Otro gallo cantaría
Las reuniones de vecinos y los cursos para jubilados marcanla actividad social de Bustillo
Texto y fotografía de Soraya de las Sías.
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Felipa, Pristilla,Luisa y Modesto, reunidos junto al parque. |
¿Qué se hace por la tarde en una localidad como Bustillo del Páramo, con apenas 79 habitantes? ¿Qué se puede ver o visitar? Hay personas que emplean su tiempo en formularse estas preguntas con el objetivo y compromiso de conocer los secretos que esconde la vida en el medio rural. Otros, en cambio, sin haber puesto un pie en el campo, se apresuran a desconfiar de las posibilidades de ocio, entretenimiento y comunicación que brindan los pueblos, ¿cómo si no hubiera nada con lo que entretenerse!
Todo depende, lógicamente, de las preferencias y necesidades de cada uno. Así, en Bustillo, hay vecinos que eligen la tarde para hacer ejercicio, para dar un paseo por la carretera hasta pasar el puente sobre la A-231, la autovía del Camino de Santiago.
Los hay más perezosos, que se chiflan por una siesta, y no faltan los previsores, inquietos y activos que aprovechan los ratos libres para participar de la vida municipal, ayudando al alguacil, José Luis Miguel, en el arreglo de los jardines.
Los mayores prefieren la comunicación como atractivo, y aunque a primera vista parezca aburrido sentarse en un banco del edificio multiusos, junto al parque, la conversación puede ser de lo más fructífera. Al menos, así lo piensan Modesto, Luisa y Felipa, que cada tarde esperan la hora de dar rienda suelta al tacto y cariño especial con el que tratan a su vecina Pristila Giménez, que es muda. «Su marido, Martín Arnilles, también lo es, pero no tenemos ningún problema para entendernos. Hemos aprendido a expresarnos con gestos y ellos saben siempre qué es lo que decimos», señala Felipa, mientras Pristila, atenta a la conversación, asiente con la cabeza, dando muestras de que es un interlocutor más.
Pendiente de lo que decimos, observa la cámara fotográfica, y pide ausentarse un momento. Quiere arreglarse y ponerse guapa antes de salir en la imagen. «Lo entiende todo, es muy viva e inteligente», apuntan Luisa y Modesto, que además manifiestan que muchos días, cuando recuerdan historias del pasado, es Pristila la que más se acuerda de detalles y fechas. «Ha vivido tradiciones, costumbres y fiestas como nosotros, y se acuerda de muchos hechos, como cuando vinieron unos peregrinos y nos tomaron una foto, o cuando pasaron los rebaños de ovejas merinas de la trashumancia», agregan.
Anécdotas también pueden rescatar Isabel, Asela, Goya y Estefanía. Cuatro vecinas reunidas en la plaza, junto a la iglesia, jugando a las cartas, disputando una partida de brisca. «Hay días que nos reunimos más y es más divertido, nos echamos buenas risas», señalan todas, mientras matizan que algunas pertenecen a la asociación de jubilados San Andrés, que esta semana comienza de nuevo sus actividades. «Hacemos cursos de manualidades y decoración, clases de gimnasia, reuniones y alguna excursión. Así, lo importante, es que estamos unidas, activas y muy entretenidas», apostillan.
Es verdad que si Bustillo tuviera más población, más juventud, y más asociaciones, otro gallo cantaría. Pero también es verdad que si uno quiere, también se puede divertir en el medio rural por las tardes.
El alcalde, Juan Miguel Mata, es el más veterano de España
S.S./PALENCIA
Juan Miguel Mata, de 78 años, lleva 52 años al frente del Ayuntamiento de Bustillo del Páramo. Este récord es significativo no solo a nivel provincial o regional, sino también nacional, pues es el regidor que más tiempo lleva ostentando el bastón de mando ininterrumpidamente en toda España.
Ha recibido homenajes de las instituciones políticas de la provincia, de sus compañeros de partido -el PP- y de sus vecinos. Entre halagos, alabanzas y deferencias, guarda además importantes recuerdos: telegramas de felicitación de la Casa Real, de la Presidencia del Gobierno y de la Junta de Castilla y León; obsequios, como el entregado por la Federación Española de Municipios y Provincias, y emociones, como las experimentadas el 14 de junio del 2000 con motivo de la inauguración en Bustillo del Páramo del edificio de usos múltiples, que lleva su nombre.
Los reconocimientos no se le han subido a la cabeza, asegura Juan Miguel Mata, que afirma que mantiene el mismo entusiasmo y la misma mano firme para gobernar con los que accedió por primera vez a la Alcaldía, cuando apenas era un chaval de veinte años. «Recuerdo que alguno dijo entonces que no iba a durar un mes en el Ayuntamiento. No sé lo que pensará ahora después de ver el tiempo que llevo y las mejoras que se han hecho en todo el pueblo con el paso del tiempo y con mucho esfuerzo», apunta el veterano regidor, que aún mantiene genio y compromisos suficientes para seguir luchando por su pueblo. «El principal problema que hay ahora en Bustillo y en otras localidades es la despoblación, la salida de jóvenes y mayores. Es donde hay que centrar los esfuerzos y trabajar, pero no sé si seguiré en el cargo, ya son muchos años», agrega Juan Miguel Mata.
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