Sanchonuño

Hortalizas y tencas de laguna

Las importantes empresas de manipulado de productos hortícolas sitúan a Sanchonuño entre los municipios más prósperos de la provincia, con 1.500 puestos de trabajo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

No tiene río, pero las abundantes lagunas naturales que salpicaban el pueblo y que incluso llegan a ocupar lo que ahora es la plaza, hacen que Sanchonuño sea conocido por la producción de un pescado como la tenca de agua dulce que se cría en lagunas que, debido a la acuciante sequía que afecta a la provincia desde hace años, ahora se abastecen con aguas subterráneas. En ellas se produce el suculento manjar, que junto con los patos asados, suponen las delicias de la gastronomía sanchonuñense.

Pero si por algo es conocido Sanchonuño es por su próspera industria de manipulado y transformación de hortalizas. «Tenemos una industria próspera y floreciente que es la hortícola, pues de Sanchonuño sale el 80% del consumo nacional en productos como remolacha roja, zanahoria, maíz dulce o endibia», subraya orgulloso el alcalde, José Luis Herrero Sanz. Otros productos como puerros o plantas de fresas también parten de las factorías del pueblo, aunque su producción no solo se limita al municipio, sino que las fábricas se abastecen de tierras de toda la productiva comarca hortícola del Carracillo o de otras zonas de la provincia.

Junto con otras empresas como la fábrica de palets o la de camiones, Sanchonuño ha experimentado un «desarrollo tremendo» que le permite situarse en unos de los primeros puestos del ránking económico de Castilla y León en renta per cápita. «Un pueblo muy trabajador, muy emprendedor y pionero en muchas cosas como el cultivo de achicoria, que supuso un revulsivo», así define el regidor Sanchonuño, «un pueblo envidiado sanamente por la gente».

Y es que con 900 habitantes, Sanchonuño puede presumir de haber generado 1.500 puestos de trabajo directos e indirectos y tiene en perspectiva la oferta de otros 250, lo que supone que diariamente lleguen a la localidad «entre trescientas y quinientas personas de fuera, de la comarca, a trabajar». Y las perspectivas son «halagüeñas», subraya el regidor satisfecho porque «este pueblo haya llegado a conquistar esas metas de desarrollo» gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento y los empresarios para la creación de industrias.

Dado el buen resultado de la fórmula y ante la inminente construcción de la autovía Segovia-Valladolid, junto al área industrial, José Luis Herrero Sanz confía en que nuevas industrias elijan Sanchonuño para su ubicación.

Construcción constante

Con la parcela laboral con una salud inmejorable, el pueblo dispone del caldo de cultivo idóneo para crecer como lo ha hecho en los últimos años con la llegada de inmigrantes, la afluencia de gente de otros pueblos y el asentamiento de jóvenes en el municipio. Es por eso que la construcción no cesa en Sanchonuño. «Se están haciendo unas sesenta viviendas», advierte el alcalde, dispuesto a facilitar en todo lo posible la construcción en el municipio. «Mucha gente que viene a trabajar, si tuviese vivienda se quedaría a vivir», añade.

Aunque este crecimiento tiene «sus pros y sus contras». En el lado positivo, José Luis Herrero Sanz apunta «la prosperidad y el desarrollo», pero por el contrario el Ayuntamiento debe hacer frente continuamente a la ampliación de las infraestructuras básicas «y para eso hace falta mucho dinero y no es fácil conseguirlo».

Pero no solo pendiente de las necesidades corrientes vive el Ayuntamiento, que ya tiene muy avanzado el proyecto para la construcción de una guardería, ultima la conclusión del nuevo Ayuntamiento y sueña con poder construir un pabellón cubierto que complete las instalaciones deportivas del municipio.

Centro de actividad

Las actividades se suceden desde por la mañana hasta por la noche en el local cultural de Sanchonuño

Isabel Jimeno.

Desde primera hora de la mañana hasta por la noche. La actividad no cesa en el centro cultural de Sanchonuño. Ni siquiera el traslado de las oficinas municipales a su sede definitiva una vez inaugurada la nueva Casa Consistorial hace unos meses ha servido para descongestionar la amplia instalación.

« Tenemos ‘over-booking’. Está sobreocupado», destaca el alcalde, José Luis Herrero, orgulloso de la acogida que ha tenido entre los vecinos el centro que comenzó a funcionar hace tres años. Gimnasia, cursos de manualidades, talleres de memoria, el tan de moda método pilatex, clases de informática, charlas sobre asuntos sanitarios... Todo tiene cabida en las dependencias del centro cultural, en el que incluso hay disponible una pequeña sala para la proyección de películas los fines de semana. Reuniones del colectivo de agricultores, de amas de casa, de ganaderos o de industriales, todas tienen un hueco disponible en el inmueble ubicado en la plaza, en el que también operan las asociaciones de mujeres rurales, de padres de alumnos, de cazadores o el equipo de fútbol.

El jueves a primera hora, las mujeres que asisten a gimnasia de mantenimiento son las primeras en llegar a una de las aulas, cuando todavía se está limpiando la instalación, que ha acogido alguna actividad hasta la noche anterior y sin tiempo de respiro comienza otra vez el trasiego de personas. Y es que «la gente es muy activa», comenta el regidor. «Creo que ha sido la mejor obra que hemos podido hacer en Sanchonuño, lo digo por el uso que está teniendo. No imaginé que sería así», subraya José Luis Herrero, satisfecho con la amplia participación de sus vecinos en las actividades que se organizan a través del Ayuntamiento, los Ceas o las asociaciones de Sanchonuño.

Esa dinámica e intensa actividad de oferta lúdica tras las horas de trabajo hacen que el Ayuntamiento también proyecte la construcción de un polideportivo que complete la oferta de instalaciones deportivas del pueblo para dotar a los equipos de fútbol sala, fútbol o baloncesto que practican las diversas modalidades deportivas de más y mejores infraestructuras.

Pescados sin río

Sanchonuño mantiene la tradición de criar tencas en las dos lagunas que aún tienen agua

Isabel Jimeno.

Diversas industrias operan en Sanchonuño. Entre ellas, un peso importante en la economía local tienen las relacionadas con los productos hortícolas, que no solo se producen en el municipio, sino que también se manipulan y envasan para su comercialización en las factorías del pueblo. Miles y miles de kilos de patatas, maiz dulce, zanahorias, endibias y remolachas rojas salen de la próspera industria hortícola de Sanchonuño, que en algunos productos llega a cubrir el 80% de lo que llega a los mercados nacionales.
Y entre las ricas tierras de labor y los pinares que cubren buena parte del término, en plena comarca de Tierra de Pinares, también hay un hueco para los espacios húmedos, que en tiempo fueron mucho más abundantes, pues hasta en el lugar en el que hoy se ubica la plaza de Sanchonuño, en el centro del pueblo, antaño había una laguna, hoy desaparecida.

La sequía y la reducción de las precipitaciones han acabado con buena parte de estos espacios húmedos, pero no con todos ni con una tradición que sorprende en plena comarca de pinares. Y es que sin arroyos, ríos o mares que bañen sus tierras, en la localidad puede presumir de producir hasta pescados.

Exigentes paladares

Son las famosas tencas de agua dulce. Un manjar para los más exquisitos paladares que los sanchonuñenses crían desde hace años. Generación tras generación, se empeñan en mantener la tradición de producir este pez en las dos charcas que aún se mantienen –gracias también en parte a las aguas subterráneas–. Propias de aguas cálidas y de crecimiento lento, poseen unas cualidades culinarias excepcionales muy apreciadas por los más exigentes paladares entre los que, según dicen, se encontró incluso el emperador Carlos V.

Con mucho empeño, en Sanchonuño continúan manteniendo la cría de tencas, aunque de manera reducida. Pocos de estos peces salen cada año de las lagunas convertidas en criadero, donde están desde que son alevines hasta que, tres veranos después, alcanzan su punto adecuado para la comercialización.
Con entre 80 y 150 gramos, las tencas pasan del agua dulce de las lagunas de Sanchonuño a los platos de los exigentes comensales de este cíprido de producción muy limitada.

Vivienda industrial

La importante actividad empresarial ha permitido a Sanchonuño crecer sustancialmente en los últimos años hasta rozar la barrera del millar de habitantes

Isabel Jimeno.

Trabajo y vivienda. Son los pilares sobre los que se cimienta el incremento de población experimentado por Sanchonuño, que en los últimos años ha visto crecer sustancialmente su padrón y ya zona el millar de habitantes. Atrás quedaron los tiempos en los que ésta era una localidad de emigrantes en busca de empleos en otras tierras e incluso en otros países.

Ahora, Sanchonuño es un pueblo receptor de gente de otros lugares del planeta-en torno al 10% de la población es extranjera- que llega a trabajar en su pujante y variada industria, que abarca desde la fabricación de palets y carrocerías de camiones a la actividad hortofrutícola, una de las señas de identidad de este pueblo que concentra la distribución de cerca del 80% de la producción nacional de algunos productos de la huerta.

Al pie de la autovía Segovia-Valladolid, en construcción, Sanchonuño tiene un emplazamiento idóneo para progresar. Ya hay nuevos proyectos industriales en marcha y el interés por asentarse en la zona se ha incrementando en los últimos años merced a esta nueva infraestructura viaria. El Ayuntamiento tiene suelo disponible y el alcalde, José Luis Herrero Sanz, advierte de que si fuera necesario se puede ampliar el polígono. «Sanchonuño es ejemplo de desarrollo de nuestra provincia y de nuestra Comunidad Autónoma», subraya el regidor, quien destaca el «entusiasmo de la gente por emprender», como clave para ese progreso.

Agua

Esa importante actividad industrial genera grandes beneficios, pero también lleva aparejados algunos inconvenientes como la depuración de la gran cantidad de aguas residuales, para lo que el Consistorio quiere construir una depuradora; y el tratamiento de los residuos. «Son dos cosas importantísimas», subraya el regidor, quien apunta que el pueblo contará con una estación cogeneradora para residuos ganaderos y hortícolas.

También relacionado con el agua, pero de consumo, está vinculado otro de los proyectos destacados de Sanchonuño, que desde hace tiempo padece problemas de abastecimiento por la elevada concentración de arsénico. La reducción de los niveles de arsénico que consideran apto para consumo el líquido elemento obliga a habilitar un nuevo suministro, por lo que el pueblo contará con una nueva conducción desde el río Cega para abastecerse. Otro proyecto que «nos urge», subraya el alcalde.

Para que esa gente que tiene trabajo y quiere quedarse en el pueblo pueda hacerlo, la vivienda es fundamental. En este sentido, hace unos meses se ha entregado una nueva promoción de doce casas de protección oficial y ya sólo faltan tres por adjudicar. Además, está en marcha el proyecto de una cooperativa en la que el Ayuntamiento ofrecerá suelo municipal urbanizable a «en condiciones asequibles» para la construcción de una veintena de hogares. «Es la mejor labor social, la vivienda y los puestos de trabajo», subraya el alcalde de Sanchonuño.

Y ese crecimiento demográfico también obliga a estar constantemente incrementando los servicios y las actuaciones básicas como alumbrado o asfaltado de calles. Uno de los servicios que se ha incrementado es el de guardería. De los 16 niños del programa crecemos se ha pasado a cerca de 25 menores de entre 0 y 3 años en la nueva guardería. Ahora, el Ayuntamiento quiere hacer también un polideportivo, una nueva infraestructura que atienda las demandas de la población de Sanchonuño, a punto de alcanzar el millar de habitantes.

La envidia de muchos

El crecimiento económico pone a Sanchonuño en la cabeza de la provincia

MÓNICA RICO | SEGOVIA.

La Casa Consistorial preside la Plaza Mayor de Sanchonuño. :: M. R.

Enmarcado en la Tierra de Pinares y en la comarca agrícola de El Carracillo, la localidad de Sanchonuño ha sido durante muchos años la envidia (sana) de municipios de características similares, que veían como la riqueza, el empleo y la población crecían en la localidad.

Sin embargo, no siempre ha sido así y la historia próspera de la localidad se encuentra prácticamente en todo el siglo XX, en cuya mitad ya contaba con 1.260 habitantes. Tan sólo unos años después, enmarcado entre 1958 y 1965, llegó la gran despoblación, ya que muchos vecinos emigraron a las grandes ciudades en busca de oportunidades que en el medio rural parecían no llegar. En el año 1970 la cifra había disminuido hasta los 750 vecinos.

La tónica cambió y hoy en día la cifra de vecinos se sitúa alrededor de los 1.000 habitantes. Este aumento se ha debido a varias causas, una de las principales es que los jóvenes no se marchan del municipio. Muchos de ellos encuentran en Sanchonuño un lugar donde vivir, trabajar y disfrutar, por lo que no necesitan buscar las oportunidades fuera de su pueblo.

Otro de los factores de este aumento es la población inmigrante, que hoy en día constituye aproximadamente un 10% del total de los vecinos de Sanchonuño, según aseguró el alcalde de la localidad, José Luis Herrero, quién, además, afirmó que éstos se encuentran perfectamente integrados.

Herrero también añade otros datos de población flotante, es decir los trabajadores que acuden hasta la localidad diariamente por motivos laborales, una cifra que se calcula en unas 200 personas, llegadas principalmente desde el vecino municipio de Cuéllar y otros de la comarca. Y es que en los últimos años se han generado unos 1.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos.

Gran parte de 'culpa' de este auge económico y laboral lo tienen los cultivos hortícolas. «Hoy somos el pueblo rey», afirma orgulloso el regidor. En la localidad no sólo se cultivan, sino que se manipulan y comercializan, en sus cinco fábricas, endivias, remolacha roja, maíz dulce, zanahorias o puerros, entre otros. Sanchonuño, a través de estas empresas, produce alrededor del 80% del consumo nacional de algunos de estos productos.

Pero este auge hortícola no llegó hasta finales de la década de los 70. Hasta entonces era un pueblo eminentemente agrícola, donde destacaban cultivos como cereales, patatas o remolachas. Sin embargo el regidor municipal sí recalca que en los años 40 el municipio fue pionero en el cultivo de la achicoria, un sucedáneo de café que fue muy utilizado en los años de la posguerra, debido a la escasez del café auténtico.

EL NOMBRE

El nombre de Sanchonuño deriva de sus primeros pobladores, Sancho y Nuño, que, al parecer, eran braceros de los duques de Alburquerque enviados para trabajar sus tierras en este término. En 1247 aparece como Sanco Nunno y a mediados del siglo XIX se le conocía como Sancho-Nuno. Ya en el siglo XX adquirió su denominación actual.