La leyenda de la princesa
La historia cuenta que la Mujer Muerta fue esculpida por Hércules en recuerdo de una dama asesinada por su padre
Isabel Jimeno.
|
Unos ciclistas pasean a los pies de la sierra y con el pico de la Mujer Muerta al fondo. / I. JIMENO |
Tumbada, inmóvil, la imagen de la Mujer Muerta mira a Navas de Riofrío como el pueblo observa a uno de los puntos más conocidos, llamativos y emblemáticos de la sierra de Guadarrama.
A sus pies, antes del Palacio de Riofrío, se levantan las casas de un municipio con un encanto especial. Esa figura que no pasa desapercibida, objeto de miles de miradas, de montones de historias, de un sinfín de aventuras imaginadas, la Mujer Muerta es uno de los símbolos de la localidad, por eso en torno a ella surge la leyenda, una forma de explicar cómo la caprichosa naturaleza ha esculpido esa escultura en la sierra con forma de una dama tumbada que lleva años en la misma posición.
Cuentan en el pueblo que fue Hércules quien esculpió sobre las montañas la figura de esa mujer, una princesa asesinada por su padre. Dice la historia que la Mujer Muerta es la imagen de una bella dama, hija de un rey que tanto la quería que no soportaba la idea de perderla y que prefirió matarla antes que verla casada con un apuesto caballero.
Reza la tradición oral que aquel guapo hombre era quien acompañaba a Hércules en su viaje para fundar la ciudad de Segovia a través de la sierra de Guadarrama y que, al llegar al río Peces, a la altura de Navas de Riofrío, encontró a unas mujeres bañándose en sus aguas. Todas, excepto la princesa, salieron huyendo en busca de ayuda. Pero la fortaleza de Hércules y el caballero se impuso a los hombres llegados desde el palacio del rey, que se rindieron y el monarca decidió hospedarles en su castillo.
La tragedia
Ahí comenzó realmente la historia, la leyenda de la mujer muerta. Durante la cena, el caballero pidió la mano de la hija del rey que, aterrorizado por la presencia del corpulento Hércules, accedió, no sin mucho dolor, a cumplir sus deseos. Pero el monarca no podía hacerse a la idea de perder a la hija que tanto amaba y una noche, mientras el caballero y Hércules estaban en la ciudad, cogió a la princesa, la adentró en el bosque y allí la mató clavándola un puñal. Arrepentido con lo que había hecho, al volver a casa, el rey se encerró en sus aposentos y a los tres días murió de pena.
A su regreso para casarse, el caballero descubrió el luto por la muerte del monarca. Los cortesanos decían que fue de tristeza por la desaparición de la princesa en el bosque, por lo que el enamorado caballero decidió ir a buscarla entre los árboles. Y allí la encontró, muerta, apuñalada, con las manos entrelazadas sobre el pecho. Impresionado con la imagen, mandó a su acompañante, el rudo Hércules, que esculpiese sobre esas montañas la figura de la princesa fallecida para que nadie pudiera olvidarla. Y así, años y años, según cuenta la leyenda, estuvo Hércules hasta que moldeó la figura de la Mujer Muerta sobre la sierra, frente a las casas de Navas de Riofrío.
Patrimonio
La iglesia de la Inmaculada Concepción conserva una portada románica
Isabel Jimeno.
Entre las casas del pueblo se asienta la iglesia de Navas de Riofrío, el principal monumento de este pueblo ubicado al pie de la sierra de Guadarrama. Dedicada a la Inmaculada Concepción, se trata de un edificio románico con pórtico y torre campanario en el centro. De su original construcción aún conserva algunos elementos, como la portada, de tres arquivoltas, decorada con curiosas y simbólicas decoraciones vegetales y figuradas de humanos, aves, plantas y hasta seres fantásticos. Sin salir del pueblo también pueden verse en él la ermita de San Antolín, un pequeño templo en el que destaca el retablo de madera con la imagen del santo titular; lo que fue un convento de jesuitas y un convento de religiosas de Cristo Rey. Del patrimonio industrial aún se mantiene parte de lo que llegó a ser un gran esquileo y lavadero de lanas, aunque a mediados del siglo XIX llegaron a estar operativos hasta dos de estas instalaciones, con gran importancia en Navas de Riofrío.
Fiestas
La Inmaculada, en diciembre
En unos días, Navas de Riofrío volverá a vestirse de fiesta. El frío del 8 de diciembre no es impedimento para que sus gentes celebren a su patrona. Tras unos años en declive, las celebraciones han vuelto a resurgir y se suceden durante tres días en los que no faltan los actos en honor de la titular de la iglesia de Las Navillas. Pero hay más. Discomóvil, juegos para niños, conciertos y hasta alguna comida popular que sirve de reclamo para que los veraneantes regresen al pueblo también en diciembre.
Tradición
Jotas y bailes por San Antolín
Si hay una fiesta importante en Navas de Riofrío es San Antolín. El 2 de septiembre siempre es festivo, el día grande en el que la procesión devuelve al patrón a la ermita de la que salió en romería una semana antes. A ritmo de las jotas que bailan las chicas del pueblo, el santo regresa a su morada. Antes de entrar, hay una subasta de los brazos de las andas y de la subida al trono. Pero las fiestas dan para mucho más, con orquestas, comidas, juegos, campeonatos deportivos y fuegos artificiales.
Etimología
Sobre un prado de agua
Sobre un gran prado, salpicado de árboles y por el que mana el agua, es decir, sobre una nava, se extiende Navas de Riofrío, también conocido como Las Navillas, un diminutivo por ser el pueblo más pequeño de las Navas que hay en Segovia. Al menos desde el siglo XV ya tiene su actual nombre, que se mantiene invariable durante la Edad Moderna. Hasta 1800 no se comienzan a simultanear las denominaciones Navas de Riofrío y Las Navillas. ‘De Riofrío’ se debe a que fue una pedanía de este Real Sitio.
|
|