Datos
Distancia a la capital: 60 kilómetros.
Superficie: 274,2 kms. cuadrados.
Altitud: 857 metros.
Población: 9.841 habitantes.
Pedanías: Entidades Locales Menores: Arroyo de Cuéllar. Campo de Cuéllar. Chatún. Lovingos. Anejos: Dehesa de Cuéllar. Dehesa Mayor. Escarabajosa de Cuéllar. Fuentes de Cuéllar. Torregutiérrez.
Comarca: Tierras de Cuéllar.
Lugares de interés: Castillo de los Duques de Alburquerque. Iglesias de San Martín, San Andrés, San Esteban, Santo Tomé, San Miguel, San Pedro, Santa María de la Cuesta y El Salvador. Arcos de San Basilio, San Andrés, Santiago y San Martín. Conventos de San Basilio, Santa Isabel, San Francisco, La Concepción, Santa Clara y antiguo de la Trinidad. Palacios de Pedro I y Santa Cruz. Puerta de la Judería. Torre de Santa Marina. También son de un valor destacado los artesonados y los retablos de las iglesias de las otras nueve poblaciones pertenecientes al municipio de Cuéllar.
Genticilio: Cuellaranos.
Tradiciones: En la noche de San Pedro los vecinos se reúnen en torno a la hoguera. Hasta hace pocos años, al amanecer, los cuellaranos se reunían en el pinar y en grupos de amigos cocinaban y degustaban un rico chocolate. Losmás pequeños aún ‘ruedan el huevo’ tras la Semana Santa.
Gastronomía: Son conocidos sus pastas típicas y dulces tradicionales. Hace más de un año se crearon las ‘Delicias de Cuéllar’, que tras un concurso fueron seleccionadas como dulce típico de la localidad. También se puede degustar el tradicional lechazo asado.
Fiestas: De interés turístico son los encierros de la villa, que se celebran durante cinco días desde el último domingo de agosto, dentro de las fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen del Rosario. Los cuellaranos también celebran, como fiesta local, a San Miguel, patrón de la villa, cada 29 de septiembre. Son famosas su feria medieval, en agosto y sus ferias comarcal y de artesanía, tras Semana Santa.
UN APUNTE HISTÓRICO
Cuéllar en el siglo XIX: Madoz realiza en ‘Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España’ una amplia descripción de Cuéllar a mediados del siglo XIX. Tenía 550 casas, 350 de ellas eran de dos pisos y el resto, en el centro, de tres, «con muy buena disposición interior y cimentadas de piedra hasta el primer piso y de madera y yeso los otros dos». Producían cereales, garbanzos, muelas, yeros y vino. Exportaban parte a otros mercados como Cataluña y Bilbao, en dirección a Inglaterra. Había 12 telares de lienzos, 4 fábricas de curtidos y otros 12 telares de productos de inferior calidad. Eran 688 vecinos y «3.148 almas».
DESCRIPCIÓN
Los más primitivos orígenes de la villa de Cuéllar se fechan en la Edad del Bronce y en la del Hierro. De esas épocas se han localizado vestigios en el paraje del Barco de los Habares en las cercanías del castillo, y en una necrópolis en las Erijuelas de San Andrés. Al nombre de Cuéllar se asocia la mansión romana de Colenda que mentara Tito Didio, aunque también se la asocia con la Gella de Tolomeo o la Acantia de Estrabón. Ya en la Edad Media, Cuéllar sería asolada por los ejércitos de Almanzor, para posteriormente ya en el reinado de Alfonso VI (s.XI) ser repoblado el lugar. Fue cabecera de su Comunidad de Villa y Tierra, institución bajo la cual se unificaban algunos concejos compartiendo el aprovechamiento común de las tierras y los pastos, así como diversas tareas de gobierno. A mediados del siglo XIII el rey Alfonso X concedió a la villa de Cuéllar un Fuero Real, y en ella se convocaron varias veces Cortes Generales. Por varios siglos, la villa sería señorío de la Casa de Alburqueque, naciendo en ella don Beltrán de la Cueva, conservándose todavía su castillo (s.XV), dentro del cual destaca su patio de armas y la bella galería renacentista de la fachada Sur.
Como consecuencia de tan inquieta historia, por el casco urbano de Cuéllar han quedado numerosos ejemplos de importancia histórica, incluido un doble recinto de murallas en las que destacan algunas de sus más bellas puertas: arco de San Basilio, San Andrés, la puerta de la Judería, el arco de Santiago y el arco y muralla de San Martín. Próxima a esta, se localiza la Iglesia del mismo nombre, un bello templo mudéjar de tres naves con sus correspondientes ábsides, que hoy da cobijo al Centro del Arte Mudéjar. Cuéllar es junto con Arévalo (Ávila) y Sahagún de Campos (León), tres de las villas que mejor han conservado la herencia mudéjar castellana.
Varias iglesias y conventos más se localizan dentro del casco urbano de la villa, pues llegó a tener dieciocho templos. Cuéllar junto con Sahagún de Campos en León, agrupa el mayor conjunto de arquitectura religiosa mudéjar, entre los que destaca por su buen estado de conservación la iglesia de san Andrés del siglo XII, que se localiza en la zona norte de la villa, repartiendo su planta en tres naves, tres ábsides y dos portadas, guardando en su interior un bello calvario románico-bizantino y las pinturas murales de sus ábsides. La iglesia de San Miguel es otra de las joyas artísticas de Cuéllar, en la que sobresales su retablo barroco y un Cristo yacente atribuido a Gregorio Fernández. Varios templos más se unen a esta relación: la iglesia de Santo Tomé, la del Salvador, Santa María de la Cuesta y San Pedro. Entre los conventos mentaremos el de San Basilio, que fue desamortizado y hoy acoge a algunos establecimientos comerciales, y al que se unen el antiguo Convento de la Trinidad, el de Santa Clara, el de la Concepción, San Francisco y Santa Isabel o Santa Ana.
Pero a la nómina de la monumentalidad religiosa de Cuéllar hemos de unir: el conocido como Estudio de Gramática y la Capilla y Hospital de la Magdalena, fundaciones del Arcediano Gómez González, donde destaca su capilla gótica hoy utilizada como Centro Cultural. La casona del Granero de Agustín Daza, la Iglesia de San Esteban, el ábside de la iglesia de Santiago, la Panera y Casa del Duque de Alburquerque, el Palacio de Pedro I, y el bello patio renacentista del Ayuntamiento. También dentro del casco urbano podemos admirar un buen número de casonas blasonadas y armadas: la de los Velázquez Herrera, la de los Rojas, el Palacio de Santa Cruz y las de los Velázquez del Puerco y de los Daza.
Termina de conformar este impresionante patrimonio monumental de Cuéllar, el parque Medieval de San Esteban y el Cubo, que fuera antiguo molino de viento.
A aproximadamente unos cinco kilómetros de Cuéllar se localiza el Santuario de Nuestra Señora del Henár, patrona de la comarca y de los resineros, donde dentro del templo podemos admirar varios retablos barrocos, un camarín con su imagen románica, y pinturas al fresco en sus bóvedas y cúpula. También dentro del término municipal de Cuéllar pueden visitarse los Espacios Naturales de El Espadañal, recorrerse la Senda de los Pescadores y la Huerta del Duque, así como el Jardín del ya mencionado Santuario del Henar.
Cuéllar es famoso por sus tradicionales encierros taurinos, declarados de interés turístico nacional, que se celebran a finales del mes de agosto y a los que se consideran los más antiguos de España, pues se remontan al siglo XV.
Al término municipal de Cuéllar también pertenecen otras nueve poblaciones: en Arroyo de Cuéllar podemos visitar su iglesia parroquial de origen románico de santa Lucia, así como la ermita de Nuestra Señora de Avienza, patrona del lugar. En Campo de Cuéllar la iglesia parroquial de san Juan Bautista nos mostrara unos excelentes artesonados, y en los restos consolidados de la ermita de san Mames algunos vestigios del mudéjar segovino. Chatún cuenta con una iglesia barroca dedicada a san Andrés, y una ermita de san Benito un tanto alejada de la villa. Dehesa dedica su iglesia de origen románico a san Pedro y Dehesa Mayor a san Juan Bautista, dentro de la cual podemos admirar un buen retablo mayor barroco, así como un recoleto puente medieval. Al aproximarnos a Escarabajosa de Cuéllar veremos destacar sobre el caserío del pueblo su iglesia parroquial de Santa María la Nueva, y en Fuentes de Cuéllar la torre acastillada de san Juan Degollado.
También en Lovingos se cree que hubo un pequeño castillo o mota de la que pueden verse algunos restos, aunque hoy sobre el casar del pueblo tan solo destaca la airosa torre de su iglesia de san Esteban. Lo mismo ocurre con Torregutierrez, que también debió de poseer una torre fuerte, la cual le daría el nombre, aunque hoy es la torre de la iglesia de Santa María la única que pone altura sobre el casco urbano de la villa.
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