Condado de Castilnovo

Los cuatro pueblos del condado

Condado de Castilnovo cuenta con buenas perspectivas de crecimiento si logra superar sus dificultades para construir

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Con un nombre que llama la atención entre los pueblos segovianos, Condado de Castilnovo está compuesto por cuatro barrios o núcleos, cuya denominación nada tiene que ver con la de tan original municipio. La Nava, Torrecilla, Valdesaz y Villafranca son los cuatro pueblos que integran Condado de Castilnovo.

Una organización que genera sus problemas y dificultades. Con calles que se repiten en varios de los núcleos, la precisión en el envío de correspondencia se hace indispensable para encontrar al destinatario en el disperso municipio. Tampoco es fácil acertar a la hora de buscar en la guía telefónica, ya que Condado de Castilnovo son los cuatro núcleos, pero no corresponde a ninguno de ellos en particular.
Cuatro pueblos diferentes con unas características, necesidades, atractivos, fiestas y evolución diferentes, y cuya dispersión y escasez de habitantes dificulta su atención para tener todos los servicios al día.
Torrecilla y La Nava son los núcleos menos poblados y cuando llega el crudo invierno tan solo cuatro personas permanecen en cada uno. Frente a ellos, Villafranca, que ostenta la capitalidad del municipio, es el más grande, con cerca de sesenta habitantes. En total, casi ciento cuarenta personas integran un censo que, «aunque es difícil», se va manteniendo «a través de la dotación de servicios básicos e infraestructuras para que la gente esté cómoda», apunta el alcalde, David Yagüe Llorente, que también destaca la inversión en varios negocios como un pilar para asentar población.
«Estamos viendo que el pueblo no se muere», advierte el regidor. «Seguro –añade– que en el futuro se mantiene porque está bien comunicado, está cerca de Madrid y de Segovia y tiene negocios que hacen que se mantenga y respire».

Un castillo

En algunos núcleos son las segundas residencias quienes dan más vida a pueblos que en breve quedarán prácticamente desérticos. La proximidad con Madrid hace que el turismo también lleve movimiento de gente a Condado de Castilnovo, que tiene en su castillo, de propiedad privada, uno de los principales atractivos.

Pero David Yagüe también tiene claro que para mantener a flote el pueblo es necesario «esfuerzo y tener imaginación para hacer mucho con poco». «Hay que poner ímpetu y ganas», añade.
Uno de los frentes de lucha abiertos es la búsqueda de terrenos urbanizables. «La gente busca casas, pero no se venden. En quince días me han preguntado cuatro personas por viviendas, pero no se venden», comenta el regidor. «No tenemos terreno público urbanizable y eso es lo que mata a los pueblos, porque no puedes construir, expandirte, edificar, hacer polígonos...».

Con puestos de trabajo en la zona, poner fin a los problemas de acceso a la vivienda figura entre las prioridades del Ayuntamiento de Condado de Castilnovo, que gestiona la construcción de cinco casas, «pero primero tenemos que dotarnos de suelo para asentar gente. Si no tienes lugar de residencia, es otro ‘hándicap’». «Trabajo hay, por eso hay que dotar de viviendas», apunta David Yagüe, convencido de que, «poco a poco, vamos hacia arriba».

Festejos familiares

Los cuatro núcleos que componen Condado de Castilnovo recuperan el gentío durante las fiestas

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

El censo sobrepasa los cien habitantes, pero lo cierto es que durante el invierno son pocos los que se quedan en los cuatro núcleos que componen Condado de Castilnovo. Villafranca, Valdesaz, La Mata y Torrecilla quedan prácticamente despoblados, aunque algunos más que otros. De hecho hay pueblos en los que apenas cinco personas mantienen con vida estos núcleos.

Es difícil imaginarse este solitario panorama si la visita a alguno de ellos coincide con un día de celebración. Continúa siendo una fecha especial, en la que las puertas y ventanas de casi todas sus casas se abren y vecinos e hijos del pueblo se echan a la calle para participar en las actividades que ellos mismos se encargan de organizar.

El Ayuntamiento debe dividir su presupuesto para que a todos les llegue alguna actividad en la fiesta, pero luego las cofradías heredadas de antaño y las asociaciones, presentes en todos los pueblos excepto La Nava, se encargan de incrementar el programa para pasar unos días diferentes. Los juegos por la tarde, los actos religiosos con las indispensables misa y procesión y la música no faltan por el 24 de junio en La Nava con motivo de San Juan, el segundo domingo de septiembre en Villafranca, en torno al 24 de agosto con motivo de San Bartolomé en Torrecilla y en Valdesaz el tercer domingo de julio para honrar a Santa Cristina.

Y además de una fiesta en cada barrio, Condado de Castilnovo también tiene unas patronales, el segundo fin de semana de mayo en honor de la Virgen de la Antigua. Tres días, de viernes a domingo, con actividades de todo tipo y para todos. Aunque la sede de las actuaciones se encuentra en Villafranca, que ostenta la capitalidad del municipio y cuenta con las infraestructuras necesarias, en ellas participan los vecinos de los cuatro núcleos.

La matanza

También en Villafranca y con participación de los habitantes de todo el municipio se celebra a finales de enero la matanza popular. Una actividad que se implantó hace dos años para que los mayores recuerden aquellos tiempos de su juventud y los más pequeños aprendan un poco sobre cómo era la vida de sus antepasados. Pero también es una fiesta con la que se pretenden fomentar los lazos de unión entre todos los vecinos de este municipio compuesto por cuatro núcleos diferentes, pero que entre todos componen Condado de Castilnovo.

Más que un nombre

Fernando el Católico adquirió más posesiones alrededor del castillo creando el Condado de Castilnovo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Castillo del Condado de Castilnovo. / ISABEL JIMENO

El suyo es un caso especial. Y por varios motivos. Aunque ahora a penas supera el centenar de habitantes distribuidos en cuatro núcleos de población, en el pasado la villa de Condado de Castilnovo fue un centro importante. Hasta el nombre es original en este municipio integrado por Villafranca, La Nava, Torrecilla y Vadesaz que en su denominación hace referencia a su principal seña de identidad: el castillo de Castilnovo.

Una fortaleza de origen desconocido que sorprende por su belleza y buen estado de conservación, pero, sobre todo, por su peculiar ubicación. Y es que frente a los típicos emplazamientos en elevadas y escarpadas zonas que asegurasen una mejor defensa en tiempos pasados, el de Condado de Castilnovo se acurruca en una hondonada, casi oculto tras una frondosa arboleda.

Entre las hojas de los árboles asoman las torres de la fortaleza, convertida desde hace unos años en la sede de la asociación cultural hispano mexicana Castilnovo. Son sus últimos moradores, pero no los únicos que a lo largo de la Historia han pasado por este edificio cuya inicial construcción se atribuye al califa Abderramán I, aunque la actual imagen se remonta a los siglos XIV y XVI, reformada en la pasada centuria.

Historia de Reyes

Álvaro de Luna, valido del rey Juan II, Enrique IV, los Reyes Católicos, el duque de Frías, la casa alemana de Hohenzollern o los marqueses de Quintanar son algunos de los personajes ilustres que han pasado por este inmueble de época califal mezcla de fortaleza y palacio en el que se conjugan el estilo árabe, isabelino y neoclásico. Incluso cuenta la leyenda que este edificio que sirvió de prisión para recluir a los hijos del rey de Francia tras la batalla de Pavía en 1525 e hizo las veces de alojamiento temporal para la reina Juana la Loca tras la muerte de su marido, Felipe el Hermoso.

Ya entonces el castillo formaba parte de un condado. Así lo hizo Fernando el Católico, quien además de la fortaleza, adquirió una gran extensión de terreno a su alrededor para cedérselo como dote a su nieta Juliana Ángela de Velasco y Aragón, que en 1557 se convirtió en la primera condesa de Castilnovo.

Entonces el condado era mucho más extenso que las posesiones que ahora pertenecen al castillo, pues hasta núcleos más importante como Pedraza llegaron a formar parte del Condado de Castilnovo, que hoy mantiene ese señorial nombre para denominar al pequeño municipio segoviano integrado por los núcleos de Villafranca, La Nava, Villafranca y Valdesaz.