Lastras del Pozo

En lo alto de un cerro

El Ayuntamiento espera que las iniciativas privadas que han fijado su atención en Lastras del Pozo ayuden a mantener y mejorar el pueblo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

A menos de treinta kilómetros de Segovia, en lo alto de un cerro y con vistas a la sierra de Guadarrama, Lastras del Pozo es un pueblo tranquilo, donde se respira el aire del monte sin malos olores, con poca gente, pero que en los últimos años ha emergido con fuerza. El censo de población ahora supera, aunque por la mínima, los cien habitantes, pero el Ayuntamiento sigue funcionando como Concejo Abierto.
La Yeguada Centurión, la mayor de pura raza española del mundo, ha relanzado el nombre de Lastras del Pozo, donde se encuentra ubicada, en la finca de San Pedro de las Dueñas y en la de Santa Ana, dependiente de El Espinar. Un ambicioso proyecto que, además de un nombre propio, también ha generado beneficios para el Consistorio, que espera poder autorizar nuevos proyectos en el término municipal que lleven ingresos extras a las arcas municipales.

La construcción de una gran central de producción de energía solar, a tres kilómetros del casco urbano, y la iniciativa del dueño de la Yeguada Centurión para hacer un hotel de lujo y un campo de golf en la misma finca figuran entre las iniciativas privadas que el alcalde, Mariano Moreno Velasco, espera que fragüen para dar un nuevo aire al pueblo.

Y es que el regidor de Lastras del Pozo destaca que una de las exigencias municipales es que los vecinos de la localidad sean los primeros beneficiados para encontrar un puesto de trabajo. «En esta finca trabajan sesenta o setenta personas. Siempre exijo que los primeros que se contraten sean obreros del pueblo, si los hay».

Pero para que estos proyectos puedan llevarse a cabo, el municipio debe contar con normas urbanísticas subsidiarias. Y este es uno de los proyectos prioritarios del Ayuntamiento, que así podría ampliar el casco urbano de la localidad y atender la demanda de terrenos para construir que ya está registrándose gracias a la localización de la yeguada más grande del mundo de ejemplares de pura raza española y las dotaciones en proyecto. La conclusión del asfaltado de todas las calles de la localidad es otra de las iniciativas municipales, al igual que crear una pista polideportiva, pero el Ayuntamiento carece de terrenos municipales.

Población

Aunque está bien comunicado con la capital, los jóvenes deciden irse a vivir fuera y ahora la mayor parte de la población es jubilada y sólo cuatro niños viven a diario en la localidad. Durante los fines de semana y en vacaciones, la población se multiplica, también gracias al turismo rural, una actividad incipiente, pero que goza de gran éxito, aunque no emplea a mucha gente ya que la principal fuente de ingresos de los habitantes de Lastras del Pozo procede de la agricultura de secano.
Sin naves ganaderas, los malos olores son inexistentes y no suponen un problema para la localidad, cuya mayor molestia deriva de la estación eléctrica instalada hace años junto al casco urbano, a cuyos ruidos ya se han acostumbrado los vecinos.

Otro ruido, menos molesto y esperado, es el de las bocinas de los vendedores ambulantes que abastecen al pueblo, que ya no cuenta con tiendas y solo tiene un teleclub del Ayuntamiento como punto de reunión para los pocos vecinos que quedan y para los muchos que llegan el fin de semana para disfrutar de su tranquilidad.

Con perspectiva hacia el futuro

Lastras del Pozo trabaja en las normasurbanísticas para hacer viables las iniciativas existentes

Isabel Jimeno.

Pozo en el centro de la plaza de Lastras del Pozo, con la casa consistorial al fondo. / Isabel Jimeno

Lastras del Pozo se enfrenta a la difícil tarea de sacar adelante las normas urbanísticas subsidiarias. Un arduo trabajo que prevé la ampliación del diámetro del casco urbano, aunque la cifra todavía no es definitiva. El alcalde, Mariano Moreno, sabe que la labor es complicada, pero se muestra confiado en hacer posible el costoso proyecto, que será financiado por un empresario instalado en la zona. «El apoyo del alcalde lo tiene, pero al ser concejo abierto es más complicado porque hay que convencer a todos los vecinos», subraya el regidor.

Dotar al municipio de más terreno urbanizable, muy demandado desde hace unos años, pero inexistente por el momento, es uno de los objetivos que se marca la redacción de las normas urbanísticas. Una demanda de terrenos que se ha incrementado desde que la Yeguada Centurión se instaló en las inmediaciones del municipio. Un ambicioso proyecto situado a menos de un kilómetro del casco urbano que gira en torno al mundo del caballo y que supone una buena fuente de empleo para el entorno.

Pero esto es solo el principio, ya que el proyecto para la construcción de un gran hotel de lujo con campo de golf de cinco hoyos en cada habitación y un campo de golf en la misma finca podría dar unas nuevas esperanzas de futuro a Lastras del Pozo y a otros pueblos limítrofes.

Pero para hacer posible la iniciativa es necesaria la redacción de las normas urbanísticas, que como contrapartida reportarían al Ayuntamiento 400.000 metros cuadrados de terreno en los que poder edificar infraestructuras como una pista polideportiva, ahora imposible de crear por la carencia de superficie municipal que se pueda destinar al efecto.

Viviendas

Paralelamente al macroproyecto, aflora iniciativa para la construcción de viviendas, entre las que otro promotor quiere edificar 32 casitas de madera que no alteren el entorno de la ribera del río Moros. Pero para llevar a cabo todos los proyectos es necesaria la modificación de la legislación urbanística del pueblo que haga posible que el alentador futuro que ahora alberga Lastras del Pozo pase de los planos a la realidad.

Referente ecuestre

Lastras del Pozo alberga la mayor yeguada del mundo de caballos de pura raza española

Isabel Jimeno.

La vida monacal desapareció hace ya tiempo y la importancia de la bella estancia se fue cayendo al mismo ritmo que las paredes del Monasterio de San Pedro de las Dueñas, ubicado en el término municipal de Lastras del Pozo. En un enclave privilegiado, rodeado de praderas y montes y bañado por el río Moros, el viejo y deteriorado inmueble luce ahora como uno de los lugares más bellos del entorno.
La exquisita rehabilitación del viejo monasterio ha respetado al máximo el diseño original de estilo benedictino, conservando incluso el viejo molino del siglo XVIII, aunque su destino nada tiene que ver con su originaria función. Eso sí, la tranquilidad de la privilegiada estancia sigue siendo un elemento común en el nuevo destino del viejo y remodelado Monasterio de San Pedro de las Dueñas.

La iniciativa del empresario Leopoldo Fernández Pujals, fundador también de Telepizza, ha permitido recuperar el inmueble y situar a Lastras del Pozo en el mapa de referencia ecuestre del panorama nacional e incluso internacional con la ganadería de pura raza española más importante del mundo.

Desde 2004
En 1995, con la adquisición de los primeros ejemplares y la reconstrucción del Monasterio, comenzó a fraguarse el proyecto, que echó a andar en mayo del 2004.

Todo un espectáculo y un lugar privilegiado para los caballos en una extensa finca con 50.000 metros cuadrados construidos con las más modernas instalaciones y capacidad para más de mil caballos, que disfrutan de mil hectáreas de terreno, la mitad de ellas de praderas.

Todo un lujo para la cría de los mejores ejemplares de caballos españoles de pura raza en Lastras del Pozo y que además puede visitarse gracias al programa que abre al público las instalaciones de la Yeguada Centurión del 15 de marzo al 15 de diciembre.

La visita a las instalaciones permite a los aficionados al mundo ecuestre presenciar el entrenamiento de los equinos, visitar las cuadras para ver a los caballos y hacerse fotografías con ellos, ver el funcionamiento de los comederos y las parideras donde se encuentran las yeguas con los potros recién nacidos.

Además, la Yeguada Centurión, enclavada en Lastras del Pozo, también ofrece el espectáculo Nuestro Maravilloso Caballo Español. Con una hora de duración repasa la génesis y evolución de la cría y doma del caballo de pura raza española desde sus orígenes, en el siglo XVI, hasta la actualidad.
Jinetes y caballos ataviados con trajes de los siglos XVI y XVII realizan movimientos de Doma y Alta Escuela durante la exhibición, que también permite ver sobre la pista yeguas, potros y selectos sementales que pasean por el picadero instalado en el reconstruido Monasterio de San Pedro de las Dueñas.

La norma del porvenir

Lastras del Pozo tramita sus normas urbanísticas para ampliar el casco urbano y facilitar el inicio de un gran proyecto de ocio privado

Isabel Jimeno.

Plaza de la localidad con un pozo de granito. / I. J.

La redacción de las normas urbanísticas que permitan ampliar el casco urbano para nuevas edificaciones y posibiliten la puesta en marcha de algunos negocios proyectados es la principal actuación del Ayuntamiento de Lastras del Pozo, y en ella lleva trabajando desde hace unos años y en ella tiene puestas buena parte de sus ilusiones. Y es que la nueva normativa va más allá de ser las directrices que guíen la edificación en este pequeño pueblo segoviano. Con ellas se permitirá poner en marcha un gran proyecto turístico y de ocio que generaría importantes ingresos a las arcas municipales, además de suponer una destacada fuente de empleo.

Un complejo hotelero de lujo con campos de golf y viviendas en una zona próxima al río Moros impulsada por el empresario que hace ya unos años alumbró en la finca de San Pedro de las Dueñas un importante negocio puesto en marcha, Leopoldo Fernández Pujals, que en Lastras del Pozo mantiene la mayor yeguada de caballos de pura raza española. Él mismo paga incluso el proyecto de redacción de la normativa.

Vida para el pueblo

«Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y las perspectivas son buenas», destaca el alcalde, Mariano Moreno, confiado en que estos proyectos ayuden a dinamizar la vida del pueblo y con los ingresos de las obras puedan acometerse obras tan importantes como la renovación de la red de abastecimiento que permita acabar con las tuberías de uralita y del alumbrado público, entre otras.

«Mi ilusión es que el pueblo no se muera, que no se quede sin gente», destaca el regidor. Y es aunque el censo roza el centenar de habitantes, diariamente son menos de cuarenta los que viven en Lastras del Pozo, todos ya bastante mayores. Otra cosa son los fines de semana, cuando sus hijos regresan al pueblo, al que también llegan visitantes que recalan en la casa rural que ya funciona en este tranquilo municipio asentado en lo alto de un cerro.

Los molinos harineros

Lastras del Pozo conserva dos edificios de moler que funcionaban con el agua del río Moros hace trescientos años

Elena Rubio Aragoneses

En la actualidad, Lastras del Pozo es un sencillo pueblo donde la vida de sus habitantes transcurre tranquila. Muchos acuden al bar de la localidad donde se reúnen o juegan a las cartas. Poco queda de la importante actividad y jerarquía que poseía en torno a numerosos poblados que existían a su alrededor. Apenas hay gente en caseríos como Lastras de Lama, Cristo de Lumbreras, donde hay una ermita con el mismo nombre de la que sólo quedan ruinas, Castellana, Mazarías, la pedanía de San Pedro de las Dueñas, Monilla, Horcajo, Falcón, Castillano, Tajuña, Lagunilla o la Venta del Alcalde.

Lo que sí se puede encontrar paseando por las calles de Lastras es una importante estación eléctrica donde confluyen algunas de las grandes líneas de la provincia. Durante este año se invertirán 16.637 euros, procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local, para la dotación de un abastecimiento de agua. Y es que el municipio hace esfuerzos por recuperar parte de la importancia de su pasado a través de los aprovechamientos forestales y las actividades relacionadas con el turismo rural.

No es de extrañar que se potencie este tipo de actividades porque en su termino municipal abundan los montes de encinas, los pinos, los chopos, los sauces, los álamos y los robles porque el pueblo se sitúa en un otero por el que transcurre el arroyo La Magdalena y se domina la vega del río Piezga o Chico, que aporta sus aguas al río Moros
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Actividad

Un caudal que hace años permitía que hubiera actividad en dos molinos harineros. Hoy en día se pueden visitar los restos de uno de ellos, los del molino de San Pedro de las Dueñas. Las primeras noticias de la instalación se encuentran en el siglo XVI, cuando el prior del monasterio de San Pedro de las Dueñas se dirige al obispado de Segovia solicitando permiso para construir una presa que lleve agua a su molino, lo que implica que ya existía con anterioridad, posiblemente ya molería a finales del siglo XV. En el siglo XVIII, estaba documentado como 'molino del Cegado', propio del convento de San Pedro, que administraba su prior. Molía con agua corriente unos nueve meses al año y el resto represaba. Producía anualmente cinco mil trescientos ocho reales de vellón. Por desgracia, fue abandonado entre 1975 y 1980 y posteriormente fue demolido. Hoy sólo se pueden ver sus restos: dos cárcavos de arco de medio punto de ladrillo. Lo que también ha aparecido recientemente en unas excavaciones arqueológicas son las bodegas del monasterio de San Pedro. Al parecer fueron construidas en un momento de esplendor durante el siglo XVIII, aunque se tuvieron que tapar unos cien años tras las desamortizaciones que sufrió el monasterio.

El otro molino de la localidad es el conocido como el de 'Castellana', construido en el siglo XVII. Pertenecía por igual al colegio de la Compañía de Jesús de Segovia y al Marqués de Lozoya. Llegó a producir 6.102 reales, incluidos los cuatro mil del molinero. En la actualidad, es una propiedad privada que no se puede visitar y que está situada en el camino que lleva su nombre.

Futuro incierto y paralizado
La redacción de Normas Urbanísticas preveía un gran porvenir en el pueblo

MÓNICA RICO

La tranquilidad de un entorno rural tradicional se puede encontrar en este municipio de la campiña a diario, cuando en el municipio se encuentran poco más de una treintena de vecinos. La cifra aumenta los fines de semana, cuando llegan las voces de los niños, casi todos nietos de los habituales habitantes de la localidad.
En sus alrededores, pinares, monte y soto y desde la localidad, situada en un cerro, se contempla una gran vista de la campiña y la sierra de Guadarrama. Un pueblo tranquilo con unas grandes perspectivas de crecimiento, a través de un gran plan urbanístico que incluía la puesta en marcha de urbanizaciones y un complejo de ocio con campos de golf, que por el momento se ha paralizado. La aprobación de las Normas Subsidiarias supondría además la creación de suelo industrial, que podría acercar a otras empresas hasta la localidad, y suelo de propiedad municipal donde realizar infraestructuras de todo tipo, además de construir viviendas para un potencial número de vecinos que trabajaran en las instalaciones.

De momento todo sigue anclado y se queda en un simple proyecto que podría convertir el pequeño pueblo de Lastras del Pozo en un gran centro de turismo y ocio.

Por eso, el turismo que se acerca hasta la localidad, aunque no encuentre esos alicientes, sí puede disfrutar de su iglesia románica del siglo XII, dedicada a San Juan Bautista, patrón del municipio, así como de un torreón militar del siglo XV: la conocida como Torre de los Mercado.

Se trata de un monumento de propiedad particular, enclavado dentro del casco urbano y que cuenta con una vasta historia. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1996, tras permanecer inactivo más de una década. La torre combina elementos arquitectónicos góticos y románicos y en la actualidad es propiedad del escultor segoviano José María García Moro, que la abre al público para ser visitada, dentro de sus posibilidades.

Aquellos que se acerquen a disfrutar de Lastras del Pozo, bien durante unas horas o durante unos días, también podrán disfrutar de un paseo por los caminos de la localidad y la ribera del río Moros y las ornamentaciones de las casas que rodean parte de la plaza Mayor, donde se puede observar el esgrafiado típico segoviano en sus fachadas.

Estas son otras de las propuestas que ofrece esta pequeña localidad. Quienes se decante por pasar un fin de semana o varios días, se pueden alojar en la Casa Rural con la que cuenta el municipio, uno de los pocos negocios existentes actualmente en la localidad, ya que con la falta de población también desaparecen los servicios y sus vecinos dependen en gran medida de la venta ambulante para poder subsistir.

Y es que, a pesar del momento actual de crisis y los pequeños ingresos municipales, la localidad cuenta con dos proyectos para ejecutar de forma inmediata, como son el adecentamiento del entorno y la plaza de la iglesia y el cambio de redes de saneamiento en un tramo de la localidad. El primero no se podrá ejecutar de forma completa, pero se espera la llegada de nuevas subvenciones de las administraciones públicas para su total finalización. El alcalde de Lastras del Pozo, Mariano Moreno, recuerda la existencia de otras necesidades como el arreglo de la carretera que se dirige hasta Monterrubio, de la que destaca se encuentra en muy malas condiciones. Es un proyecto que se ha solicitado en varias ocasiones, pero para el que las instituciones públicas aún no han dado respuesta positiva.
Debido a la escasez de habitantes, la localidad se rige por Concejo abierto, un modelo en el que todos los habitantes tienen voz y voto. Uno de los temas que más preocupa a los vecinos de este concejo es la futura instalación de numerosas torretas en la zona, que se sumarán a la estación eléctrica instalada hace años junto al casco urbano.