Menos sola en mitad de los campos
La despoblación provoca la pérdida del servicio de visitas médicas en parte del municipio de Páramo de Boedo
Texto y fotografía de José Luis de Román González.
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Pérgola a la entrada del pueblo. |
Te recibe Páramo de Boedo con un paseo recién estrenado y una pérgola de madera que llama la atención del visitante en la misma entrada del pueblo.
La promesa de esta carta de presentación no defrauda las expectativas, y el casco urbano se ofrece cuidado en cada rincón, con especial mimo en el tramo que aleja brevemente a su iglesia de todo lo demás.
Otro paseo, éste flanqueado por árboles a ambos lados, hace las veces de cordón umbilical entre las casas y el templo, que de esta forma parece menos solo en mitad de los campos.
Municipio agrícola, con algo de ganadería de ovino y vacuno, está compuesto además por las localidades de Villaneceriel de Boedo y Zorita del Páramo, donde la despoblación, especialmente en estos núcleos, ha provocado situaciones que afectan directamente a servicios que se venían prestando.
Concretamente, y según explicaciones del actual alcalde, Graciliano José García, el médico ya no visita estos dos pueblos, cuyos escasos habitantes han de desplazarse a Herrera cuando precisan acudir a la consulta.
«Es un contrasentido haber estado gastando dinero de las administraciones y del propio ayuntamiento para nada», asegura el alcalde, quien se lamenta por el esfuerzo económico realizado no hace mucho para dotar de un consultorio médico a Villaneceriel.
Fiesta y pancetada
Sin embargo, y a pesar de la paulatina pérdida de población, este municipio, como tantos, continúa en su luchar por mejorar sus infraestructuras y con ellas la calidad de vida de los vecinos.
La red de abastecimiento de agua, el paseo ala entrada de la localidad, la canalización de un arroyo, o el proyecto de un nuevo parque son algunas de las actuaciones realizadas o previstas por el ayuntamiento en Páramo.
Ayuntamiento que cuenta con la colaboración de las distintas juntas vecinales para a ir salvando poco a poco la delicada situación económica que arrastra de años anteriores.
Pero de vez en cuando todo parece estar entre paréntesis en Páramo. Como hace unos días con la celebración de la festividad de Santa María la Mayor. Sábado en la noche. La despoblación, los problemas, se van por un momento con el humo de la hoguera donde las ascuas echan a suertes el turno para enrojar la pancetada.
La plaza del ayuntamiento desborda alegría en cada esquina. Un poco más allá, hoy la iglesia de verdad se siente menos sola ahí, en mitad de los campos.
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