La ocasión la pintan calva
Villodrigo alberga nuevosproyectos de creación de empleo que aseguran su futuro inmediato
Texto y fotografía de Soraya de las Sías.
Son algo más que un chascarrillo gracioso que un día brindó una mente ingeniosa. Los refranes beben de la sabiduría popular, son espejos de la sociedad que captan el reflejo de las costumbres y los modos de vida que han caracterizado al hombre en su devenir, que se presentan como un compendio de filosofía y conducta social.
Para algunos son el mejor consejo, el más manido y recurrido, la frase con la que avisan de las posibles ventajas o consecuencias de esta o aquella actitud. Además, no caducan con el tiempo, pues en más de una ocasión hunden sus raíces en la cultura clásica, en el mundo de las divinidades y las leyendas mitológicas, de los misterios y hazañas que envolvían a sus personajes y de los que se sacaba una recomendación moral, cual moraleja de una fábula.
Son muchos los relatos de los dioses que con el tiempo se quedaron en un dicho. En el caso que hoy nos ocupa, el más oportuno y ocurrente es el de la diosa Ocasión, que los romanos representaban siempre calva. De ahí surgió el refrán que hoy se conoce, que viene a decir que la ocasión propicia no tiene pelos por donde asirla y es necesario ser diligentes para no dejar escapar las ventajas que ofrece la buena coyuntura.
Porque hay que aprovechar toda oportunidad favorable que se presente. Al menos es lo que piensan algunos vecinos de Villodrigo, que han sacado utilidad y rentabilidad a las características de la localidad para lanzarla adelante e impedir que se quedara como un pueblo más que engorde la triste lista de la despoblación.
Y es que a medio camino entre Palencia y Burgos, el nudo de comunicaciones e infraestructuras, con la autovía A-62 como referente, ha hecho que Villodrigo no solo sea un lugar de paso, con tráfico y movimiento, sino un enclave perfecto donde asentar nuevas empresas. No en vano, con un censo municipal de 126 habitantes, la localidad cuenta con dos gasolineras, tres restaurantes, un hotel, un hostal, tres talleres, una fábrica de pan y una seleccionadora de grano. «A ellas se han sumado una casa rural, una fábrica de piensos que ya está pensando en la ampliación de las instalaciones y una serrería de piedra artesanal», explica el alcalde, Javier Alberto Ballobar, que apunta que esto está contribuyendo a la creación de empleo, «tanto para la gente del pueblo como para los inmigrantes que llegan, marroquíes, rumanos y ecuatorianos que se están integrando a la perfección».
La agricultura también tiene un hueco en Villodrigo, donde a los cultivos tradicionales se suma la plantación de trufas de Alfredo Sendino, que vio en este preciado tubérculo una alternativa más para el campo. «Su crecimiento es más lento, pero requiere menos trabajo que otro cultivo de regadío, y además cuenta con una subvención de la Junta. Una salida diferente», explica Sendino.
Porque hay que saber aprovechar sin dilaciones ni remilgos toda oportunidad y ocasión favorable, aunque sea por los pelos, no sea que la próxima vez la pinten calva.
Las antiguas escuelas se reconvertirán en centro sociocultural
S.S./PALENCIA
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Antiguas escuelas, ubicadas junto al campo de fútbol. |
Después de haber finalizado la obra del acondicionamiento de la Plaza Mayor, el Ayuntamiento de Villodrigo tiene en mente varios proyectos de mejora en el casco urbano, como la pavimentación de algunas calles del extrarradio, donde se están levantando casas nuevas, o la rehabilitación de las antiguas escuelas, ubicadas junto al campo de fútbol, frente al antiguo molino, que ahora se encuentra en lamentable estado de conservación.
El edificio se rehabilitará gracias a la cofinanciación de Adri Cerrato Palentino, grupo de acción local que gestiona fondos Leader y Proder, y se destinará como nuevo centro sociocultural, como sede de la asociación La Rinconada. Este colectivo, presidido por Martín Díez Porres -concejal del PP en el Ayuntamiento-, organiza numerosas actividades que sirven para animar las vacaciones estivales de los numerosos niños y jóvenes que llegan a la localidad cerrateña en los meses de verano.
Es el caso de la ludoteca infantil que la asociación ha organizado durante el mes de agosto con la colaboración del Ayuntamiento. Más de una veintena de niños con edades comprendidas entre los 3 y los 11 años han participado en cursillos, en clases de repaso, en manualidades o excursiones por el campo. «Ha sido una excelente iniciativa, que ha funcionado muy bien además. Han participado pequeños de Villodrigo y de otros pueblos limítrofes, que esperemos que puedan seguir participando en años sucesivos», apunta el alcalde, Javier Alberto Ballobar.
Por otro lado, La Rinconada también promueve a lo largo del año cursillos de manualidades, grupos de teatro, disfraces o reuniones vecinales, que próximamente tendrán en las antiguas escuelas su nueva sede.
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