a las casonas o los ranchos donde se esquilaba el ganado. Un nombre al que con el paso del tiempo se le añadió la terminación 'de Polendos' por estar junto a este cauce fluvial, es decir, 'el arroyo en el que hay molinos polendos o de harina'.

Unas infraestructuras de las que hoy quedan sólo ruinas, a unos doscientos metros de Cabañas por el camino hacia Adrada. Hoy sólo se puede contemplar el cárcavo de lo que fuera el molino comunal del pueblo, construido posiblemente, a finales del siglo XVIII o principios del XIX. Con el paso del tiempo fue perdiendo su utilidad ya que funcionaba siempre que el arroyo Polendos tenía caudal suficiente para que sus ruedas molieran el cereal.

Y es que junto a los cauces fluviales que cruzan por el término municipal se ha desarrollado parte de la historia de esta localidad. En concreto, junto al arroyo de Polendos también se localizan las ruinas de la ermita románica de Agejas, perteneciente a un despoblado del mismo nombre. Están a algo más de un kilómetro de Cabañas de Polendos y hoy todavía se puede contemplar la nave recta con ábside curvo del templo y sus muros de calicanto. También permanece en pie la espadaña con los huecos donde en su día estuvieron las campanas. Este despoblado quedó deshabitado como consecuencia de las guerras carlistas. Madoz lo explica en su Diccionario Geográfico-Estadístico de mediados del siglo XIX: «En 1836 había cinco vecinos que se trasladaron a Cabañas por las molestias que les ocasionaba el continuo paso de tropas».

Unos habitantes que continuarían acudiendo a oír misa a la iglesia de Cabañas, dedicada a San Lorenzo. Es fácil de encontrar ya que se encuentra situada en el centro del pueblo. Aunque a lo largo de la historia ha sufrido numerosas transformaciones su origen es románico. Un estilo que se puede apreciar en su bello ábside semicircular y en una portada excepcional donde destacan la calidad de sus arquivoltas, sus canes y las dos esculturas de las enjutas.

Los responsables municipales de este municipio se esfuerzan en mejorar la calidad de vida de los vecinos y de los visitantes para que puedan disfrutar de toda el potencial que posee la localidad. Para conseguirlo, trabajan en diferentes proyectos que en muchos casos se pueden realizar gracias a las subvenciones procedentes de las principales Administraciones. Por ejemplo, el Consistorio ha recibido 25.663 euros del Plan E para la instalación de un depósito de abastecimiento de agua; la Diputación Provincial ha incluido al municipio en su último Plan Extraordinario con el que se invertirán 35.000 euros en pavimentar varias calles mientras que la Junta de Castilla y León, en colaboración con la Institución Provincial, también dará dinero para mejorar el tejado del consultorio médico del anejo de Mata de Quintanar.

Artesanía verde

El proyecto plasma una línea de desarrollo rural sostenible basada en la artesanía, en el turismo rural de calidad, en los restaurantes y en las actividades que sean respetuosas con el medio ambiente, propiciando un aumento de la actividad económica y de la población.

Una de esas actividades se localiza en Cabañas de Polendos, en el denominado centro artesano 'Las Caravas'. Es un ejemplo de recuperación de arquitectura tradicional porque los viejos establos y muladares se han convertido en talleres artesanos que conservan los oficios de siempre junto con otros innovadores. En el núcleo de población de Mata de Quintanar también se encuentra un taller de forja en la antigua fragua. Si a ambos centros se les une el taller de talla de cristal situado en la vecina localidad de Pinillos de Polendos, sin duda se puede hablar de la denominada 'Ruta de la Artesanía Verde'.