Cervera de Pisuerga

En el centro del corazón de la montaña

Cervera de Pisuerga apuesta decididamente por convertirse en referente turístico para la provincia de Palencia

Texto y fotografía de José Luis de Román González

Las aguas del río Pisuerga a su paso por la localidad de Cervera.

Entre las inquietas aguas del Pisuerga y la bella solidez de los montes aglutina Cervera su peculiar sabor de villa norteña.

Abrumada por un paisaje empeñado en hacerla suya, esta localidad, cabecera del municipio más extenso de la provincia, se ofrece acogedora en el centro del corazón de la montaña palentina.

A ella llegan y de ella salen los caminos que se adentran en el parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, que se ha acercado aún más si cabe a Cervera desde que en el pueblo se abriera la Casa del Parque.

Ubicada en el transformado edificio de lo que fuera antiguo matadero, esta casa constituye hoy el centro de interpretación del parque natural, y en los meses que lleva funcionando se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Palencia.

Pero si de transformaciones hay que hablar, es probable que la más sorprendente tenga que ver con la experimentada por la margen derecha del Pisuerga a su paso por la localidad, la cual se ha beneficiado de un proceso de recuperación que ha permitido integrarla de lleno en el pueblo y en la vida diaria de los cerveranos.

El resultado han sido dos kilómetros y medio de paseo adoquinado, que llevará el apodo
‘de los poetas’por la intención de incorporar a lo largo del su recorrido inscripciones con fragmentos de poemas.

Este notable cambio de imagen en la vereda del río también tendrá su réplica en el interior del núcleo urbano, donde el pavimento de la plaza del ayuntamiento y de la asoportalada calle de Modesto Lafuente serán sustituidos por losas de granito.

Esta intervención, encaminada a realzar la singularidad de ambos rincones, tendrá continuidad en otras partes del casco antiguo, con la idea de una posible peatonalización en determinadas épocas y fechas del año. Turismo como futuro

Las condiciones del terreno y las características de los pastos en toda la comarca siguen propiciando que la ganadería sea una de las piezas claves en el sostenimiento de este municipio, que cuenta desde hace tiempo con un sello de garantía y calidad para la carne que produce.

Únicamente en Cervera se ha desarrollado el sector de los servicios, a la espera de que alguna empresa de cierta relevancia decida recalar en su polígono industrial. En este sentido, la realidad viene indicando que las posibilidades son más bien escasas, por las especiales condiciones del entorno en el que está enclavado, y sobre todo dada la cercanía de Aguilar.

De ahí que el municipio apueste decididamente por el turismo como la alternativa básica de futuro para esta zona, donde al actual parador se le han sumando en poco tiempo varias instalaciones hosteleras más.

La posibilidad de una estación de esquí en San Glorio, la idea de un campo de golf, el parque natural y toda la riqueza patrimonial y cultural de este municipio, encabezada por sus monumentos y museos, con mención especial para el etnográfico Piedad Isla, permiten a Cervera tener la confianza de estar en el camino de convertirse en referente turístico para la provincia de Palencia. Entre esos montes y las inquietas aguas de Pisuerga.

Los rostros de la Montaña

El museo etnográfico de Piedad Isla es uno de los atractivos turísticos de Cervera

Soraya de las Sías

No echan el cerrojo o el pestillo, ni tan siquiera ponen el tranco. La puerta siempre se queda abierta para recibir y dar la bienvenida al forastero que llega a Cervera, para acogerle durante unos días en la familia de la Montaña Palentina, enseñándole con orgullo todos sus encantos, desde el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, los pantanos, el Roblón de Estalaya, la Tejeda de Tosande o el monte fósil de Verdeña hasta las iglesias del románico, el resto de templos y ermitas, los museos o las casas blasonadas.

Mas serán pocos los días y muchos los apuros y las prisas que pase el visitante para abarcar la esencia de de este rincón de la montaña. No quedará otro remedio que repetir el viaje, regresar y volver a encontrar la puerta abierta. Para entonces, se habrá disipado la duda acerca del papel que cumple el turismo para los cerveranos, ya que se habrá consolidado como uno de los principales motores de desarrollo junto a los servicios y al sector de la construcción, que esperan poner en marcha en breve nuevas urbanizaciones y hoteles e incluso un camping con las mejores prestaciones. «Cervera no es un pueblo fabril, su polígono industrial está paralizado, con parcelas que llevan años sin edificar, pendientes de que un día un negocio quiera asentar», señala el alcalde de Cervera, Urbano Alonso, que al mismo tiempo matiza el desarrollo futuro pasará por aprovechar y promocionar de forma racional los recursos de la zona con nuevos proyectos, «como la futura estación de esquí de San Glorio o un campo de golf», agrega.

Nuevas ideas y proyectos que buscan atraer a los turistas y que vienen a complementar otros que comenzaron años atrás otras personas, como Piedad Isla, que gracias a su trabajo como fotógrafa durante más de cuatro décadas y su recopilación de objetos en su museo etnográfico ha contribuido a que los turistas, especialmente los niños, conozcan un poco mejor Cervera, la zona norte de la provincia palentina y su devenir histórico.

Comenzó a hacer fotografías cuando era una niña y alquilaba con sus amigas una cámara en un bazar de Cervera por dos pesetas. Su afición fue a más, se convirtió en una pasión a la que Piedad quería dedicarse de pleno. Las dificultades se acumulaban y el camino no era precisamente de rosas, pero en 1953 consiguió abrir un estudio de fotografía en Cervera. «Mi primera cámara fue una Kodak Retina de segunda mano que me costó 2.000 pesetas. Solo tenía 6.000 pesetas y me tenía que llegar para pagar el alquiler de un local y comprar el primer material», explica la fotógrafa, que recuerda que cada vez que llegaba a un pueblo en la‘mobilette’ y con su cámara se formaba un auténtico revuelo, no era una mujer corriente de la época y era consciente de que causaba impresión. «Me encargaban fotos para el DNI, reportajes de boda, partidos de fútbol, procesiones y fiestas. No era nada común ver a una mujer con pantalones a lomos de una moto y con una cámara, por lo que en ocasiones me convertía en centro de atención», agrega.

Cada viaje lo aprovechaba para retratar también otras estampas y otras gentes de forma espontánea. Su espíritu, siempre creativo, ávido de conocimientos y nuevas metas, la llevó con el paso de los años a poseer un álbum completo de las tradiciones de la Montaña y de aquellos rostros enjutos y serenos. Al mismo tiempo, se interesaba y adquiría aquellos objetos que atestiguaban la vida y las costumbres de antaño. En 1980 abrió un museo de artesanía que en la actualidad, con más de 2.000 piezas, es foco de visitas, especialmente de niños.

Telares, hornos de pan, juegos populares, trajes típicos, escriños o aperos de labranza. La lista de objetos que radiografían el modo de vida de antes es ingente. «Hay material de todos los oficios y costumbres y seguimos adquiriendo piezas, a pesar de que ya no tenemos espacio. Pero es el único testimonio que tenemos para enseñar a las nuevas generaciones atrapadas por la telefonía móvil e Internet que los rostros arrugados de los antepasados no respondían al azar, sino que evidenciaban las dificultades de una vida austera, los sacrificios de la gente que no tenía nada, salvo la ilusión de vivir, de tener una meta y un pequeño sueño que cumplir», concluye Piedad Isla.

Narrador de curiosidades

Ángel de Mier guarda en su memoria infinidad de historias y anécdotas sobre Cervera y la comarca

Soraya de las Sías.

Por la mañana es fácil encontrarle cerca del centro de salud, visitando a antiguos compañeros y conociendo nuevos métodos y avances médicos. Da la sensación de que a Ángel de Mier Francisco, a sus 75 años, le cuesta despegarse de su pasado laboral, de su puesto como practicante titular del ambulatorio de Cervera. «Acudo a menudo porque me gusta estar pendiente de la actualidad. Últimamente el personal ha cambiado y no es lo mismo, pero no he perdido el contacto con los colegas», señala Ángel de Mier.

De su labor antaño, junto al médico Ángel Rodríguez Alonso, recuerda las visitas que realizaban por las casas para atender a los pacientes y enfermos. De aquella experiencia, se queda con una sensación: la unión que había entre los vecinos, la sana relación que mantenían, que se evidenciaba en que ninguna casa permanecía cerrada, ninguna tenía el tranco o el pestillo echado. «Siempre estaba abierto, sin temor a nada. No es como ahora, y es que las cosas han cambiado la luna», dice alzando ligeramente las manos hacia arriba, en un gesto de espontaneidad.

En aquella época de los años cincuenta, explica, el ambulatorio cerverano era uno de los mejor dotados de la provincia. Había varios especialistas, desde el otorrino hasta el odontólogo y el pediatra. «Los jueves se operaba de anginas, por entonces estaba muy de moda estirpar las amígdalas», sentencia Ángel, mientras aprovecha para criticar el retroceso que, en su opinión, ha sufrido la población en materia de salud, «si se tiene en cuenta que ahora hay que ir al hospital de la capital para muchas de estas consultas», matiza.
En el baúl rebosante de fechas, nombres y acontecimientos que representa en metáfora su intacta memoria guarda historias curiosas, anécdotas y personajes de Cervera y de la comarca. Entre estos últimos figura el famoso Roque, al que todos conocían, al que no pocos hacían rabiar y al que nadie tenía en cuenta como un filósofo, lo que realmente era, según asegura De Mier. «Las fiestas patronales de Cervera son Nuestra Señora del Castillo y San Roque. Curiosamente nadie en los alrededores se llamaba Roque. Solo él. Quizás de ahí viniera su singularidad. No lo sé», piensa Ángel, que continúa especificando que el personaje en cuestión vivía de hacer recados a los vecinos, pues no tenía oficio ni beneficio. «La gente se burlaba de él con frecuencia, pidiéndole a gritos: ¡Roque, canta!, a lo que él siempre contestaba, ‘ya cantará, ya cantará’. Con aquella nada ingenua expresión quería decir a algunos que no era tan necio ni zafio como pensaban. Por eso era un filósofo», manifiesta De Mier Francisco.

Toros y bolos

Alrededor de una mesa del café Sevillano, junto a la cristalera, apoya su mano izquierda en la sien, mientras con la derecha se coloca sus gafas en un guiño de concentración, de búsqueda de anécdotas que merezcan la pena rescatar del olvido. De repente le vienen a la memoria las fiestas de 1945, con el pueblo repleto de banderas, con la inauguración del monumento de los caídos en la plaza de la Cruz, del matadero, de la plaza de abastos y de los lavaderos municipales. «Fueron unos festejos increíbles. Hubo corridas de toros con famosos matadores, como Luis Miguel Dominguín, y un campeonato de bolos con la asistencia de un jugador al que llamaban ‘El zurdo de Vielba’, que hacía unas cosas que te quedabas pegado», rememora.

Como amante de la montaña y aficionado a las excursiones, siempre con un matiz cultural y un rédito divulgativo, recupera otros relatos vinculados con pueblos de la zona. De Verdeña, por ejemplo, especifica que las instalaciones del museo del oso ocupan buena parte de la casa en la que nació Matías Barrio y Mier. «Un insigne palentino que falleció en Madrid. Su féretro fue trasladado en ferrocarril hasta Aguilar y después en coche de caballos hasta Verdeña, en cuya iglesia descansan sus restos. Un dato que incluso algunos vecinos desconocen», asegura Ángel, que mantiene el recuerdo de las celebraciones del centenario «cuando acudieron a Cervera el ministro de Obras Públicas Conde Vallellano y el presidente de las Cortes con Franco, Esteban Bilbao».

La entrevista nunca vería el fin, porque de todos los rincones tiene algo que contar, algo que ha leído o algo que un día le contaron y no lo ha dejado pasar. Como la leyenda de las mojoneras, que hace referencia a las disputas que mantuvieron siglos atrás los vecinos de San Juan y Santa María de Redondo con los de Brañosera por la propiedad de unos terrenos. «Ahora esto se recuerda con una fiesta que se celebra cada nueve años y en la que merece la pena participar, porque siempre aprendes algo más», concluye Ángel de Mier, a quien, como buen narrador de historias curiosas, siempre le invade el afán de historiar.

La puerta a La Montaña

Los Fondos Miner harán posible varios proyectos en los próximos años en Cervera y su comarca

Eduardo Plaza

'El corazón de la Montaña Palentina'. Ese es el lema escogido por el Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga para promocionar este bello municipio norteño -el más extenso de la provincia-, que quiere aprovechar su situación privilegiada para dar la bienvenida a los potenciales visitantes de esta comarca. Y es que la paulatina desaparición del sector minero como actividad económica fundamental ha dado paso al turismo como alternativa real y viable para emprendedores, que han invertido en pequeños hoteles y centros de turismo rural. Con el fin de mejorar los servicios en esta materia, el Consistorio cerverano está llevando a cabo la reforma de la Casa de los Leones, un edificio del siglo XVI que albergará conjuntamente un centro de día, la oficina de turismo y la biblioteca municipal. Actualmente, las obras están paradas debido a la suspensión de pagos de la empresa adjudicataria, por lo que el Ayuntamiento está a la espera de readjudicar esta actuación, presupuestada en 1,2 millones de euros aportados por las consejerías de Cultura y Turismo, Familia y Fomento de la Junta.

Otra apuesta que pretende incrementar el atractivo turístico de este enclave es la apertura del mirador del Pinar de Cervera, desde el que se puede disfrutar de una bella panorámica del pantano de Ruesga y sus alrededores. El mismo objetivo tiene la creación del Parque de Aventura, que pretende fomentar el turismo activo en una zona comprendida entre la localidad y el Parador de Turismo. Esta iniciativa podrá ponerse en marcha a través de la Fundación Patrimonio Natural.

Cervera de Pisuerga es uno de los municipios palentinos reconocido como 'muy minero', de ahí que tenga acceso a subvenciones de los Fondos Miner. Gracias a ellos se va a poder restaurar un antiguo edificio dedicado en tiempos pasados al mercado ganadero y que tras la reforma del tejado, la fachada y sus ventanas, se destinará a local de almacenamiento municipal, siempre y cuando no haya ninguna empresa interesada en su uso. Precisamente, disponer de un nuevo polígono industrial es una de las principales necesidades de Cervera. El alcalde, Urbano Alonso, confía en que la financiación Miner abarate las parcelas e incentive el asentamiento de empresas. La idea del Consistorio, que está estudiando el proyecto con Gesturcal, es crear un polígono de unas 14 hectáreas, 7 de ellas para uso industrial.

Se espera que también cree empleo, además de cumplir una función social vital, la residencia de ancianos con 90 plazas que se está construyendo gracias a la inicitiva privada. Estos mismos empresarios, que también cuentan con ayudas de los Fondos Miner, están promoviendo además un hotel-spa en el municipio.

Por último, caben destacar las obras del nuevo cementerio, que podrá ser utilizado en dos meses, y la reforma completa del campo de fútbol de 'La Bárcena', con una inversión de 140.000 euros de la Junta, destinada a que los equipos de fútbol vuelvan a concentrarse en el corazón de la Montaña Palentina. ¿Dónde mejor?.

Puerta a un parque natural

Cervera de Pisuerga recibe el nombre porque los ciervos abundaban en su entorno

GONZALO ALCALDE CRESPO | CERVERA DE PISUERGA

Ardua y difícil tarea sería que yo aquí, con este pequeño reportaje, les intentase mostrar todo lo mucho, atractivo y bueno que acoge uno de los municipios mayores en superficie de los que conforman la provincia de Palencia. Mucha tendría que ser mi capacidad de resumen, pues aparte de la villa cabecera que nombra al término, la junta vecinal de Cervera de Pisuerga la componen otras veintitrés poblaciones, que engrandecen más si cabe lo que el patrimonio natural, artístico y humano ha dejado regado por lo que ya se conoce como el corazón de la Montaña Palentina.

Aseguran los que saben del origen de los nombres que Cervera recibe tal denominación porque su entorno era un lugar donde abundaban los ciervos, lo que no dejaba de ser un regalo del cielo para las primitivas gentes que lo repoblaron, porque gracias a ellos mejorarían seguramente su escasa y pobre dieta.

Lo que ya no tengo tan claro es que fuesen tan abundantes como los que ahora se ven por allí. Verdaderas rebañadas de venados que triscan y campean por todo el territorio, incluidas las carreteras. Así que, ojito cuando nos desplacemos por ellas si no queremos llevarnos un buen susto.

Casa del Parque

Y es que viajero, cuando llegues a Cervera, que sepas que esta antigua villa montañesa hoy es la puerta al Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, que es tan grande casi como su nombre. Si no me crees y no tienes nada mejor que hacer, date una vuelta por la Casa del Parque, que se localiza en el que fuera el antiguo matadero de la villa, donde podrás comprobar sus dimensiones exactas. Allí te darán toda la información que necesites para visitar este espacio natural, además de explicarte amablemente las particulares características naturales, paisajísticas, humanas y patrimoniales que contiene y encierra.

Que no eres pisaprados y te va más lo de viajero urbanita, pues no te preocupes, porque Cervera de Pisuerga también tiene buena oferta.
No debes de dejar de visitar la iglesia parroquial de Santa María del Castillo, catedralicio edificio gótico en cuyo interior se localiza la conocida como capilla de Santa Ana, que conserva un retablo hispano flamenco del entallador Felipe de Bigarny, que a su vez entroniza la conocida pintura de 'La Adoración de los Reyes', obra del también pintor flamenco Juan de Flandes. A ello se une el imponente retablo mayor obra del cerverano Gil de Barrio, la talla de piedra policromada de 'La Quinta Angustia', su púlpito, la imagen de la Virgen del Castillo del siglo XIII, y su pequeño pero digno museo parroquial.

Casco histórico

Cuando desciendas de allí, pues este templo se instala en alto, date sin prisa un paseo por el casco histórico de Cervera, recorre su calle principal hasta la Plaza Mayor, donde bajo su porticado de columnas de piedra te encontrarás con todo el sabor de lo más tradicional que encierra esta villa. Casas solariegas de nobles fachadas y escudos heráldicos, artísticos aleros volados, bares, cafeterías, tiendas y restaurante. No muy lejos de allí también se encuentra la Plaza de la Cruz, con su ermita barroca y los museos etnográficos de la conocida fotógrafa cerverana Piedad Isla y el de la Casa Cantarranas.

Hasta allí me llevó Urbano Alonso, el alcalde de Cervera, un hombre que está consiguiendo poner a esta villa en el puesto que por derecho debería haber tenido hace mucho tiempo. Metido anda en obras por todo lugar, mejoras en el Ayuntamiento, pavimentación de calles, recuperación del casco histórico y la reciente creación de un centro juvenil en el Octógono -antigua oficina de turismo-, excelentemente bien dotado. Dentro de poco se le unirá la conocida como Casa de los Leones, que albergará conjuntamente un centro socio cultural, la oficina de turismo y la biblioteca municipal.