Artistas, escritores, eclesiásticos y filántropos
El tamaño de la Plaza Mayor de Villada da idea de la importancia que tuvieron los mercados
GONZALO ALCALDE CRESPO | VILLADA
Hace menos de un mes que el anterior alcalde de Villada, Julián González Corrales -hermano del actual- me había invitado a la celebrada y reconocida fiesta anual de la matanza de Villada, de la que esta villa fue pionera cuando casi ya se había perdido en muchos lugares que ahora la han vuelto a recuperar. Mis ires y venires de pueblo en pueblo me impidieron pasarme por allí, aunque ya la disfruté y degusté cuando hace unos años publiqué la guía 'Villada villa laboriosa de Campos', patrocinada por su Ayuntamiento, en la que intenté recoger y mostrar todo lo mucho, bueno, bello e importante que esta inquieta población terracampina y las tres pedanías que la acompañan: Pozuelos del Rey, Villelga y Villemar.
Paisajísticamente hablando, Villada forma parte de la pura pero menos dura Tierra de Campos palentina. Y es que se instala en una amplia, diáfana y dilatada vallonada, regada y muchas veces inundada por el río Sequillo, que presta aguas al paraje conocido como El Pantano, antigua balsa de riego que hoy se ha recuperado con la creación de un embarcadero, una zona de playa, mesas y barbacoas.
Dicen los que saben de estas cosas que Villada surgió de la unión de los dos conjuntos urbanos que en el siglo XVI crecieron alrededor de su plaza cuadrada y porticada, espacio urbano que más se repite por todos estos pueblos terracampinos, entre los que muchos disfrutaban del privilegio real de tener un mercado franco semanal.
El tamaño de esta Plaza Mayor de Villada, que se conserva todavía porticada al 50%, puede darnos una idea de la gran importancia que tuvieron los mercados de esta villa durante al menos cuatro siglos. Todavía en la primera mitad del siglo XX, Villada fue nudo ferroviario de cierta importancia, por ser el pueblo donde confluía el ferrocarril del Norte con el del Secundario de Castilla, línea ferroviaria ya desaparecida.
La iglesia parroquial de Villada está dedicada a Santa María de la Asunción. Sobre su fábrica destaca su torre mudéjar, dentro de la que se puede contemplar la capilla neoclásica del Nazareno con cúpula y yeserías barrocas del siglo XVIII, así como una buena colección de bellas y artísticas tallas, entre las que sobresalen una de San José con el Niño de la escuela de Gregorio Fernández y una Piedad del XVI.
En el otro extremo del pueblo veremos la iglesia de San Fructuoso, que es Monumento Histórico-Artístico (BIC), en la que sobresale el retablo barroco con camarín de la Virgen de los Remedios, su Cristo gótico del siglo XIII y el sepulcro del Obispo de Segovia Matías Moratinos Santos.
Pero también sepan ustedes que Villada fue cuna de una buena serie de palentinos ilustres, pues aquí nació el afamado y reconocido pintor historicista José María Casado del Alisal y su hermano Carlos, indiano en Argentina y fundador entre otras cosas del Banco de Santa Fe.
También fue hijo de la villa Lorenzo Moratinos Sanz, vizconde de Villandrando, el Marqués de Casa Pombo, el periodista y escritor anarquista Eduardo de Guzmán, el también escritor de novelas policiacas Tomás Salvador Espeso, así como el reconocido empresario Facundo Blanco, fundador de las populares empresas de transformación y elaboración de frutos secos que llevan su nombre.
De toda esta inquieta historia y de su espíritu emprendedor, en Villada todavía queda mucho. Su alcalde José María González Corrales resalta que este año en Villada se van a invertir cerca de dos millones y medio de euros, pues se piensa reformar el polideportivo, arreglar una parte de la Plaza Mayor, la piscina, sellar el vertedero, llevar a cabo la segunda fase de mejora del pantano. También dice que más se podría hacer si la Junta de Castilla y León acelerase la aprobación de las normas urbanísticas, o si se hubiese apoyado con mas fuerza que la Autovía llegase de Paredes a Sahagún, pasando por Villada. |