Gomezserracín

Una pausa en el trabajo

Las asociaciones organizan diversas actividades en un pueblo dedicado a la producción hortícola

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

El grupo de teatro Los Eriales, de Gomezserracín. / El Norte

El intenso trabajo para que las tierras de labor lleguen a producir hasta tres cosechas diferentes a lo largo del año es grande y se hace posible gracias al tesón de los vecinos, que tienen en el campo un medio de vida al que dedican muchas horas. Muchas horas de trabajo para que de la localidad salga una importante producción de lechugas, patatas, puerros o remolachas de mesa. Muchas horas de empleo que también dejan un hueco para las actividades lúdicas. Además de las fiestas en honor a San Antonio (13 de junio) y Santa María Magdalena (22 de julio), una ocasión perfecta para la convivencia es la paella que cada primer domingo de junio organiza la Asociación de Amas de Casa La Noria. Una comida y juegos tradicionales sirven «para juntarse. Lo mismo se pasa todo el año y hay socias con las que no hablas porque la gente trabaja mucho», explica la presidenta, Julia Lorenzo.

La misma agrupación que trabaja en la organización de alguna excursión para el próximo verano o en cualquier actividad que rompa la rutina en la vida del pueblo. Y en breve, cuando finalicen las clases, realizará una exposición con las labores realizadas en el curso de vainica que se está impartiendo. «Hacemos lo que podemos», comenta Julia Lorenzo, consciente de la dificultad de acertar con la programación de actividades que sean del agrado de las socias, pero dispuesta a seguir proponiendo nuevas ideas.

Y lo que no falta en el programa de actuaciones anuales es la instalación del Belén. A la belleza de la iglesia de la Magdalena, cada Navidad se une el Nacimiento que con esmero colocan las mujeres de Gomezserracín con figuras antiguas, nuevas adquisiciones y piezas que la Asociación de Amas de Casa La Noria restaura para confeccionar la mejor composición posible.

En la época navideña también lleva a cabo una de sus actividades otra de las agrupaciones del municipio. Junto con la Asociación de Padres y Madres de Alumnos y el Ayuntamiento, la Asociación Sociocultural de Gomezserracín se encarga de organizar la Cabalgata de Reyes Magos, en la que no faltan el reparto de caramelos y regalos.

Jotas y teatro

Ambas agrupaciones también se unen para hacer de los carnavales unas fechas festivas con la contratación de alguna actuación para los más pequeños con payasos o títeres. Interpretaciones musicales, de folclore o espectáculos de magia, «cada año algo distinto», también son otras de las actividades programadas durantes las fiestas del pueblo. «Hacemos lo que podemos porque no tenemos más dinero», comenta la presidenta del colectivo fundado hace veinte años y con cerca de ochenta socios, Cristina Muñoz, quien lamenta la ausencia de más incorporaciones a la organización de los actos, pero satisfecha con la participación de los vecinos, que también se unen para formar el grupo de jotas y el de teatro Los Eriales, que por las fiestas se suben al escenario.

La cruz y las antorchas

La cofradía del Santo Cristo del Humilladero de Gomezserracín celebra el 3 de mayo la Cruz

Isabel Jimeno.

Como cada 3 de mayo, Gomezserracín vivió hace unos días una jornada especial, aunque antaño era una fiesta más señalada. El Santo Cristo del Humilladero volvió a procesionar por las calles de la localidad, como lo hace desde al menos hace tres siglos. Pues hay datos que permiten afirmar que ya en 1712 existía la cofradía del Santo Cristo del Humilladero, aunque según otros testimonios su primera fundación se remonta a entre 1754 y 1844.
Tres siglos después, los cofrades continúan organizando la fiesta de la Cruz y celebrando ese día uno de los tres Cabildos que tienen lugar anualmente. Tras la misa y la procesión, los hermanos tenían la obligación de asistir a la reunión para elegir a la nueva junta, integrada por el alcalde mayor, los dos mayordomos, el secretario y el abad, cargo que ejerce el cura.
Cada 3 de mayo, se renueva la junta y dos nuevos mayordomos asumen sus cargos, mientras que uno de los mayordomos del ejercicio anterior, el encargado de atender la iglesia, pasa a ser el alcalde mayor, cargo en el que permanecerá dos años.
Entre sus obligaciones, portar las varas de la agrupación durante los entierros de los hermanos difuntos y en las procesiones en las que sale la imagen del Santo Cristo del Humilladero.
El 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, también es recordado con una misa solemne en Gomezserracín, y tiene lugar el tercer Cabildo del año. El otro, el domingo anterior al Domingo de Ramos.
Y es que en torno a la Semana Santa también tienen lugar otros de los actos en los que la cofradía del Santo Cristo del Humilladero tiene un protagonismo especial. El viernes anterior a la Semana Santa, la imagen del Santo Cristo sale en procesión desde la ermita hasta la iglesia, en la que permanece hasta el 3 de mayo, cuando regresa de nuevo al templo en el que permanecerá todo el año.
Procesiones
Entre un día y otro, el Santo Cristo del Humilladero también procesiona entre ambos templos el Jueves Santo, en la conocida como ‘Carrera’, y el Viernes Santo, cuando los vecinos de Gomezserracín, grandes y pequeños, participan en una de las fechas más significativas de la localidad: la procesión del Santo Entierro, alumbrada tan sólo por las llamas de las velas y antorchas que portan los vecinos.
La novena durante los nueve días anteriores a la Cruz es otro de los rituales que sigue cumpliendo la cofradía del Santo Cristo del Humilladero, formada por 81 cofrades, varones y casados o solteros y mayores de 26 años. Entre ellos, también mujeres, la mayoría viudas de antiguos hermanos, pues la tradición manda que sean solo hombres quienes formen parte de esta institución que en sus orígenes tenía más funciones que las que aún hoy se conservan y que se recogen en un libro de actas.
El último se comenzó a escribir en 1930, y desde entonces en él se recogen todas las juntas que se han formado y los cabildos celebrados, a los que es obligatorio asistir, por lo que si no se acude, los cofrades deben pagar una multa, conocida como falta, con la que se sufragan los gastos de la cofradía, al igual que con la aportación del conocido como ‘rodeo’ que todos abonan –ahora también las mujeres- en el cabildo que se celebra el 3 de mayo, el del día de la fiesta grande de la cofradía del Santo Cristo del Humilladero.

Entre paloteo y flores

Fuentepelayo acaba de celebrar la Octava del Corpus, una de sus fiestas más arraigadas

Isabel Jimeno.

El de El Olmillo es un caso atípico. Sorprende que buena parte del reducido censo esté integrado por jóvenes. Hasta 17 menores de 30 años se contabilizan entre los vecinos de esta pequeña pedanía de Aldeonte, con unas cifras de población aún menores. Son el fruto de la apuesta de José, Concepción, Marcos, Feliciana, Santiago, Teresa, Carlos, Juliana, Julio, Magdalena, José Manuel y Leonor, quienes hace unas décadas, cuando la emigración hacia las ciudades sacudió con dureza el medio rural, decidieron asentarse en su pueblo y formar aquí sus familias, numerosas en la mayoría de los casos. Y es que esos 17 jóvenes que engrosan el censo de El Olmillo son hijos de los seis matrimonios.

«Somos una pirámide de edad bastante rara para lo que es el medio rural», reconoce Cristina, una de esas jóvenes que ahora tiene ante sí el reto de decidir si, al igual que sus padres, se queda en el pueblo o su futuro estará lejos de El Olmillo. Por el momento, tras unos años de estudio y trabajo fuera, ha encontrado empleo como ingeniero agrónomo en la zona y ha regresado. «Me gustaría quedarme, estoy viendo los nichos para cuando se me acabe esto», comenta Cristina, la segunda de cuatro hermanos.

Al igual que a ella, su hermana Esther, de 20 años y estudiante de Arquitectura, también ve con buenos ojos fijar su residencia en el pueblo. «Aparte de las limitaciones de servicios, cuando tienes hijos, también tiene ventajas como la seguridad, el entorno saludable, la libertad y la tranquilidad con que se crían, la educación que te dan yo creo que también es hasta un poco diferente y las formas de ocio son menos dependientes, aquí te buscas más la vida. A lo mejor, al no tener tantos servicios, desarrollas un poco más la imaginación», comenta Cristina, quien ve bastantes ventajas en vivir en un pueblo.

Más gente para quedarse

Pero el suyo es un caso raro, pues la mayoría, aunque no quieren perder los lazos con El Olmillo, tienen sus miras puestas fuera de él. Incluso Óscar, otro de los seis jóvenes que «de momento» reside a diario en este pueblo en el que en invierno se quedan unas 35 personas, no tiene claro que su futuro pase por fijar aquí definitivamente su residencia. «Lo veo ‘chungo’», confiesa este chico de 25 años dedicado a la ganadería a quien le gustaría que hubiera «más gente». «Ahora en verano –apunta– hay más gente, pero en invierno aquí da un poco de ‘grima’ vivir. La verdad es que es triste. Aparte de mi trabajo, que me gusta mucho, no hay nadie. Estás deseando salir a Aranda, a Cantalejo... para ver gente».

Más personas es lo que también echa en falta Nuria, que sueña con encontrar un trabajo como administrativo en la zona y regresar al pueblo, aunque no tiene claro que desee formar su propia familia en el pueblo. Un caso similar es el de José Antonio, de 26 años, otro de los jóvenes empadronados en El Olmillo, pero al que su trabajo como ingeniero forestal le ha llevado a Castilla-La Mancha. «Salir de casa y no ver a nadie, ir al trabajo y volver otra vez a casa sin ver a nadie se hace duro».

También el trabajo y los estudios han llevado fuera a Gema. Ahora esta joven fotógrafa trabaja en Madrid, pero está pensando en darse a conocer en la zona para hacer algún trabajo esporádico en la zona y no perder la vinculación con El Olmillo porque “de continuo es imposible mantener aquí un negocio de fotografía».

La falta de salidas laborales cualificadas en el entorno de «una zona deprimida», la escasez de gente y las carencias de servicios son los motivos que mueven a la mayoría de estos jóvenes a ver su futuro lejos de un pueblo que, por el momento, llama la atención por el elevado porcentaje que los menores de treinta años suponen en el exiguo censo de El Olmillo.

Posibilidades escondidas

Gomezserracín quiere desarrollar suelo urbanizable y un polígono industrial que ayuden a fijar población

Isabel Jimeno.

Muy próximas en el calendario, San Antonio, el 13 de junio, y María Magdelena, el 22 de julio, el Ayuntamiento de Gomezserracín está ultimando estos días la preparación de las fiestas más importantes del pueblo, quiere dotarlas de más contenido, añadir más actividades a las tradicionales, como teatro de calle o conciertos, además de las típicas orquestas. Es una de las actuaciones enmarcadas en la promoción y desarrollo cultural que quiere impulsar el Consistorio dirigido por Santiago Sanz Gómez.

Potenciar la práctica deportiva es otra de las metas de Gomezserracín, que quiere hacer un estudio para ver las posibilidades de cubrir el frontón y así ofrecer la posibilidad a sus jóvenes de practicar deporte durante todo el año.

Y es que la población de este pueblo eminentemente agrícola, con una importante y variada producción hortícola, es bastante joven. «Y se quedarían más si hubiera terreno para construir», lamenta el alcalde. Por eso, una de los principales objetivos es desarrollar más terreno urbanizable municipal que dé respuesta a las demandas. En este sentido, están tramitando el expediente que permita la permuta de terrenos, ya que por el espacio de titularidad municipal pasa un cordel que dificulta los planes. Confían en que la iniciativa salga adelante y Gomezserracín pueda ofrecer a quienes lo deseen terreno para construir su vivienda.

Incluso «el Ayuntamiento está dispuesto a adquirir terreno a particulares» para ofrecerlo. Y es que tienen claro que la vivienda es fundamental para asentar población. Por el momento, el censo se mantiene relativamente estable ligeramente por encima de los setecientos habitantes, gracias también en parte a los extranjeros, que suponen el 17% del total.

No quieren que las dificultades para quedarse a vivir supongan una traba al crecimiento de esta localidad de Tierra de Pinares. Y es que Gomezserracín cuenta con buenas posibilidades de futuro. Aunque las casas están a unos metros de la CL-601, ocultas tras el pinar, su término cruza más allá de la futura autovía Segovia-Valladolid, por lo que el Ayuntamiento ha iniciado los primeros contactos con Gesturcal para construir un polígono industrial junto a la carretera. Las expectativas son buenas y ya hay empresas interesadas en instalarse allí incluso antes de iniciarse la construcción del polígono. «Con la autovía, la conexión con Segovia, Valladolid y Madrid es ideal», destaca el alcalde, confiado en que el proyecto salga adelante.

Internet

Para esas empresas y para la población en general, que lo demanda mucho, algo fundamental es el acceso a Internet de banda ancha. Hace unos días les dieron la buena noticia de que la conexión ADSL llegaría en breve, sin embargo, poco después, sus ilusiones se fueron al traste cuando la empresa les comunicó que habían decidido aplazar el proyecto. «Ya que nos habían puesto el caramelo en los labios, hemos pedido que lo hagan con la mayor celeridad», reclama Santiago Sanz, confiado en que las posibilidades de crecimiento y desarrollo de Gomezserracín son buenas.

Trabajo, vivienda y ocio

La localidad desarrolla suelo con el fin de mantener y fijar a la población

MÓNICA RICO | SEGOVIA.

Plaza donde se encuentra ubicada la Casa Consistorial de Gomezserracín, con la torre de la iglesia asomando al fondo a la izquierda. :: M. R.

En plena comarca hortícola de El Carracillo está Gomezserracín, con una floreciente industria hortícola de variados productos como zanahorias, patatas, puerros o lechugas, lo que ha conseguido que el municipio no sólo mantenga sus cifras de población, sino que año tras año éstas aumenten, especialmente en determinadas épocas del año, cuando las distintas campañas de plantado, recolección o manufactura necesitan mano de obra.

La competitividad en el sector es muy amplia, pero en El Carracillo, y especialmente en Gomezserracín, las empresas no han dejado atrás aspectos de calidad, garantías, seguridad alimentaria y una producción respetuosa con el medio ambiente, factores todos ellos que han logrado situar la industria hortícola de esta zona en lo más alto del panorama provincial, regional, nacional e incluso internacional, ya que muchas de las empresas exportan sus productos fuera de nuestras fronteras, incluso a otros continentes.

Por supuesto que Gomezserracín ha sabido hacerse su espacio en este sector, pero sin olvidar otro tipo de industria de todo tipo, que pueda dar servicios a su cada vez más numerosa población. Porque las cifras que desde hace años superan los 700 habitantes, demandan no sólo servicios, sino también vivienda y ocio.

Y es en todos estos aspectos en los que trabaja el Ayuntamiento, según explica su alcalde, Santiago Sanz Gómez. Así, uno de los principales proyectos que se está comenzando a poner en marcha a lo largo de la legislatura es la creación de un nuevo polígono industrial. Su creación va lenta, ya que el municipio ha tenido que adaptar sus normas urbanísticas para crear suelo, pero ya existe demanda. Sin embargo, la agricultura y la ganadería siguen a la cabeza de la actividad en la localidad. A su vez, no paran de nacer pequeñas nuevas empresas de todo tipo. La última de ellas, una peluquería y «esperamos que el pueblo siga creciendo», afirma optimista el regidor.

Varias compañías han buscado terrenos en el entorno y lo han demandado en un punto estratégico como Gomezserracín, que cuenta con la tranquilidad de un pueblo y las ventajas de tener a tan sólo unos cientos de metros la autovía de Segovia a Valladolid.

Aún así, el futuro polígono también está abierto a recepcionar y albergar posibilidades de todo tipo, como la ampliación de las industrias existentes y la instalación de empresas de servicios.

Suelo para viviendas

Pero de poco sirve tener mucha industria si los jóvenes no se quedan a vivir. Con la finalidad de fijar población, el Consistorio también se encuentra promoviendo suelo para la construcción de viviendas. Sin embargo, existen varios problemas que están ralentizando la ejecución final, ya que los terrenos de los que dispone el Ayuntamiento tienen parte de un cordel, lo que dificulta los planes. El municipio trabaja en la realización de una permuta y se espera que la cuestión no se prolongue durante mucho tiempo más.

Otra de las iniciativas de importancia a ejecutar en los próximos meses es la cubierta del frontón. La primer fase se llevó a cabo el año pasado. Esta misma semana se ha firmado el contrato para la ejecución de la segunda fase, en ambos casos gracias al Plan E. Se trata de un gran proyecto que permitirá a los vecinos de la localidad segoviana disfrutar de su tiempo libre sin tener que depender de las inclemencias meteorológicas.

El municipio de Gomezserracín también cuenta con otras obras pendientes que se ejecutarán en los próximos meses, como la sustitución de las redes de saneamiento. En resumen, numerosas medidas que tienen un único objetivo común: fijar población.