Datos
Distancia a la capital: 105 kilómetros.
Superficie (en Km2): 24,80.
Altitud: 1.055
Población: 61 habitantes.
Pedanías: Villalvilla de Montejo
Comarca: Tierras de Riaza
DESCRIPCIÓN
Villaverde de Montejo nos dice con su nombre que perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Montejo, y dentro de él todavía se localizan los restos de un despoblado conocido como Pinilla de Arcos.
Apartada un poco del casco urbano de la villa, sobresale la iglesia parroquial de santa Cecilia, de origen románico, pues transpuesto su pórtico de ingreso veremos que su portada es románica de tres arquivoltas y sobre ella podemos contemplar un buen número de canecillos figurados. Su planta se distribuye en una única nave. Dentro de ella podemos admirar su pila bautismal románica, su cabecera que también lo es, así como varios retablos barrocos, dentro de uno de los cuales se entroniza una imagen de la Virgen vestida, que también parece románica. A todo esto hemos de unir un cáliz-custodia del siglo XVI, y una cruz procesional de estilo rococó, realizados por plateros arandinos.
Alrededor de su núcleo urbano también podemos contemplar algunos buenos ejemplos de palomares tradicionales de la zona, corrales, colmenares y bodegas-cueva.
Al término de Villaverde también pertenece el lugar de Villalvilla de Montejo, cuya iglesia se dedica a san Juan Evangelista, que aunque por fuera parece un edificio humilde, dentro es un excelente ejemplo del gótico de la zona, como bien apreciaremos al admirar la bóveda de crucería de su capilla mayor. La pila bautismal es románica, acompañándola a esta varios retablos, entre los que destaca uno románico, que aloja un buen Cristo y el mayor que es barroco, donde se entroniza el santo titular y una pequeña imagen de la Virgen, que también parece románica.
Dentro de su casco urbano se pueden ver algunas buenas casas de piedra berroqueña de tonos rojizos y pizarra negra. Muy peculiares y representativas de este pueblo son asimismo sus bodegas subterráneas .
FIESTAS
San Antonio (13 de Junio), San Roque (16 de Agosto) y Santa Cecilia (22 de Noviembre).
UN APUNTE HISTÓRICO
Villaverde de Montejo en el siglo XIX: La principal actividad de Villaverde de Montejo a mediados del siglo XIX era la agrícola. Sus gentes producían trigo, cebada, centeno, avena y vino, además de tener ganado lanar y vacuno. En su término se criaban liebres, perdices y zorros. Eran en aquel tiempo 28 vecinos que sumaban 110 almas, según el Madoz. Ya entonces Villalvilla era un anejo de Villaverde de Montejo, un pueblo en el que había 24 casas, incluida la del Ayuntamiento y la escuela de primaria común a ambos sexos.
OPINION
Guía Comercial
De Pueblo en Pueblo
De Pueblo en Pueblo, 02/09/2005
Una estampa tradicional
Los vecinos de Villaverde de Montejo miran hacia el futuro mientras continúan vinculando su vida a la fuente, los lavaderos y las meriendas en las bodegas
Texto y fotografías de Isabel Jimeno.
Parece una estampa salida de una película, de la vida cotidiana de hace medio siglo, pero en Villaverde de Montejo se repite casi a diario. Una personas se afana en frotar unos trapos para sacarlos lustre en los viejos lavaderos restaurados. Tiende la ropa en unas piedras al sol y en unos minutos regresa con nuevo material para lavar.
El trasiego por el camino no cesa. El ir y venir a la fuente, junto a los lavaderos, es continuo para hacerse con el líquido elemento que, ahora gracias a una bomba, brota muy fresquito por el grifo. En unos minutos, la señora regresa, coge agua limpia en la fuente y vuelve a la tarea para lavar los trapos.
Al inicio del camino, a la izquierda, llama la atención una casa con unos curiosos dibujos. Enfrente, la vieja fragua que ha sido restaurada conserva el gran fuelle y ahora el Ayuntamiento quiere convertir la pequeña estancia en un museo etnográfico en el que exponer viejos útiles de las tareas cotidianas del pasado.
Las viejos cestos para recoger la uva de los viñedos de este pueblo y los sarmientos de las viñas podadas reposan a la puerta de las bodegas soterradas, excavadas en una pendiente. Estas construcciones adornan otra cara del pueblo, camino de Valdevacas de Montejo. Los vecinos, como en otros pueblos del entorno, mantienen la tradición de reunirse allí para asar las chuletas en unos buenos sarmientos, merendar y echar un trago al vino de cosecha elaborado con las uvas de los escasos majuelos que todavía se cultivan en el pueblo, uno de los cuatro municipios incluidos en la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Flores por todos los rincones, maceteros y fuentes hechas con piedras blancas de extrañas formas conseguidas en la zona adornan Villaverde de Montejo, un pequeño pueblo, a medio camino por una estrecha y sinuosa carretera entre la autovía Nacional-I y el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza. Debido a este estratégico enclave, el Ayuntamiento del municipio reclama el arreglo de la vía que cruza el pueblo, desde Honrubia de la Cuesta hacia Montejo de la Vega de la Serrezuela.
Continuar mejorando las dotaciones del pueblo como el asfaltado y la red de distribución de agua también se incluyen en los proyectos municipales, aunque los reducidos ingresos y la dependencia de las ayudas de otras instituciones obligan a ir poco a poco.
Y es que entre Villaverde de Montejo y la pedanía de Villalvilla de Montejo no llegan a los cincuenta habitantes, una treintena en la cabecera del municipio, que en invierno se reducen a escasos veinte, y una docena en Villalvilla de Montejo, un pequeño pueblo en el que hay ocasiones en las que no hay nadie, «ni siquiera perros», lamenta el alcalde, Isidoro García Mayor.
Muchos en verano
Una situación que en poco tiempo se repetirá, una vez que el verano da sus últimos coletazos. «Lo mismo en las fiestas, a mediados de agosto, en Villalvilla de Montejo hay 200 ó 300 personas. Aquí habrá también otras 200 personas», advierte el regidor, que ve «el futuro muy negro, muy mal». Y es que hace tiempo que ya no hay niños en sus casas y la persona más joven que vive en Villaverde de Montejo supera los treinta años.
Las posibilidades turísticas por su proximidad al Parque Natural de las Hoces del Río Riaza y la construcción de viviendas de segunda residencia abren las escasas esperanzas de un futuro sostenible en este pueblo, que como otros muchos, vive bajo la amenaza de la despoblación, sin apenas jóvenes asentados en el municipio y buena parte de su población ya jubilada.
De Pueblo en Pueblo, 10/08/2006
Silenciosa fiesta musical
Las fiestas de Santa Cecilia, que antes eran las más importantes en Villaverde de Montejo, ya solo se celebran con actos religiosos
Isabel Jimeno.
Cuanto menos resulta curioso que la patrona de los músicos, Santa Cecilia, se celebre precisamente sin presencia de aquellos cuyo oficio representa. Pero eso sucede en las fiestas de Villaverde de Montejo. Llegaron a ser muy importantes, con gran presencia de gente tanto del pueblo como de otras localidades cercanas, pero el descenso de población derivado de la emigración que azotó el censo al comienzo de la segunda mitad del pasado siglo también hizo mella en los festejos.
Los villaverdanos aún continúan guardando un día de fiesta especial, pero ya no es lo mismo que antes, ni siquiera se mantiene en su día, el 22 de noviembre, sino que se pasa a uno del fin de semana para facilitar la asistencia de gente a los únicos actos a que se reduce la celebración: la misa y la procesión con la imagen de Santa Cecilia.
Pero ya no hay baile en estas fiestas que incluso hace años se prologaban durante dos días. Por esa fecha las tareas del campo daban una tregua y era posible estar más de un día de celebraciones, pese al frío. La lluvia e incluso la nieve no eran impedimento para la diversión, que muchas veces debía resguardarse en el salón de la Casa Consistorial.
Ahora las fiestas más grandes son las de San Antonio, pero, como ocurre con las de Santa Cecilia, también han perdido gente, aunque se trasladan del 13 de junio al fin de semana más próximo. Primero, el sábado, misa por la mañana; después, la procesión por la tarde por el pueblo. Un largo recorrido por las calles e incluso por los alrededores del casco urbano que se llega a prolongar hasta dos horas, aunque este año la lluvia impidió completar el trayecto habitual. Después, de vuelta a la iglesia, antes de entrar otra vez en el templo, momento de la subasta de los palos de las andas de San Antonio.
El baile antes y después de cenar hace que la fiesta continúe. El domingo el sonido de la dulzaina y el tamboril anima la hora del vermú en el centro cultural. Y es que el local de la asociación Nuevo Horizonte es el único lugar para tomar algo. Allí acuden vecinos y foráneos durante los fines de semana de invierno y a diario ahora en verano para charlar, echar la partida o ver la televisión.
Asociación
Isabel Jimeno.
También es en agosto cuando más gente hay en Villaverde de Montejo. Es la época en la que la agrupación concentra su actividad. Alguna excursión, competiciones para los niños y concursos y alguna actuación teatral o de danzas entran dentro de la programación estival del colectivo que trata de dinamizar así la vida del pueblo.Próximo pueblo: Valdevacas de Montejo
De Pueblo en Pueblo, 16/08/2007
Ramas el día del santo
Los mozos enramaban las puertas de las jóvenes de Villaverde de Montejo la víspera de la fiesta de San Antonio
Isabel Jimeno.
Hay costumbres que, aunque con variaciones, se mantienen en Villaverde de Montejo, un pequeño pueblo del nordeste de la provincia de Segovia donde aún se sigue elaborando el vino artesanal en las bodegas que perforan el cerro del Barrueco, donde las gentes continúan reuniéndose para merendar en familia o con los amigos. El aroma a chuletas a la parrilla y a ese vino de cosecha que aún algunos elaboran de forma artesanal rodea este punto de encuentro para los villaverdanos en las tardes de verano.
Hay estampas que no han cambiado en este pequeño pueblo en el que, de vez en cuando, todavía se puede ver a alguna persona blanqueando sus ropas en el viejo lavadero, perfectamente conservado, y el goteo de gente es constante a la fuente para coger el agua, porque dicen que sabe mucho mejor que el que sale por el grifo.
Pero hay otras cosas que sí se han quedado por el camino. Tradiciones vinculadas a fiestas que ya ni siquiera se celebran y otras que han perdido el encanto de antaño. Las de San Antonio son las más importantes en Villaverde de Montejo. En ellas no faltan el baile, la misa y la larga procesión por todos los rincones del pueblo con el santo, pero otras costumbres ya no perduran.
Ronda musical
Entre esos usos desaparecidos que los mayores añoran están las enramadas con las que se despertaba Villaverde de Montejo el 13 de junio. Los mozos del pueblo pasaban la noche anterior de fiesta, pero también de trabajo para colocar las ramas en las puertas de las chicas. Y por la mañana, momento para la ronda. Los músicos amenizaban la jornada de puerta en puerta de las jóvenes del pueblo el día de San Antonio.
Un día de fiesta en el que también eran típicas las tortas de chicharrones y la torta sobada que los villaverdanos degustaban en esas jornadas tan importantes en las que, como ahora, no faltaban el cordero asado y las chuletas a la parrilla con el aroma de los sarmientos de los viñedos.
Patrimonio
La iglesia de Santa Cecilia conserva la portada y los canecillos de estilo románico
Isabel Jimeno.
La iglesia parroquial de Santa Cecilia, la patrona, es el principal monumento de Villaverde de Montejo. Un templo de origen románico que de esta época conserva elementos como la portada con tres arquivoltas y los canecillos que se conservan sobre ella.
En el interior también merecen especial atención su pila bautismal, también de traza románica, varios retablos de estilo barroco, la cruz procesional del estilo rococó y un cáliz-custodia del siglo XVI. Al municipio está agregado el núcleo de Villalvilla de Montejo, donde se localiza la iglesia de San Juan Evangelista, en el interior uno de los mejores ejemplos del gótico de la zona en la que sobresale la bóveda de crucería de la capilla mayor, la pila bautismal barroca, un retablo barroco y otro románico.
Fiestas
Misa y procesión por Santa Cecilia
Aunque ahora solo se celebran con misa y procesión con la imagen de la patrona, en el pasado, las de Santa Cecilia fueron unas fiestas importantes en Villaverde de Montejo. Incluso gente de otros pueblos del entorno se acercaba para disfrutar de las celebraciones, que se prologaban varios días, y del baile, pese al frío que suele reinar en la zona el 22 de noviembre.
Gastronomía
Vinos de Ribera del Duero
Pese a que la superficie de viñedos ha descendido al disminuir también el número de habitantes, las viñas siguen salpicando el escarpado término de Villaverde de Montejo, pueblo de honda tradición vitivinícola que incluso puede presumir de ser uno de los cuatro municipios segovianos incluidos bajo la figura de protección Denominación de Origen Ribera de Duero.
Etimología
Una aldea entre zonas verdes
Las pequeñas poblaciones o aldeas recibían el nombre de villa. De ahí deriva la primera parte del nombre de Villaverde de Montejo, mientras que verde hace referencia a la abundancia de pastos y zonas verdes que existen en esta zona del nordeste de la provincia de Segovia. De Montejo se añadió por pertenecer la localidad a esta comunidad de villa y tierra.