La baza de las comunicaciones
Valdefinjas lucha por conservar su censo municipal, mejorar sus servicios y conservar su patrimonio artístico
Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.
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Fachada de la Casa Consistorial y, al lado, la iglesia.
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Este pequeño pueblo, situado a 12 kilómetros de la localidad de Toro, tiene en su iglesia rústica, declarada monumento histórico, su mayor tesoro artístico, a pesar de que el edificio se encuentra en estado ruinoso y el Ayuntamiento de Valdefinjas permanece a la espera de una «subvención con la que poder arreglarlo», tal y como explica su alcalde, Leoncio Polo Rodero.
Además de este atractivo, el senderismo o la acampada son otras de las posibilidades que ofrece esta localidad, repleta de zonas verdes. A esto hay que añadir la visita a las innumerables bodegas existentes en las afueras del pueblo, aunque todas ellas son de propiedad privada.
La escasa población con la que cuenta Valdefinjas hace que las expectativas de este pueblo se encuentren centradas en las comunicaciones, como forma de mantener su número de habitantes, puesto que algunos de sus vecinos trabajan fuera y continúan viviendo en el municipio.
«Nuestras carreteras están en muy buen estado, y en este tema tengo que estar muy agradecido a la Diputación Provincial y a la Junta de Castilla y León», subraya el alcalde de Valdefinjas cuando se refiere a las vías que comunican a su pueblo con Toro y Venialbo, así como los accesos con los que cuentan hacia Peleagonzalo y Villabuena.
Agricultura de secano
Aunque la mayor parte de los vecinos de la localidad son ya mayores que disfrutan de su jubilación, la población en edad laboral se dedica a la explotación agrícola de secano, puesto que Valdefinjas no cuenta con ninguna industria en su término municipal. Tampoco quedan restos de actividad comercial, ya que los productos básicos los adquieren a través de la venta ambulante que se desplaza hasta el municipio.
La actual situación por la que atraviesa Valdefinjas es consecuencia de la importante emigración que tuvo que soportar en décadas pasadas. Un fenómeno que sigue estando muy presente en el municipio, incluso a la hora de plantear su calendario festivo, puesto que cuentan con una fiesta dedicada a la figura del emigrante, para honrar a todas estas personas que salieron del pueblo hacia las ciudades para poder trabajar y que en verano regresan a su población natal. Estas celebraciones tienen lugar durante agosto.
También durante este mes Valdefinajas celebra su tradicional semana cultural, organizada por la asociación Proculto. Este año el colectivo llevó a cabo numerosas charlas sobre el pasado, presente y futuro de la localidad, sin olvidar aspectos tan significativos como su economía, sociedad o la vida de las cofradías en el pueblo.
Fiestas patronales
No obstante, y a pesar de este amplio programa festivo, la localidad de Valdefinjas celebra con especial fervor sus fiestas patronales dedicadas a San Juan Ante Portam Latinam, que tienen lugar el primer fin de semana del mes de mayo.
En ellas participan activamente los vecinos del pueblo, en especial los de mayor edad que es su colectivo más representativo, ya que incluso cuentan con un salón de reunión propio, que también hace las veces de bar de jubilados, según explica el alcalde de la localidad.
Aunque Valdefinjas no ve con demasiado claridad lo que le deparará el futuro, lucha cada día por mantener los servicios que dispensa a sus habitantes, al tiempo que exige a las administraciones ayudas para mejorarlos. Así la localidad cuenta con servicio médico dos días a la semana y también con transporte escolar, que traslada a los más pequeños del pueblo hasta el colegio de Toro. |