Santiuste de Pedraza

Tan cerca, pero tan lejos

Santiuste de Pedraza reclama la mejora de las vías de comunicación que unen los cuatro núcleos del municipio

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Chavida, La Mata, Requijada y Urbanos, integrado como núcleo hace un año, pero que todavía ni siquiera aparece en algunos mapas, conforman el municipio de Santiuste de Pedraza. Cuatro dispersos barrios y una sola unidad administrativa que dificultan la gestión, cuadruplican los gastos y requieren la búsqueda del «equilibrio» en las inversiones para que todos los núcleos tengan un desarrollo similar, «pero eso solo se puede ver a largo plazo», advierte el alcalde, Bonifacio Sanz González.

Esta distribución también ocasiona dificultades en tareas tan cotidianas como el reparto de correspondencia o la búsqueda de un número en la guía telefónica. «En ninguna existe Santiuste de Pedraza y hay que buscar por cada núcleo», advierte el alcalde.

Tratar de que todos evolucionen de forma similar es una de la metas del Ayuntamiento, que en las rutas de senderismo proyectadas por el precioso entorno del municipio, a los pies de la sierra de Guadarrama, ha diseñado el trazado pasando por Requijada, La Mata, Chavida y Urbanos, con visitas a los emblemas de cada núcleo. Entre esos lugares singulares se encuentran sus monumentos, como la ermita de la Virgen de las Vegas, en Requijada, declarada Bien de Interés Cultural, y el patrimonio etnográfico como fuentes y potros que el Consistorio quiere recuperar con la colaboración vecinal, la misma que ha hecho posible la creación de algunos espacios de ocio o la plaza de La Mata.

Pero si hay una prioridad en las actuaciones municipales es la renovación de la red de abastecimiento, además de la recuperación de edificios municipales, empezando por la Casa Consistorial, en muy mal estado.

Pero el patrimonio municipal es más grande y en él se incluyen lugares como las viejas casas de los maestros o del médico que el Ayuntamiento está rehabilitando para darles un uso empresarial a través del vivero de empresas que ya ha permitido la instalación de un taller de jabón natural. «Queremos hacer florecer la economía a través de la implantación del vivero de empresa», apunta Bonifacio Sanz González, quien advierte que este nuevo impulso a la economía persigue también el ansiado fin de muchos pueblos: asentar población. «Lo que se busca es el asentamiento de gente y generar otro tipo de economía», comenta.

123 habitantes

Y es que el exiguo censo de Santiuste de Pedraza, con un elevado número de mayores, hace necesaria la renovación de sus habitantes que el lógico relevo generacional hace imposible. Entre los cuatro núcleos hay 123 censados (64 en La Mata, 27 en Requijada, 26 en Chavida y 6 en Urbanos), pero la cifra de residentes habituales es inferior, sobre todo en invierno, cuando en el más pequeño de los cuatro barrios, el de Urbanos, solo un par de personas permanecen allí.
Pero al calor del verano y animados también por la celebración de las fiestas –cada núcleo celebra las suyas–, recuperan la alegría al ver que su población se multiplica por cuatro. «Es un cambio bastante brusco, con lo cual se genera un desequilibrio a la hora de dar los servicios», advierte el regidor. Y es que los ingresos y las subvenciones, indispensables para acometer los proyectos, llegan en función del número de censados «y luego hay que dar servicios a una población bastante superior. Y más aquí con la dispersión que hay entre los núcleos, carentes de adecuada pavimentación, ornamentación e infraestructuras».

Entre esas infraestructuras por mejorar figura el camino que une Requijada con La Mata y Chavida, a poco más de tres kilómetros en el mapa y por un camino, pero que requiere hacer dieciocho para transitar por una carretera.

Cuatro barrios, cuatro fiestas

Las actividades culturales se concentran en torno a los festejos de Santiuste de Pedraza

Isabel Jimeno.

Su peculiar composición, con cuatro núcleos integrados en un solo municipio, hace que Santiuste de Pedraza tenga que hacer frente a unos gastos que se cuadruplican y también a otras tantas fiestas, cada una para uno de los diferentes barrios dispersos. Chavida, La Mata, Requijada y Urbanos cuentan con sus propias peculiaridades, necesidades y también celebraciones.

Unos días especiales que además ahora también concentran otras actividades culturales y lúdicas que el resto del año cuentan con dificultades para ponerse en marcha por la escasez de habitantes.
El primero en comenzar es Urbanos. Aunque siempre ha estado en el mapa, hace poco fue dado de alta como el cuarto núcleo de Santiuste de Pedraza. El primer fin de semana de julio, las celebraciones en honor de Santa Isabel llenan de alegría las calles de Urbanos.

Después, el calendario manda trasladar la fiesta a Chavida, que celebra San Bartolomé en torno al 24 de agosto; La Mata, el Cristo de la Expiración en fechas cercanas al 14 de septiembre, y Requijada, la Virgen de las Vegas el primer fin de semana de septiembre.

Actos religiosos y verbenas nocturnas, además de juegos populares por las tardes, hacen diferentes al resto esos días en los cuatro núcleos de Santiuste de Pedraza.

Fiesta de la comunidad

Entre todas las fiestas, hay una que tienen un carácter que excede de los límites del pueblo, la de la Virgen de las Vegas, en la que además de los vecinos de Requijada también participan los de los municipios de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza.

Durante el resto del año, la imagen de la patrona permanece en la iglesia, pero en su día grande regresa a su verdadera morada, a la que da nombre, la ermita de la Virgen de las Vegas. Del templo, parte a la ermita para salir por la tarde en procesión, uno de los actos principales de las fiestas, en las que no faltan las veladas nocturnas y los juegos infantiles y deportes autóctonos que ponen a prueba la pericia y acierto de los vecinos en los campeonatos de chito y calva.

Parada obligada

En el término de Santiuste de Pedraza se encuentra la ermita de Nuestra Señora de las Vegas, ejemplo del románico provincial

ELENA RUBIO ARAGONESES

Al igual que ocurre en otros pueblos de la provincia como Santo Tomé del Puerto o Orejana no existe un único pueblo que se denomine Santiuste de Pedraza, sino que la localidad que da nombre al término es un despoblado que desapareció hace años. Hoy en día, Santiuste de Pedraza está formado por los barrios de Chávida, La Mata, Requijada y Urbanos.

Es precisamente en el núcleo de Requijada donde todo aquel que quiera conocer el municipio debe detener su coche junto a la carretera y disfrutar de otro de los excepcionales ejemplos del románico que tiene la provincia. En este barrio está la ermita de Nuestra Señora de las Vegas, un templo compuesto de tres naves y que posee un espléndido pórtico lateral con siete arcos en cuyos capiteles se pueden descubrir unos maravillosos animales fantásticos como dromedarios, sirenas-pájaro o centauros. Digna de admirar es también su portada de ingreso en la que en cuatro arquivoltas se pueden ver ornadas de ajedrezados, rosetas y hasta una Anunciación. En su interior destacan los restos de pinturas murales.

Al parecer esta ermita fue construida sobre una villa romana y según asegura la tradición, en su interior fueron bautizados los siete Infantes de Lara. Esta teoría se basa en las siete cabezas de jóvenes que están representadas en su pila bautismal. Más verosímil es el hecho de que en esta ermita se elegían a los procuradores de la Tierra de Pedraza.

Cierto o no, lo que no deja lugar a dudas es la devoción que sienten los vecinos de todos los municipios de la Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza por la imagen de Nuestra Señora de las Vegas, que es su patrona. Una talla del siglo XIII que sacan en procesión el primer domingo de septiembre.

Pero además de esta ermita, dentro del término se encuentran las ruinas de la iglesia de San Justo y Pastor, también conocida como la iglesia quemada. Y es que un incendio se cebó con el templo en los años treinta del pasado siglo, dejando en pie el ábside y una torre. En esta zona es donde se cree que pudo estar el despoblado de Santiuste de Pedraza. En Urbanos, también conocido como Chávida de Abajo, se puede ver la denominada como 'Virgen del Pradillo', una imagen tallada en piedra que hace años estuvo policromada. Está situada en una hornacina enmarcada por un frontón.

Pero caminar por este término municipal es descubrir también otro patrimonio que está repartido por sus diferentes calles como por ejemplo, un potro de herrar que comparten tanto Urbanos como Chávida; una fragua restaurada en Requijada o un antiguo palomar en La Mata. En este barrio, por la zona de la calleja de las Pozas, también existen unas 'pocetas' que se llenaban con agua del arroyo y que servían antiguamente para cocer lino.

De lo que también puede presumir el Ayuntamiento de Santiuste de Pedraza es de poseer un ecosistema variado donde crecen desde fresnos, pasando por encinas, robles, olmos y sabinas. Unos ejemplares a los que se unen los que están cerca de la ribera del río Sordillo. Una riqueza medioambiental que ha llevado a los responsables municipales desde hace unos años a intentar «recuperar espacios naturales» para disfrute de vecinos y turistas. Y lo que sí se ha acondicionado este año es la calle Trigo en el barrio de La Mata gracias a los 21.593 euros procedentes del Plan E.

El agua

En Santiuste de Pedraza el agua es un elemento fundamental, una situación que se refleja en las numerosas fuentes que se pueden encontrar en los diferentes barrios que componen la localidad. De esta manera, el visitante se puede encontrar en la zona de Urbanos y Chávida con las denominadas fuentes Vieja y del Sorreoyo; en La Mata también se encuentra la conocida como fuente de la iglesia, que se alimenta de su propio manantial y del caz del río Sordillo mientras que en Requijada se localiza la conocida como fuente de las Eras Viejas junto a un lavadero. Todo sin contar que atravesando el término municipal de Santiuste de Pedraza discurre el río Sordillo.