Por lo pindio
Para visitar Polentinos hay que ascender una de las carreteras más empinadas de la Montaña Palentina
GONZALO ALCALDE CRESPO | POLENTINOS
Que sepa el viajero que para visitar Polentinos tendrá que ascender por una de las carreteras más pindias (empinadas) de las que recorren la Montaña Palentina. Pues esta apartada villa montañesa es una de las que se localizan a mayor altitud de la provincia de Palencia, por lo que también dicen los del pueblo que es la que mejores vistas tiene. Y cierto es, pues desde Polentinos y por sus alrededores se puede disfrutar de algunos de los más atractivos paisajísticos de esta parte de la Montaña Palentina.
Ya antes de llegar a la villa, la carretera nos permitirá dominar a vista de pájaro el valle de la Requejada, hoy inundado por el embalse del mismo nombre, donde a la vista del caudal que este año almacena, claro queda que Palencia este año no va a pasar sed de agua.
El verdor de la primavera ya tapiza las praderías y hasta las copas de los bosquetes de hayas. Tan sólo permanecen reticentes a echar la hoja los robles, pues dejarán de ser árboles viejos que no se fían y llevan a rajatabla aquello de «hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo».
Yo, como no soy todavía tan viejo, sí que me quito el sayo, y aprovechando la buena temperatura que hace en el pueblo me voy a dar una vuelta para poderles contar que tuvo dos barrios. Uno alto, que es el actual pueblo de Polentinos. Y otro bajo, del que apenas quedan restos, si exceptuamos la iglesia parroquial, que creo que es la única de la provincia que está por debajo del pueblo, casi en un acto de humildad.
|
Este templo parroquial está dedicado a Nuestra Señora de las Nieves, siendo un soberbio edificio gótico fechado en el siglo XVI, que seguramente reemplazó a otro más antiguo románico que allí existía, pues ya en el siglo XII el lugar de Polentinos pasó a ser señorío eclesiástico de los obispos de Palencia, al concedérselo el rey Alfonso VII. La planta de la iglesia se distribuye en tres naves, que están cubiertas con bóvedas de crucería estrellada. Varios retablos barrocos y neoclásicos conforman su patrimonio, en los que descollan algunos buenos ejemplos de imaginería y mejores bajorrelieves procedentes de un antiguo retablo del siglo XVI. La pila bautismal es de última época románica, teniendo decoraciones de bolas, nidos de abejas, así como algunos animales fantásticos. La cruz parroquial, también es un buen ejemplo de la orfebrería palentina del siglo XVI.
En el pueblo hay varios alojamientos rurales, y desde él se pueden iniciar algunos de los más atractivos y cómodos recorridos hacia los valles de Pineda, Curavacas y al Alto del Cueto de Polentinos. Y esto no se lo cuento porque sí, sino porque este 'trotapueblos' ha campeado por allí, y si no, que lo pregunten a los hermanos Martín Cuevas (Marcelino y Santiago), vecinos de Polentinos, que hace unos años me sacaron con mi coche de un nevero, donde nos habíamos quedado entornados.
Con ellos, con otros vecinos y con el alcalde de Polentinos, Enrique Llorente, me veo en el teleclub. Allí, Enrique me cuenta que la corporación tiene algunos proyectos para este año, como poner la calefacción al local que nos acoge, reparar una nave de servicios municipales y preparar un merendero, que esperan tenerlo acondicionado para el mes de julio. Porque en esa fecha piensan organizar una jornada de convivencia con un grupo de mujeres solteras que visitarán la villa, en un viaje organizado por Asocamu, una asociación de Madrid que organiza fiestas de solteras y solteros en pueblos del medio rural donde residen grupos de hombres, como es el caso de este pueblo de la Montaña Palentina, donde ya casi llegan a la docena. |