Tabanera de Cerrato

Dos cines y un par de salones de baile

Tabanera de Cerrato reclama, junto a otros municipios, mayor cobertura para los teléfonos móviles

Texto y fotografía de José Luis de Román González

La iglesia de San Esteban sobresale entre los tejados de las casas de Tabanera de Cerrato.

Había dos cines en Tabanera de Cerrato. Y también un par de salones de baile. 120 alumnos en las escuelas, cuatro maestros, veterinario, médico, dos herreros, dos carreteros, ebanista y nueve pastores. En 1950 llegó a tener casi 700 habitantes.

De todo ello habla con orgullo y cierta nostalgia Aurelio González, alcalde de la localidad. Ahora, las escuelas aguardan a ser convertidas en un museo etnográfico en el que recoger parte de la historia de este pueblo de tradición agrícola y ganadera, y que hoy se mueve por estar al día en esas tecnologías que permiten un poco más de comodidad y acceso a las comunicaciones, como es el caso de internet o de la telefonía móvil.

Tanto Tabanera como otros municipios de la zona hace tiempo que tienen solicitada la instalación de antenas que ofrezcan una mejor cobertura a los teléfonos móviles, que forman cada vez más parte de la vida cotidiana en el medio rural. Por otro lado, y en lo que a la señal televisiva se refiere, Tabanera ya cuenta con el compromiso de que le será instalado en las cercanías un repetidor.

Todo ello sin descuidar el ámbito principal en el que se mueve esta localidad, y que no es otro que el de la agricultura. El ayuntamiento ha gestionado, por ejemplo, la instalación de una báscula nueva para pesar el grano, y por otro lado reivindica que sean retirados los envases vacíos y las latas de herbicidas, para los que hace tiempo se les concedió la instalación de un contenedor. «Pero no sirve de nada el contenedor si no tenemos a nadie que nos lo recoja», explica Aurelio González.

Al margen de la agricultura, Tabanera cuenta con uno de los talleres de herrería más importantes de la zona.

En cuanto a los proyectos que se han llevado a cabo en estos dos años, figuran el asfaltado de varias calles y la terminación de la red de abastecimiento de agua.

Detalles

Como esas bodegas a ras de calle, en el mismo casco urbano, con su tejado de tierra y su puerta de madera calada, o el antiguo edificio de la Cámara Agraria, aislado en medio del pueblo, transformado en una vivienda más. Detalles como esa cuerda de tender la ropa clavada a la pared en los atrases de la iglesia con las prendas aireándose al viento de la tarde, mezclando sus colores con los de la piedra.

Tabanera tenía dos cines, y un par de salones de baile.

Con los brazos abiertos

Tabanera despide las fiestas de la Virgen de los Remedios con un gran éxito de colaboración

Texto y fotografía de Soraya de las Sías.

« El teléfono marcado no se encuentra disponible en este momento, está apagado o fuera de cobertura». El comentario de la operadora es prácticamente el mismo para todos los usuarios que quieren ponerse en contacto con familiares, amigos o vecinos de Tabanera de Cerrato.

La falta de cobertura para los teléfonos móviles es una de las principales protestas y quejas de los vecinos de esta localidad, que han solicitado en reiteradas ocasiones la instalación de antenas con la esperanza de poner fin a esta situación precaria. «La propia orografía de la zona, con cerros y valles, complica mucho la instalación de una antena. Sin embargo, ha habido una compañía que, en un principio, nos ha asegurado que sí que lo puede hacer, y nos hemos comprometido a cederles terrenos municipales para que la instalen y se acabe así con el aislamiento», señala el alcalde, Aurelio González Martínez.

No es ésta la única demanda vinculada a las comunicaciones que mantiene ocupados a los habitantes, puesto que también han pedido el arreglo de la carretera que les une a Valdecañas y Baltanás. «Esta infraestructura está muy deteriorada, y cualquier día nos puede dar un susto. Lo prioritario es arreglar el firme, pero si nos conceden un presupuesto global mayor, habrá que pensar en una obra más compleja, con la eliminación de algunas curvas y el ensanche de la calzada», agrega el regidor de Tabanera.

Teléfonos y carreteras son en la actualidad las principales reclamaciones que mantienen ocupados a los tabaneros, que estos últimos días han decidido darse un respiro y celebrar tranquilamente y sin preocupaciones las fiestas patronales de la Virgen de los Remedios.

Antaño los festejos eran en honor a San Esteban, el 3 de agosto, pero muchos agricultores estaban aún inmersos en los trabajos de la recolección y cosecha del cereal, por lo que la fiesta se trasladó al 8 de septiembre, en honor a la Virgen de los Remedios.
En este caso, pasaba lo mismo, por lo que las celebraciones se dejaron para finales de mes, los días 24 y 25. Entonces, el inconveniente no era el trabajo, sino el tiempo, pues el sol y el calor no estaban del todo garantizados.

Las fechas de las fiestas

Al final, se decidió, casi como última alternativa, que la cita festiva fuera el último domingo de agosto. «Sin embargo, las fiestas de Valladolid y de Palencia se adelantan cada vez más y llevamos unos años que lo celebramos el penúltimo domingo, con el objetivo de reunir a más gente», matiza González Martínez, que bromea con estos continuos cambios, « que al final parece que no sabemos cuando es la fiesta».

Estos vaivenes en el calendario no parecen, en cambio, haber afectado a las fiestas, donde reina un magnífico ambiente entre los vecinos. Nada mejor que acudir a Tabanera esos días para comprobar con qué fervor sacan en procesión y danzan a la Virgen de los Remedios, con qué empeño organizan cada juego tradicional y merienda popular y con qué entusiasmo y familiaridad acogen al forastero.

Debe ser el aire cerrateño, quizás el vino de la bodega y las reuniones en el merendero, lo que les hace tan acogedores y extrovertidos a los tabaneros, que siempre reciben al de fuera con los brazos abiertos.

Artífices del juego

Los juegos populares y las partidas de cartas son uno de los atractivos del verano en Tabanera

Texto y fotografía de Soraya de las Sías.

Julepe. Dícese del juego de naipes en el que se pone un fondo económico y se señala triunfo volviendo una carta, después de repartir tres a cada jugador. Por cada baza ganadora se gana la tercera parte del fondo y quien no hace ninguna queda obligado a reponer. Esta definición que ofrece el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua dista sustancialmente de la que utilizan los vecinos de Tabanera de Cerrato.

Las explicaciones son más sencillas. El fondo económico es ni más ni menos que unos céntimos de euro. La baza ganadora se convierte en la carcajada del jugador por arañar unas perrillas al compañero, y el gesto de rabia del que le toca 'soltar la gallina' de nuevo es el motivo para retomar la partida al día siguiente.

Y es que los naipes son uno de los atractivos que los vecinos e hijos del pueblo que regresan por vacaciones han tenido este verano tan revuelto, meteorológicamente hablando. La afición a las cartas ha sido tal que en el mapa del casco urbano se han pintado a diario cinco o seis corrillos de mujeres, con sus mesas y sus sillas, con sus tapetes dispuestos, con sus sanas riñas y piques a cuenta del tute, la brisca, el mus o el antes mencionado julepe.

Cuando no llovía, hacía frío, y se reducía el apetito y las ganas para salir a dar un paseo. «Entre ellas se han guisado el tema. Han organizado sus partidas por grupos en la calle, en los portales o patios de las casas, e incluso en el propio teleclub», explica el alcalde, Aurelio González Martínez, quien explica que los populares y tradicionales, 'los de toda la vida', han sido los otros juegos que han conseguido adeptos en las pasadas fiestas patronales de Nuestra Señora de los Remedios, celebradas los días 18, 19 y 20. «Ellos a la tuta, y ellas a los bolos. No ha faltado gente ni buen espectáculo y alegría», destaca el regidor.

El éxito de estas convocatorias se ha conseguido en buena parte a la implicación y la colaboración de los vecinos. «Son los días grandes, cuando más gente hay en el pueblo y hay que saberlos aprovechar. La fiesta se ha trasladado varias veces en el calendario para conseguir esta afluencia de público y, al parecer, hemos dado con la fecha acertada: el penúltimo fin de semana de agosto», confiesa González Martínez.

El buen ambiente ha reinado en las actividades que se habían incluido en el programa, desde las danzas y la procesión en honor a la Virgen de los Remedios hasta las atracciones infantiles, la merienda popular o las verbenas. Esto -dice el alcalde- les confiere a todos los tabaneros el honor de contar con el título de artífices del buen juego y de la diversión, además de buenos huéspedes, que acogen al de fuera con ilusión.

Como muestra, el Ayuntamiento incluye en el presupuesto de los festejos una cantidad razonable para comprar un detalle y pequeño obsequio a todos los asistentes, para que tengan un recuerdo del rato agradable que pasó en Tabanera. Un año fue una tetera, otro un pañuelo, y éste una vela. Un gesto que vale y que cuenta. Un gesto que al final crea afición, se deja querer y si falta ya no es lo mismo. Igual que con las cartas.