Un rico pasado y un futuro incierto
Matilla de Arzón aprovecha su cercanía a Benavente para mantener su censo poblacional
Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.
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Iglesia de San Salvador, precedida por una bonita plaza. |
EL edificio más significativo de esta localidad zamorana, rodeada de tierras leonesas, es su iglesia de San Salvador, de la que destaca un precioso retablo central. Aunque también tiene un especial interés para los vecinos del pueblo la ermita de Santa Cruz.
Otro monumento relevante es el Rollo que se encuentra en la plaza de Matilla de Arzón. Se asienta sobre cinco peldaños de roca y la columna está compuesta por doce filas de piedras talladas.
Toda esta monumentalidad habla al visitante de un rico pasado histórico, que no ha logrado tener continuidad. Matilla de Arzón ha llegado al siglo XXI con una población que a penas supera los 250 habitantes, donde además predomina la gente mayor. Solo su cercanía a Benavente hace que el pueblo atisbe algún pequeño indicio de esperanza, ya que algunos de sus jóvenes continúan viviendo en la zona porque pueden trabajar en esta localidad.
Mientras, la población en edad laboral que se dedica a la agricultura y ganadería ve como cada día sus expectativas económicas son menores, dado el retroceso y los problemas por los que atraviesa este sector.
Retiro veraniego
Con este panorama planteado, Matilla de Arzón corre el riesgo, al igual que sucede con muchos otros pueblos de la provincia de Zamora, de convertirse en un municipio para el retiro y el descanso veraniego. Tanto es así que el pueblo celebra cada año, y ya como tradición, la fiesta del verano, dedicada a la gente que emigró. Estas celebraciones cuentan con la colaboración del club de jubilados de la localidad, que agrupa a los mayores de Matilla.
Sin embargo, es en octubre cuando el pueblo se viste de largo para conmemorar y honrar a su patrona la Virgen del Rosario.
Las fiestas tienen lugar el primer fin de semana de este mes y en ellas no faltan cada año las orquestas musicales, los espectáculos de vaquillas y las competiciones de autocross, que en cada ocasión consiguen llamar la atención de un mayor número de aficionados y vecinos del pueblo. Estos últimos cuentan con varias instalaciones recreativas en el propio municipio, que pueden utilizar a lo largo de todo el año como son el campo de fútbol y la pista deportiva.
El pueblo dispone además de colegio propio donde los niños cursan estudios de primaria, los de ciclos superiores se trasladan a diario hasta las escuelas comarcales para continuar su formación. También el servicio sanitario se encuentra «a un nivel adecuado», tal y como explica el edil de Matilla de Arzón, el popular Miguel Ángel Freire Guerra. De hecho el médico visita a los vecinos de la localidad tres veces por semana, una periodicidad «suficiente, teniendo en cuenta el número de habitantes censados», subraya el munícipe.
Mala carretera
No obstante, el equipo de gobierno que lidera Freire se mantiene más expectante a la hora de solicitar mejoras para sus vías de comunicación, concretamente un tramo de la carretera que les une con la cercana localidad de Pobladura del Valle, que se encuentra en mal estado.
Esta vía depende de la Diputación Provincial y, en palabras del alcalde de Matilla de Arzón, «la institución tiene previsto arreglarla el año que viene».
Y es que para esta localidad la conservación de sus comunicaciones es esencial, ya que muchos de sus vecinos se trasladan a diario hasta otras zonas de la comarca para trabajar ,y también son las vías por las que llega hasta el municipio los productos básicos, puesto que el pueblo no cuenta con establecimientos comerciales. |