El viñedo como apuesta de futuro
El Pego reivindica la mejora de sus vías de comunicación para afrontar su desarrollo económico y social
Texto de M. García. Fotografías de El Norte.
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Fachada de la Casa Consistorial del municipio. |
Las primeras noticias que se tienen de este pueblo se sitúan en torno al año 1717, fecha en la que existían dos caseríos habitados por colonos. En 1782 se construyó su iglesia, que se convierte en parroquia y pasa a pertenecer a la Orden de Juan de Jerusalén, dependiente de La Bóveda de Toro.
Aunque su censo ha sufrido numerosos vaivenes a lo largo de los siglos, fue en 1960 cuando alcanzó su máximo esplendor, llegando a contar con 927 habitantes. En la actualidad, la localidad no supera los 430 habitantes, y plantea su futuro en términos de desarrollo vitivinícola.
La zona es rica en agricultura de regadío y en plantaciones de viñedo. De hecho, es en este sector donde se están registrando un mayor número de inversiones puesto que su término municipal cuenta con más de cuatrocientas hectáreas de viñedos plantados, según apuntan datos municipales.
Bodegas
En proyecto se encuentra la construcción de una bodega, y en estudio la instalación de otra. El pueblo dispone además de numerosas cavas privadas donde se produce vino, respetando la formas tradicionales, que el alcalde de El Pego, Leónides Riesco San José, califica como «uno de los mejores de la provincia».
«Nuestras esperanzas se encuentran en las bodegas y en las importantes inversiones que se van a destinar a ellas, porque el futuro del campo, en general, con la reforma de la PAC está un poco negro. Pienso que apostar por el viñedo puede ser una buena forma de salir de esta crisis», explica el mandatario municipal.
Para conseguir materializar todas estas expectativas, el Ayuntamiento de esta localidad de la comarca de La Guareña reivindica algo que considera «fundamental» para el desarrollo económico y social del pueblo, como son la mejora de sus distintas vías de comunicación.
Por El Pego pasan dos carreteras que comunican a sus vecinos con las cercanas localidades de Venialbo y Bóveda de Toro, cuyo estado de conservación es «lamentable», según explica el alcalde del pueblo. La titularidad de la primera de las vías es de la Diputación provincial, y es precisamente a esta institución a la que el Ayuntamiento de El Pego solicita la limpieza de la carretera, que se encuentra «llena de chopos, que han comenzado a hacer pared en la carretera», con el riesgo que esta situación conlleva para el tránsito de vehículos.
El munícipe añade, además, que en las tres décadas de antigüedad que tiene esta vía de comunicación no ha sido sometida a ninguna limpieza.
Tampoco la carretera que comunica El Pego con Bóveda de Toro atraviesa por una buena situación, a pesar de que es la más utilizada por los agricultores para transportar la remolacha y la uva hacia la zona de Toro.
Turismo incipiente
El pueblo está además iniciando el camino del desarrollo turístico, ya que a pesar de no contar aún con ningún alojamiento rural sí dispone de distintos proyectos encaminados a la señalización de rutas de senderismo y recuperación de zonas naturales.
De hecho el grupo de acción local Torguvi ha concedido una subvención a la localidad para adecuar sus zonas de pinares y encinas. También desde la Universidad de Salamanca se han realizado diversos estudios dirigidos a la catalogación de la fauna existente en esta zona, tal y como explica Leónides Riesco.
Además, el equipo de Gobierno municipal también se encuentra estudiando las formas de recuperar y señalizar una laguna, que se enclava en el término municipal de El Pego. |