Biblioteca virtual
Villamediana estrena un cederrón de su historia, folclore y tradiciones, gracias a la investigación delprofesor Ángel Valle y la colaboración de los vecinos
Texto y fotografía de José Luis de Román González.
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Ángel Valle, primeropor la izquierda, conversa con varios vecinos enel paseo de villamediana. |
El pasado fin de semana, con motivo de las fiestas de San Francisco de Jesús, se presentó en Villamediana un cederrón interactivo en el que se recoge la historia de la localidad, su arquitectura civil y religiosa, las costumbres y tradiciones de antaño y las anécdotas y curiosidades de sus gentes. Ilustrado con gráficos e imágenes, la obra divulgativa se presenta como un compendio de historia, cultura y saber del pasado.
El proyecto se remonta décadas atrás, cuando Ángel Valle -profesor de Educación Primaria en el colegio Ponce de León de Valladolid- inicia su labor de investigación sobre Villamediana, pueblo natal de su esposa. Se puede decir incluso que todo comienza con su afición a la fotografía, con sus salidas al campo, con el contacto con el paisaje cerrateño, del que se confiesa enamorado, con la búsqueda a través del objetivo de la cámara de todo aquello que le llamaba la atención, y con las rutas diseñadas por él mismo para conocer los atractivos de la comarca.
De forma paralela sacia su hambre cultural con una ingente labor de documentación, inmiscuyéndose en libros antiguos, buscando recortes de prensa y todo tipo de informaciones que le pudieran deparar un conocimiento más profundo de la trayectoria y devenir históricos de Villamediana. «Así acumulé una maraña de papeles que tuve que ordenar y clasificar para determinar cuáles podrían ser las líneas de investigación futuras», explica Valle, mientras matiza que así averiguó que la localidad había contado con el apoyo de un benefactor, Santos Cuadrados, a quien se dedicó una calle. «Son algunas de las curiosidades de las que me enteré, que además no están recopiladas en el cederrón. Hay otras que también me llamaron la atención, como los murales que hay pintados en dos casas y que pueden decirnos algo más del pasado relevante del pueblo», dice.
Por otro lado, profundizó en la leyenda del Conde de Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, haciéndose eco de su obra poética, de los detalles oscuros que rodearon su muerte, e incluso de la evolución del título nobiliario. «Pasó por cuatro familias más hasta llegar a la actualidad. Acudiendo a los registros nobiliarios, he averiguado que Pedro de Alcaraz y Narváez es la persona que ostenta este título ahora. He intentado ponerme en contacto con él, pero ha sido imposible», señala.
También recoge el cederrón otras curiosidades de la localidad, como la temporada en la que el escritor Bernardo Atxaga vivió en Villamediana para escribir su libro 'Obabakoak' -Premio Nacional de Narrativa en 1989-. «Su estancia queda reflejada bajo el título 'Nueve palabras' en honor a Villamediana, en el que hace una descripción medio real, medio fantástica, de las personas con las que convivió», manifiesta Valle.
Además de estos apuntes, la nueva biblioteca virtual tiene un álbum de fotografías antiguas y vídeos para explicar mejor las tradiciones, como la de los danzantes que bailaban en la fiesta. «El año pasado se hizo una presentación de todo el material que había recopilado Ángel, y a partir de ahí muchos vecinos decidieron colaborar aportando fotos y datos que podían hacer aún más completo este gran trabajo», apunta el alcalde, Luis Felipe García, mientras explica que se han editado mil copias del cederrón.
Ahora, además de continuar con la labor de investigación para dejar sentadas las bases del pasado a las nuevas generaciones, lo único que queda pendiente de organizar es una lectura conjunta de este libro virtual, «para enseñar a las personas mayores a leerlo en la pantalla del ordenador a través del menú interactivo», concluye el regidor.
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S.S./PALENCIA
Aunque se espera que dentro de poco la imagen de la iglesia parroquial de San Juan Bautista esté cubierta de andamios, los vecinos de Valdeolmillos verán la estampa como un motivo de alegría y de esperanza, pues por fin habrán conseguido que el templo, declarado bien de interés cultural, reciba la merecida y tan ansiada atención de los técnicos y expertos en conservación del patrimonio.
Gracias a una subvención de 30.000 euros concedida desde la Junta de Castilla y León, se va a reparar la cubierta del templo con el fin de eliminar las goteras y solucionar algunos de los problemas de humedad que padece en su estructura interior, además de sujetar la espadaña, cuyas grietas han hecho temer a los vecinos que el día menos pensado se viniera abajo.
Estos trabajos son un importante punto de partida para la rehabilitación de la iglesia parroquial, pero no serán suficientes, puesto que el principal mal del templo es la enfermedad que padecen sus piedras, que las hace desaparecer literalmente, que las disuelve ante el aire que sopla y silba en la atalaya en la que se levantó, allá por los albores del siglo XII.
«La cubierta es algo fundamental que hay que arreglar, igual que la espadaña, pero confío en que los técnicos que supervisen las obras comprueben realmente que el templo necesita otras muchas atenciones y reparaciones, especialmente en la piedra, que requiere un tratamiento especial para evitar su erosión», agrega el regidor.
Mientras esperan la llegada de los andamios que cubra la fachada, saben que en su interior se esconden importantes joyas y reliquias, para las que un día también habrá mimos y cuidados.
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