Cilleruelo de San Mamés

Agua y luz para sobrevivir

Cilleruelo de San Mamés trabaja en la solución de los problemas de abastecimiento y la iluminación de una nueva zona del pueblo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Una noche nos quedamos sin agua. Una avería empezó a tirar y nos ha gastado en poco más de quince días 2.000 metros que se han escapado por el desagüe», lamenta Eufrasio Mate Sanz, el alcalde de Cilleruelo de San Mamés, que desde agosto vive un verdadero calvario para garantizar el suministro a sus vecinos.

Todo se complicó aún más cuando la nueva perforación sufrió un contratiempo y la máquina quedó enterrada, aunque, por fortuna, ya había encontrado agua, pero insuficiente, por lo que el regidor asume que en breve deberán acometer otro sondeo. Ahora, los vecinos se abastecen de lo que mana de la nueva perforación y lo que les envía la vecina localidad de Campo de San Pedro, aunque todavía no ha pasado las pruebas de potabilidad, por lo que sus vecinos deben beber agua embotellada.

El continuo ir y venir con botellas desde otros pueblos –porque la localidad no tiene tiendas– se sucede desde hace un mes y la preocupación por el preciado elemento no deja descansar a Eufrasio Mate. «El agua me trae por la calle de la amargura. Habrá que pedir un crédito si hace falta porque el agua es lo más esencial», apunta el regidor.

La luz es otro de los caballos de batalla para el Ayuntamiento del municipio. La exitosa venta de 18 parcelas municipales para la construcción de viviendas se ha visto empañada por el elevado coste que supone para el Consistorio llevar la energía eléctrica hasta la zona. «Ya tienen el agua y el saneamiento, pero falta la luz y esto da hasta pena porque para meter la luz nos quieren cobrar 12 millones de pesetas y está pegado al pueblo, separado por una calle. Es intolerable. ¿De dónde sacamos el dinero?», exclama el alcalde, que ve en este alto coste un freno para la evolución del pueblo gracias a la venta de terreno a bajo coste, a unos diez euros el metro cuadrado.

«Lo hacemos en bien de que no caiga el pueblo, pero de la forma en que nos tratan, no podemos continuar. La Junta ha hecho un depósito mayor porque con el que teníamos solo teníamos para los que éramos. Pero nos vemos oprimidos para solucionar lo de la luz. Esos precios no se pueden pagar», advierte el Eufrasio Mate Sanz. «Si subimos el precio, la gente ya no lo compra», añade, el regidor, consciente de que buena parte de las casas serán para segunda residencia, pero que permitirán «que el pueblo siga vivo», porque «esto está agotándose».

Conseguir dar una utilidad a parte de las numerosas propiedades municipales es otro de los objetivos del Ayuntamiento, que estudia la viabilidad de la construcción de un campo de golf o la producción de agricultura y ganadería ecológica. «Es lo que queremos, pero está solo en el pensamiento», comenta el regidor, que durante sus tres décadas en el cargo ha visto cambiar mucho el pueblo.

Tradiciones

Eufrasio Mate Sanz echa de menos las tradiciones que antes regían la vida del pueblo. Solo el baile con el traje regional delante de la imagen del patrón, San Mamés, el día de la fiesta recuerda esos tiempos pasados en los que según unas centenarias ordenanzas cada vecino tiene derecho a disfrutar de quince hectáreas municipales para cultivo, pero para ser vecinos hay que cumplir unos requisitos como «ser mayor de edad y menor de 65 años, asistir la lámpara de la Virgen, la lámpara del Santo Cristo, dar pan de mediano cuando le comes y una cántara de vino, siete misas al Padre Eterno...», recuerda de memoria el regidor, que lamenta que «ya no las quiere cumplir nadie». La falta de gente supone un gran obstáculo para mantener las tradiciones en un pueblo con buena parte de su población ya jubilada y el vecino más joven próximo a cumplir los veinte años.

Nombre de pueblo y de fiesta

Los mayores continúan pujando por las andas del santo tras la procesión de San Mamés

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

La iglesia de San Mamés, santo que da nombre al pueblo.

De él toma parte de su nombre y a él
dedica las fiestas mayores. Y es que San Mamés tiene una gran importancia en Cilleruelo, no solo porque sirve para denominar al municipio, sino también porque con la llegada del 17 de agosto, festividad de San Mamés, la localidad celebra sus días grandes, en los que la vida de sus poco transitadas calles se reaviva de forma especial.

La esencia de estos dos días, 17 y 18 de agosto, continúa siendo la misma que hace años, aunque también es cierto que muchas cosas han cambiado con el paso de los años.

Ya no son una dulzaina y un tamboril los que amenizan las jornadas, sino que ahora es una gran orquesta la que pone música a las veladas de Cilleruelo de San Mamés. También las noches han variado un poco, pues si antes el baile servía para abrir el apetito antes de la cena, ahora es después, bien entrada la noche, cuando comienza la verbena que se prolonga hasta la madrugada.

Las dianas y pasacalles por la mañana siguen recorriendo las calles y todavía hay quien se anima a bailar cuando la música llega a su puerta; «pero cada vez menos porque no viene tanto la gente», lamenta el alcalde, Eufrasio Mate Sanz.

Después la misa y la procesión con bailes en honor del patrón, San Mamés, que recorre las calles del pueblo tras los danzantes. Y antes de regresar de nuevo al trono en el que permanecerá el resto del año, el sorteo de los palos de las andas del santo para obtener dinero con el que atender la iglesia.

Subasta
Lo cierto es que la tradición de la puja se sigue manteniendo, pero son los mayores quienes continúan ofreciendo su dinero para devolver al patrón al interior del templo que también lleva su nombre.
La falta de juventud pone en peligro esta tradición como otras muchas de carácter religioso conservadas en centenarios documentos que ahora ya solo pueden verse sobre el papel o rescatarse de la memoria de los mayores, que recuerdan cómo antes la fiesta duraba un día más, el de la víspera, y la novena servía de preludio para anunciar los días grandes de Cilleruelo de San Mamés.

Flores en el agua

La ausencia de niños en Cilleruelo ha acabado con la tradición de pedir el aguinaldo en San Juan

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Dicen en el pueblo que tratan de mantener las tradiciones como antes, pero lo cierto es que, cada vez, es más complicado que las costumbres se repitan año tras años y algunas de las fechas señaladas antes en rojo en el calendario ya solo quedan en el recuerdo de los mayores como días que fueron importantes para Cilleruelo de San Mamés, que sí mantiene el 17 de agosto, festividad del patrón que además da nombre al pueblo, como el día más grande para este pequeño municipio de poco más de cuarenta habitantes censados.

La mayoría ya son mayores y los niños dejaron hace años de corretear por las calles de esta localidad del nordeste segoviano. La alegría de sus voces y juegos regresan tan solo por unos días a Cilleruelo de San Mamés, que con la desaparición de los más pequeños vio cómo cayeron en desuso algunas de esas tradiciones que todos los mayores sí contribuyeron en su tiempo a mantener.

Merienda en carnaval

Y aún hoy, con mucho esfuerzo y quizá con algo menos de alegría que antaño se esfuerzan en recuperar, como juntarse a merendar en carnaval, una de las épocas que antes era sinónimo de alegría y diversión, sobre todo entre los más pequeños.

También los niños eran los protagonistas de otra de esas costumbres ya desaparecidas como la de San Juan. El 24 de junio por la mañana, se reunían en la fuente que hay al lado de la iglesia. Entonces también tenía agua, y la llenaban con flores.

Era la bonita estampa de un día de alegría en el que los niños recorrían las calles pidiendo el aguinaldo por las casas de Cilleruelo de San Mamés. Sus alegres cantos inundaban este pequeño pueblo, al igual que en Navidad, otra de las fechas en las que los más pequeños del lugar se juntaban para cantar y pedir por las casas.

Y aunque hace unos años unos niños que pasaban unos días en el pueblo recuperaron por un momento la tradición de pedir el aguinaldo, lo cierto es que hace tiempo que la festividad de San Juan solo forma parte del recuerdo de los vecinos de Cilleruelo de San Mamés.

Para cantar

El coro de la iglesia de Cilleruelo de San Mamés es uno de los más antiguos y elaborados de la comarca

ELENA RUBIO ARAGONESES

Cilleruelo de San Mamés se encuentra en el noreste de la provincia, a apenas un kilómetro de una de las localidades que es referencia en la comarca, Campo de San Pedro. Sin embargo, esta pequeña distancia no supone que este pueblo haya registrado un aumento de población en los últimos años, sino todo lo contrario. Según los últimos datos oficiales del padrón Cilleruelo de San Mamés está entre los ocho municipios más pequeños de toda la provincia.

Por este motivo, las ayudas de las diferentes Administraciones, como la procedente del Plan E, les han venido muy bien para realizar obras que de otra manera sería complicado sacar adelante. Los 6.903 euros que les han correspondido han decidido emplearlos en la construcción de una instalación para depurar las aguas residuales. Y es que a pesar de los escasos presupuestos con los que cuenta el municipio, los dirigentes municipales se esfuerzan por mejorar la calidad de vida de sus vecinos, que estos días se multiplican con la llegada de las fiestas dedicadas a San Mamés.

Ya está todo listo para festejar al patrón donde no faltará la misa, la procesión con bailes recorriendo las calles del pueblo y la subasta de las andas para ver quien devuelve al santo a su morada, la iglesia de San Mamés.

Se trata de un templo de tres naves con cabecera rectangular, construido con paramentos de mampostería reforzados con sillería románica reaprovechada. También es de sillería la hermosa espadaña barroca que se eleva sobre el hastial del oeste y que se fecha en 1743. Se accede desde el sur, a través de una escueta portada fechada en 1704 sobre cuyo dintel aparece el escudo de San Pedro.

Si el visitante accede dentro del templo podrá ver la nave central que está cubierta con un artesonado, oculto por un cielo raso, del que sólo aparecen las ménsulas labradas y policromadas que soportan las vigas. Además, sobre el artesonado hay una gran armadura de madera a dos aguas que se prolonga hasta cubrir la nave norte.

Sin embargo, uno de los elementos más destacados del interior de la iglesia se encuentra a los pies de la nave principal. Allí se levanta el coro, un elemento de gran interés porque es uno de los más antiguos y elaborados de la comarca. Sobre dos soportes labrados vuela la viga maestra, donde se decidieron colocar zapatas transversales que reciben los pares. Sus extremos se adornan con cabezas de felinos. Además, en el espacio entre los pares y las zapatas aparecen estrellas. El coro también cuenta con una segunda viga, que también se apea en un pilar de madera.

No es el único elemento destacado de esta parte del templo ya que en el sotocoro se conserva una magnífica pila bautismal de estilo románico, adornada con gruesos gallones, mientras que en el muro norte se conserva parte de una cornisa apoyada en canecillos decorados con rollos, uno de los motivos más arcaicos del románico al sur del Duero.

También son dignos de ver los retablos barrocos. Hay uno dedicado al Padre Eterno, cuya imagen repintada es de época medieval procedente de la desaparecida ermita de la Trinidad. El siguiente retablo, alberga un Cristo crucificado mientras que el último está dedicado a San Roque. El retablo mayor también es de estilo barroco. En el centro se encuentra la imagen de San Mamés y a su alrededor diferentes lienzos pintados como San Juan Evangelista.

Una inyección de vida

Los visitantes animan la localidad, con una veintena de vecinos en invierno

MÓNICA RICO

Plaza de la localidad, con el Ayuntamiento al frente.:: M. RICO

La estampa de la localidad durante este mes de agosto es de vida. Niños y mayores por las calles y otros que llegarán en los próximos días para participar en las celebraciones de San mamés, patrón de la localidad, que se festeja cada 17 de agosto, hacen que el paisaje urbano de Cilleruelo cambie de forma consistente.
En invierno apenas dos docenas de vecinos son los que habitan de forma normal el municipio, aunque los censados son alguno más. Sin embargo, el verdadero problema del municipio, junto con la despoblación, es la alta media de edad. Los más mayores se lamentan de que la juventud «ya no se queda» y son muy pocos los que deciden tomar las riendas de los negocios de agricultura y ganadería de sus mayores y permanecer en el municipio para que este continúe en marcha.

Debido a las bajas cifras de población, también se registran pocos ingresos, por lo que aunque los proyectos son muchos, la realidad es que son pocos los que se pueden desarrollar normalmente. Entre ellos se encuentra la construcción de un nuevo Ayuntamiento, ya que el actual es un multicentro que alberga el centro social, que además supone el punto de encuentro y ocio cultural de los vecinos del municipio, la consulta médica y las oficinas municipales. Aunque todos los servicios se encuentran centralizados en un único inmueble, lo que supone una ventaja para la población.

Las subvenciones y ayudas que llegan se destinan a la mejora de los servicios básicos de la población. Por ejemplo, en los últimos meses se han destinado los fondos del plan de sostenibilidad a la construcción de una instalación para la depuración de aguas residuales.

Sin embargo, no todo son malas noticias, pues en los últimos años el municipio sí ha visto crecer su casco urbano con la construcción de nuevas viviendas. Aunque en su mayoría son segundas residencias, queda la esperanza de que algún día se conviertan en primeras, y aunque la media de edad del municipio continúe siendo alta, por lo menos que las cifras de habitantes no desciendan mucho más. «Por lo menos manteneros», afirman en el municipio.

Es uno de los principales intereses del Ayuntamiento, además de dotar de servicios de calidad a los vecinos. Por ello, cuando comenzó el auge inmobiliario en la localidad se dieron facilidades para el establecimiento de nuevos pobladores, lo que unido a los reducidos precios del terreno, en comparación con otros lugares de mayor número de habitantes o las ciudades, han hecho que unos pocos se decidan por Cilleruelo para disfrutar de la tranquilidad que ofrecen estos parajes. No en vano los datos le sitúan tanto en tamaño como en habitantes, entre uno de los más pequeños de toda la provincia, lo que, a pesar de tener sus inconvenientes, también tiene las ventajas de paz y sosiego que en otros muchos lugares no se pueden encontrar.

La fiesta

Además de la tranquilidad, los vecinos que se acerquen en estas fechas hasta Cilleruelo de San Mamés también podrán disfrutar de las fiestas patronales, que se desarrollan a lo largo de cinco días. El comienzo oficial es el próximo martes, día 17, y los actos se prolongan hasta el miércoles 18, pero el ambiente festivo ya reina en el municipio este fin de semana, debido en gran parte a las decenas de personas que han regresado al municipio, que además de vida parece tomar otros sonidos y colores.

A lo largo de estos días de fiesta, en el municipio se sucederán las dianas y pasacalles, que aún siguen anunciando los actos. El central será la misa en honor al patrón, San Mamés, al que seguirá la procesión con la imagen del patrón por las calles del municipio, al son de la música de las dulzainas y acompañado por los bailes de los fieles. Los sones y canciones también protagonizarán la verbena nocturna.