Un dulce baile
Las mujeres dan un caramelo al hombre cuando cesa la música en la romería de San Benito
Isabel jimeno / Cerezo de Abajo.
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Los vecinos de Cerezo de Abajo, bailando durante la romería de San Benito. / El Norte |
Comparten la ermita con Cerezo de Arriba y Riofrío de Riaza y cada pueblo organiza su propia romería. Y Cerezo de Abajo acude en masa el sábado más próximo al 13 de junio o el propio 13 de junio. A quince kilómetros de distancia, de camino por la sierra hacia la estación de esquí de La Pinilla, los cerezanos emprenden pronto el camino para llegar a tiempo a los actos religiosos, los que marcan el inicio de la fiesta. Y deben madrugar porque muchos, como lo hicieron sus antepasados, realizan el trayecto andando.
Pero cuando llegan, el cansancio se olvida y comienza la fiesta con la misa y la procesión. Y antes de comer en la pradera en un día de campo, los cerezanos cumplen con la tradición del denominado baile del caramelo. La música comienza a sonar con un continuo intercambio de parejas y, cuando los músicos paran de tocar cada pieza, las mujeres, bien provistas de dulces, entregan un caramelo al hombre con el que han compartido baile.
La fiesta de San Román, promovida por la cofradía del mismos nombre, es otra de esas costumbres que tratan de mantener en Cerezo de Abajo y que se ha vuelto a recuperar para llenar un poco de colorido las jornadas otoñales del mes de noviembre. Los hombres, antes solo casados y ahora también solteros, son el alma de la fiesta en la que los cofrades y sus familias (hace años solo podían acudir los hombres y sus hijos) comparten la comida que cada uno lleva en un salón del Ayuntamiento.
Las fiestas mayores han llegado unas semanas antes, el primer fin de semana de octubre, en honor a la Virgen del Rosario. Aunque ahora las de la Juventud, en verano, son las más multitudinarias, las patronales siguen teniendo un arraigo especial y hay quien incluso regresa a Cerezo de Abajo solo por unas horas para asistir a la misa y la procesión en honor de la patrona. Juegos y actividades para todos y verbenas forman parte del programa.
Y también en el anejo de Mansilla, aunque con menos población, celebran sus propias fiestas, en buena medida gracias a la implicación de la asociación de Amigos de Mansilla, encargada de festejar San Marcos el fin de semana más próximo al 25 de abril, en el que, entre otros actos, una gran chuletada sirve de reclamo y punto de unión para los hijos y vecinos del pueblo.
La asociación La Perla se encarga de organizar la Fiesta de la Juventud
Isabel Jimeno.
La música fue uno de los gérmenes de la asociación La Perla, con cerca de un siglo de historia. Comprar un organillo para animar las jornadas de ocio fue el elemento impulsor de la asociación hace cien años y la música sigue siendo uno de los puntos de unión de este veterano colectivo del que ya formaron parte los abuelos de los abuelos de los cerezanos que ahora mueven la agrupación.
Y es que la asociación La Perla es la encargada de organizar la Fiesta de la Juventud en verano. Sin un motivo especial que conmemorar, se ha convertido en la cita más multitudinaria de la localidad, incluso más que las fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario. La coincidencia con el verano, la época en la que más gente acude al municipio, propicia la densa actividad que rodea esos primeros días de agosto. Este año será en torno al 10 de agosto. Cuatro días de orquestas que los jóvenes se encargan de organizar, con ayuda económica del Ayuntamiento, de empresas colaboradoras y del dinero recaudado con la barra de bar que instalan para la ocasión.
Además de la fiesta, la asociación, integrada por gente de todas las edades, aunque sobre todo por jóvenes, que son los que llevan las riendas del colectivo, también pone en marcha actividades culturales y deportivas en los días anteriores o posteriores a la fiesta.
Y también es en verano cuando el Ayuntamiento de Cerezo de Abajo despliega su mayor catálogo de actuaciones culturales y lúdicas. Talleres para niños; certamen de pintura que el 20 de agosto, por undécimo año consecutivo, volverá a reunir pinceles de todos los puntos de España; excursiones; la semana deportiva o un día dedicado al medio ambiente son algunas de la propuestas municipales para animar el estío, en el que no falta la visita casi diaria de los cerezanos al área recreativa de la Dehesa.
Durante el invierno, los mayores, agrupados en la asociación Las Encinas, son quienes toman el pulso a la actividad lúdica con clases, juegos o charlas en el local en que trabajan.
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