Una legión de oportunidades
Herrera de Pisuerga recupera poco a poco el ritmo de desarrollo y modernización como localidad pionera
Texto y fotografía de José Luis de Román González.
Fácilmente uno puede imaginar lo que vio el general al mando de la IV Legión Macedónica cuando decidió instalar su campamento en este lugar, donde la vista juega a perderse por los cuatro costados.
Cuenta la historia que él y sus hombres se quedaron aquí en calidad de vigías del territorio anexionado tras las Guerras Cántabras. Pero todo el mundo sabe que lo hicieron para descansar la mirada sobre la vega y los horizontes. Para vivir como dioses. Que no estaban locos estos romanos.
Todavía hoy, desde el mirador del Castillo, cualquiera es libre de experimentar el hechizo de levantar los ojos y ver. De sentirse atraído por el paisaje hasta el punto de quedarse inevitablemente absorto y callado. Como si algo frágil en la imagen se fuera a romper.
Pasado hortícola
Obviamente, este mirador ha sido desde siempre uno de los rincones más entrañables y frecuentados de Herrera, que en un pasado no muy lejano pudo ofrecer a la vista casi más huertas que cereal. Repollos, coliflores, cebollas, puerros... se vendían en los mercados de las principales capitales del país.
Los huertos, los frutales, la ganadería y la agricultura conformaban el conjunto de las economías familiares de la zona, que con el tiempo, aunque sin llegar a desaparecer, han perseguido un trueque amigo con la industria y los servicios.
Herrera de Pisuerga fue localidad pionera en eso del desarrollo y del turismo, lo cual le proporcionó quizá una cierta seguridad y confianza en sí misma, que, con el paso de los años y los cambios que los han acompañado, aseguran llegó casi a perder.
De ahí que todos los movimientos de los últimos tiempos en esta localidad hayan tendido a recuperar aquella situación de reconocimiento que siempre tuvo en el ámbito comarcal y provincial.
De ahí también los esfuerzos de la actual corporación municipal por conseguir que Herrera no se detenga en el ritmo de la modernización de sus servicios, en la adecuación de sus infraestructuras, instalaciones y entornos urbano y natural a los tiempos que ya están llegando.
Suelo industrial
Son diversas las actuaciones que en este sentido de renovación se llevan a cabo en la localidad, donde sus redes de abastecimiento y saneamiento están siendo cambiadas, a la vez que dejan a su paso un casco viejo más paseable, de calles con adoquines dando otro sabor al centro.
Tanto es así, que en una de sus plazas han sido instalados contenedores soterrados, convirtiendo a Herrera en la primera población palentina que utiliza este sistema de recogida de residuos urbanos.
Un nuevo centro de salud, la mejora de la estación de tratamiento de agua potable o la depuradora de aguas residuales son algunos de los proyectos que el pueblo está en vías de abordar en breve o a muy corto plazo.
Como lo ha sido ya la creación de 80.000 metros cuadrados de suelo industrial, de los que 10.000 ya están siendo desarrollados, para la ampliación de las actuales industrias, o el asentamiento de nuevas empresas en el lugar.
El turismo
Del actual tejido industrial de Herrera destacan, entre otras, la fábrica de quesos Granja La Luz, Hormigones Garrido, Conservas Ramos, Galletas Juncar, las empresas de distribución Exlual y Superfruta y las de plantas y mantenimiento de jardines Viveros Pisuerga y Pismaver.
Y el turismo. A la Fiesta del Cangrejo cabe sumarle el Centro de Interpretación del Canal y el Aula Arqueológica con los restos que dejaron la IV Legión Macedónica y aquel general. |