Para superar el cierre de la azucarera
Villanueva de Azoague estudia la posibilidad de implantar un plan parcial de industrialización en su anejo de Castropepe
Texto de M. García. Fotografía El Norte.
|
Vista de la Plaza Mayor de la localidad. |
EL cierre de la azucarera tocó la economía y la sociedad de este pueblo de la comarca de Benavente y los Valles. Además de la pérdida de puestos de trabajo, la localidad tiene que enfrentarse en los últimos tiempos a la incertidumbre que supone el cierre de unas instalaciones tan importantes para la vida del municipio.
No obstante, desde su Ayuntamiento se han puesto en marcha para conseguir sustituir esta infraestructura y buscar nuevos cauces de desarrollo para la zona. Su alcalde, el socialista Gonzalo Huerga Astorga, considera «necesario estudiar la posibilidad de crear un plan parcial de industrialización en la zona de Castropepe, anejo a Villanueva de Azoague».
Según el munícipe, ya hay empresarios interesados en la compra de terrenos en esta localidad, puesto que por ella pasará la futura autovía Ruta de la Plata. «Hemos mantenido reuniones con el delegado de la Junta de Castilla y León en Zamora y cree que el proyecto es viable», explicó el alcalde de Villanueva.
Y es que el equipo de Gobierno municipal está decidido a «trabajar por el pueblo, dejar a un lado la amargura que supuso el cierre de la azucarera y, sobre todo, buscar otras perspectivas y proyectos de futuro».
Mejora de servicios
Otra de las iniciativas que se plantea la Corporación municipal de Villanueva es la mejora de los servicios del municipio. Es el caso de un proyecto para la traída de aguas desde Valparaíso, que se pondría en marcha en coordinación con el Ayuntamiento de Benavente, con el fin de mejorar la calidad en el abastecimiento.
También se plantean mantener una reunión de trabajo con representantes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para limpiar el cauce en las desembocaduras de los ríos Órbigo y Esla, que confluyen en el municipio, y evitar así las inundaciones que les han afectado otros inviernos. «Los cauces están impracticables y necesitamos llevar a cabo esta limpieza para evitar desbordamientos en época de lluvias», subraya el alcalde. Gonzalo Huerga explica también que el problema de las inundaciones no es nuevo para este municipio, que se encuentra dotado de ciertas medidas de seguridad para evitar desgracias.
El pueblo se encuentra rodeado por un muro de contención, cuyas únicas salidas para evitar las aguas se sitúan hacia la carretera de Benavente y la vía del ferrocarril. Hace una década, tal y como recuerda el munícipe, la Confederación Hidrográfica del Duero, la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León unieron esfuerzos para hacer obras de mejora en esta infraestructura.
Reclamo turístico
No obstante, y a pesar de los problemas que algunos años ocasionan estos ríos, también constituyen su principal reclamo turístico. La confluencia de ambas cuencas dota al municipio de paisajes impresionantes, sobre todo los años en que la sequía respeta la zona. Otro de los puntos turísticos del municipio se concentra en la iglesia parroquial de La Asunción, donde destaca su artesonado y el coro.
También la pedanía de Castropepe dispone de algunos atractivos, puesto que esta localidad también está bañada por el río Esla, que separa ambos pueblos.
Aunque la localidad no dispone de casa de alojamiento rural, sí posee varios establecimientos de hostelería, no así de tiendas de alimentación, puesto que al encontrarse tan cerca de Benavente «para los vecinos no supone demasiado problema acercarse hasta allí para realizar sus compras», apunta el mandatario municipal. |