Matabuena

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Datos

Distancia a la capital: 38 kilómetros.
Superficie (en Km2): 21,40.
Altitud: 1.156
Población: 218 habitantes.
Pedanías: Cañicosa, Matamala
Comarca: Tierras de Sepúlveda

DESCRIPCIÓN

Matabuena según nos dice la toponimia, era un «lugar poblado por un bosque de árboles de una sola especie», que además debía de estar bien cuidado, pues se le une el adjetivo de origen latino bona. En la actualidad dos barrios más pertenecen a su término Cañicosa y Matamala, aunque dentro de él también sabemos que existieron varios despoblados más, conocidos con los nombres de El Casar, Vallisteban, El Villar y Los Villares. Se piensa que en el pago de la Peña del Castillejo existió en época medieval una torre defensiva o atalaya, que controlaba y protegía el paso natural del puerto de Linera.
La iglesia parroquial de Matabuena se dedica a san Bartolomé, que de su primitivo origen románico conserva su sencilla portada románica de dos arquivoltas, sustentados por capiteles figurados con motivos de aves enfrentadas. El templo es de una sola nave, y dentro de él podemos contemplar varios retablos, así como una esplendida cruz procesional realizada por plateros segovianos en el siglo XVI.
Si recorremos el núcleo urbano de la villa veremos, sin mucha dificultas, los restos de un antiguo crucero barroco del que se conserva su columna y la base con los símbolos de la muerte. Así mismo en las inmediaciones del pueblo se localiza la ermita del Santo Cristo de la Columna.

Como ya decíamos Cañicosa hoy es un barrio de Matabuena del que dista poco menos de kilómetro y medio. A mediados del siglo XIII se denominaba como Sant Christoval de Cannicosa, y se cree que sus primero repobladores vinieron de las Tierras de Lara, hoy provincia de Burgos. Dentro del casco urbano del pueblo podemos ver la ermita de san Martín de Tours, y un excelente ejemplo de fuente abrevadero construido en cantería barroca.
Matamala casi forma parte del casco urbano de Matabuena, por lo que es imposible diferenciar uno de otro, aunque se sabe que tuvo una ermita dedicada a santa Bárbara.

FIESTAS

Santiago Apóstol (25 de Julio), Virgen del Carmen (último fin de semana de agosto).

OPINION

pueblossegovia@nortecastilla.es

Guía Comercial

De Pueblo en Pueblo

De Pueblo en Pueblo, 21/10/2005

Tranquilidad y descanso

El entorno y el sosiego hacen que Matamala vea su futuro como un lugar de recreo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

En el centro, Matabuena, el núcleo más grande; a un lado, a menos de un kilómetro por una estrecha carretera que se abre hueco entre los árboles y junto a la que tranquilamente descansa el ganado vacuno, Matamala, una de las pedanías, y al otro, a algo más de distancia, Cañicosa. Con unos 260 habitantes, es Matabuena el pueblo con mayor actividad y un futuro más alentador, aunque limitado por el mal momento que atraviesa el medio rural.

Sin embargo, en los anejos, la tranquilidad entre una docena de residentes, junto con el atractivo de un entorno «maravilloso», es un reclamo para la construcción de casas de segunda residencia. «Son sitios de fin de semana», advierte el alcalde, Lorenzo Martín Sanz. «A la gente le gusta por la tranquilidad que tenemos, aunque ya es demasiado tranquilo. Para la gente que viene está bien; pero para vivir a diario es un poco complicado», apunta el regidor. «No tiene las comodidades de una ciudad y la gente no termina de quedarse», matiza. Aún así, Lorenzo Martín destaca que Matabuena todavía cuenta con servicios básicos para atender a la población como bares, tiendas o colegio de Infantil y Primaria que «¿no sé los años que aguantaremos?».

El sector servicios, sobre todo el turístico, es uno de los pilares de la economía municipal, junto con la tradicional ganadería y la construcción, fundamentalmente en Cañicosa, donde las nuevas casas con fachadas de piedra aumentan año a año. «El turismo rural sí que se mueve. Los fines de semana sí que hay más gente, es lo que anima un poquitín a los pueblos», comenta el regidor, que ve cómo ese incremento de gente, además de alegría, también trae al pueblo las dificultades de tener que dar servicios a un millar de habitantes con un presupuesto para menos de trescientas personas.

Abundante agua

Al menos, en Matabuena pueden sentirse satisfechos de que en este verano de fuerte sequía el agua no ha faltado en el municipio, que tiene en las fuentes naturales que salpican los tres núcleos uno de sus principales tesoros. Y es que el preciado elemento no ha parado de manar. Pero el problema, como en buena parte de los pueblos, son las pérdidas por las deterioradas y viejas redes de distribución. «Vamos cambiándolas poco a poco, pero nos falta dinero para hacer más», advierte el alcalde, quien también considera necesaria la sustitución de las tuberías de saneamiento.

Arreglar el edificio multiusos junto al Ayuntamiento para que siga conservando la misma utilidad, pero en mejores condiciones, e intentar conseguir que la banda ancha para acceso a Internet llegue a Matabuena son otros de los proyectos municipales, sin perder de vista un objetivo compartido por multitud de localidades: «que el pueblo se mantenga y, si puede ser, que crezca un poquitín». «La población se va a aguantar un poco, pero las mejores previsiones son para fines de semana».

De Pueblo en Pueblo, 21/09/2006

Ascenso por la montaña

Los jóvenes de Matabuena suben el 1 de mayo a la Cruz de las Reliquias, a 1.957 metros

Isabel Jimeno.

Las fiestas mayores son las de la Virgen del Carmen, que ahora se han vuelto a recuperar para el 16 de julio además de festejarse el último fin de semana de agosto y las que en su honor celebra la asociación de jubilados el segundo fin de semana de septiembre. También tienen gran peso las de Santiago y San Cristóbal, el 25 y 26 de julio. Pero la del 1 de mayo es especial en Matabuena, la que conserva más sus raíces y la que se caracteriza por un ambiente de convivencia que va más allá del ambiente festivo de música de orquesta de otras celebraciones, aunque la música sea uno de sus ingredientes.

Senderismo, juegos, gastronomía y ratos de charla se mezclan en la fiesta del 1 de mayo. Aunque la misa que marcaba el inicio del día en la peña del paraje de Las Fragüelas ya no se celebra, la subida hasta la Cruz de las Reliquias sigue siendo una de las actividades centrales de la jornada, que debe comenzar muy pronto para ascender hasta el punto más elevado de la sierra de Guadarrama en Matamala. Allí, a 1.957 metros de altitud, espera la cruz de madera que se cambia cada cuarenta años debido al deterioro que sufre. Un largo camino, reservado casi exclusivamente a los más jóvenes, que requiere casi tres horas de paseo montaña arriba.

Después, regreso al pueblo, aunque con un alto en el camino. Los mayores y los que no han podido subir hasta la Cruz de las Reliquias esperan en la pradera de los Bardales, a medio camino entre la cima y el pueblo, para pasar una jornada de fiesta en plena montaña.

Parada en el camino

La parrillada y la caldereta, regadas con el vino que ofrece el Ayuntamiento de Matabuena, ayudan a recuperar fuerzas tras haber cumplido con la tradición del ascenso hasta la cruz. Junto a los andariegos, el resto de los vecinos que se suman a la fiesta, animada por los tradicionales sonidos de la dulzaina y los juegos que prolongan la estancia antes del regreso para continuar con la fiesta en el pueblo.

Los vecinos escenifican una obra de teatro en la semana cultural

Isabel Jimeno.

La de San Pedro, la del barrio de Matabuena y la del de Cañicosa, la Fuentebuena, la de la Hondilla, la de la Cierva o la Anduela son algunas de las fuentes que riegan todo el año Matabuena. De ahí que uno de los símbolos del municipio sea el agua, un elemento elegido por la asociación cultural fundada hace seis años precisamente en uno de los días grandes de la localidad, el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen.

Y así, con motivo de una fecha importante en Matabuena y con el nombre de una de las numerosas fuentes que salpican el municipio surgió la asociación cultural La Anduela, un amplio colectivo con más de trescientos socios, pero no el único que se encarga de dinamizar la vida en la localidad. También los mayores de la asociación Virgen del Carmen, los más jóvenes del colectivo Erroble y los padres y madres del colegio cuentan con su propia agrupación con el fin de promover actos que hagan más amena la vida en este pueblo al pie de la sierra de Guadarrama.

Entre ellos, el más numeroso y con un espectro de actividades más abierto está La Anduela, la agrupación encargada, junto con el Ayuntamiento de organizar la semana cultural previa a las fiestas mayores de la Virgen del Carmen, el último fin de semana de agosto. Pero antes de esos días, muchas actividades para todos. Exhibiciones y competiciones de pelota a mano, campeonatos de ajedrez o cartas, actuaciones, comidas y juegos infantiles se suceden a finales de agosto en Matamala.

Y entre todas las actividades, una que goza de gran acogida: la obra de teatro que los propios vecinos se encargan de preparar durante el verano. Horas de ensayos, de preparar el decorado y el vestuario, de memorizar el papel y la interpretación que tienen su recompensa con la puesta en escena que no falta durante la semana cultural. ‘Los jornales del señor’, ‘La prudencia’ o ‘Un drama de Calderón’ son algunas de las obras puestas en escena por los numerosos aficionados al teatro que hay en Matabuena y que cada verano se esfuerzan porque esta tradición no se pierda.

De Pueblo en Pueblo, 27/09/2007

Un tesoro transparente

Matabuena, un pueblo con gran riqueza hídrica, conserva más de siete fuentes y manantiales naturales

Isabel Jimeno.

Fuente de Matabuena con la fecha de 1951 en números romanos y el cartel de ‘agua no clorada’. / I. J.

Al pie de la sierra de Guadarrama, el entorno que rodea a este típico pueblo serrano es uno de los mayores atractivos de Matabuena y sus dos anejos: Matamala y Cañicosa. Entre los árboles, las dehesas, las praderas y los campos de labor regados por las aguas del arroyo Vadillo y otros pequeños cauces, el agua es uno de los mayores tesoros de este municipio salpicado por un buen número de fuentes y manantiales en el que presumen de que las épocas de sequía apenas se notan en el líquido que fluye.

Durante años punto de encuentro obligado para el abastecimiento, lugar de visita y trabajo para que las mujeres lavaran las ropas, aún siguen siendo un símbolo de Matabuena y un lugar al que no falta la visita de los vecinos para beber sus apreciadas aguas.

En el centro del pueblo, frente al viejo rollo de ajusticiar, se encuentra la más conocida, la de San Pedro, reconstruida en el año 1951, que recoge las aguas del manantial que surge en la orilla de la Peña del Castillejo con la que tantas veces han mitigado su sed las gentes de Matabuena. También junto a las casas de está la vieja fuente que también servía de abrevadero a los ganados de Matamala desde 1931, dos años antes de que se construyese la del barrio de Cañicosa, alimentada por las aguas del Prado de la Tolla.

Y si la de San Pedro es un punto de encuentro por su céntrica ubicación, la Anduela es una de las más emblemáticas para los vecinos de Matabuena, que incluso pusieron su nombre a la asociación cultural en recuerdo a este rincón del paraje de La Anduela.

En plena sierra

La FuenteBuena, a la que acudían a lavar la colada; la Hondilla, en plena sierra de Guadarrama, rodeada de pinos, cuyas aguas se suman al manantial que forma una pequeña presa para abastecimiento de la población, y la del Villar son otras de las fuentes que riegan el término de este municipio segoviano, salpicado de varios manantiales como las Fragüelas, la Ceniza, de la Cierva o de las Enllamadas. Y aunque muchas se encuentran deterioradas y ya no tienen el esplendor de antaño, cuando eran un elemento imprescindible en el día a día, se conservan en la memoria de los más ancianos.

Escenario de múltiples historias y anécdotas, las fuentes y manantiales son un tesoro y un emblema de Matabuena, un pueblo en la falda de la sierra de Guadarrama, con gran riqueza hidrológica.

Patrimonio

La iglesia de San Cristóbal, construida sobre un anterior templo románico dedicado a San Bartolomé

Isabel Jimeno.

Ubicada en una de las zonas más altas del caserío, la iglesia de San Cristóbal es un edificio de traza herreriana construido sobre un primitivo templo de estilo románico que se cree estaba dedicado a San Bartolomé, del que se conservan el atrio y la portada con arquivoltas. En el interior, merecen la pena destacar varios retablos barrocos y una cruz procesional de plata fabricada en el siglo XVI. Junto a la iglesia, otro de los monumentos destacables del municipio de Matabuena es la ermita del Santo Cristo de la Columba, construida en 1617 y ubicada al final de las cruces de lo que fue el viejo Calvario del siglo XVIII. Aunque en el barrio de Matamala no hay ningún edificio significativo, pues desapareció la ermita de Santa Bárbara, en el de Cañicosa se conserva la dedicada a San Martín, en el siglo XIX que es propiedad del pueblo y mantenida por los fieles. / I. J.

Tradición

Subida a la Cruz de las Reliquias

Entre las fiestas que se conservan en el municipio de Matabuena, una muy especial es la del 1 de mayo, en la que los jóvenes mantienen la tradición de subir andando hasta la Cruz de las Reliquias, a 1.957 metros en la sierra de Guadarrama. Comienzan pronto, y en la bajada, un alto en el camino, al que se une el resto del pueblo para comer la parrillada, la caldereta y el vino que ofrece el Ayuntamiento, al son de la dulzaina que anima el día de fiesta, en el que también hay juegos tradicionales. / I. J.

Asociaciones

Mayores, jóvenes, padres y cultural

La de mayores Virgen del Carmen, la de jóvenes Erroble y la de padres de alumnos son varias a las asociaciones que hay en Matabuena. Junto a ellas, el colectivo más amplio, la asociación cultural La Anduela, que junto al Ayuntamiento organiza la semana cultural previa a las fiestas de agosto, en la que hay pelota a mano, campenoantos de cartas, comidas, juegos infantiles y actuaciones como la obra de teatro que durante semanas ensayan y preparan los vecinos del pueblo. / I. J.

Etimología

Un monte con buena madera

En su nombre, Matabuena, pueblo ya ocupado por los celtíberos y en el siglo XIII conocido como Mata Buena, indica que era un lugar poblado por un bosque de árboles de una sola especie (‘Mata’), que estaba muy buen cuidado y con buena leña, de ahí que se le añadiera el adjetivo de origen latino ‘bona’. Al municipio están agregados Cañicosa, conocido como Sant Cristóbal de Cannicosa a mediados del siglo XIII, y Matamala. El Casar, Vallisteban, El Villar y Los Villares son algunos despoblados. / I. J.

Álbumes

Matabuena
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