El niño listo de la clase
Iluminado Martín, de 82 años, vive en Palencia, pero durante el verano le gusta volver a su pueblo natal
LEONOR RAMOS | PALENCIA
Era el empollón de la clase, aquél que contestaba correctamente siempre las preguntas del maestro y el que salía a la pizarra para explicar al resto de sus compañeros la lección que acababan de impartirles sobre las cordilleras y los ríos de España. Y es que Iluminado Martín ('Lumi', como le conocen sus amigos), de 82 años y nacido en Villaprovedo, es un auténtico 'iluminado' para el aprendizaje y para memorizar cada lección. «Era un buen estudiante, pero a los 12 años abandoné la escuela para ayudar a mi padre. Ahora, muchas veces, me arrepiento de no haber seguido estudiando, pero por aquel entonces era lo que tocaba», explica Lumi con resignación.
Se arrepiente ahora, pero cuando su padre le dijo que llevase a pastar a la yegua al campo, Lumi no se lo pensó dos veces y accedió encantado, porque ya se sabe que eso de ir a la escuela a muchos niños les da pereza. «Mi maestro, que le llamaban 'El Gallego', siempre le decía a mi padre que me tenía que llevar a estudiar porque valía, y porque en dos inviernos me podía enseñar todo lo que él sabía, pero mi padre ya había tomado la decisión, y como era el mayor de los hermanos, me tocó ayudarle», explica.
Conserva una memoria envidiable, y para corroborarlo basta con echar la cuenta: Lumi tiene 82 años y a los 12 dejó la escuela, pero todavía se sabe de memoria cuáles son y dónde nacen los ríos más importantes de España. En más de una ocasión, a Lumi le tocaba hacer de maestro, salir a la pizarra y explicar al resto de compañeros la lección. «'No hace falta que me la explique como la ha leído usted, diga tan sólo lo que se le ha quedado en la memoria a sus compañeros', me decía el maestro, y yo salía y recitaba sin equivocarme los ríos más importantes», rememora. «El Ebro, el Duero, el Tajo, el Guadiana y el Guadalquivir son los principales, y luego están el Júcar y el Segura, que son de segundo plano», me recita ahora Lumi, que no se olvida de añadirme también dónde nacen.
Una vez que había explicado la lección a sus compañeros, el maestro preguntaba a otro alumno si se había enterado. Y Lumi recuerda riéndose: «Uno de mis compañeros siempre decía, pues ha explicado los ríos, pero es que el río de aquí ni le ha mentado».
Él no pudo estudiar, pero a sus cinco hijos sí les ha podido dar una buena educación. «Tuve la dicha de ofrecer a mis hijos una educación correcta, y ahora todos están trabajando, la mayor parte de ellos son profesores», afirma orgulloso. Casualidades de la vida. Lumi, cuando era niño, explicaba la lección a sus compañeros como si de un profesor se tratase, y esas mismas dotes de enseñanza son las que han heredado sus hijos.
Cuando empezaron a estudiar sus hijos, Lumi y su mujer compraron un piso en Palencia, donde ahora viven durante todo el año, menos en verano, cuando regresan a Villaprovedo. «Hace ya bastante tiempo que nos fuimos a Palencia porque allí hay más comodidades, tenemos buenas amistades y tenemos también a nuestros hijos, pero cuando llega el buen tiempo subimos al pueblo, donde se duerme mejor y donde además nos solemos juntar toda la familia», apunta.
Su casa se llena de gente y son las plantas que tiene su mujer Tere en el patio las que más sufren las consecuencias de los juegos de los nietos. «No sabes los balonazos que reciben las flores y cómo se enfada mi mujer, pero como son niños, no pasa nada», cuenta entre risas.
Lumi es muy sonriente y disfruta de sus nietos y de su estancia en Villaprovedo, aunque reconoce que en Palencia pasa grandes momentos con sus amigos en el parque del Salón. «Pasamos horas allí sentados contando muchas veces tonterías, pero por lo menos nos entrenemos», explica. Hasta el día de Todos los Santos, Lumi y su mujer estarán en Villaprovedo disfrutando de la compañía de sus vecinos. Su casa es como otras muchas en la provincia de Palencia, de las que vuelven a la vida con el verano.
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