Rosinos de la Requejada

Pueblos para las vacaciones

La despoblación y la escasa natalidad amenaza la supervivencia de las pedanías de Rosinos de la Requejada

Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.

Un camino de la localidad, y al fondo, el campanario de la iglesia.

El término municipal de Rosinos de la Requejada comprende diez núcleos de población, cada uno con sus características propias. Este hecho diferencial se plasma con claridad en la composición de sus distintos censos municipales. Mientras que en algunos el número de niños y jóvenes es bastante elevado, como ocurre en Rosinos, en otros no se registra ningún nacimiento desde hace tres décadas, tal y como sucede en Escuredo.

De hecho, son estas poblaciones las que afrontan un futuro más incierto, que podría llegar incluso a convertirse en pueblos deshabitados durante los meses de invierno. «Escuredo puede que se cierre en octubre, porque aquí solo hay funerales y no nace nadie desde hace treinta años. Por un camino similar va Carbajalinos, donde no hay nacimientos desde hace veinte años, por esto creo que al final serán pueblos de verano y vacaciones, algo que ya se está viendo en otras zonas de Sanabria», explica el alcalde, Ángel Prada Barrios.

Ganadería y construcción

Mientras, en Rosinos de la Requejada la población se va manteniendo y la mayoría de las personas en edad laboral distribuyen su trabajo entre explotaciones ganaderas y la construcción. También hay muchos autónomos y personas que se dedican a trabajos de extinción de fuegos y desbroces. Y es que la prevención y la lucha contra la extinción de incendios forestales son aspectos en los que el municipio, que cuenta con una base aérea para estos fines, ha incidido notablemente.

También las instituciones se han encargado de dotar a esta base con refuerzos durante la campaña de verano y ya el pasado mes de julio se presentó un nuevo hidroavión, fletado por la Dirección General para la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente.

Rosino de la Requejada cuenta con extraordinarios parajes naturales, con impresionantes valles que lindan con la provincia de León, y con una gran riqueza ecológica de fauna y flora. Tan es así que el alcalde del municipio no duda en afirmar que «la naturaleza es el principal escaparate promocional de esta zona». El pueblo y sus nueve pedanías destacan además por su arquitectura popular de la comarca sanabresa, representada tanto en los edificios civiles como en los religiosos. En Rionegrito, por ejemplo, la madera, la piedra y la pizarra son los tres elementos que prevalecen en la mayoría de sus casas. Entre los monumentos de Doney de la Requejada se encuentran numerosos restos etnográficos, como su antiguo molino o el horno.

Campanario

Por su parte, en Anta de Rioconejos, la única localidad que cuenta con un proyecto para la apertura de una casa de turismo rural, impresiona el campanario de su iglesia parroquial, las fuentes del valle, la fuente del Cubillo y el molino viejo. Santiago de la Requejada es otro de los puntos de interés de la zona. Es un pueblo de montaña, con una altitud de más de 1.200 metros y en el que destaca su antigua iglesia, con un gran valor artístico, y su pequeña ermita.

Conservar la riqueza de estos pueblos y dotarles de los servicios básicos imprescindibles constituyen los objetivos del Ayuntamiento de Rosinos. Como logro, su alcalde explica que todas las localidades tienen completo su abastecimiento, salvo algún punto concreto. En Anta de Rioconejos, por ejemplo, se ha construido un pozo de sondeo. También quiere implicarse en la reforma del alumbrado público y de los consultorios médicos de las distintas poblaciones, donde le falta por terminar la segunda fase del instalado en Doney y hacer uno nuevo en Santiago de la Requejada.

Rentabilizar recursos

Rosinos de la Requejada dispondrá de un centro cultural, con biblioteca y sala de reuniones, antes de final de año

Texto de M. García

Vista de una de las calles de la localidad.

Rosinos de la Requejada dispone de más de 300.000 euros para la ejecución de distintos proyectos, aportados por el grupo de acción local Adisac-La Voz, los planes provinciales de la Diputación y los fondos propios de la institución local. Esta aportación global se repartirá entre los diez núcleos de población que componen el municipio para distintas obras.

En Rosinos, además de iniciarse las obras para la ampliación de pavimentación de sus calles, también se rehabilitarán las antiguas escuelas como centro cultural y social. «El objetivo es conseguir que este proyecto se encuentre acabado antes de finales de año y en él instalaremos una sala de reuniones y una biblioteca municipal», explica el alcalde esta localidad, Ángel Prada Barrios.

También habrá mejoras en la pavimentación de las pedanías de Rionegrito, Escuredo y Villarejo de la Sierra, así como en Doney de la Requejada. En este último pueblo se está terminando la construcción de un nuevo consultorio médico, subvencionado por la Junta de Castilla y León. También en Santiago de la Requejada se están realizando las obras para la puesta en marcha de un centro médico, mientras que en breve se iniciarán los trabajos para la renovación de tuberías de agua potable, apunta el munícipe.

Otro de los objetivos del equipo de Gobierno municipal para el presente mandato es la reforma del alumbrado público de las distintas localidades que están bajo su responsabilidad. «Nos parece importante iniciar esta mejora, así como instalar cuadros eléctricos y casetas para renovar esta infraestructura», afirma Prada.

A pesar de que Rosinos de la Requejada es un pueblo con muchos proyectos en cartera, los problemas de la despoblación y el envejecimiento no le son ajenos, y tienen consecuencias en el disfrute de algunos de sus servicios. Al menos esto es lo que opina la presidenta de la Asociación Cultural La Requejada, Charo Asensio. Explica que una de las trabas de vivir en un pueblo pequeño está en la falta de escuela en la localidad, lo que impide, además, el desarrollo de clases de apoyo para los niños y de cursos extraescolares, «como tienen en otras localidades».

Y es que muchas de estas poblaciones afrontan un futuro incierto que no solo afecta a la educación, sino a su propia supervivencia, ya que en algunos casos a penas tienen habitantes durante los meses de invierno. De hecho, hay pueblos como Escuredo donde no se registran nacimientos desde hace tres décadas, según datos municipales. En similares circunstancias se encuentra Carbajalinos, donde «no nace nadie desde hace veinte años», indica el alcalde de Rosinos.

Invertir en servicios

Rosinos de la Requejada destina 276.000 euros a la financiación de consultorios médicos y centros culturales

Texto de M. García.

Las inversiones reales y los gastos en bienes y servicios son los principales capítulos a los que el Ayuntamiento de Rosinos de la Requejada destinará los 276.978 euros de presupuesto. Una parte importante de esta inversión viene apoyada por las instituciones provinciales y regionales, que han cofinanciado con el Ayuntamiento distintos proyectos.

Entre las obras más recientes financiadas por la Junta y la institución local está la adecuación de los tres consultorios médicos de los núcleos más poblados: Rosinos, Doney y Santiago de la Requejada. Este último pueblo ha planteado nuevas iniciativas, una vez concluida las obras en su centro de salud. Entre ellas, piden fondos para la reforma de su iglesia parroquial y las antiguas escuelas, que quieren convertir en centro social.

El edificio sacro necesita mejoras en su singular espadaña, ya que presenta una grieta que no supone un derrumbe inminente, pero sí un deterioro significativo.

Otra de las actuaciones finalizadas es el centro cultural, en las antiguas escuelas, con financiación municipal y del Leader Plus. Las antiguas escuelas son un inmueble amplio, edificado a comienzos del siglo pasado. El piso bajo era destinado a las aulas y es el que continuará teniendo uso público, mientras que la parte alta eran las viviendas de los maestros y se siguen usando como residencial. La última reforma en este edificio ha sido la mejora de la pintura. La sustitución de la cubierta ha sido la parte más costosa, aunque se han mantenido los otros elementos estructurales que estaban en buen estado.

El municipio de Rosinos también se ha embarcado en la reforma del edificio consistorial. Las mejoras se han centrado en la fachada exterior del inmueble, con la sustitución del ladrillo cara vista, de color claro, por piedra del país. El presupuesto de la obra supera los 50.000 euros.

La obra se completará con la sustitución de toda la carpintería metálica exterior y las puertas. El cambio restará además humedades en el interior del edificio. Para una segunda fase, queda la adecuación interior del inmueble construido en el año 1975.

El municipio de Rosinos de la Requejada cuenta con 505 habitantes en su censo, repartidos entre los nueve pueblos pertenecientes a su demarcación. La localidad se enfrenta a los mismos problemas de envejecimiento y despoblación, que sufre muchas otras zonas de la provincia zamorana.

La mayoría de las personas en edad laboral distribuyen su trabajo entre explotaciones ganaderas y la construcción. También hay muchos autónomos que se dedican a trabajos de extinción de fuegos y desbroces.