Datos
Población: 1.287 habitantes.
Superficie: 124 kilómetros cuadrados.
Altitud: 1.014 metros.
Pedanías: Aldehuelas de Sepúlveda, Castrillo de Sepúlveda, Consuegra de Murera, Duratón, Hinojosas del Cerro, Perorrubio, Tanarro, Vellosillo, Villar de Sobrepeña, Villaseca.
Comarca Tierras de Sepúlveda.
Lugares de interés: Iglesias de San Bartolomé, Santiago, El Salvador y Santos Justo y Pastor. Muralla. Plaza Mayor. Cárcel de la villa. Casas de los Gil de Gibaja, del Señor y de Proaño. Santuario de Nuestra Señora de la Peña. Arcos de la Judería. Mirador. Parque Natural de las Hoces del Duratón.
Tradiciones: Celebran la Minera el tercer domingo de cada mes en la iglesia del Salvador.
Artesanía: Única y muy conocida es la artesanía de piedra caliza con un tono rosado que sólo se encuentra en esta zona.
Gastronomía: Sin duda, el nombre de Sepúlveda va unido al del cordero asado en horno de leña, famoso en toda la geografía nacional. Aunque de menor fama, también son de calidad algunos de los productos de la matanza como el chorizo y el lomo de la olla. Además se pueden degustar ricas truchas y postres típicos. También conocida es su bollería tradicional como los soplillos, rosquillas o pastafloras.
Fiestas: San Marcos, el 25 de abril y San Marquillos, el 26; en julio la Fiesta de los Fueros y el mercado Medieval; el 9 de agosto, San Justo; el 15 de agosto, la Virgen de las Pucherillas; el 23, El Diablillo. y el último fin de semana de agosto 'Los Santos Toros'. Ya en septiembre festejan San Miguel y la Virgen de la Peña.
ALDEHUELAS DE SEPÚLVEDA: Iglesia de San Esteban. CASTRILLO DE SEPÚLVEDA: Iglesia de San Bernabé Apóstol. CONSUEGRA DE MURERA: Iglesia de San Pedro Apóstol. DURATÓN: Iglesia de la Asunción de la Virgen. HINOJOSAS DEL CERRO: Iglesia dedicada a San Ubaldo. PERORRUBIO: Iglesia de San Pedro Advíncula, joya el arte románico. TANARRO: Ermita de Santa Bárbara. VELLOSILLO: Iglesia de Nuestra Señora de la Serna. VILLAR DE SOBREPEÑA: Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. VILLASECA: Iglesia de Santo Tomás.
DESCRIPCIÓN
La antigua y medieval villa de Sepúlveda se instala encajonada entre los cerros de Somosierra y la Picota, a los cuales rodean y ponen sitio el río Duratón y su afluente el Caslilla. Con su sinuoso discurrir estas dos corrientes hidrológicas han construido a través del tiempo un espectacular paisaje de hoces y barrancas, que confieren la bella personalidad de los entornos que hoy podemos disfrutar en los alrededores de esta villa segoviana.
Ya en época neolítica se sale que el lugar estuvo poblado y de ello han quedado vestigios en la Cueva de Nogaleda. En tiempos prerromanos a Sepúlveda se la asocia con la ciudad arévaca de Colenda, que sería sometida por el general romano T. Didio en el año 98 a.C., pasándose a denominar como Septempublicam. De esta época y en el pago conocido como Los Mercados, se han localizado restos de una villa romana así como de su necrópolis. En tiempos visigodos el lugar vuelve a ser poblado y de ello ha quedado algún vestigio en la iglesia románica de El Salvador. Después de la ocupación árabe y ya en el siglo XI, el lugar vuelve a ser repoblado por el conde Sancho García, el cual la concederá fueros, que posteriormente confirmaría el rey Alfonso VI. A partir de entonces comienza una intensa vida histórica, dada la estratégica situación de la villa. De ese tiempo todavía se conserva parte de su castillo, convertido en Casa Consistorial en el siglo XVIII, y las murallas del siglo XII que encerraban a su antiguo burgo, junto con algunas de sus puertas, de las que llegó a tener siete: Puerta de la Fuerza, Arco de la Villa, El Azogue, del Río y Ecce-Homo.
Las calles de Sepúlveda trepan empinadas por los cerros antes mentados, y sobre uno de los cuales veremos instalada la iglesia parroquial de El Salvador. Recorriendo sus calles empedradas y porticadas (Lope Tablada), veremos restos de murallas, torreones almenados, casas señoriales blasonadas (de El Moro, Las Conchas), plazas y pequeños rincones, que entre todos componen el particular encanto de la trama urbana de esta acogedora villa. En 1951 el conjunto urbano de Sepulveda fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Uno de los lugares más atractivos del casco urbano de Sepúlveda lo es su Plaza Mayor, a la cual podemos acceder desde la conocida Puerta Ecce-Homo. La Plaza Mayor de Sepúlveda es un espacio rectangular y parcialmente porticado, presidido por el Palacio del Conde de Sepúlveda construido en el siglo XIX, en el que destaca la labor de cantería que corona su fachada. A un lado de esta plaza, se localiza la fuente de piedra y bronce construida en 1.904 en honor al primer Conde de Sepúlveda. Desde ella y a través de una escalinata ascenderemos a la iglesia de San Bartolomé, templo de origen románico (S-XII) que aloja una buena colección de retablos e imaginería barroca, pertenecientes a algunas iglesias parroquiales de su término.
Próxima al Ayuntamiento se encuentra la iglesia románica de Santiago, que en la actualidad ejerce como Centro de Interpretación de la Naturaleza del Parque Natural de las Hoces del Duratón. Otro edificio románico de Sepúlveda, lo es su iglesia parroquial de El Salvador, de una sola nave con ábside semicircular en su cabecera y un bello porticado en uno de sus lados. Otros dos templos románicos de Sepúlveda los son el de San Justo y Pastor con su bella portada y el Santuario de Nuestra Señora de la Peña, detrás del cual existe un amplio mirador desde el que se mantiene una excelente vista sobre el cañón que ciñe a la villa.
Dentro del término de Sepúlveda y ocupando una buena parte de él, se localiza el Parque Natural de las Hoces del Duratón. El río Duratón nace en el Puerto de Somosierra y casi a la mitad de su recorrido (más de cien kilómetros de cuenca hasta desembocar en el río Duero cerca de Peñafiel) organiza a la altura de esta villa segoviana un cañón de veinticinco kilómetros de recorrido, con hoces y desniveles que en algunos puntos se aproximan a los cien metros de altura. Recorrerle es todo un regalo para los sentidos, pues las hoces y cañones organizados por los procesos cársticos del agua sobre la piedra caliza, conforman uno de los más bellos paisajes creados por la naturaleza. Desde Sepúlveda pueden realizarse cómodas excursiones por el mencionado Parque de las Hoces del Río Duratón, donde visitaremos algunas zonas de nidificación de buitres leonados, o acercarnos hasta la Cueva de Lóbregas y a la Cueva Labrada. Algunas de estas cuevas fueron utilizadas como eremitorios en la Alta Edad Media por monjes vinculados a la figura de San Frutos, patrón de Segovia.
También dentro del término municipal de Sepúlveda, se localiza el lugar de Perorrubio, cuya iglesia exhibe un valioso doble porticado románico tanto en el atrio del templo como en su acceso. Lo mismo ocurre en Duratón, donde los capiteles del atrio de su iglesia nos mostraran bellas y finas composiciones con temas y escenas que recuerdan la vida de Cristo.
Próxima a Villaseca se localiza la ermita de San Frutos, ya en pleno corazón del Parque Natural de las Hoces del Duratón, donde se retiraron en el siglo VII el patrón de Segovia san Frutos y sus hermanos mártires Valentín y Engracia. La iglesia románica que allí hoy vemos, fue un priorato fundado en el año 1100 por el Monasterio de Santo Domingo de Silos, cuyo escudo abacial todavía se ve sobre uno de los arcos de ingreso. En este lugar se celebra el 25 de octubre la romería de San Frutos, uno de los actos lúdicos y religiosos con más raigambre de toda la provincia de Segovia.
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