Moral de Hornuez

Entre árboles milenarios

La romería de la Virgen de Hornuez atrae cada año a miles de personas hasta el enebral de Moral de Hornuez

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Se acercan unos días importantes para Moral de Hornuez. Este fin de semana se celebran las fiestas de la Virgen de Hornuez, unas fechas clave en el calendario moraliego, aunque con mucha menos repercusión que la romería de la Virgen de Hornuez, el último fin de semana de mayo, una fecha marcada en rojo en muchos calendarios, no solo de la gente del pueblo.

Sin saber muy bien por qué, quizá por el boca a boca o por el precioso entorno en que se celebra, ese día miles de personas se acercan hasta la ermita del Milagro de Nuestra Señora de Hornuez, aunque en el alcalde, Juan Manuel de la Cruz, reconoce que en los últimos años la afluencia de gente ha disminuido. La limitación del número de puestos a 19 –frente a los cerca de trescientos que acudían– ha abierto una polémica entre el Ayuntamiento y los feriantes. El regidor advierte que su intención no es prohibir la presencia de vendedores, pero considera que «no era una romería, era un feria. Si es una romería, hay que tratarlo como tal, que vengan los romeros. Ya no dejaban hacer la procesión». «Espero que esto se arregle», aclara.

Pero no solo en fechas clave como estas o el día del Voto del Pueblo, el segundo fin de semana de mayo, el entorno del santuario se llena de gente. La afluencia de público es casi diaria para disfrutar de un privilegiado entorno. Las viñas que rodean el pueblo dejan paso a los pinos y, en unos metros, el enebral de Moral de Hornuez eclipsa la presencia de cualquier otro árbol. Sabinas milenarias, de curiosas y casi imposibles formas se extienden por un paraje ideal para perderse.

Esta es una de las posibilidades de hacer rutas a pie o en bicicleta que ofrece el pueblo y que los vecinos comienzan a conocer gracias a las visitas organizadas por la asociación cultural El Enebral, que ya ha pedido una ayuda para señalizar los senderos con el objetivo de alentar un atractivo turístico que permita el despegue de este sector en la localidad, consciente de que la reciente declaración del cercano Parque Natural de las Hoces del Río Riaza se debe aprovechar. Pero el arreglo y la conversión del camino hacia Carabias para salir a la N-I, a tan solo seis kilómetros, es un paso imprescindible para relanzar el municipio.

«Queremos dirigir el futuro del pueblo hacia muchas áreas y va evolucionando, en seis años se han hecho 20 casas y hasta ahora no se había hecho ninguna», señala el regidor, que ve en la paulatina solución de los problemas de abastecimiento una de las claves para el despegue de la construcción en Moral de Hornuez.

Renovar tuberías

Una bomba de poca potencia y unas tuberías en muy mal estado impedían que muchas casas contaran con agua corriente a todas horas, pero ahora esa pesadilla ha pasado en muchas zonas del pueblo. «Tenemos muchas necesidades de calles y de todo, pero lo primero que estamos tratando de solucionar es el problema del agua y todas las subvenciones que podemos se dedican a ello, pero todavía nos queda», añade Aurora de la Cruz, una de las concejalas.

El baile de la torta

La danza con los dulces pinchados en unos palos anima el lunes de las fiestas de la Virgen de Hornuez, en septiembre

Isabel Jimeno.

Mayo llega cargado de fiestas para los moraliegos, primero con el Voto del Pueblo, a comienzos de mes, y después con la multitudinaria romería de la Virgen de Hornuez, el último fin de semana.
Las fiestas duran tres días, pero es sobre todo el domingo cuando más gente se concentra en el bello paraje del templo, rodeado por los árboles milenario del enebral. El sábado y el lunes son los vecinos de Moral de Hornuez y de los pueblos limítrofes quienes se acercan a honrar a la patrona, pero el domingo llega el gran día, el de la multitudinaria romería que atrae hasta el entorno de la ermita a miles de fieles llegados desde diversos puntos de la provincia y hasta del extranjero.
La fama de la romería es tal que siempre es sinónimo de multitud, aunque en los últimos años debido a la prohibición de instalar puestos junto al recorrido de la procesión, la afluencia de gente se ha visto algo reducida. Aún así, la romería de la Virgen de Hornuez es una de las destacadas en el calendario festivo segoviano.
Un carácter más local tiene la otra fiesta en honor de la patrona, el segundo fin de semana de septiembre. Del pueblo a la ermita y de la ermita al pueblo, así pasan los tres días los vecinos del municipio para asistir a todas las actividades que se suceden.
Con competiciones de bicicletas o carreras de sacos para los niños en la mañana del sábado y partidas de cartas por la tarde dan inicio las celebraciones, que continúan ese primer día con los sonidos de la orquesta por la noche.
Ya el domingo, paseo hasta la ermita para los actos religiosos en honor de la patrona. Por la noche, de regreso al pueblo, una discomóvil ambienta la velada, pues las orquestas son demasiado caras y el Ayuntamiento no puede sufragar sus costes.
Y el lunes llega el momento de cumplir con una de las tradiciones que se siguen conservando en Moral de Hornuez. Tras la misa, en la plaza del municipio, durante el vermú, momento para el baile de la torta. Los jóvenes portan los dulces pinchados en unos palos, mientras el resto trata de quitárselas. Una vez que el objetivo se ha conseguido, la torta se trocea y se reparte entre los asistentes.
Comida en la bodega
La música continúa hasta que llega el momento de irse a comer, pero no a casa, si no a las bodegas. Y es que es toda una institución la comida en los merenderos habilitados a la entrada a las bodegas. Allí no faltan durante todo el año, ni siquiera en invierno, las comidas regadas con el vino que los moraliegos continúan haciendo de manera artesanal.

El fuego de los trashumantes

Cuenta la leyenda que Nuestra Señora de Hornuez se apareció en un árbol a unos pastores en 1246

Isabel Jimeno.

Se llama ermita del Milagro de Nuestra Señora de Hornuez. Y de hecho, la construcción del templo se debe al milagro que, según cuentan, aquí ocurrió hace muchos, muchos años. Fue el 28 de mayo de 1246, de acuerdo a la leyenda transmitida de generación en generación, cuando unos pastores trashumantes que cruzaban por el lugar de camino a Extremadura para llevar el ganado en busca de pastos decidieron hacer un alto en el camino y pasar la noche en el término del conocido entonces como municipio de El Moral.

Para paliar el frío, intentaron sin éxito hacer fuego. Cansados y agotados, al dirigir la vista al cielo, cuenta la leyenda, que vieron una preciosa imagen que desprendía rayos de luz. Ante ellos apareció la imagen de la Virgen de Hornuez, escondida siglos antes para protegerla durante la invasión de los sarracenos.

Admirados por aquel suceso que no alcanzaban a explicar, decidieron contárselo a los vecinos del pueblo y trasladar la imagen a la iglesia, pero ésta volvía una y otra vez a su lugar de origen, por lo que los fieles decidieron construir una ermita junto a aquel árbol para poder venerarla.

Enebro en el interior

Un pequeño templo edificado junto al enebro en el que apareció la virgen y que perduró hasta que en 1683 fue demolido para construir otro nuevo, que sufrió otra reforma entre los años 1768 y 1774, para construir un edificio de mayores dimensiones que permitiera dar cabida a los numerosos devotos que acudían a venerar a la Nuestra Señora de Hornuez.

Un bello inmueble concebido con el enebro en el que apareció la imagen del la virgen en su interior, pero que quedó destruido en parte cuando un incendio ocurrido el 3 de octubre de 1913 acabó con buena parte de la ermita, dejó el árbol prácticamente carbonizado y la imagen de Nuestra Señora de Hornuez destrozada. Un duro golpe para los moraliegos, que aún así, se repusieron y se esforzaron en reconstruir la ermita y fabricar otra imagen, igual a la que devoró el fuego.

Mientras continuaban las obras en el templo, el 12 de septiembre de 1914 Moral de Hornuez festejó que contaban ya con una nueva imagen de su patrona. Ahora, años después, entre las fiestas que celebran en honor a la patrona como el día del Voto del pueblo o multitudinaria la romería que el último fin de semana de mayo reúne en el bello entorno de la ermita a centenares de fieles llegados de todos los puntos, las del segundo fin de semana de septiembre son las mayores por la Virgen de Hornuez.