Ventosilla y Tejadilla

Más atenciones para los mayores

Tres barrios y menos de cincuenta habitanmtes

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

En lo alto, al comienzo, Casas Altas; un poco más abajo, Tejadilla y al final, Ventosilla, donde muere la carretera camino del río San Juan, uno de los lugares con más encanto de este municipio compuesto por tres barrios, algo distanciados, pero a tiro de piedra uno del otro. El río, una especie de Guadiana, como dicen en el pueblo, atraviesa el pequeño término de Ventosilla y Tejadilla mostrando una de sus mejores caras, con el agua clara a flor de tierra e incluso ahora vuelven a verse peces por el cauce gracias a la repoblación de trucha realizada por la Junta tras los vertidos al cauce del río que hace unos años acabaron su fauna. La solución a los problemas de abastecimientos en la vecina localidad de Prádena también han permitido que el cauce vea aumentar su corriente una vez que una de las fuentes de las que se nutre ha quedado liberada del uso.

Las vistas hacia la sierra desde las cruces centrales del calvario tallado en 1799 es otro de los rincones que merece la pena visitar en el núcleo de Tejadilla, el del centro, y en el que también se encuentra la iglesia, incluida en la ruta del románico segoviano, cuyos alrededores quiere adecentar el Ayuntamiento «porque es un lugar clásico y típico de reunión de la gente», apunta el alcalde, Lorenzo Crespo Reig.

Pero es complicado sacar adelante los proyectos en este pequeño municipio. «Con la asignación del Estado ni siquiera me da para pagar a la secretaria, que viene cuatro horas a la semana», exclama.

Este año han recibido una subvención para cambiar la red de abastecimiento, pero la escasez de recursos económicos ha hecho que el Ayuntamiento deba vender una parcela municipal para poder hacer frente a su aportación. «Tengo que hacer cuentas hasta por las paredes para ver de dónde saco mi parte para la subvención o renunciar a ella, que es lo que ha estado pasando aquí durante bastante y es una triste desgracia», lamenta Lorenzo Crespo. «Necesitamos traer al pueblo al siglo XXI, porque esto está dejado de la mano de dios desde hace muchísimos años».

Con muchos proyectos por llevar a cabo, pero con el freno de los limitados recursos, Ventosilla y Tejadilla ha logrado hacer muchas de sus obras gracias a la colaboración vecinal, pero hoy es casi imposible mantener esa tradición, sobre todo porque la población cada vez es menor y bastante envejecida. Con menos de cincuenta habitantes en el censo, la población real que se queda en invierno es de poco más de una docena, dejando algunos núcleos prácticamente desiertos. «En invierno, por lo que he oído, hay dos parejas a las que se les van a llevar sus hijos, por lo que se quedarán ocho», lamenta.

Dificultades para construir

Sin embargo, los fines de semana la vida despierta por igual en Casas Altas, Tejadilla y Ventosilla. Un centenar de personas se encargan de que el pueblo siga vivo y en verano son cerca de doscientas cincuenta las que conviven en el municipio y podrían ser más, pero las limitaciones para la construcción frenan el crecimiento debido a que el casco urbano es pequeño y sin solares urbanizables. «Construcciones se han hecho, aunque muy poquitas. Nos tiene totalmente acogotados porque las posibilidades de construcción, de evolución, son escasas. Pretendemos dar facilidades para que la gente venga y el pueblo crezca. De hecho se nota un gran presión por parte de Madrid, es muy raro el fin de semana en que no aparezcan una o dos parejas preguntando por solares o casas en venta o alquiler», advierte Lorenzo Crespo, que espera que las normas urbanísticas que se están tramitando pongan fin a este obstáculo.

Tener acceso a Internet para favorecer que más gente con posibilidad de trabajar desde casa se asiente en el pueblo es otra las demandas de Ventosilla y Tejadilla. Mejorar las vías de comunicación, la asistencia sanitaria y acortar las distancias para ir al colegio o instituto son otras de las demandas del regidor, que reclama más voluntad de las instituciones para facilitar el asentamiento de gente en los pueblos y que no se mueran.

La caldereta de Lorenzo

Los vecinos de Ventosilla y Tejadilla degustan en las fiestas el guiso de un veterano pastor

Isabel Jimeno.

Como en casi todas las actividades que se organizan en Ventosilla y Tejadilla, la gente también colabora para hacer la caldereta que todos degustan con motivo de las fiestas de San Bartolomé y la Virgen del Rosario, el tercer fin de semana de agosto.

Pero aunque todos presten su ayuda, son las manos del experto Lorenzo quienes dan el toque especial al exquisito guiso. Un veterano pastor que trabaja con soltura la caldereta de cordero y que desde hace ya muchos años acude cada tercer sábado de agosto desde Prádena a Ventosilla y Tejadilla para dar un toque especial a la suculenta cena.

Un rico guiso con el que reponerse del esfuerzo de los bailes en honor de San Bartolomé y coger de nuevo fuerzas para la noche de concurso de disfraces y velada amenizada por la música de la discomóvil. Y es que una orquesta, sobre todo en un mes de agosto plagado de fiestas, es demasiado cara para este pequeño pueblo de apenas cincuenta habitantes distribuidos en tres núcleos, por lo que deben recurrir a otros servicios más asequibles.

Y el domingo llega el día grande, con la misa en honor de la Virgen del Rosario, por la mañana y el rosario seguido de la procesión por la tarde. Los manteos salen ese día de los armarios para dar un toque de color a las danzas delante de la imagen de la patrona.

Además de los días de fiesta, Ventosilla y Tejadilla también concentra en agosto las actividades de la semana cultural con un día dedicado a juegos para los más pequeños, exposiciones, campeonatos, marchas, excursiones y otra fiesta.

Y es que el 16 agosto el municipio celebra también San Roque en conjunto con Castroserna de Abajo y Castroserna de Arriba en la ermita que los tres pueblos comparten y cada año se encarga de organizar uno.

En mayo, otras fiestas sirven de reclamo para que de nuevo el municipio recupere la actividad. La romería en honor la Virgen de Tejadilla en la iglesia que también se encuentra en el núcleo al que da nombre, ubicado en el centro de los tres, y en el que se concentran todas las actividades lúdicas, culturales y festivas.

Viaje a Las Indias

Pedro Ortiz, vecino de Tejadilla, participó en uno de los primeros viajes de la conquista de América

Isabel Jimeno.

En busca de otra ruta para llegar a Las Indias, el 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón arribó a América. La llegada a tierra de la Pinta, la Niña y la Santa María fue el comienzo de otra gran aventura. El descubrimiento de un nuevo y gran continente por explorar que trajo consigo muchos más viajes que aquel emprendido en el Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 por las tres carabelas.

Mucha gente participó en los siglos XV y XVI en esas expediciones. Lejos de un puerto de mar, también hubo segovianos que se lanzaron a la aventura del descubrimiento, incluso en el primer viaje, en el que junto a Colón se embarcaron Rodrigo de Escobedo y Rodrigo Sánchez, de Segovia.

Tras ellos fueron numerosos los segovianos que dejaron su tierra natal para lanzarse a la aventura de conocer esa nueva tierra. Entre ellos, Pedro Ortiz, un vecino de Tejadilla. Hijo de Juan Ortiz, se embarcó en un viaje hacia el nuevo mundo y el 26 de febrero de 1534 llegó a tierra. Entró a formar parte de la Historia, por eso su pueblo natal no dudó en participar en los eventos organizados para conmemorar hechos relacionados con aquel hito histórico como el quinto centenario del nacimiento en la localidad vallisoletana de Medina del Campo en 1492, el año del descubrimiento, de Bernal Díaz del Castillo, uno de los conquistadores y cronistas de aquellas andanzas.

Pero además de un homenaje a quien narró la Conquista de México, fue un acto de recuerdo a otros conquistadores como Pedro Ortiz. Un puñado de tierra de Ventosilla y Tejadilla depositado en el monumento dedicado en su pueblo natal a Bernal Díaz del Castillo, uno de los conquistadores que participó en la expedición junto a otro de los nombres propios de la conquista de Las Indias, Hernán Cortés, fue también un reconocimiento a otros muchos conquistadores. Entre ellos Pedro Ortiz, uno de esos muchos nombres anónimos que participaron en aquellos viajes que, desde la llegada el 12 de octubre de1492 a la isla de Guanahaní, bautizada como El Salvador, dibujaron un nuevo mapa mundial.

Si por su empeño en explorar el océano situado al oeste para lograr otros itinerarios hacia el lejano Oriente, Cristóbal Colón pasó a la Historia, en su hazaña y en la de posteriores conquistadores también participaron otros muchos marineros anónimos como Pedro Ortiz, quizá el hijo más destacado que ha visto nacer Ventosilla y Tejadilla.

Iluminando la iglesia

El templo de Tejadilla estrena imagen en su entorno y espera su turno

MÓNICA RICO

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Tejadilla. :: MÓNICA RICO

Sin nacimientos en los últimos diez años, el municipio de Ventosilla y Tejadilla, dos núcleos a los que se suma un tercero para completar la localidad, trata de sobrevivir en un mal momento para el medio rural. Sin embargo, en el Ayuntamiento no se rinden y tratan de mejorar los servicios con los que cuentan para que las condiciones de la población no disminuyan.

Ventosilla y Tejadilla también intenta rehabilitar y cuidar el patrimonio con el que cuenta, que, aunque no es muy numeroso, sí se mantiene en las mejores condiciones, dotándolo de un uso y de vida, algo muy importante para que durante años se tenga en pie.

Este es el caso, por ejemplo, de la antigua fragua del municipio, que con la tipología tradicional de este tipo de edificios, ha sido reconvertido en centro de la juventud, para que este rango de población, aunque escaso, tenga un lugar donde realizar todo tipo de actividades.

Pero sin duda uno de los edificios que con más mimo y cuidado tienen los vecinos de la localidad es la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de Tejadilla. Se trata de un templo construido en mampostería, de origen románico tardío, época de la que aún conserva la cabecera de tramo recto y el ábside.
Su planta se distribuye en tres naves con cubierta de madera. Del exterior cabe destacar el único vano existente en su ábside, cuyos capiteles están adornados con animales mitológicos. En los canecillos de la cornisa también se encuentra un grupo de representaciones que dan lugar a una lucha entre el bien y el mal. Estas escenas, típicamente medievales, se pueden contemplar también en el interior de la iglesia, y más concretamente en los capiteles del arco triunfal.

En este lugar se encuentra una representación de los Reyes Magos y otra mucho más curiosa y digna de estudio: una escena de prostíbulo en tres actos, lo que según los expertos en un símbolo de la lujuria. Como curiosidad añadir que entre la amplia colección de imágenes talladas en la piedra, un experto reconoció encontrar el primer dulzainero representado iconográficamente.

Del interior de esta iglesia también hay que señalar su retablo Mayor, de estilo barroco, y en cuya hornacina central se sitúa la imagen de la Virgen Nuestra Señora de Tejadilla, patrona del municipio y titular del templo.

En las capillas laterales, el visitante también puede descubrir otros retablos también barrocos, en este caso dedicados a San Bartolomé, la Virgen del Rosario (ambos santos se festejan en el municipio), Santiago o La Magdalena. También cabe destacar, dentro de su colección de piezas sacras, una cruz procesional de plata fechada en el siglo XVII.

Inversión y proyectos

Al cuidado templo se suma ahora el acondicionamiento de su entorno, llevado a cabo gracias a un proyecto municipal que contó con una parte de subvención de la Diputación Provincial.

El montante de la obra ha supuesto 78.000 euros que se han invertido en el vallado perimetral de la iglesia, incluyendo también el cementerio y el antiguo abrevadero, que también ha sido rehabilitado.

También se ha incluido iluminación para la fachada principal del templo, a la que se suma la instalación de farolas alrededor del vallado de piedra, con lo que se ha conseguido destacar un bello conjunto que se puede admirar durante el día y la noche.

Sin embargo las iniciativas no concluyen en este punto, ya que el Ayuntamiento cuenta entre sus principales proyectos la rehabilitación de la iglesia. De hecho ya se cuenta con un proyecto, para cuya ejecución se necesitarían unos 60.000 euros, pero falta la financiación.

También en la iglesia, en breve se espera restaurar dos de las piezas más importantes con las que cuenta en su interior como son el tornavoz del púlpito y el retablo de La Magdalena.