Con la esperanza puesta en la autovía
Cerecinos de Campos quiere aprovechar sus comunicaciones para atraer inversiones de emprendedores
Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.
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Fachada de la casa Consistorial de Cerecinos. |
Sus comunicaciones, junto con los servicios que dispensa a sus vecinos, son las dos bazas con que cuenta Cerecinos de Campos para hacer frente a su futuro.
Esta población de la comarca de Tierra de Campos dispone de una acceso directo a la autopista A-6, y sus esperanzas son que alguna empresa decida asentarse aquí aprovechando esta buena comunicación, según explica el alcalde de Cerecinos de Campos, Ciriaco Prieto Gangoso.
A cambio, desde el Ayuntamiento de la localidad se estaría dispuesto a «ofrecer las mayores facilidades» a estos emprendedores que quisieran invertir en la zona.
«Necesitamos industrias porque la agricultura y la ganadería cada vez están peor y ésta sería la única esperanza para que los jóvenes tomaran la decisión de quedarse en el pueblo», subraya el munícipe.
El otro punto positivo con el que cuenta esta población, a ojos de su equipo de Gobierno municipal, es la «calidad» de la que disfrutan los servicios que dispensan a sus vecinos. El pueblo dispone de colegio propio, con instalaciones de reciente construcción, donde los escolares cursan estudios de Primaria. Una vez finalizado este ciclo, se trasladan a diario hasta el colegio de Villalpando.
Servicio médico
También cuenta con servicio médico todos los días de la semana. En el ámbito de la hostelería, Cerecinos de Campos posee dos bares, uno de ellos es además restaurante, inaugurado hace aproximadamente un año. También pueden comprar los productos de primera necesidad en un establecimiento de alimentación.
A las explotaciones agrícolas y ganaderas, base de la economía del municipio, se suman los empleos generados por una fábrica de harinas, que da trabajo a gente del propio pueblo. También se ha convertido en fuente de riqueza el sector turístico. De hecho, Cerecinos de Campos tiene abiertas dos casas de alojamiento rural, que cuentan con numerosos clientes a lo largo de todo el año que se acercan hasta la zona atraídos por la belleza de sus paisajes, enmarcados en la reserva natural de las Lagunas de Villafáfila.
El pueblo posee además otros atractivos. Cerecinos está formado por dos barrios separados por el arroyo de La Vega. En el año 1174, Fernando II, rey de León, donó el barrio de Abajo a la orden de San Juan de Jerusalén, que hasta esta fecha perteneció siempre al barrio de Arriba.
Precisamente, cada uno de estos barrios alberga un edificio religioso, dedicado a otros tantos santos. Así, la iglesia de Santa Marta y construida en el siglo XVI, se encuentra ubicada en el barrio de Arriba, mientras que la de San Juan Bautista está en el barrio de Abajo. Del primer templo destaca su retablo mayor, que data del siglo XVII, mientras que en el segundo su característica principal es su torre cuadrada.
Fiestas patronales
A pesar de la veneración que se guarda en el pueblo a estos dos santos, sus fiestas patronales están dedicadas a uno distinto, San Antonio. Esta celebración tiene lugar el 13 de junio, mientras que para el mes de agosto el pueblo programa una semana cultural, porque es la época en la que más gente se acerca hasta Cerecinos de Campos, tal y como apunta su alcalde.
Otros reclamos turísticos de este municipio son sus bodegas, «muy interesantes para la gente que viene a visitarnos», y que son de titularidad privada.
Estas construcciones recuerdan un rico pasado vitivinícola, reducido en la actualidad a «un pequeño número de viñedos, que se trabajan y explotan para consumo privado». |