Bárcena de Campos

Enclave perfecto, encanto a flor de piel

La construcción de una residencia para mayorescon 120 plazas asegura el futuro en Bárcena de Campos

Texto y fotografía de José Luis de Román González.

Plaza de Bárcena de Campos desde el recinto que ocupara la fragua, hoy parque infantil.

Enclave perfecto. Perfeccionado. Donde el aura de Campos mezcla sus tonos con los de la Valdavia. Donde la calma es energía y el sosiego posee a flor de piel un especial encanto.

El trabajo y el buen hacer se dan la mano aquí, en Bárcena, para recrear los misterios que guardan por fuera y por dentro el agua, la piedra, las plantas...

El resultado es un conjunto de elementos en busca del equilibrio entre la naturaleza y lo urbano, hasta lograr un lugar envidiable para vivir, para descansar.

A los atractivos propios de esta localidad, repleta de zonas ajardinadas, se unen los de su entorno, regado por el Valdavia, cauce de suma importancia para la comarca.

En este sentido, la alcaldesa del pueblo, Encarnación Castrillo, junto a otros municipios, viene proponiendo la necesidad de embalses en la cabecera del río, en los arroyos Las Cuevas y Villafría, y la conveniencia de un colector que recoja la aguas residuales de la vega para su depuración en la desembocadura.

«Para los que vivimos en sitios con poca gente y sin industrias, que al menos podamos contar con agua en el río, y que baje limpia», opina Encarnación Castrillo, quien aboga por unos pueblos más ecológicos para sus habitantes y también como recurso turístico.

Turismo rural

Bárcena de Campos cuenta actualmente con un centro de turismo rural, La Abuela María, y la casa rural Los Volantes. Asimismo, una nueva casa pasará en breve a formar parte de la oferta de alojamientos en la localidad.

Con una economía basada en la agricultura, y apoyada en varias iniciativas turísticas, el futuro de Bárcena está a punto de asentarse sobre una base lo suficientemente sólida como para garantizar, cuando menos, el mantenimiento del pueblo a largo plazo.

Previsto está que en el próximo abril se abra la residencia para mayores que con 120 plazas se está terminando de construir en terrenos de lo que fuera monasterio de la Orden de los Basilios, cuyo convento ya fue recuperado por el ayuntamiento para ubicar en él un centro cultural.

La obra, realizada en consonancia con la identidad arquitectónica de este bello pueblo en un estilo marcadamente castellano, ha supuesto una importante inversión, llevada a cabo por un empresario con raíces maternas en Bárcena de Campos.

Parte de la esperanza para el futuro de este lugar se centran en efecto en la puesta en marcha de este centro residencial, que aparte de posibilitar puestos de trabajo, vendrá a cubrir una de las necesidades más importantes en todo el valle en lo que se refiere a la demanda de residencias de calidad.

Podría decirse que para un centro de este tipo las características de Bárcena lo convierten en enclave perfecto. Gracias al sosiego de un entorno cuidado con mimo que busca la perfección y posee un encanto a flor de piel.

Volver

Bárcena de Campos asegura su futuro con nuevas iniciativas generadoras de empleo

Soraya de las Sías / Bárcena de Campos

Varios albañiles trabajan en la reforma de una casa en Bárcena./S. de las Sías

El título elegido podría corresponder a un reportaje acerca de la última película de Pedro Almodóvar, en la que el director manchego se vale de la experiencia de la niñez en su tierra natal para contar una historia en la que el papel de sus protagonistas deja entrever un profundo análisis psicológico del difícil entramado que envuelve siempre las relaciones familiares. Pero no es el caso.
El título se debe al regreso a Bárcena de Campos de aquellas personas que buscan sus raíces en esta localidad de la comarca palentina de la Vega-Valdavia, y que, tras su reencuentro con los recuerdos, defienden un sentimiento de arraigo y pertenencia al pueblo donde pasaron y disfrutaron una gran parte de su infancia y juventud.

Una de esas personas es Juan Antonio de la Fuente Macho, que, a pesar de residir en Santander, ha pensado en Bárcena para poner en marcha varios proyectos. El primero es el hostal La Abuela María, que funciona desde hace meses. El segundo es la residencia para personas mayores Villa María, que está previsto que se abra al público antes de fin de año. «Mi madre era de Bárcena y siempre he tratado de mantener lazos de unión con esta localidad, de la que también eran mis bisabuelos maternos, los padres de mi abuela María, que se crió en Argentina. De ella conservo un grato recuerdo, y de ahí que los dos proyectos lleven su nombre. Es un justo homenaje a ella y a mis antepasados», señala De la Fuente.

Estas dos nuevas iniciativas generadoras de empleo, unidas a otras ya existentes en la localidad, como la casa rural Los Volantes o un establecimiento similar que se inaugurará próximamente, permiten pensar que el porvenir de Bárcena no es tan oscuro e incierto, a pesar de contar con apenas 62 habitantes censados en la actualidad. «Somos un pueblo muy pequeño en el que cada vez quedamos menos vecinos, pero también es verdad que aquí nadie se rinde y que se lucha constantemente por salir adelante con nuevas iniciativas, con nuevas expectativas», señala la alcaldesa, María Encarnación Castrillo Calle, que lanza un mensaje de optimismo de cara al futuro. «La situación dista de ser fácil y sencilla, pero Bárcena acoge proyectos que merecen la pena, que están dando vida y movimiento al pueblo, que están evitando que se muera», agrega Castrillo Calle.

Muestra de ello parece ser la reforma de varias casas dentro del casco urbano o incluso la construcción de otras nuevas, por no decir del esmero y el mimo con el que se atienden todos y cada uno de los rincones del pueblo, desde el antiguo convento, reconvertido en Casa de la Cultura, hasta los jardines que rodean la iglesia de Santiago Apóstol, la plaza de Fernando Álvarez de Miranda, la antigua fragua o el viejo lavadero. Todo con el objetivo de que ‘Volver’ no sea un título azaroso, sino el que los propios protagonistas de la nueva película de Bárcena han elegido para regresar y arrasar en las taquillas de ese cine del medio rural.

Piensa en verde

El Ayuntamiento, la asociación cultural y los vecinos colaboran en actividades de respeto al medio ambiente y en el cuidado de los jardines

Texto y Fotografía de Soraya de las Sías.

Zona de paseo que se ha habilitado en un antiguo basurero. / S. S.

Vuelve a leer el título. No es publicidad subliminal de ese producto derivado de la cebada. Seguro. No pretende ser en ningún momento uno de esos estímulos que por su brevedad no son percibidos y que, sin embargo, influyen en la conducta del consumidor. La combinación de las tres palabras no es azarosa ni casual. Otra vez seguro. Está intencionadamente provocada para llamar tu atención y resumir en una línea el espíritu de respeto al medio ambiente y cuidado de los recursos naturales que comparten todos los vecinos en Bárcena de Campos, una pequeña localidad enclavada en el límite de Tierra de Campos con la Valdavia.

Porque lo primero que le viene a la mente al visitante cuando ve el casco urbano tan curioso es que todos allí piensan en verde para mantener así de acicalados los numerosos jardines y así de limpias todas sus calles. Una labor y empeño que vienen de muchos años atrás –ya han sido premiados en dos ocasiones por la Diputación Provincial en el concurso de jardines– y en los que están implicados tanto el Ayuntamiento como los vecinos, según explica la alcaldesa, María Encarnación Castrillo Calle. «Gracias a un convenio con la Junta disponemos de una trabajadora durante tres meses para realizar estas tareas de mantenimiento. Pero el resto del año, la implicación de los vecinos es total. Son ellos los que eliminan las hojas secas, los que riegan, los que podan o los que barren las calles», agrega.

La estética no es lo único que les preocupa. Asegurar un legado y patrimonio natural vasto, rico y variado a las generaciones futuras, también. Por eso, el Ayuntamiento ha puesto en marcha proyectos de regeneración de espacios degradados, como es el caso de la nueva zona recreativa y de paseo que se ha habilitado en lo que antes era un mero basurero situado entre las eras y el río. «Era un vertedero en el que se acumulaban desperdicios de todo tipo. Ahora da gusto verlo, con una charca, con sus plantas autóctonas... », apunta la regidora.

El mismo compromiso parece mover también a los integrantes de la asociación cultural de Bárcena, que organiza visitas botánicas al monte para conocer plantas aromáticas y medicinales, y programa unas jornadas micológicas con gran aceptación entre los aficionados de la comarca. «Se organizaron el año pasado por primera vez. Salieron al monte a recoger setas, clasificaron más de 90 ejemplares diferentes en una exposición en el centro cultural, se impartieron varias charlas y se organizó una degustación. Fue un éxito de participación y de público. Editamos un cedé con los contenidos desarrollados para los participantes y socios, y este año repetimos experiencia», explica la presidenta, Lourdes Herrero. La cita micológica será el 10 de noviembre. Los que acudan tendrán la oportunidad de disfrutar del contacto directo con la naturaleza en el monte, de contemplar el acogedor casco urbano o incluso de reunirse en el bar para debatir sobre el futuro de los ecosistemas. Para pensar en verde. Tampoco es subliminal. Seguro.

Un enclave acogedor

Bárcena se encuentra en el confín de Campos y en el inicio de la comarca de la Valdavia

GONZALO ALCALDE CRESPO

A Bárcena, aunque se apellida de Campos, la riega ya el río Valdavia, por lo que cuando lleguemos allí podremos decir que estamos en el confín de la Tierra de Campos y en el inicio de ese alargado valle y casi comarca que es la Valdavia. Sus modelos de paisajes son una conjugación mixta entre la orografía plana y difusa de la Tierra de Campos y la ya vecina, ondulante y alomada de la Valdavia.

Agradable y acogedor 'lugar sobre la ribera' es esta villa, pues ese es el significado de su topónimo, y si se acercan a visitarla, verán que no miento. Paseando y recorriendo sus ordenadas y limpias calles, se disfruta de eso que nadie sabe definir, pero que todo el mundo conoce como 'regusto' a pueblo. Plazuelas ajardinadas, macetas de mil colores colgando de los balcones de las fachadas y el agua saltando cantarín en las fuentes y en el lavadero, lo que convierten a este pueblo en uno de los más atractivos de la provincia.

Bien claro se ve que los vecinos que lo habitan le cuidan con mimo y esmero, lo que me reconoce su veterana y entrañable alcaldesa, Encarnación Castrillo Calle, una mujer a la que no conocía personalmente, pero de la que me hablaban mucho -y siempre para bien- los fallecidos Maritina Calleja y Javier Cortes. Y con ella me fui a visitar su pueblo.

Por el camino, Encarnación me cuenta que el Ayuntamiento anda metido en varios proyectos: mejoras en la Casa Consistorial, obras en el colector y la recuperación del antiguo lagar del que fuera convento de los frailes Basilios, fundado en 1595 y conocido con el nombre de monasterio de Nuestra Señora de los Remedios, adscrito a la Orden de San Basilio Magno de Grottaferrata en Roma.

Usos culturales

Una buena parte del edificio ha sido rehabilitado -no sin esfuerzo y tesón- y destinado a usos de carácter cultural, pues en él se dan charlas, se hacen representaciones teatrales y hasta aloja una biblioteca. Todo ello sin haber perdido su carácter monumental, pues allí se mantienen los lucillos sepulcrales de sus fundadores y vestigios del que fuera su pequeño claustro, y eso que después de la invasión napoleónica el convento se abandonó, volviendo posteriormente algunos monjes a ocuparlo, aguantando en el lugar hasta la Desamortización de 1836.

Próxima a este convento se mantiene en pie la casa solariega y 'armada de escudos' de la familia La Madrid y Mendoza de la Vega, donde nacería en 1825 la primera marquesa de la Valdavia, Josefa de La Madrid y Cosío.

Así que sigo paseando por Bárcena con Encarna, pues ya nos hemos cogido confianza, y me informa de que en el pueblo hay dos bares, un establecimiento de alojamiento rural y una residencia privada de la tercera edad para noventa personas. Después, nos vamos a visitar la iglesia parroquial, que está dedicada al Apóstol Santiago. Del templo sobresale su portada renacentista, fechada en 1551, donde puede verse un clásico Santiago 'Matamoros' y todos los símbolos propios de los peregrinos. Su interior se estructura en una sola nave, que está cubierta de bóveda de aristas y combados en el presbiterio. Tres retablos de los siglos XVI y XVII conforman su patrimonio artístico, destacando el mayor y el del Evangelio, así como otro más pequeño a la entrada donde se entroniza la imagen románica sedente (siglo XIII) de la Virgen de la Esperina, que se cree perteneció a la iglesia de un antiguo despoblado, y que en el año 1988 fue robada y después, hace unos años, recuperada y devuelta al pueblo.