Datos
Población 2009 (INE): 93 habitantes.
Superficie: 20,84 kilómetros cuadrados.
Comarca: Boedo-Ojeda.
Actividad económica: Agricultura y ganadería.
Fiestas: La Cruz (3 de mayo). San Hipólito el Real (13 de agosto).
Patrimonio: Iglesia de San Hipólito, con una esbelta torre de estilo renacentista. Tras una rehabilitación integral hace algo más de dos años, se han acabado los problemas de estructura de columnas y pilares. Coro, órgano barro, púlpito góticomudéjar, pila bautismal y retablos. Museo etnográfico, en la capilla de la iglesia del Hospital de Peregrinos. Aperos de labranza y una zona dedicada a la escuela rural de principios de siglo, con varios objetos de ese momento.
Cómo llegar: Situado a 28 kilómetros de la capital, se llega por la A-67 hasta Piña de Campos. Desde allí, acceder por la carretera provincial PP-4301.
La linealidad actual de la Ruta Jacobea ha hecho que pequeñas localidades como la que nos ocupa queden apartadas de lo que se viene a llamar “Vía principal”, esto hace que la gran mayoría de peregrinos pase a cuatro kilómetros de Támara ignorando la importancia de la Villa que dejan a su izquierda al llegar a Boadilla del Camino o igualmente cercana también a Frómista, municipio al que nos une una recta de 7 Km. No estamos hablando de citar la localidad como digna de visitar, sino como parte integrante del Camino Histórico a Santiago. No hace falta modificar itinerarios que seguramente el peregrino-olímpico, aquel que busca llegar cuanto antes, que se vanagloria de que “hoy he hecho 50 Km. Andando, o 120 en bicicleta”, no variará su carrera por nada ni por nadie, pero ese otro peregrino, el que busca el silencio, el paso de la Historia, la armonía de las piedras, el Camino de Santiago también en su interior..., ese seguramente sacará tiempo para contemplar y quedará agradecido a quién le facilitó el dato que le llevó a Támara de Campos.
Constan documentos en los archivos parroquiales y municipales que unen ya los destinos de Támara con los del Camino Francés a Santiago desde 1516, años en el cual se recibe en la Villa la visita pastoral del Obispo de Palencia, que manda no atender más peregrinos en los hospitales locales que aquellos... “extranxeros que acrediten su condición y no se les hospede por más de dos días si no es con otra necesidad, siendo Camino conforme a la Ley del Reino”.... También la obra de D. Luis Vázquez de Parga, cita ya el alojamiento de Sancho IV de Castilla en 1286 en el hospital de peregrinos de San Juan de Jerusalén, durante su peregrinación a Santiago, hospital este que ya se conoce en tiempos de Alfonso VII.
La economía se basa en la agricultura y ganadería, contando también con una pequeña industria artesanal de queso castellano. En el año 1037, en el que las huestes de los monarcas de León y Castilla, a la sazón Vermudo III y Fernando I respectivamente, se enfrentan en estos campos de Támara, en la entonces comarca fronteriza, siempre en disputa, entre los ríos Cea y Pisuerga, que hoy es la provincia palentina. Tras esta cruenta batalla en la que el rey leonés pierde su mesnada, su caballo Pelayuelo, su reino y su vida... frente a tropas castellanas y navarras, surge la primera unión de los antiguos reinos de León y Castilla tras la Paz de Támara de 1039 que hace hermanos a castellanos y leoneses, cuna, germen y base histórica de la actual Comunidad Autónoma de Castilla y León, e inicio de la fase de uniones que desembocará, tras el matrimonio de Isabel y Fernando, en el origen del Estado Español.
Estos hechos dotan a Támara de privilegios reales, bulas papales y todo tipo de parabienes, que la convierten en una Villa próspera y fuerte que incluso figura como tal en los archivos en Frómista, donde consta que con motivo de la llegada a esa localidad de una pequeña tropa comunera a aprovisionarse de viandas y levas de hombres para la batalla contra el emperador Carlos V, estos se niegan e incluso amenazan con solicitar ayuda de la fortificada Támara para si es preciso mantener su negativa por las armas.
Tras la mecanización del campo y la demanda industrial de las ciudades, son muchos los hijos del pueblo que abandonan la Villa en busca de mejores condiciones laborales. El proceso se acentúa entre los años 50 y 70 de nuestro siglo; pero hoy comienza el fenómeno contrario: se vuelve a los orígenes, se restauran los entornos con ayuda de las Instituciones Autonómica, Provincial y Municipal, se arreglan las viejas casas familiares, se recuperan tradiciones como el Auto de los Reyes Magos, la danza del peloteo, el trenzado del árbol, etc.... y todo cobra una luz nueva para intentar transmitirlo a las generaciones venideras en mejor estado, aún si cabe, de lo que lo recibimos de nuestros mayores.
Como lugares de interés destacan:
Ermita de la Virgen de Rombrada: se desconoce exactamente su fecha de construcción, no obstante su planta entre visigótica y románica y la tradición inmemorial de Nuestra Señora de Rombrada como patrona de Támara hacen pensar que no sería descabellado que este edificio fuese lo más antiguo de la localidad. Las crónicas religiosas de 1502 ya hablan de la tradición Mariana en la Ermita desde tiempos de las incursiones musulmanas.
Casco urbano, cerrado y de trazado medieval, con su plaza porticada en el centro y lo más alto de la Villa, dominando el paisaje de Tierra de Campos y la Ruta Jacobea hacia Frómista y Carrión de los Condes.
Las murallas del siglo XI por cuya puerta del arco aún se entra al pueblo.
La Glorieta, lugar de las antiguas reuniones del Concejo, se compone de un círculo de piedra con otra más alta en el centro, alrededor olmos centenarios dan un aspecto druídico al lugar. Recientemente restaurado adosando un merendero al aire libre con mesas, bancos y parrilla de piedra, junto a juegos infantiles. Remata la escena una pequeña fuente del siglo XVIII con su arroyuelo empedrado, que invita a pasar una tarde apacible de merienda y reposo.
La Iglesia-Castillo (siglo XII) de los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén, dueños de la zona alta del pueblo, hoy ubicación del Ayuntamiento, donde poseían su gran hospital de peregrinos y desde donde se divisaba toda la longitud del Camino a su paso por estas tierras. En la actualidad la Asociación Cultural trata de buscar financiación para adecuar este espacio como Museo Etnográfico local y evitar su deterioro dándole un uso digno.
La Iglesia de San Miguel (siglo XIII), antiguo templo románico del Monasterio Benedictino que había en la Villa.
Las casas blasonadas, fachadas de aparato, arcos de herradura en las puertas y antiguo convento, hoy casa solariega.
La Iglesia catedralicia de San Hipólito El Real, (siglos XIV-XVI), indudablemente el mayor monumento de la Villa. Obra de transición gótico-renacentista y rematada con una imponente torre de la Escuela de Juan de Herrera, construida tras desplomarse la primitiva. Describir este templo nos llevaría trabajo para una tesis doctoral, baste con decir que sólo él justifica la visita aTámara con su pila bautismal gótica, retablos, relieves, rejerías, sillerías, órgano ibérico con su peculiar ubicación, donde se dan excelentes conciertos, vidrieras y en fin... la grandiosidad de la obra en su conjunto, que tal vez sea el mayor templo de la provincia tras la Catedral de Palencia, no dejarán a nadie indiferente.
Hijo de Támara es el escritor, poeta y fundador de la Sociedad General de Autores de España, D. Sinesio Delgado, como así consta en la placa colocada en la fachada de su casa que aún se conserva en la localidad.
IMPRESCINDIBLE
Ayuntamiento: El Castillo, s/n.
Tfno. y fax: 979 810 259
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