Más que útiles de riego
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Texto y fotografías de Isabel Jimeno.
Las ricas hortalizas de Pinarnegrillo siempre han gozado de fama. Sus sabrosos tomates recorrieron durante años los mercados de la provincia, incluida la capital. Agricultores y vendedores ambulantes. Así eran muchas de sus gentes, que cultivaban con esmero la cosecha para acercársela a los consumidores. Y aún hoy, aunque en menor medida, hay quien sigue acudiendo a Pinarnegrillo para hacerse con las plantes de esos tomates, pimientos o cebollas que luego cultivan en sus huertos. Tienen un sabor especial que siempre les dio fama y reconocimiento.
Un duro trabajo que requería muchas horas de camino. Y es que antes de la llegada de los vehículos a motor, las gentes de Pinarnegrillo ya viajaban por la provincia para llevar los productos de su huerta. Montados sobre sus carros, los vendedores ambulantes recorrían carreteras y caminos hasta diferentes mercados, incluida la capital segoviana.
Y debían madrugar mucho para llegar a tiempo a su destino. Por eso cuentan en el pueblo que, de tanto viajar, hasta los burros que tiraban del carruaje ya se sabían el camino. Tantas veces iban y volvían que dicen en Pinarnegrillo que incluso sus dueños se podían dormir durante el trayecto, que los animales les conducían sin problema hasta el punto de destino, donde voceaban y vendían sus sabrosos tomates, pimientos o lechugas.
Desaparecidos Hoy en día, aunque la agricultura ha sufrido una profunda transformación, los huertos de hortalizas siguen abundando en Pinarnegrillo. También ha cambiado su forma de cultivo e irrigación. Y es que hasta por su forma de riego fue conocida la localidad.
Para regar sus cosechas necesitaban muchos puntos de extracción de agua. Por eso, los cigüeñales, compuestos por unos palos, unas piedras y un cubo para sacar el agua, abundaban en las tierras de Pinarnegrillo, aunque hoy en día han desaparecido.
Inicialmente enclavado en zona nacional, dicen que durante la Guerra Civil, los pilotos franceses que acudieron en apoyo del bando republicano, desde el aire, confundieron los cigüeñales con cañones antiaéreos dispuestos para el ataque y salieron huyendo ante el temor de ser bombardeados, por lo que Pinarnegrillo se libró de esa batalla.
Actractivos Turísticos
Patrimonio
La iglesia de San Nicolás de Bari conserva un retablo noclásico del siglo XVIII
El monumento más destacado de Pinarnegrillo es su iglesia parroquial, dedicada a San Nicolás de Bari, patrón del municipio. Se trata de un pequeño templo adornado por una torre de tres cuerpos. En su interior destaca el retablo mayor neoclásico realizado a finales del siglo XVIII, misma época a la que se remontan algunas buenas piezas de orfebrería sacra que se conservan en el templo. Además, en el pueblo existen dos ermitas: la del Cristo del Penegral y la del Humilladero. En su término, donde abundan los pinares, también se localiza el despoblado de Temeroso, que comparte con Carbonero el Mayor, donde se localizan las ruinas de la ermita de Santa Águeda, aunque esta pertenece al otro municipio.
Fiestas
La Virgen del Rosario a primeros de octubre
Las fiestas mayores de Pinarnegrillo se celebran a comienzos de octubre, en honor de la Virgen del Rosario, patrona del municipio. Además, también se honra al patrón, San Nicolás de Bari, el 6 de diciembre. Desde hace unos años, a las tradicionales se une la que organiza la asociación cultual El Penegral a comienzos del mes de agosto. / i. j.
Asociaciones
El Penegral y su grupo de teatro aficionado
Además de organizar una semana cultural con diversas actividades y una fiesta en verano y mantener un local de reunión, la asociación cultural El Penegral, con más de tres decenios de historia, cuenta con un grupo de teatro aficionado, El Cigüeñal, que también actúa por diversos pueblos de la provincia, y otro infantil, de más reciente creación. / i. j.
Etimología
Rodeados de pinos negrales
El origen del nombre de Pinarnegrillo parece hacer clara referencia a la abundancia de pinos negrales o resineros, de color más oscuro, que abundaban –y aún hoy lo hacen- en la zona en la que se asentaron los primeros pobladores, hacia el siglo XIII. A mediados del siglo XIX, se conoce como Pinar-Negrillo y antes como Pinar Negriello. / i. j.
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