Vallelado

Del ajo a la pelota

El club de pelota lleva por toda la geografía el nombre de Vallelado, que este fin de semana ha celebrado un nuevo homenaje a su producto más conocido: el ajo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Vallelado se despierta con el aroma de las fiestas de Santo Tomás Apóstol, a las que desde hace años se ha unido el peculiar homenaje que los vecinos del municipio rinden a su producto más emblemático: el ajo. Ayer de nuevo el grupo de danzas Bieldo volvió a organizar el denominado Festival del Ajo, en el que dos grupos de danzas llegados de los más diversos puntos de la geografía nacional se suman al conjunto de Vallelado para animar la noche del sábado.

Otras actividades también hacen variar un poco la jornada de los vecinos de Vallelado que reciben el mes de julio con fiesta. Aunque es para el 14 de septiembre cuando se reservan los festejos mayores. Con orquestas, actos religiosos, encierros por el campo y por las calles y espectáculos taurinos conmemoran la Exaltación de la Santa Cruz.

Pero no solo por sus afamados ajos es conocido Vallelado. La pelota también lleva el nombre del municipio incluso más allá de los límites nacionales. El Club de Pelota Vallelado se ha convertido en toda un institución en el pueblo, que este año ha visto recompensado el apoyo a este deporte con la concesión por parte de la Federación Nacional de Pelota de una mención al Ayuntamiento del municipio por su apoyo.

Desde pequeños, los niños comienzan a formarse en la escuela de pelota del pueblo –con una treintava de chavales en la actualidad– para formar la cantera de la que se nutre el primer equipo, que ya lleva 14 años en la máxima categoría de la pelota nacional, la División de Honor, y que incluso ha gestado todo un campeón de España: Daniel Arranz. «El orgullo es que el Club de Pelota Vallelado se ha gestado y se mantiene con gente del pueblo», subraya el alcalde, José Luis Garrido Magdaleno. La destacada actuación de los niños en atletismo es otra muestra de la afición deportiva del pueblo.
Con una tradición agrícola y ganadera como bases de la economía, los habitantes de Vallelado ha sabido evolucionar para generar nuevas fuentes de ingresos. Paralelamente al campo y al ganado han surgido una serie de empresas que, junto con otras industrias, dinamizan la vida del pueblo.
Ahora con la dotación de gas al polígono y la pronta mejora de las vías de comunicación, el alcalde espera que nuevas empresas se instalen en el polígono de la localidad, a medio camino entre dos núcleos más grandes e industrializados como Cuéllar e Íscar. Para facilitar ese asentamiento, el Ayuntamiento trabaja en la creación de más suelo industrial, a la espera de que las nuevas tecnologías lleguen adecuadamente al municipio.

Viviendas

Una necesidad cada vez mayor y en Vallelado saben muy bien las complicaciones que existen para que las telecomunicaciones arriben adecuadamente al municipio, que debe su nombre a ser el valle que está al lado del valle o el valle de al lado. Tan solo hace ocho años que comenzaron a ver todas las cadenas nacionales en sus hogares y de las regionales y locales aún no saben nada.
Una vez que la parcela laboral goza de buena salud, no solo por las industrias locales, sino también por las de la comarca, Vallelado tiene pendiente de aprobar una materia fundamental para ganar la carrera a la despoblación: la vivienda. Aunque por el momento el censo se mantiene, la falta de terrenos en los que urbanizar supone verdaderos quebraderos de cabeza y algunos jóvenes deben salir del pueblo en busca de una casa. «El Ayuntamiento no tiene terrenos cerca del caso y estamos buscando espacios donde urbanizar. Es un problema y tenemos que estar negociando con particulares», apunta el regidor. «La gente no vende y si lo hace piden verdaderas bestialidades y es imposible», lamenta José Luis Garrido, que no está dispuesto a tirar la toalla y dejar que el censo baje de los 840 habitantes que hay en la actualidad ocupando el «cien por cien» de las casas habitables, mientras otras en ruinas salpican las calles del pueblo.

Coloridos y con movimiento

El grupo de danzas Bieldo de Vallelado se encarga de transmitir y fomentar el folclore segoviano desde 1985

Isabel Jimeno.

Actuación de danza durante una pasada edición del Festival del Ajo de Vallelado. / Mónica Rico.

Pequeños de cuatro o cinco años hasta adolescentes de quince son el futuro de una tradición que gracias al empeño de un grupo de valleladenses recupera y conserva desde 1985 la tradición folclórica segoviana y castellana. Fue en ese año, hace más de dos decenios, cuando surgió el grupo de danzas Bieldo, uno de los estandartes que llevan el nombre Vallelado por la geografía nacional he incluso ha viajado con su rico y variado repertorio a festivales franceses y portugueses.

Medio centenar de danzantes, chicos y chicas, aunque más féminas que varones, acompañados por los músicos de la rondalla y de sus dulzaineros y tamborileros, componen el veterano grupo de danzas, surgido con el objetivo de estudiar, investigar y difundir la danza y música del folclore segoviano.

También facilitar que en Vallelado se conozcan los bailes típicos de otras regiones es otro de los objetivos de Bieldo, que desde 1988, con motivo de las fiestas Santo Tomas Apóstol, el 3 de julio, patrón de Vallelado, organiza el Festival Folclórico del Ajo. Ese día, junto a los bailes segovianos, otros dos grupos de diferentes puntos de España se suben al escenario para mover con soltura sus vistosos y coloridos atuendos.
Y es que si algo caracteriza a la indumentaria de los danzantes del grupo Bieldo son sus vistosos y ornamentados trajes, confeccionados en su mayoría por ellos mismos bajo la inspiración de los antiguos vestuarios que se conservaban en Vallelado y en otros puntos de la provincia, a los que desde 1993 se ha añadido el traje de danzante empleado en los paloteos y rituales de procesión.

Precisamente, las procesiones religiosas forman una parte importante del repertorio de actuaciones del grupo de danzas Bieldo, que también ejecuta numerosos bailes de fiesta.

No solo al escenario se han subido danzantes y músicos de la agrupación en su dilatada trayectoria, sino que también se han atrevido a entrar en un improvisado estudio de grabación. En junio de 1996, músicos y cantantes afinaron voces e instrumentos para grabar ‘Cosas Nuestras’. Jotas, rondas, danzas de procesión, fandangos castellanos o seguidillas componen el repertorio del trabajo.

También a un escenario se suben los actores del grupo de teatro Óvilo, cuyo germen se sitúa en las obras representadas por los escolares en diversos colegios de la provincia. La unión de otros mayores valleladense dio origen a Óvilo, que toma su nombre de uno de los despoblados ubicados en el término de Vallelado, y que desde la década de los noventa lleva sus obras por los escenarios de la provincia.

Picante y de fuerte olor

Los valleladenses cultivan desde hace siglos ajos, un producto registrado desde 1996

Isabel Jimeno.

Se celebra con motivo de Santo Tomás Apóstol, el patrón, pero se llama Festival Folclórico del Ajo. Y es que la producción de esta hortaliza ha sido muy importante a la largo de la historia en Vallelado. Por eso, la cita anual que cada 3 de julio tiene como protagonistas a las danzas segovianas que interpreta el grupo local Bieldo, organizador del evento desde 1988, y otras llegadas de diferentes puntos del país e incluso del extranjero, también comparte protagonismo con este cultivo de olor fuerte y picante sabor cuya producción a gran escala ha hecho famosa a la localidad más allá de los límites comarcales.
Ya desde antiguo se cultivaba este producto en Vallelado, esencial para conservar las típicas matanzas que aún hoy se siguen elaborando en muchos hogares, pero fue en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo cuando la producción dio un salto importante, ampliando sus ventas al mercado nacional e incluso internacional. De hecho, cerca de un centenar de agricultores cultivan este condimento esencial para muchas comidas.
Dos millones de kilos de ajos salen cada año de las tierras de Vallelado, que en 1996 consiguió que su ajo autóctono –el mayoritario de sus cultivos– lograse registrarse con nombre propio para la comercialización. ‘Blancomor de Vallelado’ es el nombre de este producto tan típico de esta localidad segoviana.
Uno a uno
De cabeza blanca, largo cuello y barbas verdes, el proceso de cultivo comienza en invierno. Ahora, la maquinaria hace más cómoda la labor, pero antes la siembra debía hacerse ajo a ajo, desgranando las cabezas, lo que requería gran cantidad de mano de obra, al igual que para la cosecha, ocho meses después, en torno al caluroso mes de julio, cuando los ajos han alcanzado su punto óptimo de maduración.
También ajo a ajo, debía recogerse la producción, seleccionando la flor, es decir, las mejores cabezas que se guardan como semilla para la siguiente cosecha. Después, un periodo de secado, antes en naves y ahora en grandes cámaras frigoríficas que ayudan a su conservación, para llegar a los mercados nacionales e incluso de otros países.
Una laboriosa tarea no siempre recompensaba por los fluctuantes precios en le mercado, por lo que algunos agricultores valleladenses también se han embarcado en el proceso de manipulado y comercialización directa de su famoso producto, que a la primavera siguiente de su recolección regala los tiernos ajetes que brotan en las tierras que un año antes estuvieron sembradas de ajos.
Y es que para no agotar el terreno es necesario rotar su cultivo por distintas tierras, lo que ha propiciado que el famoso ‘Blancomor de Vallelado’ también haya llegado a los cultivos de otros pueblos cercanos, donde los valleladenses continúan con la tradición de cultivar sus famosos ajos.

Golpes de efecto

Vallelado ampliará la superficie industrial para crear empleo y fijar población

Isabel Jimeno.

Su propio nombre describe cómo es Vallelado. Valle, del latín 'valen', que significa valle. Y es que, precisamente, esta localidad segoviana se encuentra acurrucada en el fondo de un valle. Una peculiar orografía que genera más de una complicación. Rutinas tan habituales como hablar por el teléfono móvil, conectarse a Internet o ver la televisión en Vallelado no son tan fáciles. Sí es cierto que desde hace años disponen de cobertura móvil, pero no de todas las compañías, y que una antena permite desde hace un tiempo visionar las cadenas de televisión nacionales, «pero las locales y regionales, nada», lamenta el alcalde, José Luis Garrido Magdaleno, quien espera que con la TDT este problema se solucione, a la vez que el Ayuntamiento «sigue buscando alguien que nos traiga la banda ancha»

Mientras sigue luchando por cubrir esas necesidades de servicios que no dependen directamente de la gestión municipal, el Consistorio continúa trabajando en otros proyectos que permitan el desarrollo de Vallelado.

«Crear empleo y fijar industrias son las únicas formas de asentar población», subraya el regidor. En este sentido la localidad está en pleno proceso de modificación de las normas urbanísticas que permitan la ampliación del casco urbano y del polígono industrial, «que ya está completo» con una variada actividad empresarial que oferta más de un centenar de puestos de trabajo. «Hay que mantenerlo y ampliarlo», subraya José Luis Garrido.

Ubicado entre las carreteras CL-602 y CL-601 (que se está convirtiendo en autovía), Vallelado quiere aprovechar este emplazamiento y «estar prevenidos» para la posible llegada de más empresas. «Lo primero es poner el terreno y la infraestructura».

Además de puestos de trabajo, ofrecer servicios a los vecinos es otra de las claves de desarrollo. En este sentido, la mayor demanda ha motivado que el programa Crecemos para niños de 0 a 3 años se quede pequeño y, en breve, abrirá una guardería con 33 plazas. Otro proyecto «muy importante», pero que está algo parado en estos momentos en busca de financiación, es la residencia de ancianos y centro de día que se quiere abrir en la Casa Grande. El edificio está, falta su rehabilitación y buscar los gestores.

Seña de identidad

Y si hay un área en el que no puede falta el apoyo del Ayuntamiento de Vallelado, ése es el deporte. Cuenta con equipo de fútbol y atletismo y el estandarte de este pueblo segoviano: el conjunto de pelota. Una seña de identidad de este pueblo, donde su práctica está muy arraigada. Tal es su vinculación con la pelota que Vallelado ha sido y seguirá siendo sede de múltiples campeonatos. De hecho, entre el 7 y 8 de junio acogerá las finales de mano y herramienta de Federaciones; y del 26 al 29 del próximo, junto con la vecina localidad vallisoletana de Íscar, será la sede, por tercer año consecutivo, del Campeonato de España de Edad Escolar. Cerca de 150 pequeños pelotaris competirán en esta cita que «quiere institucionalizarse». Una muestra más de la apuesta de Vallelado por la pelota, uno de sus elementos característicos y una de las mejores cartas de presentación de esta localidad segoviana con vocación industrial.

Más allá de las fronteras

Vallelado es conocido a nivel nacional por sus ajos, sus pelotaris y su grupo de danzas

Elena Rubio Aragoneses

Vallelado se encuentra inmerso dentro de la comarca de Tierra de Pinares por unas tierras por las que discurre, entre arenales, el río Cega ya cerca de su encuentro con el Pirón. Precisamente su nombre quiere decir 'Valle Helado' por tener un clima muy frío. A pesar de esta climatología adversa, los habitantes de estas tierras siempre se han dedicado a la agricultura y se han sabido adaptar a los nuevos tiempos.

En la actualidad, Vallelado es famoso por sus ajos que desde 1996 cuentan con nombre propio para la comercialización, 'Blancomor de Vallelado'. Sin embargo, la reciente constitución de una Asociación busca dar un paso más y lucha por conseguir la IGP, la Indicación Geográfica Protegida para el ajo de Vallelado con ventas a nivel nacional e internacional. Pero el nombre de este pueblo suena también fuera de sus fronteras por su Club de Pelota Vallelado y por el grupo de Danzas Bieldo.

Sin embargo, aunque se oiga bastante el nombre de Vallelado por toda España todavía son muchos los que desconocen esta localidad que atesora en sus calles diferentes monumentos, como por ejemplo, la moderna iglesia de Santo Tomás Apóstol, que fue construida tras un incendio en 1956 o la denominada como Casa Grande, que en la segunda mitad del siglo XVIII perteneció a los monjes jerónimos del monasterio de La Armedilla y que llegó a ser un almacén de las tropas napoleónicas.

Paseando por el pueblo también se puede descubrir en una vivienda particular en la calle de las Fuentes con un reloj de sol. Está realizado en cemento blanco y tiene unas dimensiones de sesenta centímetros de alto por cuarenta de ancho. La numeración romana que tiene va desde las siete de la mañana y hasta las cinco de la tarde. Una de las cosas que más llama la atención de este reloj es su decoración. En el tercio inferior se puede ver una alegoría de San Isidro Labrador, en el centro un sol radiante y ambos lados la Luna y las estrellas.

En los entornos del término de Vallelado también se localiza el Espacio Natural del río Cega, donde se puede ver la presa del antiguo salto de agua, la pesquera y el puente antiguo. Precisamente en el camino del Punte Blanca se encuentran los restos del Molino de Minguela que fue construido a finales del siglo XVIII y durante años se dedicó a fabricar harinas y piensos. Sin embargo, con el tiempo evolucionó hasta convertirse en una fábrica de luz.

También hay que mencionar el patrimonio desaparecido, el de sus ermitas. Hay constancia de la del Humilladero, que estaba al cuidado de la denominada Cofradía de la Cruz. El mal estado del templo se confirma cuando el alcalde de Vallelado de 1879 solicitó una licencia al obispo para repararla. Tras esta reedificación se mantuvo en pie hasta 1980, año en que fue demolida. A la entrada del pueblo hoy todavía se pueden ver tumbas en el suelo y las dovelas de piedra que formaban el arco de la entrada como recuerdo de su anterior existencia. También en Óvilo, un despoblado que existió en el término de Vallelado, existió otra ermita dedicada a San Gil, junto al camino que iba desde San Cristóbal al pinar de la Moña.

De San Isidro a la Cruz

Vallelado celebrará este año sus fiestasmayores sin encierros por el campo

MÓNICA RICO | SEGOVIA.

Fachada principal y torre de la Casa Consistorial de Vallelado. :: M. R.

La localidad de Vallelado celebró ayer una de sus fiestas más tradicionales, arraigada en la localidad desde hace años y que últimamente ha experimentado un gran auge. Se trata de la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, que cumple con todos los mandatos litúrgicos, como la misa en honor al santo, la procesión con la imagen de San Isidro en andas recorriendo las calles de la localidad al son de los ritmos de la dulzaina y el tamboril y todo ello organizado por la cofradía que cada año está presidida por un Mayordomo.

Pero además, con el fin de dinamizar el municipio, desde hace unos años una de las asociaciones de la localidad organiza un concurso de tapas en el que participan todos los bares de Vallelado. Con ello se pretende contribuir de otra forma al auge de la fiesta, a la vez que ofrecer una nueva alternativa de ocio a los vecinos y visitantes. Según explicó el alcalde de la localidad, José Luis Garrido, también es importante que los vecinos se puedan esparcir y olvidar por unos momentos la complicada situación actual. También La Cultural y el Ayuntamiento organizan una cata de vinos durante el mes de junio, con objetivos similares.

Una de las curiosidades por las que destaca esta fiesta de San Isidro, es que al término de la procesión, la imagen del Santo se sitúa en la puerta principal de la iglesia parroquial, para que presida la subasta de los presentes que los devotos han ofrecido a San Isidro. El dinero conseguido en la subasta, pertenece a la cofradía de San Isidro, quien lo cede a la iglesia para su mantenimiento.

Pero si existen unas fiestas importantes y de arraigo en la localidad, esas son las de la Exaltación de la Cruz, en septiembre, que este año sufrirán un gran cambio como es la supresión de loso encierros por el campo, uno de los atractivos principales de la festividad. Cuentan que la tradición de celebrar encierros con toros, trasladándoles desde el pinar y acompañados de caballos, se remonta al menos al año 1736.

Y es que el municipio tiene necesidades más acuciantes que los encierros por el campo, aunque parece ser que muchos vecinos aún no se han hecho a la idea de que este año no podrán acudir a disfrutar de este espectáculo. Sin embargo sí se mantendrán los encierros nocturnos por las calles de la localidad, por lo que los aficionados taurinos volverán a tener una nueva cita en Vallelado en septiembre.

Los vecinos no tendrán encierros por el campo, pero sí mejoras, por ejemplo, en la calidad del agua, ya que una de las últimas obras ha sido la sustitución de la tubería que lleva este preciado bien desde el depósito hasta el municipio.

Deporte de nivel

El deporte ha tenido siempre gran importancia y afición en la localidad, características que aún hoy en día continúan. Desde pequeños, los niños de Vallelado se preparan como atletas y disfrutan con variados juegos y deportes. Si existe un deporte tradicional en la localidad ese es el juego de pelota. Vallelado ha dado grandes pelotaris a lo largo de su historia, como por ejemplo los hermanos Baeza, que se situaron en lo más alto del deporte hace más de treinta años. Hoy en día pequeños y mayores continúan esta tradición.

Los torneos no faltan durante las fiestas y fechas importantes en el municipio, y uno de los más importantes llegará este verano, en concreto la última semana de julio, cuando la localidad de Vallelado acogerá el Campeonato Internacional de Frontón de 36 metros.

Las citas deportivas se sucederán este verano. Antes del importante torneo de frontón, la localidad, junto con el vecino municipio de Íscar (Valladolid) acogerán el Campeonato de España de Juegos Escolares, a partir del 24 de junio. A este certamen se espera la asistencia de más de 150 niños de toda la geografía nacional.

EL FESTIVAL

El primer sábado de julio, coincidiendo con la celebración de las fiestas de Santo Tomás Apóstol, la localidad de Vallelado acoge el Festival Folklórico del Ajo, un certamen organizado por el grupo de danzas Bieldo, que acerca hasta el municipio de Vallelado a distintos grupos que muestran sus bailes tradicionales y el folklore característico de su tierra.