Aldehorno

Un cuadro en verde y rojo

Aldehorno contará con la primera bodega de la provincia con vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

El rojo de sus tierras arcillosas, el verde de la abundante vegetación con una planta en cualquier rincón y con la sierra de Pradales al fondo que en la distancia se torna de un color azul oscuro hace que Aldehorno cuente con los elementos de un cuadro perfecto.

En un extraño saliente de la provincia de Segovia que penetra en la vecina Burgos se asienta este pequeño pueblo, cuya peculiar ubicación hizo que en tiempos incluso estuviese incardinado en el Obispado soriano de Osma y ahora también permite a Aldehorno presumir de figurar entre los cuatro pueblos segovianos incluidos en la Denominación de Origen Ribera del Duero y que pronto contará con la primera bodega segoviana en la que se elaboran estos afamados caldos. No en vano, las tierras de los aldehorneros, en las que siempre se ha cultivado vides que producían la uva que otros pueblos de la zona acudían a comprar, se entremezclan con las de sus vecinos burgaleses e incluso buena parte de los agricultores que cultivan los campos del pueblo llegan de Aranda de Duero, mientras los trabajadores del municipio salen a diario rumbo a la localidad burgalesa hacia su lugar de trabajo.
Y es que más que la capital de la provincia, a más de cien kilómetros de distancia, el punto de referencia para sus habitantes es Aranda de Duero, separado por 22 kilómetros y mejores vías de comunicación. «Cada día, si quieres ir a Aranda tendrías por la mañana y por la tarde cinco o seis coches para ir y volver», advierte el alcalde, Jesús Sanz Cornejo, que reclama la mejora de las carreteras para intentar revitalizar este pueblo con sesenta empadronados, poco más de treinta vecinos viviendo en invierno y unos trescientos hace unos días, con motivo de las fiestas de San Pedro Advíncula o San Pedrillo, como se conoce en el pueblo.

Sus tierras rojas hacen que Jesús Sanz sueñe con que una cerámica se instale en el pueblo e impulse la vida de un pueblo que poco a poco se va apagando. «No sabes qué pasará en el futuro. Dices, ‘¿seré yo el que cierre la puerta?’ porque con estos habitantes y con la edad que tienen, porque es gente muy mayor, no tiene mucho futuro si no se renueva», lamenta el regidor, que espera que los pasos que se están dando para sacar a la venta terrenos en los que construir con la condición de empadronarse durante un tiempo. «No me atrevo a pronosticar qué futuro o porvenir van a tener estos pueblos. Si va a haber un día en el que no quede nadie a dormir», añade el alcalde, dispuesto a seguir luchando porque el pueblo siga adelante.

Necesidades
Pero para que el municipio tenga una esperanza de futuro, Jesús Sanz tiene claro que no se puede quedar anclado en el pasado y reclama que servicios que en otros lugares son comunes también lleguen a Aldehorno. Línea telefónica que permita el acceso a Internet, todo un lujo ahora impensable con el sistema inalámbrico de que disponen; una antena para tener cobertura de telefonía móvil y mejores vías de comunicación son las reclamaciones de los aldehorneros una vez que la renovación de la red de abastecimiento y la construcción de un nuevo depósito han servido para eliminar una de las mayores preocupaciones del municipio, sobre todo en años de sequía como este en el que los vecinos han podido olvidarse de la dureza de los cortes de agua por la falta de suministro.

Artesanal e industrial

La tradición vitivinícola de Aldehorno se verá reforzada con la apertura de una bodega de la Denominación de Origen Ribera del Duero

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

En un extraño saliente de la provincia de Segovia que se adentra en la vecina burgalesa, Aldehorno dibuja una curiosa figura del mapa segoviano. Y esa peculiar situación, a medio camino entre Segovia y Burgos, le ha concedido el privilegio de figurar entre los cuatro municipios segovianos incluidos en la Denominación de Origen Ribera del Duero.

La tradición vitivinícola siempre ha estado muy arraigada entre los aldehorneros. Ya sus ancestros cultivaban el preciado manjar que, de forma artesanal, transformaban en sus bodegas en ricos caldos con los que regar comidas y calentar el cuerpo en las labores del campo.

Aunque en menor medida, todavía hay quien sigue empleándose a fondo en la elaboración del vino que deja fermentar en esas bodegas soterradas en la roca en torno a las que también gira la arraigada costumbre de merendar con los amigos.

Y de la forma artesanal en breve se pasará también a la industrial gracias a la implantación en Aldehorno de la primera bodega de la Denominación de Origen Ribera del Duero enclavada en la provincia de Segovia.

Si todo marcha según lo previsto, las instalaciones abrirán sus puertas para recoger la producción de la campaña de vendimia de este año con la esperanza en el pueblo de que influya positivamente en la vida de Aldehorno, que será conocido también por su aportación vitivinícola.

Es un nuevo paso más en la apuesta por el sector que, al igual que el resto de la denominación, vive Aldehorno. Prácticamente se ha renovado el 95% de la superficie cultivada, lo que evidencia la importancia de la viticultura en este pequeño municipio de poco más de sesenta habitantes.
Y es que todos, tanto agricultores como empleados de otros oficios, dedican un tiempo al mimo de las cepas que con el fin del verano llegan a su punto óptimo de maduración.

Ahora la implantación de la bodega abre una nueva ventana de posibilidades al sector en Aldehorno, que para sacar el mayor rendimiento reclama mejoras en sus infraestructuras. Intervenir en las carreteras para facilitar el acceso a este pueblo tan alejado de la capital y contar con un adecuado sistema de telecomunicaciones son dos de las demandas formuladas por el alcalde, Jesús Sanz Cornejo, en nombre de sus vecinos. Gracias a una iniciativa conjunta de varios pueblos, coordinada por el Proder, podrán disponer de un paquete que garantice las comunicaciones telefónicas y el acceso a la red a una velocidad adecuada, algo por ahora imposible de realizar.

Curiosa figural

La ubicación hace que Aldehorno, que perteneció al Obispado de Osma, tenga especial relación con Burgos

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Dibuja una curiosa figura en el mapa de la provincia. Un saliente que se adentra en la vecina Burgos. Las localidades burgalesas de Moradillo de Roa y Fuentenebro marcan buena parte del límite de este pueblo que, en la división del territorio por provincias, quedó integrado en Segovia.

Unos límites administrativos que no han acabado con la ancestral relación de los aldehorneros con la provincia vecina. A más de cien kilómetros de la capital segoviana, para ellos la cercana localidad burgalesa de Aranda de Duero, a unos veinte kilómetros, es el referente en el quehacer diario. Allí trabajan buena parte de sus vecinos y acuden a hacer sus compras en un incesante ir y venir de vehículos entre las dos pueblos.

También hay quien realiza el recorrido a la inversa, pues buena parte de los viticultores que mantienen las viñas en Aldehorno proceden de Aranda de Duero. Y es que esa peculiar ubicación permite a Aldehorno ser uno de los únicos cuatro pueblos segovianos enmarcados en la Denominación de Origen Ribera de Duero. Un espaldarazo a la tradición vitivinícola de este pueblo que se ha convertido en el primero de Segovia en contar con una bodega en la que se cuidan estos caldos bajo el amparo de esta figura reguladora.

Si la relación con los cercanos pueblos burgaleses sigue siendo estrecha, en el pasado lo fue aún más. De hecho, compartía terrenos con Condado de Haza, la villa burgalesa cabecera de una comarca formada por quince aldeas de las que trece, en la división provincial llevada a cabo en 1833, fueron encuadradas en Burgos y tan solo dos –Aldehorno y Aldeanueva de la Serrezuela- quedaron en territorio segoviano.
Esa ubicación también hizo que no solo con Burgos tuviera vinculación Aldehorno. También con la cercana provincia de Soria estuvo ligado durante mucho tiempo. Y es que si ahora Segovia es su referente para muchas cosas, tiempo atrás, en cuestiones religiosas, pertenecían a la Diócesis de Osma, ubicada en tierras sorianas.

Mejorar el acceso

Aldehorno reclama el arreglo de la principal vía que comunica el pueblo con el resto de la provincia

Texto y fotografías de Isabel Jimeno

Arreglar la carretera que comunica el pueblo con la CL-603, la principal vía de unión con el resto de la provincia de Segovia, es la necesidad y demanda más acuciante que presenta Aldehorno. «Es nuestro punto débil», afirma Jesús Sanz Cornejo, el alcalde de esta localidad segoviana enclavada en uno de esos curiosos picos del mapa provincial que se introducen en la vecina Burgos en nombre del sentir de los vecinos. Y es que aunque todos la conocen como la carretera vieja, el proyecto que remonta su existencia décadas atrás, nunca llegó a ser realidad y no es más que un camino asfaltado lleno de baches pese a ser el principal acceso al pueblo.
El tráfico de coches, camiones y tractores que acuden a los viñedos de esta localidad enclavada en la Denominación de Origen Ribera del Duero es constante y por eso urgen el arreglo de los poco más de cinco kilómetros de trazado.
Viñedos
Aunque ya no hay tantos como antaño, los viñedos sustentan una parte importante de la economía local, que desde hace algo más de un año cuenta además con la primera bodega de esta denominación vitivinícola de calidad enclavada en la provincia de Segovia. Aún es pronto, pero su apertura ya se deja notar en Aldehorno, que pasea su nombre en las botellas.
Lo que no ha conseguido es asentar más gente en el municipio. Aunque en los últimos años la población se mantiene relativamente estable por encima del medio centenar de habitantes, «no hay expectativas de crecimiento», lamenta Jesús Sanz. «La mayoría son mayores, y si no se renueva...», explica el regidor de este municipio que, pese a sus pocos habitantes, aún tiene un par de niños en el padrón, aunque sin esperanzas de que más pequeños se sumen a la vida cotidiana del pueblo.
Actuaciones
Entre las actuaciones del Ayuntamiento figura la eliminación de ruinas en el casco urbano para poder ofertar algún solar para la construcción de viviendas, aunque sea de segunda residencia, porque las posibilidades de que lleguen nuevos vecinos están casi descartadas.
Encauzar el arroyo de los Navares a su paso por el casco urbano, continuar mejorando el asfaltado de las calles y terminar de renovar la red de abastecimiento a la que tantos esfuerzos dedicaron años atrás para remediar las continuas fugas y acabar con los problemas de agua gracias también a un nuevo depósito y perforación son otros de los proyectos en los que trabaja el Ayuntamiento.
Además, trata de conseguir financiación para rehabilitar la iglesia de San Pedro Advíncula, en cuyas proximidades en breve se añadirá un atractivo más. Se trata de la escultura de homenaje a las mujeres rurales en piedra que está tallando Luis Haro de Pablo, un escultor que pasó parte de su infancia en el municipio y con su trabajo pondrá un punto más de atención en el parque junto a la iglesia de Aldehorno.

Denominación de esperanza

Su pertenencia a la Ribera del Duero y el vino pueden contribuir a asentar población

MÓNICA RICO | SEGOVIA

Fachada de la iglesia, de estilo barroco. :: MÓNICA RICO

A pesar de ser uno de los municipios de menos de cien habitantes con más vida en su entorno, Aldehorno es una de esas localidades en la que el sonido del claxon por las mañanas anuncia la llegada de los alimentos básicos al municipio. Panaderos, pescaderos o fruteros recorren durante la semana las calles del pueblo ofreciendo alimento y a su vez un servicio que siempre es bien recibido por los vecinos.

La lejanía del municipio a la capital (más de un centenar de kilómetros los separan) se suple con su cercanía a la provincia de Burgos, de cuyos servicios se nutren la mayoría de los vecinos. De hecho, su adscripción sanitaria desde hace años se encuentra ligada a uno de los centros sanitarios de la localidad de Aranda de Duero, donde además de estas prestaciones reciben otras en distintas materias, como la educativa o incluso la social.

Esta cercanía a las localidades regadas por el río Duero ha conseguido también que Aldehorno sea uno de los cuatro pueblos de la provincia de Segovia cuyas tierras y vides pertenecen a la Denominación de Origen Ribera del Duero, lo que también ha conseguido un pequeño asentamiento poblacional, a pesar de que el crecimiento continúa la tendencia negativa de los pequeños municipios de toda la provincia.

Sin embargo, las expectativas quedan abiertas gracias a la puesta en marcha, hace tan sólo unos años, de una gran bodega con la Denominación de Origen Ribera del Duero. Una explotación cercana a las 30 hectáreas y una marca propia de vinos que comercializan también fuera de nuestras fronteras, llevan el nombre de Aldehorno por todos los puntos de la geografía nacional e internacional, a pesar de que los viñedos de la empresa no sólo se sitúan en el término municipal de la localidad, sino también en otras cercanas. 80.00 litros de rico caldo se distribuyen desde esta pequeña localidad segoviana, de menos de un centenar de habitantes.

Pero no son sólo estas hectáreas las dedicadas a la uva en la localidad, sino que de todo el municipio se dedica buena parte de su extensión al cultivo de la vid, especialmente con la uva tempranillo o tinta del país.

Y tampoco es sólo en esta bodega en la que se elaboran los buenos caldos tintos de la zona, sino que son muchos otros los lugares del término donde aún se ejecuta la manera tradicional de la elaboración. No es difícil encontrar un lagar en las bodegas que llenan parte de los alrededores de Aldehorno, aunque más fácil es encontrar una de estas convertida en merendero.

Lugar de unión

Son muchos quienes aprovechan las bajas temperaturas que se encuentran en estas excavaciones para disfrutar de las tardes calurosas del verano e incluso de las noches en las que el aire parece que no quiere aparecer por el municipio. Unas chuletas en la parrilla y un grupo de amigos son una buena baza para poner buena cara y disfrutar de dos de los productos típicos de la localidad: el cordero y el vino.

Porque cualquier fecha es buena para reunirse con la familia y los amigos y celebrar. Aunque de forma muy especial se celebran en el municipio las fiestas patronales, donde no puede faltar el vino, pero tampoco los bailes tradicionales ante los santos en las procesiones o la música durante las noches.
Tradiciones que se suceden durante las fiestas de San Pedro Advíncula, conocido popularmente como San Pedrillo o la Inmaculada Concepción.

Aunque en estas últimas se congrega un buen número de vecinos, aprovechando que la festividad suele coincidir con un 'puente' nacional, son las primeras las que mayor cantidad de público acogen. Los hijos del pueblo regresan y los familiares y las cuadrillas de amigos vuelven a disfrutar de Aldehorno, de sus actividades y de su naturaleza.

No en vano hace tan sólo unos meses se llevó a cabo una nueva plantación de árboles en espera de que muchos los vean crecer.