A la espera de agua potable
Cañizo solicita ayuda a la Diputación para la construcción de un nuevo pozo que sustituya al contaminado por arsénico
Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.
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Vista de la plaza del municipio. |
La sequía que está sufriendo la provincia este año se ha dejado notar con especial influencia en la localidad de Cañizo. Debido a la escasez de aguas, el pozo que suministra el agua potable al municipio está contaminado de arsénico, que se filtra por los tubos e impide su consumición.
El alcalde de Cañizo, Claudio Infestas López, presentó el pasado mes de julio un escrito en la Diputación Provincial para solicitar una reunión con el presidente, Fernando Martínez Maíllo, con el objetivo de pedir ayuda a la institución para subvencionar la construcción de un nuevo pozo.
Mientras, los vecinos deben abastecerse de agua a través de las cisternas de la Diputación, que se trasladan hasta el pueblo dos veces por semana. El agua que llega por las tuberías a sus casas no es potable aunque, de momento, sí se sigue utilizando para la ducha. También algunos ganaderos han solicitado información al edil para saber si los animales corren riesgo al beberla.
El regidor, por su parte, pide «una solución definitiva que acabe con este problema, que el pueblo lleva acarreando desde hace varios meses» y que provoca malestar entre los vecinos, sobre todo, entre los de mayor edad por «la dificultad que les supone trasladar el agua desde las cisternas hasta sus casas».
Cañizo de Campos se encuentra situado a medio camino entre la localidad de Villalpando y la capital zamorana. Pertenece a la reserva natural de las lagunas de Villafáfila, un hecho que le permite contar con algunas subvenciones que el Consistorio empleará para la creación de nuevas infraestructuras.
Una de ellas será la construcción de un parque infantil a la entrada del pueblo, mientras que para la población mayor se reserva otra partida, venida de los mismos fondos y también de aportaciones de la Junta de Castilla y León, con la que se abrirá un centro de día. «Queremos que esa sede sirva para dar de comer a los mayores, como centro de ocio y lugar donde puedan llevar su ropa para que se la laven y la planchen», subraya el munícipe de Cañizo. Las previsiones que maneja el Ayuntamiento apuntan que esta instalación comenzará a dar servicio el año que viene.
El Consistorio trabaja también en la construcción de un velatorio municipal y en la pavimentación de distintas calles del pueblo. Su alcalde asegura que todas estas obras mejoraran los servicios de la localidad, que «prácticamente tiene todas las necesidades básicas cubiertas».
Así, el municipio dispone de consultorio médico, de varios establecimientos comerciales y de hostelería, no así de colegio que se vio obligado a cerrar sus puertas durante el curso 2003-2004. Desde esta fecha, los más pequeños del pueblo viajan a diario hasta Villalpando para cursar allí sus estudios.
Y es que el problema de la falta de natalidad es uno de los que más les preocupa. El alcalde reconoce que no nace ningún niño en la localidad desde hace seis años, y que el pueblo necesita para «conseguir que los jóvenes se queden» alguna industria.
No obstante, y a pesar de vivir pendientes de las variaciones que se producen en su censo municipal, Cañizo se muestra orgulloso de contar con el trabajo y las actividades que programan las dos asociaciones que agrupan a los jóvenes y a los jubilados del pueblo.
Recientemente, el municipio ha sido la sede de un curso de restauración artesanal de objetos antiguos. El curso, promovido por el Ayuntamiento de la localidad y subvencionado a través del Centro de Acción Social (CEAS) de Villalpando, ha contado con la participación de veinte vecinos de la localidad. |