Coca

En buena línea

Facilidades para la creación de empresas, buenos servicios y atractivos turísticos hacen que Coca cumpla cerca del 80% de las medidas para fijar población en el medio rural

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Tratar de que la gente se quede aquí, de que vean el pueblo bonito y con servicios y continuar dando servicios», este es el objetivo primordial que el alcalde de Coca, Juan Carlos Cabrero, se marca. Y es que esta espiral es la base para mantener activa la villa y, por ahora lo van consiguiendo, pese a que en el 2001 y 2002 el censo bajó de dos mil habitantes, y Coca perdió su estatus. Pero no ha tardado en recuperar población y ya supera los 2.100 habitantes.

« Según unas ponencias que se hicieron hace dos años, dijeron que en Coca estábamos cumpliendo todos los parámetros para fijar población. La prueba es que el 76% de las 143 medidas que ha aprobado la Junta de Castilla y León para fijar población en la región ya las cumplía Coca; el 76% porque hay medidas que un pueblo no las puede cumplir; de las posibles, podemos estar en un 90%», destaca orgulloso el regidor. Pero el Ayuntamiento no baja los brazos y sigue apostando por mejorar el pueblo, que ya cuenta con destacados servicios como residencia de ancianos, centro de día, guardería infantil, colegio, escuela de capataces y se va a ampliar el instituto Cauca Romana, una vez salvadas las dificultades arqueológicas surgidas en el proyecto inicial.

Además de los servicios, contar con facilidades para acceder a la vivienda y potenciar la creación de industrias, que gocen de adecuadas vías de comunicación, es fundamental. En este sentido, Juan Carlos Álvarez destaca que, a las empresas que se instalan en el polígono industrial, «cobramos solo el 40% de la licencia de obra, se ahorran el 60% y eso es muy interesante para el empresario; si el número de puestos de trabajo de nueva creación supera un número determinado, comenzamos a bajar el precio del suelo, ya urbanizado, hasta una empresa que meta 50 trabajadores, se lo regalamos. Damos mucha importancia a la creación de empresas porque es fundamental para fijar población».

Sus atractivos turísticos y medioambientales también mantienen la actividad en la villa, con una actividad hostelera cada vez más consolidada y que en breve dispondrá de un hotel promovido por el Ayuntamiento, que también construirá un balneario y quiere edificar un auditorio comarcal.
Y es que, rodeado por los ríos Eresma, Voltoya y Balisa, siempre hay que cruzar uno de los cinco puentes para entrar en Coca, uno de los primeros asentamientos de población de la Península Ibérica. El castillo, las murallas y diversos edificios son el testigo de las importancia de la villa hace años. Pero no solo hay atractivos patrimoniales, sino también medioambientales, con 9.000 hectáreas de montes que además generan una importante actividad laboral.

Muchas flores

Integrar la naturaleza en la vida del pueblo es otro de los logros y objetivos municipales, con dos hectáreas más de jardines creados en los últimos años. «Hemos creado unos viveros para planta de flor y ponemos miles. Tenemos la seguridad de que vivir entre mucho verde y muchas flores, relaja y las relaciones y el modo de vida es mucho más relajante y menos estresante», destaca el alcalde, que también apunta los proyectos para recuperar espacios húmedos en Villagonzalo de Coca y Ciruelos de Coca gracias al proyecto de recarga del acuífero de Santiuste, que también beneficia a estos dos núcleos de Coca.

Paseo por un siglo musical

La Banda Municipal de Música de Coca celebrará desde este año hasta el 2010 sus cien años de historia animando las fiestas de la villa y de otros muchos pueblos

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

No paran, desde Reyes hasta Navidad, con el verano como punto más álgido con continuas actuaciones en las fiestas de Nuestra Señora y San Roque, el verano cultural y bailes-conciertos todos los domingos de julio y agosto en el templete de la plaza se suceden en el calendario de actuaciones de la Banda Municipal de Música de Coca, que en unos días tiene una cita en la Semana Santa de Zamora y de Medina de Rioseco, donde acuden desde hace unos años.

Conciertos, procesiones, pasacalles o festejos taurinos forman parte del repertorio de la banda de música más veterana de la provincia. Con un siglo de historia tras de sí, la es el reflejo de la relación que siempre ha existido entre los caucenses y la música, que tuvo su punto más álgido al inicio de la década de los noventa, cuando funcionaban en Coca tres orquestas y cuatro organizaciones musicales. Incluso hace unas décadas esta melodiosa afición servía de ingresos extraordinarios para las familias.

La Escuela de Música, con más de setenta matriculados, es el sustento de la banda, aunque la mayor cantidad de actividades de los pequeños hacen que los alumnos tarden más tiempo en alcanzar el nivel adecuado para ingresar en la banda, el mejor embajador de Coca fuera de la localidad.

Y es que a lo largo de su dilatada historia ha recorrido muchos kilómetros, que a partir de este año tendrán su reconocimiento con el homenaje que el Ayuntamiento prepara para conmemorar el centenario de su nacimiento. Como la fecha exacta del surgimiento de la banda municipal de música se desconoce, los actos, que correrán a cargo de un comité organizador, se sucederán hasta el 2010, pues se estima que el colectivo comenzó a entonar los primeros sones entre 1906 y 1910. Conciertos, recitales con otras bandas, viajes culturales, conferencias, charlas, exposición de piezas musicales e instrumentos en desuso son algunas de las actividades previstas, según anuncia el alcalde, Juan Carlos Álvarez, músico de la banda durante 26 años y encargado de reparar muchos de los instrumentos.

35 músicos

Además del sacrificio para los 35 músicos de doce a cuarenta años que ahora integran el colectivo, dirigido desde hace algo más de un año por Carlos Santana, el esfuerzo económico por parte del Ayuntamiento también es importante. El Consistorio corre con los gastos del director, parte del material musical y del mantenimiento y reparación de los instrumentos, y en breve, cuando finalicen las obras de remodelación y ampliación de la Casa Consistorial, se habilitará un local más adecuado para los ensayos, que tienen lugar los viernes a las 22.00 horas para todos y divididos en viento-madera y viento-metal los sábados por la mañana.

Y es que la constancia es imprescindible para entonar los sonidos adecuados en una banda cuya actividad no cesa a lo largo de todo el año. Aunque lo cierto es que las actuaciones en Coca se ha reducido a más de la mitad en los últimos veinte años, la música sigue formando parte de la vida cotidiana de los caucenses, que siempre responden para arropar el esfuerzo de sus músicos.

Los toros y el fuego

Los festejos taurinos forman parte de las celebraciones de Coca desde 1613

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

En un mes, Coca se vestirá de fiesta. Son las menores, pero aún así son importantes para los caucenses, que con el 3 de mayo y la festividad de la Santa Cruz cumplen con los ritos que manda la tradición. Como desde antaño, los quintos son los protagonistas de estos días, pues ellos son los encargados de levantar el conocido como 'brazo', en otros pueblos llamado 'mayo'.

Dicen que así se renueva el culto neolítico al árbol, el símbolo de la renovación de la vida en la primavera. Ellos son los encargados de cortar el chopo de las frondosas riberas que rodean la villa y levantarlo en la plaza, en la que permanecerá todo el mes de mayo, rivalizando en altura con la iglesia de Santa María, una de las señas de identidad de esta villa con un rico patrimonio histórico.

Los actos religiosos, los deportes autóctonos, las verbenas nocturnas y los conciertos la banda municipal, siempre presente en las celebraciones, tampoco faltan en estos días. Como tampoco lo hace un ingrediente característico de las celebraciones en Coca: los festejos taurinos, muy arraigados en la localidad.

De hecho, las primeras capeas populares y los encierros de reses bravas se remontan a 1613.

Y si en las fiestas de la Santa Cruz, los festejos taurinos se hacen un hueco, en las mayores -las que del 13 al 17 de agosto se celebran en honor de Nuestra Señora de la Asunción, San Roque y Nuestra Señora de Neguillán-, cobra aún un protagonismo especial.

Por la muralla

No hay día que los astados no recorran las calles y atraviesen incluso la puerta de entrada a la villa por la muralla, de camino al singular coso, junto al castillo de Coca.

Encierros nocturnos y vaquillas al alba salpican el programa de festejos de la localidad, que como colofón permite a vecinos y visitantes disfrutar del espectáculo de fuego en el Castillo.

Y es que junto a los festejos taurinos, otro ingrediente más de las fiestas de Coca: sus famosos toros de fuego. Hasta catorce de estos peculiares y vistosos astados salen a la Plaza Mayor durante los descansos de las orquestas y al terminar la velada. Es la unión de dos símbolos de las fiestas de la Villa Caucense: los toros y el fuego, que hacen de estas celebraciones algo especial.

Apuesta natural

Coca explota sus recursos naturales y patrimoniales, a la vez que incorpora novedosos proyectos

Texto y fotografías de Isabel Jimeno

Con el 90% de su superficie cubierta por un extenso mar de bosques, con un gran atractivo turístico, encajada entre los ríos Eresma y Voltoya y el arroyo Balisa, Coca tiene precisamente en su riqueza medioambiental uno de sus mayores tesoros y el Ayuntamiento lucha porque sea reconocido. Sustentado en el principio de que «quien contamina paga», el alcalde, Juan Carlos Álvarez, sigue reclamando que quien depura el aire sea compensado. Por este motivo la Ciudad de Cauca forma parte de la asociación nacional que reclama beneficios para aquellas localidades con una amplia masa forestal que contribuyen a mejorar la pureza del aire.

También relacionado con esa extensión de pinares, el Ayuntamiento de Coca, junto con la Junta de Castilla y León, trabaja en la potenciación de la extracción de productos resineros tanto en los bosques segovianos, como en los de la región e incluso en toda España, convencidos de que «puede convertirse en competidor del petróleo» en estos tiempos en los que el 'oro negro' alcanza elevados precios.

Enmarcado en esa apuesta por el medio ambiente también figura el programa Coca, un pueblo por la biomasa. El colegio, el centro de educación de adultos o el Ayuntamiento son algunos de los edificios públicos que cuentan con esta energía limpia para calentarse. Un sistema que también se instalará en otro de los grandes proyectos municipales en la localidad caucense: un balneario o centro de relax climatizado por biomasa y placas solares.

Ya afronta la segunda de las tres fases de ejecución y a finales de año esperan ya abrir al público algunas de las instalaciones del recinto que contará con piscina climatizada, sauna, jacuzzi, baño turco, piscina para niños y zonas de barros y masajes. Un pequeño balneario urbano construido por iniciativa municipal dirigido fundamentalmente a personas con algún tipo de afección que requiera de estos servicios y a los vecinos de Coca, pero abierto a todos los públicos.

Será uno atractivo más añadido a los que tiene la cuna del emperador Teodosio el Grande. Sus murallas, su castillo, su torre de San Nicolás, su iglesia... Son muchos los lugares a visitar en Coca y cientos los turistas que llegan cada mes a la villa, que poco a poco ve incrementar su oferta hotelera y hostelera. De hecho, el Ayuntamiento tiene proyectado un hostal con catorce habitaciones. Además, está construyendo una oficina de turismo que se pondrá en marcha este año y que también cuenta con instalaciones para ofrecer cursos de cocina y restauración que incentiven la puesta en marcha de estos negocios.

Por ese reclamo turístico que es y para facilitar también la vida a sus vecinos, el Ayuntamiento reclama mejores comunicaciones con Madrid, punto de partida de muchos de sus visitantes. Antes contaban con un servicio directo y ahora reclaman que, igual que a Segovia, el autobús también vuelva a conectarles directamente con la capital de España y con Valladolid sin necesidad de trasbordos. Además, el Ayuntamiento estudia implantar un sistema de transporte directo con la estación del Tren de Alta Velocidad de Segovia que facilite el acceso a esos turistas.

Industria y educación

Pero no sólo al turismo dirige su atención al consistorio como motor económico, la industria es otro pilar importante y en breve sacará a la venta las parcelas del nuevo polígono industrial de 18 hectáreas que se suma al que ya funciona. «Hay demanda de terreno por parte de las empresas», justifica el alcalde.

La educación es otro de los focos de atención. La Junta de Castilla y León ampliará el instituto y el Ayuntamiento aprovechará las obras para mejorar el entorno en el que se encuentra el centro educativo. En la renovada plaza instalará una escultura tallada por Eduardo Capa, natural del pueblo y discípulo de Dalí. Y con la fundación que lleva el nombre de este hijo ilustre y reconocido artista, el Ayuntamiento quiere recuperar la Universidad de Verano que esta institución tiene en Alicante. Un "proyecto muy ambicioso" que convertiría a Coca durante el estío en un referente en escultura, pintura o fundición. La idea es que, cuando acaben las clases de la escuela de Capataces Forestales que se imparten en el Castillo, las artes tomen su relevo como un atractivo más de la Ciudad de Cauca.

Conjunto monumental

Recorrer las calles de Coca es descubrir un impresionante patrimonio, legado por sus diferentes pobladores

ELENA RUBIO ARAGONESES

Los primeros asentamientos se sitúan en Coca en la Edad del Hierro, entre el 800 y el 500 antes de Cristo, época en la que se convierte en una de las ciudades más prósperas del Duero. Desde entonces, por sus pagos han pasado numerosas culturas dejando un legado patrimonial de incalculable valor. En la Villa se conservan tres verracos celtíbéricos de granito; vasijas, mosaicos y un edificio público con estuco relacionados con el agua de la época romana y sobre todo un nombre propio: el del Emperador Teodosio que nació en la Villa en el año 346 y cuyo recuerdo está inmortalizado en un busto. Pero en la localidad también dejaron su huella los visigodos, de los que ha llegado a nuestros días una necrópolis y de los caucenses medievales se conservan unos doscientos metros de murallas y la conocida como Puerta de la Villa.

Pero quizás sea durante el transcurso del siglo XV cuando la Villa se consolidó históricamente. En esos tiempos se instalaron los Fonseca, una importante familia de nobles que se encuentran enterrados en la Iglesia de Santa María la Mayor. Es uno de los conjuntos sepulcrales más bellos de España ya que están hechos con mármol de Carrara. Allí se encuentran las tumbas de Fernando de Fonseca y su segunda esposa; Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos y Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla.

Fue éste último el que consiguió del rey Juan II de Castilla la facultad para poder edificar una fortaleza en la villa, un castillo que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. A lo largo de la historia le han atribuido numerosos adjetivos, como 'el triunfo de la fantasía' o 'la obra más original del mudéjar castellano'. Posee uno de los mejores conjuntos de pinturas mudéjares, tanto interiores como exteriores, y tiene una torre del Homenaje desde la que se accede a un salón que es un museo de armas.

Precisamente las armas de la Guerra de la Independencia fueron las que hicieron daño a la villa que le arrebató buena parte de su legado cultural e hirió el corazón del castillo. Las tropas napoleónicas estuvieron instaladas en la fortaleza hasta 1812, donde darían rienda suelta al destrozo. Pero no sólo éstos soldados hicieron de las suyas. El patio del castillo tenía columnas de mármol de orden corintio que fueron vendidas en 1828 por un administrador de la Casa de Alba al precio de 40 pesetas cada pieza.

En los libros

Como curiosidad, Coca aparece reflejada en dos libros singulares. En concreto, en 'El Licenciado Vidriera', una de las Novelas Ejemplares de Miguel de Cervantes, donde se menciona a la localidad y a sus vinos. También aparece en el cómic 'Asterix en Hispania', donde los personajes pasan por Cauca Romana. En recuerdo a esta situación, se instaló una placa en los muros del instituto en 1992.

Y es que Coca tiene mucho que contar. Por eso, el Ayuntamiento empleará los 370.436 euros del Fondo Estatal de Inversión Local en un centro de Artes.

Una torre que fue ermita

Antes de llegar a Coca se puede ver desde lejos una alta torre de color blanquecino que parece no tener fin. Lo que muchos no saben es que son los restos de lo que fuera la iglesia de San Nicolás, que pasó a ser considerada como ermita rural en 1715. Un monumento que fue declarado Monumento Nacional en 1931 y que probablemente sea la más antigua de cuantas parroquias existieron en la villa. Un templo que comenzó a tener su declive en el siglo XVI al dejar de tener feligreses. Aunque fue reparada en numerosas ocasiones en 1605, en 1627 y en 1726, el paso del tiempo fue su peor enemigo, arruinándose definitivamente en 1775. No es la única ermita que se encuentra en el pueblo. A las afueras, pasado el conocido como 'Puente Grande' se localiza la ermita semiabandonada de Santa Rosalía y en el camino que conduce al cementerio el visitante se encuentra con la ermita del Santo Cristo.