Un santo muy palentino
Un niño turco devorado por leones da nombre a San Mamés, un municipio en el que el verde de los campos se entremezcla con la belleza de sus templos religiosos
GONZALO ALCALDE CRESPO
Creo que ya lo he dicho por aquí alguna vez, pero permítanme que me repita, a mí, el juego ése de los 'tocapelotas' no me llama mucho, que es tanto como decir que nada, pese a que esté considerado como de 'interés general'. Pero mi ignorancia sobre el tema no es tan supina como para no asociar conscientemente el nombre de esta villa terracampina que hoy vamos a visitar con el conocido estadio de fútbol bilbaíno que también recibe el mismo apelativo, aunque los seguidores del Athletic Club sólo lo identifiquen con el seudónimo de 'La Catedral', que ahí es nada, pues para eso son de Bilbao.
No sé si San Mamés de Campos estará hermanada con alguna otra población nacional o extrajera, pero bien podía hacerlo con esta capital vasca, pues no dejarán de tener esta referencia común: la de un santo turco - casi niño- que fue devorado por los leones allá por el siglo III, y cuya devoción llegó a estas tierras de manos de los peregrinos que transitaban por el Camino de Santiago, que aunque hoy no pase por San Mamés, tampoco lo hace muy lejos, pues discurre por los pueblos vecinos de Carrión y Villalcázar de Sirga.
Además, seguro que algún descendiente de este pueblo emigró en su día al País Vasco, como hizo una buena parte de la población rural de esta tierra, allá por los años sesenta del siglo pasado. Y todo esto se me ha venido a la cabeza al ver a San Mamés rodeado de campos verdes, y en sazón, como si todo su territorio fuese un gran campo de fútbol, donde todos los años se juega el mismo partido, una verdadera confrontación entre los agricultores y la climatología, cuyo resultado lo veremos dentro de poco, aunque me dicen por allí que éste no va a ser uno de los mejores años agrícolas.
En otras localidades
Pero de todas formas sepan los curiosos de estos temas que San Mamés es un santo muy palentino, pues en la provincia hay otro pueblo que también utiliza el nombre de este mártir para representarse, como lo es San Mamés de Zalima, pequeña pedanía que hoy forma parte del término municipal de Salinas de Pisuerga, que ya visitamos hace unas semanas. Para abundar más sobre el tema, les diré que en Frechilla existió una ermita también dedicada a él, y que el patrón de Magaz también es San Mamés, que además ejerce como santo titular de su iglesia parroquial.
De siglos lleva San Mamés de Campos instalado en la margen derecha de la amplia y abierta vega del Ucieza, otro de los ríos autóctonos de la Tierra de Campos palentina. Se sabe que su primitiva iglesia protogótica fue la de San Juan, que hoy ejerce como ermita en las eras de El Campillo, que todavía puede verse a la entrada del pueblo, adornándose con una pequeña espadaña de ladrillo y acompañada por un Vía Crucis de época barroca.
En el extremo opuesto del caserío del pueblo, se localiza la actual iglesia parroquial, que no hace mucho perdió su torre, por lo que ha sido reemplazada por una espadaña sobre la cual ya voltean sus campanas. El templo consta de tres naves cubiertas de bóvedas de aristas decoradas con yeserías planas. Dentro de ellas, tres retablos barrocos y neoclásicos conforman su patrimonio, destacando el mayor del siglo XVII, en el cual pueden verse varias pinturas sobre tabla de San Francisco, La Anunciación, El Calvario y La Piedad, así como una escultura del Santo Ángel del primer cuarto del XVI, junto con un crucifijo de esa época y una curiosa y circular capilla neoclásica del siglo XVII.
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