Nava de la Asunción

La misa del obispo

Nava de la Asunción dedica cada 20 de enero desde hace tres siglos

Isabel Jimeno.

Plaza del Caño del Obispo con la fuente al fondo. / Isabel Jimeno

Han pasado ya algo más de tres siglos y la misa del 20 de enero sigue estando reservada con una dedicación especial para uno de los vecinos más ilustres de Nava de la Asunción. Fue un 20 de enero de 1704 cuando falleció Fray Sebastián de Arévalo y Torres, obispo de Mondoñedo y del Burgo de Osma, cuyos restos reposan en esta última localidad, al que se le sigue guardando un recuerdo especial en su localidad natal.

Fue el ‘obispo limosnero’, aquel que tanto hizo por quienes menos recursos tenían, quien regaló unos candelabros de plata a la iglesia que cada 20 de enero le continúa recordando con una misa.
Y la fuente del Caño del Obispo, que él mismo mandó construir en el siglo XVII, es el mayor exponente que recuerda al más ilustre de los hijos de Nava de la Asunción, al que el pueblo dedicó en el 2004, en el trescientos aniversario de su fallecimiento, una placa junto a su estatua precisamente en la plaza del Obispo.

El colegio de Infantil y Primaria también lleva su nombre y una calle recuerda al obispo que salió de Nava de la Asunción para codearse con los poderes del estado del siglo XVII. Precisamente la calle en la que se encuentra la casa de la familia en la que Jaime Gil de Biedma pasó largas temporadas. Las cenizas del poeta que da nombre el instituto de Secundaria reposan en el pueblo que desde hace tres años organiza un concurso internacional de poesía para honrar a quien no dudó en reflejar en su obra los parajes de Nava de la Asunción en los que tan largas temporadas pasó y le sirvieron de inspiración para las poesías gracias las cuales es posible conocer pedacitos de la localidad desde cualquier lugar en que se abra un libro de Jaime Gil de Biedma y Alba.

Un deporte seña de identidad

El Club Balonmano Nava fomenta la práctica de este deporte entre los vecinos desde 1976

Isabel Jimeno.

Jugadores del club de balonmano reciben instrucciones durante un partido. /El Norte

Si a nivel nacional, se dice que el fútbol es el deporte rey, en Nava de la Asunción lo es el balonmano. Y es que algo tiene este deporte, que generación tras generación engancha a los naveros para su práctica. Y así desde hace más de tres decenios, cuando un grupo de entusiastas decidió poner en marcha el equipo local. Fue en 1976. Han pasado 31 años desde entonces y cerca de medio millar deportistas que se han enfundado la equipación del Balonmano Nava, primero conocido como Club Polideportivo Nava.

Deporte minoritario por entonces, muchos avatares y momentos difíciles ha vivido el club que ha logrado integrarse como parte de la historia y del presente de Nava de la Asunción. Obstáculos por escasez de recursos y de jugadores, pero también muchos buenos momentos, como lo demuestran los trofeos que llenan las vitrinas de un club que durante muchos años fue único en la provincia de Segovia, donde ningún otro practicaba el balonmano.

Momentos buenos como ver que desde Nava de la Asunción salen jugadores para formar parte de las diferentes selecciones regionales e incluso nacionales o dan el salto a la élite del balonmano nacional.

Potenciar la cantera
La semilla que ese grupo de amantes del balonmano sembró en 1976 ha dado sus frutos y ahora prácticamente no hay una familia en la localidad que no esté o haya estado ligada al club que lleva el nombre de Nava por la geografía nacional.

Equipos masculinos y femeninos de categoría alevín, infantil, cadete y juvenil son el presente y el futuro del balonmano en Nava de la Asunción, que ha aprendido que formar una buena cantera es clave para que los sábados la competición de Segunda División Nacional vuelva a moverse por el pabellón, como lo hace desde 1980, año en el que el equipo local alcanzó esa categoría.

El balonmano es toda una institución en el pueblo, donde está tan arraigado que incluso los más pequeños más que al fútbol, llenan las calles con sus improvisadas competiciones de balonmano.
La importancia de este deporte es tal que con motivo del 25 aniversario de la fundación del club, en septiembre del 2001, la localidad organizó un emotivo programa de actos para celebrar las bodas de plata de su equipo más importante. Una exposición retrospectiva sirvió para repasar su historia, pero, sin duda, uno de los momentos más emotivos fue el descubrimiento de la placa por la que desde entonces, la vieja carretera de Moraleja se llama ‘Avenida del Balonmano Nava’.

Joven y activa

Nava de la Asunción incrementará sus instalaciones culturales y deportivas para albergar las numerosas actividades que se programan

Isabel Jimeno.

Las actividades culturales, sociales, formativas y deportivas son tantas que apenas hay sitio para acogerlas. Por eso, algunos de los principales proyectos en los que trabaja el Ayuntamiento de Nava de la Asunción van encaminados a ampliar las dotaciones culturales y deportivas. En ese sentido, una de las obras en marcha es un salón de usos múltiples que el alcalde, Santiago de la Cruz, espera tener concluido para comienzos del otoño para paliar el cierre del cine. Aunque las instalaciones del emblemático edificio están a disposición del municipio, el Consistorio quiere tener otro local que pueda albergar todas las actividades, ya que «cuesta mucho».

La rehabilitación, a través del taller de empleo, de un edificio como albergue municipal en el Camino de Santiago y la recuperación de la emblemática vieja estación de ferrocarril como centro de recepción de visitantes de la futura vía verde que pasará por Nava de la Asunción en su trazado entre Segovia y Olmedo y como local cultural son otros de los proyectos en marcha encaminados a dar cabida a todas las actividades de esta población dinámica y activa y para que «los edificios tengan una utilidad», destaca el regidor.

Y es que no sólo el Ayuntamiento es el encargado de promover talleres, cursos o actuaciones. Otros colectivos también se involucran. La actividad es intensa, pues semanalmente hay más de quince cursos diferentes de baile, informática o pintura y catorce módulos de escuelas deportivas que dejan al pabellón polideportivo pequeño. Por la mañana ocupado con las clases del colegio y el instituto y por las tarde por las escuelas deportivas y los entrenamientos del emblemático Balonmano Nava y su cantera, apenas hay hueco para otros usos. «Incluso, a veces, lo deben compartir», advierte Santiago de la Cruz. Por eso la idea es hacer otro polideportivo cubierto.

Los mayores participan, pero también los niños y jóvenes de este pueblo afortunado por contar con una población rejuvenecida y muy activa. «La evolución es muy positiva», destaca el alcalde de esta localidad que, poco a poco va ganando población. La actividad industrial y los servicios con que cuenta Nava de la Asunción son un reclamo para que la gente se quede e incluso lleguen nuevos vecinos de otros países (los extranjeros representan en torno a un 8% del padrón) y de otros pueblos.

Pero una de las dificultades que encuentran es el acceso a la vivienda. Aunque en los últimos años la construcción se ha movido mucho, el elevado precio del suelo es uno de los principales inconvenientes, por lo que, a través de un convenio con la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León, se edificarán treinta viviendas protegidas, sobre todo, dirigidas a los jóvenes.

Además, el Consistorio se plantea la revisión de las normas urbanísticas con las que pretende también habilitar más suelo industrial. El 80% de las parcelas del último polígono creado ya están vendidas para pequeñas y medianas empresas y, ahora, el Ayuntamiento quiere construir otro que ofrezca posibilidades de instalarse a otras empresas más grandes que oferten, fundamentalmente, empleo femenino, pues el paro masculino apenas existe, pero las mujeres tienen más dificultades, pese a que el pueblo cuenta con una importante cartera de servicios que ofrece puestos de trabajo a las féminas. Aún así, son insuficientes para abarcar toda la demanda. «La mujer es la que fija población», asegura Santiago de la Cruz, convencido de que eso contribuirá a asegurar el futuro de Nava de la Asunción, que contará con una nueva guardería para los numerosos niños de este municipio joven y dinámico.

Diez días de intensa actividad

La fiesta grande de Nava de la Asunción llena las calles de naveros y gente de todos los lugares en septiembre

Elena Rubio Aragoneses

Los vecinos de Nava de la Asunción tienen marcado en rojo en el calendario varias fechas porque celebran diferentes fiestas. Desde hace un par de décadas se han recuperado los festejos de los barrios de San Blas y Carmelitas así como la festividad de Santa Águeda. También se celebran tradiciones como la matanza popular o los carnavales. Pero sin duda desde hace siglos los naveros viven con intensidad las fiestas que se celebran en septiembre en honor al Santo Cristo de la Expiración.

El traslado de la celebración de las fiestas patronales a este mes debe de situarse entre los años 1752 y 1867, según diferentes documentos. Aunque lo más probable es que fuera a partir del año 1773 después de que el rey Carlos III expidiera una cédula concediendo el titulo de villa a esta localidad. Un cambio que se basa fundamentalmente en la agricultura. En septiembre la recolección de las cosechas ya ha finalizado y así todo el mundo puede disfrutar de la fiesta.
Y vaya si lo hacen. Durante estos festejos Nava de la Asunción es un torbellino de actividad donde el ambiente que se vive, sobre todo los fines de semana, es una de sus notas características. En muchas ocasiones es complicado moverse de un sitio a otro del pueblo por la marea de personas que se encuentran en sus calles.

Y es que además de los actos religiosos de estos días, la actividad profana más importante de estos festejos son los toros. Por un lado, por las corridas de toros ya que en 1967 se inauguró la plaza de toros del pueblo, dejando atrás lo que se había realizado hasta entonces cuando se subastaban los tablados o tendidos que se instalaban en la Plaza Mayor. Pero además las reses tienen una importancia destacada fuera del coso taurino ya que también hay encierros por las calles de Nava que atraen a numeroso público. Una parte del recorrido es por el campo para luego conducir a los astados al tramo urbano. Durante estos días de fiesta hay tanto encierros por la mañana como por la noche. Precisamente en éste último caso Nava de la Asunción puede presumir de ser el pueblo de la provincia que tiene el encierro nocturno más antiguo. Se instauró en 1969 y a pesar de que fue una noche de lluvia tuvo tanto éxito que luego fue copiado por numerosas localidades.

Durante estos días también hay verbenas, charangas, carreras ciclistas, encierros ecológicos, campeonatos de pelota, conciertos de la Banda de Música de Nava y una comida popular, entre otras muchas cosas.

Peñas

Y si hay alguien que pone la nota de color en unas fiestas son las peñas. Una tradición que tiene ya varias décadas de antigüedad. La primera peña de Nava de la Asunción se creó en los años 1963 o 1964, reuniéndose en un local propio que alquilaron todos sus integrantes. Se llamaron '¡Qué no ocurra! ¡Eh!', nombre que después cambiarían por el de 'El Rodillín', identificados por su botijo de limonada. Después de estos pioneros surgirían otras muchas como Los Desesperados, Los Cucarachos, Los Shokings, Los Relámpagos, Los Pitufos, La Berza o El Cantazo. El lanzamiento definitivo de las peñas se produjo en el año 1968 cuando se creó el primer concurso de peñas. El primer premio era 500 pesetas y otro de 250. El galardón se lo llevó 'Los Desesperados', mientras que en el segundo quedaron empate 'Los Hyppyes', 'El Rodillín', 'Los Frudes' y 'Los Cucarachos'.