Fresno de la Fuente

La carretera del progreso

El proyecto de un gran área de servicio en la N-I y una pista de ‘karts’ pretenden reactivar la vida de Fresno de la Fuente y permitir que la población siga creciendo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

El futuro es esperanzador. Tenemos proyectos muy buenos», apunta con una sonrisa en los labios el alcalde de Fresno de la Fuente, Julián Horcajo Martín. La mirada se le ilumina al hablar de los datos de población. Se muestra sorprendido de la evolución del pueblo, que en lo que va de año ha pasado de 80 habitantes a los 112 que hay en la actualidad, con previsiones de que la cifra siga creciendo. «Es una subida bastante considerable», subraya el regidor, que destaca además que se trata de gente joven que ha llegado para trabajar en la zona.

Junto a la carretera N-I, Fresno de la Fuente trata de aprovechar las ventajas que ofrece el paso de la autovía pegada al pueblo. «La Nacional I es fundamental», destaca el Julián Horcajo, que confía en que la iniciativa privada para construir un gran área de servicio en 15.000 metros cuadrados junto a la autovía sirva de revulsivo para Fresno de la Fuente. Aparcamiento para quinientos vehículos pesados, gasolinera, lavaderos, hotel, restaurante y taller son algunas de las instalaciones planteadas en el proyectos, que además de dar servicio a los viajeros, también «generaría puestos de trabajo y aumento de población». Ahora el regidor espera que la necesaria regulación del suelo pueda llevarse a cabo y este ilusionante proyecto reactive la vida en Freno de la Fuente.

Esta es la cara más amable de una transitada vía que también genera problemas e inconvenientes en la localidad. El continuo desvío de camiones de gran tonelaje hacia el pueblo machaca el asfaltado de las calles. Esa presencia se nota aún más cuando en el gélido invierno, con temperaturas de hasta 18 grados bajo cero, los camiones deben pararse y deciden entrar en el pueblo para ver si pueden avanzar.

Un término municipal dividido en dos por la autovía y sin más vía de comunicación entre una y otra parte que la carretera de cambio de sentido es otro de los inconvenientes de la autovía «que esperemos solucionar», apunta el alcalde. Y es que, el ganado, uno de los pilares de la economía en Fresno de la Fuente, debe atravesar la carretera entre los coches, con el consiguiente peligro para la seguridad vial.

Pero no solo en la carretera tiene puestas sus esperanzas de futuro el municipio. Tras cinco años de trámites, un particular por fin ha podido comenzar a construir una pista de ‘karts’ dirigida, fundamentalmente, a la enseñanza de la educación vial.

Un atractivo más para acudir a Fresno de la Fuente, que incluirá esta actividad en un paquete turístico en unión con la vecina localidad de Grajera. Y es que muchas de las actividades que se ofertan en Grajera deben desarrollarse en el término de Fresno de la Fuente.

Transporte

La perfecta comunicación por carretera con Madrid favorece las posibilidades de éxito de los proyectos de ocio planteados en Fresno de la Fuente. «Tardamos menos en ir a Madrid que a Segovia», advierte Julián Horcajo, que destaca el fluido transporte público hacia Madrid y Aranda de Duero, con mayor periodicidad que hacia Segovia. Por eso demandan mayores facilidades para acudir al centro sanitario de la cercana localidad burgalesa, con mejor comunicación desde el pueblo que la capital segoviana.

Endulzado pasacalles

Una comitiva recorre las calles de Fresno de la Fuente recogiendo bollos en la fiesta de San Silverio

Isabel Jimeno.

Obras para la construcción de viviendas en la entrada de la localidad de Encinillas. / Isabel Jimeno

Las fiestas mayores son las de San Miguel Arcángel, el último fin de semana de septiembre, pero las de San Silverio, el sábado más próximo al 20 de junio, son especiales. Es cierto que es en septiembre cuando se concentran más actividades –juegos para niños, campeonato de frontenis y orquestas las noches del viernes y del sábado, además de la misa y la procesión con el santo por las calles de Fresno de la Fuente–, pero es en San Silverio cuando la tradición sigue mandando.

El descenso de población y el reducido número de jóvenes que ahora viven en el pueblo obligaron a realizar algunas modificaciones, pero los vecinos no estaban dispuestos a que la costumbre de ‘recoger el bollo’ se perdiera. Ya no hay mozos que enramen las puertas de las mozas, que les obsequiaban con un dulce, pero los habitantes del pueblo siguen ofreciendo los postres cada sábado más próximo al 20 de junio.

Con un carro preparado y engalanado para la ocasión, comienza el largo recorrido por todas las casas de Fresno de la Fuente. Por delante, casi tres horas de fiesta y diversión tras el inicio de los actos en honor a San Silverio por la mañana con la obligada misa y procesión con el santo. Vivienda tras vivienda, el carro va realizando sus paradas para recoger el donativo que no falta en cada puerta. La música no cesa y acompaña a la comitiva, cada vez más numerosa. Y es que según van entregando los presentes, vecinos y foráneos se suman a los ‘recogedores’ para continuar el itinerario. Y es que los hijos del pueblo no faltan a la tradicional cita y procuran regresar al pueblo que les vio partir para ver y ser partícipes de estas vieja costumbre que entre todos tratan de conservar.

Degustación

Y la gente se porta bien, es generosa en sus presentes para que la tradición de recoger el bollo, aunque con esta ligera variación, siga perviviendo. Tras casi tres horas de paseo por todas las casas de Fresno de la Fuente sin que la música pare de sonar para ambientar la tarde, llega otro ansiado momento. Llega la hora del reparto. En la plaza, los vecinos, que se han ido sumando a la comitiva, se dan cita para degustar los dulces que entre todos entregan.

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Siempre punto de encuentro

Encinillas, un pueblo en expansión por su cercanía a la capital, mantiene la celebración de sus fiestas patronales en honor de San Vicente Mártir y la Virgen del Rosario

Isabel Jimeno.

Tal es la importancia que, sobre todo en el pasado, tuvo la fuente en la localidad que incluso pasó a formar parte de su denominación. De hecho, es uno de los rincones más emblemáticos de Fresno de la Fuente. Entorno a él giran muchas de las historias colectivas, anécdotas personales y recuerdos de sus gentes. Y también, algunas de las tradiciones y costumbres ya desaparecidas giraban en torno a ella. Esa fuente románica de transición al gótico tan característica. Una de las pocas de esta época que se conservan en España.

Ahora, rodeada de un parque es un centro de reunión en Fresno de la Fuente. Y antaño, con otra estampa y funciones bien diferentes, también era un punto de encuentro para las gentes de este pueblo ubicado en el nordeste de la provincia de Segovia. Rodeada de una gran charca que inundaba sus alrededores y que servía de abrevadero para la ganadería, a diario no faltaban los vecinos con sus cántaras en busca de agua. Pues antes de la llegada del agua corriente a las casas, la fuente románica abastecía a los vecinos.

Pero ya ni siquiera el agua mana como antes. Tampoco corre como lo hacía hace años por los manantiales que brotaban por diversos rincones de Fresno de la Fuente.

Y tan importante era en la vida de los habitantes de este municipio que una de las costumbres que recuerdan los mayores tenía a la fuente como protagonista. Una vez al año, normalmente en el mes de mayo, el Ayuntamiento dictaba un bando en el que llamaba a los vecinos a participar a la limpieza de la fuente. Eran las conocidas como ‘acenderas’, las jornadas de trabajo en las que participaban los vecinos para adecentar distintas partes del pueblo, como la fuente románica.

Todos se beneficiaban del uso de la fuente, por lo que todos estaban obligados a participar en su limpieza. De hecho, a quien no acudiese, se la ponía una falta, como así se llamaba a la ‘multa’ impuesta por no participar.

Quienes acudían, también recibían su recompensa. Vino y escabeche para merendar y reponer energías por el trabajo de limpiar la fuente románica, uno de los rincones emblemáticos y característicos de Fresno de la Fuente.

De las pocas de España

Fresno de la Fuente conserva una fuente de origen románico cubierta con una bóveda de medio cañón

ELENA RUBIO ARAGONESES

Fresno de la Fuente es una de las localidades de la provincia que ha estado poblada desde tiempos inmemorables ya que en el paraje conocido como 'Las Cuestas' se han encontrado algunos útiles y vestigios de la época paleolítica. Sin embargo, las primeras referencias escritas que hay de la localidad se remontan al año 1247 cuando se identifica a la localidad como 'Frexniello', es decir, fresno, un nombre que hacía referencia a la cantidad de este tipo de árboles que había por la localidad.

Los fresnos suelen crecer donde hay manantiales, algo que abunda en esta localidad segoviana, donde las numerosas fuentes han proporcionado buenos pastos al ganado extensivo y han contribuido a que se abasteciesen con agua de calidad los vecinos y todos aquellos que paraban en el pueblo. No es extraño ya que muchos de estos viajeros transitaban por la antigua carretera de Francia, hoy A- I. Precisamente fue la cantidad de fuentes que brotaban en el municipio lo que hizo que esta localidad adoptara este apellido en el siglo XVI, pasando a llamarse entonces Fresno de la Fuente.

Buenas aguas

Ya a mediados del siglo XIX en el diccionario de Pascual Madoz se hace referencia a las fuentes, y en concreto, a «una hermosa fuente de piedra de sillería, con buenas aguas». Se refería a la fuente románica del pueblo, una de las pocas de España que se conserva de este estilo.

Actualmente, se puede contemplar una fuente de sillería, de planta octogonal que ocupa el centro de un espacio delimitado por una grada de tres escalones. Se cubre con cubierta a cuatro aguas de finas lajas de piedra. El interior se cierra con bóveda de medio cañón y en su muro frontal se abre un arco de medio punto en el que se aprecia una decoración de rosetas inscritas en un círculo. Precisamente, el arco está reforzado con un parteluz muy sencillo que confiere a todo el conjunto un aspecto puramente medieval. La llegada del agua corriente a las casas supuso que muchas de estas fuentes cayeran en desuso.

En este caso, la fuente ha sido bien restaurada y ha sido adecuado su entorno, como merece la que da el apellido a Fresno de la Fuente está situada a los pies del cerro que preside la iglesia de San Miguel Arcángel.

Se trata de un templo de origen románico, que conserva de esta época la cabecera rectangular, la sacristía y la portada de acceso a la nave. En este último caso tiene tres arquivoltas que están apoyadas en capiteles decorados con motivos vegetales. Además posee una galería porticada en la que se ha dispuesto un retablo neoclásico que se quemó y que ha sido restaurado por los vecinos. También gracias a una restauración han aparecido en el templo fustes de una columna y estelas discoidales funerarias del siglo XII que habían sido reaprovechadas para otros usos.

La iglesia de San Miguel Arcángel se encuentra en un pequeño montículo. Para llegar allí se debe subir una cuesta con escaleras. No sucede lo mismo con el otro templo religioso de Fresno de la Fuente, situado en el centro del municipio.

Se trata de la ermita de Nuestra Señora de la Guía, cuyo nombre según la tradición oral se debe a que los que paraban allí sus diligencias, por ser un lugar de paso, se encomendaban a la imagen para que les guiase.

Estabilidad tras el aumento

En los últimos años ha crecido la población y la industria en el municipio

MÓNICA RICO

La demografía en Fresno de la Fuente es un constante sube y baja, al menos en los últimos años. Se tienen datos de la localidad en el siglo XIX, cuando contaba con 176 habitantes, mientras que a mediados del siglo pasado la cifra había aumentado en un centenar de vecinos.

Sin embargo, al igual que ocurrió en otros muchos puntos de nuestra geografía, la crisis del sector agrícola hizo que muchos de los vecinos emigraran a las grandes ciudades, lo que supuso una gran pérdida de vecinos.

A principios de los años 90, la cifra apenas sí se situaba por encima de los 100 habitantes, un dato que fue disminuyendo con el paso de los años. Hace tan solo diez años eran unos 75 los vecinos censados en la localidad.

Sin embargo, gracias a los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento, así como por la iniciativa privada, la cifra desde entonces no ha parado de crecer. Ya en las últimas elecciones se dejó atrás el concejo abierto y comenzó una nueva etapa, con Corporación y concejales. Más habitantes también supone más recursos, aunque también dotar a los vecinos de más servicios.

No obstante, en los últimos dos años el crecimiento se ha estabilizado, en parte por la crisis, ya que el municipio tenía en marcha un plan parcial para más de 300 viviendas y las cifras de la construcción han disminuido. Se espera que en breve la actividad se pueda recuperar, aunque la estabilidad también es una buena noticia.

En general llega actividad económica, también empresas de ocio y tiempo libre que consiguen un incremento de población los fines de semana y el despegar de otro motor como es el turismo. Para ello Fresno de la Fuente tiene un gran potencial y en las normas urbanísticas de la localidad aparecen seis elementos de protección, entre los que se incluye la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, de origen románico, el edificio que alberga la Casa Consistorial y la ermita de Nuestra Señora de la Guía, advocación que hace referencia a la importante situación que en otro tiempo tuvo la villa, ya que era un punto de paso y en ella se detenían muy a menudo los grupos de arrieros y las diligencias que recorrían el camino real de Francia.

Los visitantes tampoco deben dejar de conocer la fuente románica, un ejemplo de los pocos que quedan de obras arquitectónicas de tipo civil construida en la transición del románico al gótico, que tiene como curiosidad que se encuentra cubierta con una bóveda de medio cañón y de planta pentagonal. También en el municipio se encuentra un puente realizado en sillería de piedra.

Primeros pobladores

Otro de los potenciales de la localidad lo encontramos en el paraje 'Las Cuestas', donde se encuentra un importante yacimiento con restos arqueológicos. Aunque tal vez este lugar esté más indicado para la visita de expertos y amantes de la historia, cabe destacar que en Fresno de la Fuente se encuentra el punto de Europa que conserva la huella de sus más antiguos pobladores, según se extrae de algunos estudios.

Aunque se trata de un yacimiento al aire libre, se han encontrado depósitos cuaternarios y utensilios de técnicas utilizadas por los primeros pobladores de la Europa occidental. En ellos y en esquirlas se han encontrado señales de talla realizada por humanos, lo que sitúa a Fresno de la Fuente en un lugar poblado hace miles y miles de años. Un lugar con historia que puede continuar haciendo historia.

Sobre el yacimiento cabe destacar que fue encontrado de forma casual. Fue un experto, A.C. Blanc, considerado uno de los padres de la prehistoria moderna, quien casualmente detuvo su vehículo en el término municipal con intención de realizar fotografías.

En el suelo encontró la primera piedra, que parecía labrada con características de la forma más antigua conocida.