Muñopedro

La caza mayor en el objetivo

La despoblación azota Muñopedro, uno de los pueblos más extensos de la provincia que cuenta con grandes fincas a las que acuden numerosos cazadores

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Son 87 kilómetros cuadrados de término municipal, Muñopedro es uno de los pueblos de la provincia de Segovia que tiene mayor extensión. Un amplio terreno, con grandes fincas de incluso 80.000 metros cuadrados, en su mayoría privadas, que suponen el mayor atractivo del pueblo, junto con las ermitas de Nuestra Señora del Buen Suceso y Santa Ana y la iglesia de San Miguel Arcángel.

Los aficionados a la caza mayor, una de las principales actividades del municipio, tienen aquí un punto de encuentro. La mayoría de los cazadores que llegan al pueblo son de fuera y numerosas personas conocidas han fijado su punto de atención en Muñopedro y aquí acuden con cada temporada de caza.
Con ellos llega un aire diferente a la localidad, aunque más bien se queda fuera del casco urbano. Entre las casas, en el día a día Muñopedro sigue luchando por resolver los problemas y atender las necesidades de sus vecinos habituales, cada vez menos. Ahora son unos cuatrocientos, pero en quince años el censo ha caído más de un 20%, pese a que la llegada de inmigrantes ha ayudado a frenar la despoblación.

Iniciativas

Aunque se erige como uno de los municipios más grandes de la zona, el alcalde de la localidad, Carlos Núñez Miguelsanz, ve en las dificultades para encontrar una vivienda el freno al crecimiento demográfico. «Se ha intentado hacer casas, pero la gente mayor es muy cerrada. No venden sus propiedades y si lo hacen es a precio de oro, piensan que el pueblo se tiene que morir con ellos. He intentado dos veces consolidar un barrio de viviendas para jóvenes promocionadas por el Ayuntamiento, pero la gente quiere que los terrenos valgan igual que en el centro de Segovia», critica el regidor.
Por el momento, el municipio de Muñopedro mantiene su población y los 17 niños que acuden al remodelado colegio de Infantil y Primaria garantizan al menos durante unos años el futuro del pueblo, que en verano duplica el número de habitantes.

Con un extenso monte que atrae a muchos aficionados a la caza y una zona dispuesta para la acampada a la que con frecuencia llegan excursiones, el Ayuntamiento también baraja la posibilidad de explotar el potencial turístico de la localidad.
« Se pensó en hacer un establecimiento de turismo rural en la antigua casa del médico», señala el alcalde, que no descarta esta opción para revitalizar el pueblo, aunque el proyecto todavía no ha cuajado para que llegue a ser una realidad.

Mejores servicios

Para facilitar la vida de los vecinos, el alcalde de Muñopedro reclama la mejora de algunos servicios públicos como el centro médico, que solo atiende a los pacientes dos días por semana «cuando tenían que ser cinco», además de contar con un centro de guardias que funcione las 24 horas, ya que el que presta servicio ahora está ubicado en la vecina localidad de Bercial «aunque tampoco es de todo el día, solo de tres a ocho», critica el regidor.

Otros servicios como tiendas, bares o farmacia todavía mantienen su actividad en un pueblo con «paro cero. Nos vemos mal para encontrar gente para contratar por el Ayuntamiento con las subvenciones», destaca Carlos Núñez. La mayoría de los trabajadores lo hacen por cuenta ajena y las tradicionales agricultura y ganadería emplean solo al 25% de la población.

Voces solidarias

Casi un centenar de personas entre músicos y vocalistas de los dos coros de Muñopedro participan en la grabación de un disco de villancicos solidario

Isabel Jimeno.

La iniciativa ha sido todo un éxito, por lo que en Muñopedro ya están pensado en repetir la idea. Al sexto concierto solidario de Navidad, organizado por los dos coros del municipio, San Miguel Arcángel y Virgen del Buen Suceso, en la última edición se ha unido una novedad que ha incrementado notablemente los beneficios.
‘ Muñopedro canta villancicos por Bolivia’ es el título del disco grabado con el objetivo de recaudar dinero para el proyecto Ladrillo Solidario de la Asociación Talitha Kumi para construir un centro de desarrollo integral de niños en Bolivia. De los aproximadamente 1.500 euros que se recaudaban en otras ediciones, en la última se ha pasado a más de 19.000 euros, de los que hay que descontar casi 7.000 euros de gastos de producción, por lo que más de 12.600 euros se destinarán al proyecto Ladrillo Solidario.

Un dinero procedente de las aportaciones de las instituciones que han participado en el proyecto –Ayuntamiento de Muñopedro, Diputación Provincial y Caja Segovia– y de las ventas de los discos, que han sido todo un éxito. De las 2.000 copias editadas, en tan solo tres semanas se vendieron 1.700, por lo que Mari Cruz Rubio, directora de ambos coros y de quien surgió la iniciativa, no puede disimular su satisfacción, pese a que el retraso en la entrega de las copias impidió llevarlo a otros mercados fuera de la provincia, a los que piensan llegar la próxima Navidad.

Seis meses de trabajo

‘ Muñopedro canta villancicos por Bolivia’ es el fruto de seis meses de trabajo, que comenzó en julio con los primeros ensayos y finalizó con la grabación en noviembre y la presentación del disco en diciembre.
Casi un centenar de personas han participado en la obra, bajo la producción y dirección de Mari Cruz Rubio. 75 cantantes y 20 músicos han hecho realidad el laborioso proyecto, en el que junto a los coros San Miguel Arcángel y Virgen del Buen Suceso, de Muñopedro, han participado la Rondalla de El Espinar y un conjunto de músicos del municipio. La dulzaina, las guitarras, los teclados y el cajón flamenco son algunos de los instrumentos que han acompañado a las voces en la grabación de los doce temas que componen el disco. Villancicos tradicionales, con acento andaluz y una pieza tradicional de Muñopedro, ‘Nacimiento de Jesús’, completan el repertorio solidario.

La actividad de los coros de Muñopedro no se limita a los conciertos navideños. Bodas, comuniones y fiestas entran en su calendario de actuaciones en celebraciones litúrgicas. Jotas y rumbas también forman parte de su repertorio de temas profanos, que lleva a los dos colectivos a actuar en actividades culturales.
Y es que en Muñopedro la música se lleva dentro, y eso hace posible que en un pueblo de poco más de trecientos habitantes existan dos coros. San Miguel Arcángel es el nombre del más veterano. Con quince años de existencia a sus espaldas, 26 jóvenes de 6 a 27 años se encargan de mantener viva la actividad musical entre los más pequeños de la localidad. Por su parte, 32 mujeres integran el coro Virgen del Buen Suceso, que comenzó a funcionar hace siete años. Ahora, ambas agrupaciones se han unido en lo que mejor saben hacer, cantar, para ayudar a quienes lo necesitan.carroceril’ de Fuentepelayo.

En el camino a Roma

Los cofrades abren los domingos y festivos la ermita de la Virgen del Buen Seso

Isabel Jimeno.

De diversos materiales. Con ladrillo, piedra y adobe unidos por argamasa se levanta la ermita de la Virgen del Buen Suceso. Al final del pueblo, donde las casas se abren al campo, se levanta uno de los lugares más emblemáticos de Muñopedro que desde hace unos años luce mucho más bonito gracias a la colaboración y apoyo de los vecinos, que contribuyeron a la rehabilitación del templo y la adecuación del entorno.

Viejos hitos de granito dispersos por el extenso término municipal –uno de los más grandes de la provincia de Segovia– y antiguas pilas de lavar adornan este rincón de Muñopedro por el que los vecinos sienten especial devoción. Y es que dentro se encuentra la bella imagen de la Virgen del Buen suceso, la que profesan especial fervor.

La Cofradía de la Virgen, que también colaboró en la restauración de la ermita, también es la encargada de abrir cada domingo y festivo el templo para que los fieles puedan acceder al interior a venerar a la virgen, aunque desde que se remodeló la estancia en el año 2003 también disponen de otra imagen en el exterior. Se trata de un mosaico que recibe a los visitantes a la entrada del templo, en el suelo, elaborado por Afrodisio Gómez.

Fiesta
Y es que el fervor y devoción por la Virgen del Buen Suceso es grande en Muñopedro, que celebra las fiestas en su honor, organizadas también por la cofradía, después de las de San Miguel Arcángel, el 29 de septiembre. Tras los festejos mayores de la localidad, en los que tiene gran peso la colaboración de asociaciones, vecinos y, sobre todo, los quintos, que se encargan, entre otros aspectos, de recaudar dinero, hacer una carroza desde la que tiran caramelos y de algunos asuntos relacionados con los festejos taurinos, llegan los del patrón, que congregan a numerosa gente de la comarca en Muñopedro.

Y si por el patrón se celebran las fiestas grandes, por la Virgen del Buen Suceso también tiene lugar una celebración. Dicen que el nombre se debe a que, de camino a Roma, a unos religiosos se les apareció la Virgen y les dijo «Buen suceso habéis tenido». De ahí el nombre de la Virgen y de la ermita en cuya fachada luce el cartel «No pases por esta vía sin decir Ave María».

Recíproca colaboración

Los vecinos se involucran en la organización de las fiestas y el Ayuntamiento apoya a los colectivos sociales como el grupo de teatro, los coros o el equipo de fútbol

Isabel Jimeno.

La mayor parte de los jóvenes no se quedan en el pueblo y para Muñopedro, como para otros muchos municipios, fijar población sigue siendo una de las asignaturas pendientes. El sector de la construcción se mueve despacio y es, sobre todo, para viviendas de segunda residencia. Por eso, ante las dificultades para contener el descenso demográfico, uno de los focos de atención de se centra en mantener muy activa la vida social.

De hecho, la colaboración de los vecinos y, sobre todo, de los jóvenes en momentos como las fiestas es fundamental. Y la respuesta del Ayuntamiento a esta cobertura social es el apoyo a iniciativas como al grupo de teatro, a los dos coros que funcionan en el municipio y a actividades como la matanza popular celebrada el 17 de enero, festividad de San Antón. Además, esta temporada ha vuelto a recuperar el equipo de fútbol que compite cada fin de semana con otros conjuntos de la provincia. La cita de los domingos sobre el terreno de juego es un aliciente más para salir de casa y para que cada fin de semana jóvenes ligados a Muñopedro que viven fuera regresen a jugar y entrenar, dando más vida la localidad.

Continuando con la labor social, otro de los objetivos del Ayuntamiento es rehabilitar la vieja casa del médico como centro social, «pero cuesta mucho dinero», exclama el alcalde, José Antonio Velasco Bravo.

Y es esa falta de recursos económicos el principal límite para poner en marcha los proyectos municipales. Entre esas iniciativas figura la redacción de las normas urbanísticas, para las que pide ayuda económica a la Junta de Castilla y León. El objetivo, apunta el regidor, es «ampliar el casco urbano y marcar por dónde se puede hacer» para facilitar la construcción de viviendas que ayuden a fijar población en este municipio en el que el censo no para de bajar, aunque logra mantener abierto el colegio de Infantil y Primaria con 18 alumnos.

Entre las actuaciones puestas ya en marcha por el Ayuntamiento, además de continuar con las obras de pavimentación de las calles que aún quedan de barro, la renovación de la red de abastecimiento y el propósito de mejorar el alumbrado, también figura la reconcentración parcelaria de una finca de unas 650 hectáreas que hace años fue donada al municipio y repartida entre más de un centenar de propietarios de pequeñas parcelas con el fin de juntar esas pequeñas tierras en terrenos más amplios que faciliten la labor a los agricultores de Muñopedro, un pueblo eminentemente agrícola y con su gran extensión de monte como uno de los mayores atractivos.

Un esquileo de El Escorial

Muñopedro estuvo dominado hasta el siglo XIX por la abadía de Párraces, que condicionó su economía

Elena Rubio

Muñopedro es uno de los municipios de la provincia con un vasto territorio que en la actualidad se extiende a lo largo de 87 kilómetros cuadrados, una superficie que a lo largo de los últimos siglos ha estado poblada por numerosos núcleos como Acedos, Cha Veinte, Modua, Muñico y Sancho Aznar de Párraces. Como huella de ese pasado hoy hay grandes fincas privadas cuya principal actividad económica es la caza mayor que se compagina con la agricultura y la ganadería, aunque en menor medida. No hay que olvidar que por su término transcurre la Cañada Real Leonesa Oriental.

A su termino municipal también pertenece la finca agrícola de Peromingo y el caserío de Moñibas. Precisamente en esta última zona se localiza el conocido como 'Molino de Moñivas', que actualmente no se puede visitar porque es una propiedad privada. La infraestructura fue construida a principios del siglo XVIII y sus propietarios eran Catalina y Pedro Hernández. En aquel entonces tenía tres ruedas que molían cereal gracias al agua corriente que le llegaba procedente del río Voltoya. Gracias a este trabajo producían pienso y harina.

Pero no son los únicos restos que quedan de un molino en este término municipal. En el camino a la Casa del Marqués se ubicaba el conocido como 'Molino de la Romana'. Fue abandonado en la década de los sesenta y actualmente sólo quedan ruinas. La balsa donde se recogía parte del agua fue destruida porque en ella se cayó una niña.

Pero moler cereal no era la única 'actividad industrial' que se desarrollaba en Muñopedro porque hace trescientos años en el pueblo también existían cuatro esquileos. En la actualidad sólo se conserva la conocida como 'Casa del Esquileo', ubicada en la calle Procesiones y que hoy en día es una vivienda particular.
Fue el más importante de todos los que hubo porque en allí vivió el encargado del resto de casas de esquileo. Su origen se remonta a los monjes de la antigua abadía de Párraces, a la que pertenecían y para la que trabajaban.

Sin embargo, la bibliografía de la época habla de un solo esquileo perteneciente al monasterio de El Escorial y el de Guadalupe denominado 'Casa del caballero'. En aquella época se documenta en su agregado una casa de esquileo con sus lonjas, baches y demás oficinas para uso del Monasterio de El Escorial, donde venían a cortar la lana de su cabaña que ascendía a veinticuatro mil cabezas. Este inmueble fue abandonado en el siglo XIX, época en la que Muñopedro dejó de estar bajo la jurisdicción de la abadía de Párraces.

Hoy en día la situación es bien diferente y ya no dependen de nadie jurídicamente. Como en otros muchos pueblos, el presupuesto municipal hay que estirarlo para realizar diversos proyectos. Por eso, la corporación municipal ha decidido destinar los 64.247 euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local a la reforma de vestuarios y botiquín de la piscina municipal.

Tres ermitas

Para el culto religioso existen varios lugares donde los vecinos de Muñopedro han podido acudir a lo largo de los siglos. En la actualidad se conservan tres ermitas, aunque dos de ellas están en ruinas. Son la dedicada a Santa Ana y a San Pedro de Acedos.

Esta última data de 1708 y hoy sólo se conservan los muros laterales. La otra ermita en ruinas es la situada en la carretera que conduce hacia el caserío de Peromingo.

En la tercera ermita sí se puede realizar el culto. Se trata de la dedicada a Nuestra Señora del Buen Suceso.

Un entorno para todos

La localidad ofrece gran variedad de contrastes y de posibilidades

Mónica Rico

Xodeado de amplios montes y pinares nos encontramos a uno de los municipios más extensos de la campiña segoviana. Encinas y plantas aromáticas, caminos y senderos que invitan al visitante a pasear y relajarse en un lugar donde se puede observar y conocer la flora autóctona, la fauna, los cultivos y ganaderías propios de la zona y que suponen el sustento principal de los vecinos.

Pero también una gran cantidad de animales difíciles de ver en otros lugares de la provincia como ciervos, gamos, jabalíes o perdices, lo que hace de Muñopedro un término donde la caza mayor ha sido y sigue siendo una actividad destacada. Aficionados de distintos rincones de la geografía española se dan cita en el lugar en temporadas de caza, donde tampoco faltan conejos y liebres. Ya en el siglo XIX, parte de los vecinos se dedicaban a la cría de estos animales.
El territorio de la localidad ofrece variados contrastes también respecto a ocio. Igual que los aficionados a la caza pueden tener su espacio en los alrededores del municipio, también aquellos a los que les gustan las aventuras, ya que en su término existe un campo de vuelo sin motor. 'Campolara' que es como se denomina, abre sus puertas principalmente en la temporada estival. Es explotado por pilotos de distintos países de la Comunidad Europea.

Muñopedro acoge de este modo actividades e iniciativas para el visitante a lo largo de cualquier época del año. Las fiestas se abren en Nochevieja, cuando se celebra un baile cotillón, y continúan durante el invierno con la matanza tradicional para celebrar San Antón (el 17 de enero). Las mujeres de la localidad también celebran la festividad de Santa Águeda.

Llegada la primavera destaca la fiesta de San José, donde lo típico es que todos los vecinos se reúnan para celebrar una comida campestre, lo que se lleva celebrando decenas de años. Sin embargo, es en verano cuando la localidad cuenta con mayor número de vecinos y recobra más vida, por lo que la actividad aumenta de forma considerable. Los vecinos y también los visitantes pueden disfrutar de baños en la piscina, terrazas al aire libre, barbacoas o verbenas populares e incluso de la pesca del cangrejo en el río cercano. Para el otoño se reserva la recogida de setas y moras y, por supuesto, la celebración de las fiestas patronales, que llenan la localidad de color y bailes, toros o disfraces.

La localidad venera a su patrón San Miguel, festividad que se celebra el 29 de septiembre. A estas fiestas le siguen las de Nuestra Señora del Buen Suceso, la patrona, cuya imagen es muy venerada en la localidad y cuenta con su propia ermita, un edificio sencillo situado en un pequeño cerro. En su exterior se pueden encontrar unas penas de piedra, que pertenecieron a cruces de un antiguo calvario. En su interior, en el altar mayor se encuentra la Virgen del Buen Suceso, acompañada de oras imágenes como San Roque, San Sebastián o San Antonio.

La fiesta de Nuestra Señora del Buen Suceso se celebra el primer domingo de octubre y comienza con la procesión en la que se traslada a la Virgen desde el municipio hasta la ermita acompañada por cientos de vecinos de la localidad. Durante todo el recorrido se suceden las jotas y danzas ante la imagen venerada por toda la localidad.

En el camino a la ermita, el visitante puede encontrar un pequeño área de descanso, como un acogedor jardín junto a mesas e incluso una fuente donde refrescarse. En este entorno se sitúa el potro de herrar, un recuerdo del ayer que en muchos pequeños municipios se sitúa en lugar preferente para que los más jóvenes no olviden las antiguas labores, testigo de lo que hoy en día se ha conseguido. Desde el lugar también se pueden disfrutar las bellas vistas a la sierra del Guadarrama. Muñopedro ofrece algo a todo el que se acerque.ç

Caza mayor

Los extensos montes de Muñopedro son un lugar idóneo para disfrutar de la caza, que ya se practicaba hace varios siglos. La caza mayor que abunda en la zona es motivo de visita y atractivo para muchos aficionados de otros puntos de la geografía. Se trata de un atractivo que la localidad pretende explotar para atraer a un turismo diferente y conseguir otra fuente de riqueza.