Turismo y tradición
El Ayuntamiento anima a conocer un pueblo que cuenta con bellas zonas naturales, antiguas bodegas y divertidas fiestas populares
Texto de M. García.
Sus encantos naturales, sus tradiciones culturales y también sus fiestas son bazas que la localidad de El Piñero ha comenzado a explotar para postularse como destino turístico dentro de la comarca de Tierra del Vino, a la que pertenece. El alcalde del municipio, José Luis Riego Ferrero, considera que una de las rutas más atractivas que el pueblo puede ofrecer es el de las bodegas que «están en uso, y aunque son particulares se pueden visitar».
De hecho, este pequeño pueblo se encuentra todavía muy ligado a este tradicional sector. Prueba de ello es la cata anual de vinos que organiza la asociación cultural El Hondajo, en la que se prueban los caldos que los vecinos elaboran en sus bodegas.
Otro lugar atractivo, en este caso desde un punto de vista natural, es la zona de Fuentemarina. Destaca, asimismo, el monte cercano a la entrada del pueblo, que cuenta con bellas vista, así como el Hondajo, lugar que da nombre a una de las asociaciones del pueblo y que es una dehesa particular del municipio.
La iglesia parroquial de El Piñero, construida en piedra, es otro de los lugares de obligada visita dentro de la población.
Para canalizar el flujo de turistas que se acerca por la población, sobre todo durante los fines de semana, tal y como reconoce el alcalde, El Piñero cuenta con un alojamiento de turismo rural que «está funcionando muy bien», así como con dos bares y un restaurante.
Tradiciones
Desde el Ayuntamiento de la localidad tampoco se duda a la hora de destacar la labor que están realizando en el pueblo a favor de la cultural y de la pervivencia de las tradiciones las dos asociaciones con las que cuenta El Piñero. «A lo largo del año se encargan de actividades como la Cabalgata de Reyes, el desfile de carnavales o la organización de cursos de cerámica, de manualidades o de restauración de muebles», explica el alcalde.
«La gente es participativa, sobre todo, las mujeres que acuden a realizar todas estas actividades», apunta el alcalde. Prueba de esta participación a la que alude es el mantenimiento de buena parte de sus tradiciones, en las que llevan el peso la gente joven del pueblo, que en su mayoría se dedican a la agricultura y a la ganadería.
Entre las fiestas que aún se celebran en El Piñero destaca las relaciones ante el gallo en el paraje del Barrero, donde el pasado mes de enero se reunieron numerosos vecinos y visitantes. Después de la habitual presentación en la plaza, los quintos vestidos con traje de militar y montados a caballo, se dirigieron a El Barrero, donde recitaron sus coplas, cargadas buen humor. Por la noche disfrutaron en compañía de sus vecinos de una cena.
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