Un futuro lleno de incertidumbre
La despoblación y el envejecimiento complican el día a día de Pías, uno de los municipios más singulares de Sanabria
Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.
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La fuente de la localidad, en primer término, y al fondo algunas viviendas. |
UNA de las características más singulares de Pías se encuentra en la ubicación de sus casas dentro del propio pueblo, ya que sus edificios se presentan diseminados a lo largo de un extenso valle. De hecho, esta localidad es una de las que más superficie posee de toda la comarca, pues ocupa 44 kilómetros cuadrados, y también una de las menos pobladas, puesto que entre Pías y sus dos pedanías tan solo cuentan con un censo municipal de 220 habitantes.
La despoblación y el envejecimiento son también en esta zona los problemas más graves a los que se tienen que enfrentar sus habitantes. A pesar de que el municipio aún cuenta con ganaderos jóvenes, ya que ésta es la principal actividad económica del pueblo, la mayoría de su población en edad laboral ha optado por emigrar a otros lugares para buscar su porvenir.
El alcalde de Pías, Ángel Castro Rodríguez, explica que es «complicado» fijar población en la zona de Sanabria, porque las actividades tradicionales como la ganadería y la agricultura son muy sacrificadas y económicamente compensan muy poco.
Dos empresas
El pueblo cuenta también con dos empresas instaladas en su término municipal, como son una cantera y una fábrica de cuarzo, industrias que atraen mayor número de mano de obra de las poblaciones cercanas que del propio pueblo, tal y como lamenta el munícipe.
La despoblación ha acarreado además reajustes en la vida diaria del pueblo. Uno de los sectores que ya ha comenzado a notar los problemas que conlleva la emigración es el hostelero. De hecho, desde hace unos meses Pías no cuenta con ningún bar abierto, mientras que en su pedanía de Barjacoba aún se conserva uno que también sirve de tienda a los vecinos.
No obstante, el abastecimiento de los productos de primera necesidad tiene que ser satisfecho a través de los puestos de venta ambulante que varias veces a la semana se instalan en la localidad. También son muchos los vecinos que optan por acercarse hasta Galicia para realizar sus compras.
Sin colegio propio
Pías tampoco dispone de colegio propio y los pequeños de este pueblo deben trasladarse hasta Lubián para cursar sus estudios de Primaria, mientras que los mayores hacen los propio en Puebla de Sanabria.
La escasez de niños que sufre este pueblo, ya que apenas viven en él cuatro escolares, ha obligado a la institución local a replantearse la posibilidad de crear una zona recreativa en la localidad, ya que «su uso sería muy escaso», según subraya su alcalde, Ángel Castro Rodríguez.
A pesar de la situación descrita, los meses de verano suponen un respiro para Pías. Es en esta época es cuando el pueblo celebra sus fiestas patronales y también cuando recibe un mayor número de visitantes. De hecho, en la pedanía de Barjacoba se ha abierto una casa rural para atender las necesidades de los turistas que deciden pernoctar en la zona.
Entre los atractivos turísticos de esta localidad destacan sus bellos paisajes naturales y sus construcciones típicas. Mención especial merece la pedanía de Barjacoba, un pueblo inmerso en una zona montañosa. De hecho, con sus 1.300 metros de altura es el municipio que se encuentra a mayor altitud de la provincia.
Aquí se conserva, al igual que en la cercana población de Lubián, una trampa para cazar lobos, llamada ‘Curro dos Lobos’.
En Villanueva de la Sierra destaca su iglesia parroquial, restaurada casi en su totalidad, donde destaca su pintoresca espadaña, rematada en un frontón agujereado con un óculo. |