Aumentan las casas, disminuye la población
La construcción de viviendas aumenta en Navares de Enmedio pese al continuo descenso de habitantes
Texto y fotografías de Isabel Jimeno.
A medio camino entre Navares de Ayuso y Navares de las Cuevas, junto al cauce que surca el arroyo de los Navares, que baña los tres términos, se encuentra Navares de Enmedio.
Con 140 habitantes, pero próximo a pueblos más pequeños, se erige como un referente, gracias también a los servicios que por ahora conserva y abastecen a los vecinos de otros municipios. Y es que con este exiguo censo es todo un privilegio contar con bares, panadería, carnicería y hasta residencia de ancianos y piscina. Unas dotaciones que el Ayuntamiento quiere conservar, aunque el lento, pero continuo, descenso del padrón lo complica.
«Hace falta alguien que ponga una empresa que dé trabajo y el pueblo suba. Otra cosa no», advierte el alcalde, Pedro San Frutos. «En agricultura y ganadería sobramos la mitad. Lo que antes hacían quinientos ahora lo hace uno y la agricultura está en declive, está fatal», lamenta el regidor, que, con esta dinámica, augura un negro futuro para Navares de Enmedio. «Creo que las perspectivas del pueblo, si no cambia en cuanto a trabajo, vienen inmigrantes o algo, va a bajar porque el envejecimiento de la población está muy avanzado».
Sin embargo, cuanto más baja el censo, más aumentan el número de casas en el pueblo. Con más viviendas que habitantes, la construcción se mueve con fluidez en Navares de Enmedio. Y es que quienes un día emigraron a la ciudad, sobre todo a Madrid, en busca de trabajo, deciden volver los fines de semana y en verano al pueblo. A una hora de camino desde la capital de España, Navares de Enmedio se convierte en el destino perfecto para olvidarse de la ajetreada vida en la ciudad.
Aunque siempre menor, ese ajetreo se traslada ahora al pueblo. El sonido de las voces se escapa por una de las calles. Algo pasa. Es la cola de gente esperando para comprar el pan. Y es que la llegada de veraneantes permite contemplar una estampa impensable durante el invierno.
También las fiestas, de la Rogativa en primavera, y las mayores en honor de la Virgen del Pilar, el 12 de octubre, atraen a numerosa gente a Navares de Enmedio. Sin la competencia de otros festejos y el atractivo de ver bajar la imagen de la virgen desde el trono por unos raíles como si caminase hacen posible que ese día el municipio recupere el aspecto bullicioso del verano, que se olvida en otras épocas del año.
Molinos de viento
La instalación de cuarenta molinos de viento en el parque eólico de la Sierra de Pradales ha alterado durante este año la vida de los vecinos del pueblo. Unos ingresos anuales por aceptar la ubicación de la mayor parte de los aerogeneradores en el monte de Navares de Enmedio es la única compensación que obtiene el municipio, que desde entonces sufre deficiencias en la recepción de la señal de televisión.
Aunque no es suficiente, esos ingresos extras ayudan a la ejecución de los proyectos municipales como el acondicionamiento y construcción de un parque en la pradera del arroyo, que servirá para mejorar el entorno. |