Fraguando vanguardias
Emeterio Santos y José Luis Tarilonte regentan un taller de forja artística en Acera de la Vega
Texto y Fotografía de Soraya de las Sías.
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Un joven suelda en el taller de Acera una puerta de forja. / S. SÍAS |
El término municipal tiene una peculiar distribución, un tanto irregular. Mientras Villota y San Andrés de la Regla se instalan en el páramo saldañés, en el límite con la provincia de León, Acera y Villosilla se instalan en la vega, próximas al río Carrión, manteniendo una cierta distancia geográfica con la cabecera del Ayuntamiento. Esta circunstancia hace que unos y otros, aunque mantengan buena relación y conexión, luchen por arrastrar para sí las mejores obras e iniciativas de mejora para sus habitantes.
Durante años hubo quien dijo que en esta especie de ‘pugna’ el gran beneficiado había sido San Andrés de la Regla por ser el lugar de residencia del alcalde. Tras las pasadas elecciones municipales, dirán otros, que el turno de la suerte le corresponde ahora a Acera de la Vega, el pueblo natal del nuevo regidor: Inocencio Miguel Macho.
En cualquier caso, y sin entrar en discusiones ni rifirrafes, es obligado señalar que durante algún tiempo esta localidad se ha distinguido por tirar del carro en cierto avances. Antaño a través de la central eléctrica y el salto hidrológico del canal de enfriamiento de las aguas procedentes de la central térmica de Velilla. Hoy en día, con otros servicios, como el repetidor de Televisión Digital Terrestre, que asegurará cobertura a los habitantes de los pueblos más cercanos ubicados en un radio de 12 kilómetros. «Es el primero de estas características que se instala en el medio rural de la provincia, después del que ya existe en Villamuriel para dar servicio a la capital y a su alfoz. De alguna manera, también somos pioneros», destaca Inocencio.
La innovación también afecta a otros sectores, como el de antiguos oficios renovados con la presencia del taller Tarilonte, que diseña puertas, verjas, balcones o cerramientos para edificios y fincas agrícolas.
Heredero de maestros herreros, Emérito Santos puso en marcha el negocio. Con el paso de los años se incorporó su yerno, José Luis Tarilonte. A medida que la venta del producto se expandía más allá de Palencia, por tierras de Zamora, Salamanca, Valladolid, Cantabria, País Vasco o Madrid, contrataron a otros trabajadores, conformando una empresa familiar, pero con gran proyección. «El medio rural puede acarrear inconvenientes, como la deficiencia de infraestructuras de comunicación. Sin embargo, tratamos de salvar estas carencias con un trabajo de calidad, artesano y vanguardista al mismo tiempo, con campañas promocionales en la ferias y exposiciones», explica José Luis, que se pregunta qué pasaría con los pueblos si todos los negocios se trasladaran a Saldaña o a la capital. «No se puede dejar morir los pueblos así».
Sus modelos son para exteriores, pero reconocen que la forja se está introduciendo cada día más en ambientes interiores. «Estamos con las nuevas tendencias, con los gustos de la juventud que quieren forja en escaleras y aramboles, en lavabos de pie que imitan a los de antes», detalla Emeterio,mientras enseña el muestrario de piezas que diseña el mismo.
Entre sus clientes más distinguidos, dos empresas vitivinícolas. Bodegas Cristóbal Lorenzo de Roa y el Real Sitio de Ventosilla. Par ellos han diseñado estilosos botelleros. Para ellos y para el resto trabajan desde Acera, fraguando en el taller nuevas vanguardias.
PATRIMONIO ARTÍSTICO
Visita a las cuatro iglesias y a las excavaciones de Valdecastro
S.S.
La iglesia de Villota, dedicada a San Pedro Ad Vincula, conserva en su interior una colección de cinco retablos barrocos con abundante imaginería. El templo de San Andrés, conserva un texto de un Auto de los Reyes Magos, buen ejemplo de las representaciones religiosas de finales del XVII. Tres retablos barrocos conforman el patrimonio de la iglesia de La Asunción de Villosilla, mientras que en la de Acera, ubicada en un alto dominando el caserío, llama la atención el altar mayor, con las tallas de los patrones: los santos Justo y Pastor. En este mismo pueblo, dentro del pago Valdecastro, se localizó hace años un hacha de talón con anillas fechada en la Edad de Bronce final.
LEYENDA
Por las tierras
Entre Acera y Villosilla existió un monasterio. A su cierre, la congregación religiosa dejó a Acera varios terrenos y a Villosilla, la talla del santo, de San Clemente. Cuenta la leyenda, que el santo se iba todas las noches desde Villosilla hasta Acera, porque era el lugar que él quería. Los vecinos cambiaron los donativos, conscientes de que quizás no era un milagro, sino el ansia de los de Villosilla por los terrenos del monasterio. / S. S.
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