Picatuesta incluida
Las mujeres de la Asociación de Jubilados repasan las fiestas que antaño se celebraban en Mantinos
Soraya de la Sías.
«Ya te traemos María lo que te hemos ofrecido, las velas y el ramillete, y el corazón para el niño». Son versos de las canciones que las mozas de Mantinos entonaban antaño, décadas atrás, el día de Nochebuena, antes de la misa del Gallo, cuando la costumbre obligaba a acudir a la iglesia y ofrecer a la Virgen un ramo adornado con rosquillas, cintas de colores, caramelos y velas. «El ramo permanecía toda la Navidad en el altar. El día de Reyes se rifaba y el dinero recaudado era para la Virgen. Era una fiesta muy emotiva que se ha perdido», señala Oliva Villacorta, vecina e integrante de la Asociación de Jubilados y Pensionistas Bienvenida, que cada tarde se reúne en la Cámara Agraria para jugar a las cartas o participar en algún taller de manualidades.
Mientras reparten las cartas sus compañeras de juego, Sagrario García y Carmen Francisco señalan que había otras tradiciones que los vecinos vivían con entusiasmo, como la picatuesta, cuando las familias se reunían en torno a la matanza del cerdo como una auténtica celebración. «Menudas fiestas que se hacían. Ahora solo nos queda el recuerdo, pues apenas se mata el cerdo, y el vecino que sigue haciéndolo lo organiza de forma privada en su casa, sin reunirse con los demás. Es diferente, más despegado», explica Carmen. Tampoco tiene nada que ver el día de las Águedas con la ceremonia que antes se promovía, cuando se nombraba mayordoma a la última joven que se había casado. «Entonces se podía celebrar porque había más gente, porque todos los años había más de una moza que se había desposado», apunta Concha León, que lamenta que el municipio no disponga de recursos laborales para la juventud, que emigra a Guardo y a la capital en busca de trabajo.
La despoblación está haciendo mella, aseguran todas. El pueblo va perdiendo vecinos, movimiento y actividad. «En el calendario festivo se nota. La fiesta de San Isidro tampoco es la misma. La procesión de ahora no tiene nada que ver con la que se programaba antes con los carros engalanados», apunta Concha, al mismo tiempo que reconoce que tampoco se mantienen otras costumbres más sacrificadas, «como cuando teníamos que ir a segar con la hoz o a lavar al río», agrega. Con la cabeza asienten y le dan la razón Severina Laso y su marido Silvino Gómez, que añaden otra historia curiosa, la protagonizada por su hija María Auxiliadora, religiosa de la Obra Misionera de Jesús y María que trabaja desde 1997 como misionera en Maputo, la capital de Mozambique.
Se muestran orgullosos de la labor humanitaria que su hija presta en África, pero reconocen que le echan en falta y que la situación crítica que se vive allí hace que siempre estén pendientes de las noticias. «Como cuando en el 2000 se produjeron aquellas terribles inundaciones. Fue espantoso, pero estuvo a salvo», aclara Severina, mientras muestra una fotografía en la que se aprecia a la reina Doña Sofía hablando con su hija durante la visita que los Reyes de España realizaron entonces a la capital mozambiqueña. «Menos mal que este verano regresa durante unos días», concluye Severina, entusiasmada con el regreso, y con el intercambio de relatos de un lado y del otro, incluido el de la picatuesta.
Atractivos Turísticos
PATRIMONIO HISTÓRICO
La iglesia de San Andrés alberga valiosas tallas de estilo barroco
El recorrido por el patrimonio en Mantinos ofrece como única parada la iglesia de San Andrés, un sencillo templo de piedra del siglo XVIII con una torre de planta cuadrada, en cuya cubierta hay varios nidos de cigüeñas. El edificio es de una sola nave dividida en tres tramos, cubiertos los dos primeros con bóvedas de cañón con lunetas, según especifican Abad y Helguera en su libro. En su interior, destacan dos esculturas: la de San Andrés, el patrón, en madera policromada, y la del Niño Jesús desnudo, que se conserva en la sacristía. Destaca el retablo mayor de estilo barroco, con columnas salomónicas que enmarcan la calle central y los laterales, y con abundantes adornos de pámpanos.
MEDIO AMBIENTE
Parque de La Cañadilla
Los vecinos de Villarrabé celebran las fiestas el 26 de junio en honor a San Pelayo, pero el calendario festivo del municipio continúa a lo largo del año. En San Llorente festejan a San Lorenzo el 10 de agosto, y los de Villambroz a Santa Inés, el 20 y 21 de agosto, a pesar de que la fiesta ha sido trasladada de fecha en varias ocasiones. Por último, los vecinos de San Martín celebran su fiesta el 11 de noviembre.
ASOCIACIONES
Manualidades y gimnasia
La asociación de jubilados y pensionistas Bienvenida funciona desde hace siete años y congrega en la actualidad a una treintena de socios. Durante la semana, sus integrantes participan en clases de gimnasia, en una charla religiosa y en un curso de manualidades, en el que han pintado garrafones y decorado tejas o espejos.
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