Olmillos de Castro

Medidas para evitar la marcha de los mayores

Olmillos de Castro desearía tener una residencia de la tercera edad para atender a la población anciana

Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.

Vista de la iglesia de Olmillos, en la que destaca su espadaña.

Más que frenar la despoblación juvenil, este pueblo de la comarca de Tábara se plantea evitar que los mayores abandonen la localidad. Conscientes de las dificultades existentes para fijar nueva población, dada la escasez de puestos de trabajo que padece la zona, Olmillos de Castro se plantea atender a sus ancianos por lo que, en palabras de su alcaldesa, María Mercedes Rodríguez, al municipio lo que le gustaría es tener una residencia de la tercera edad. «La mayoría de los hijos y familiares de los mayores que residen en el pueblo trabajan y viven fuera, por lo que si ven que no pueden atenderse solos y tampoco disponen de infraestructuras que les ayuden en esta tarea, optan por llevárselos de Olmillos, lo que es una pena por lo que significa de pérdida de raíces», subraya la munícipe.

Para paliar un poco esta situación y conseguir, en la medida de los posible, que los ancianos se encuentren entretenidos y ocupen sus ratos de ocio, la localidad cuenta con una Asociación de Jubilados, que ha llevado a cabo numerosas iniciativas culturales. Algunas de ellas se centran en la programación de cursos para mayores, como gimnasia de mantenimiento, además desarrollan visitas y excursiones a diferentes lugares de la geografía nacional.

Los jóvenes
Por su parte, la población joven que residen en el municipio participa activamente en la Asociación cultural El Olmo, que es la que se encarga de programar los actos de la semana cultural, que todos los años celebra Olmillos de Castro durante el mes de agosto.

En estas fechas no faltan los juegos infantiles, las actuaciones musicales y las escenificaciones de obras teatrales.

Este sector, en edad laboral, centra su actividad en la explotación agrícola y ganadera.

Olmillos tiene ubicada además en su pedanía de San Martín de Tábara una fábrica de quesos artesanal, que ha creado cinco nuevos puestos de trabajo en la localidad. Esta industria, tal y como afirma la alcaldesa de Olmillos, «produce una variedad de quesos de gran calidad que ha tenido muy buena acogida, tanto en los mercados nacionales como en los extranjeros».

Ahora la localidad mira con esperanza a las nuevas inversiones que se realizarán en el término municipal con la instalación de dos parques eólicos, uno ubicado en San Martín de Tábara y otro en la pedanía de Marquiz de Alba. «Esperamos que sean una fuente de riqueza para el pueblo», apunta la alcaldesa, María Mercedes Rodríguez Ferrero.

Olmillos de Castro se encuentra en las inmediaciones de la Sierra Roldana, y a escasos kilómetros del embalse de Ricobayo. En el interior del pueblo destaca su iglesia parroquial y, sobre todo, su alta y esbelta espadaña. El templo, en su conjunto, impresiona por su belleza.

Para poner en valor, tanto esta riqueza arquitectónica y monumental, como los bellos paisajes que se encuentran dentro del término municipal, desde el Ayuntamiento, y en colaboración con el grupo de desarrollo local Adata, se ha solicitado la construcción de un mirador que permitirá contemplar una panorámica del pueblo, así como del resto de las localidades más próximas a Olmillos de Castro.

Acercamiento al turismo
Con esta iniciativa se pretende iniciar un tímido acercamiento para conseguir potenciar la promoción turística de la comarca.

También en sus pedanías pueden encontrarse elementos de valor. Marquiz de Alba conserva numerosos restos toponímicos de origen árabe, mientras que en Navianos destaca su iglesia, en la que se rinde culto a la Virgen del Rosario.

Para no perder las raíces

Entretener y formar son los objetivos de las iniciativas puestas en marcha por la Asociación de Jubilados

Texto de M. García. Fotografía de M. J. Cachazo.

Conseguir que los mayores se encuentren entretenidos y ocupen sus ratos de ocio es el objetivo que desde hace seis años se ha marcado la Asociación de Jubilados de Olmillos de Castro. Algunas de estas actividades se centran en la programación de cursos de gimnasia de mantenimiento, que los socios del colectivo desarrollan en el local que la agrupación tiene en las antiguas escuelas. También desarrollan visitas y excursiones a diferentes lugares de la geografía nacional.

No obstante, el colectivo depende en gran medida, para su supervivencia y para la organización de iniciativas, de las subvenciones de las instituciones públicas. «Este pueblo es pequeño y no contamos con demasiados socios, si a esto añadimos que pagamos muy poca cuota anual, al final dependemos mucho del dinero de las administraciones», explica el presidente de la asociación Laureano Matellán.
Esta ayuda que los mayores del pueblo reclaman, también la está estudiando su institución local. Conscientes de las dificultades para fijar nueva población, dada la escasez de puestos de trabajo en la zona, Olmillos se plantea atender a sus ancianos para evitar que abandonen la localidad. Su alcaldesa, Mercedes Rodríguez, explicaba el pasado año que al municipio lo que le gustaría es tener una residencia de la tercera edad. «La mayoría de los hijos y familiares de los mayores que residen en el pueblo trabajan y viven fuera, por lo que si ven que no pueden atenderse solos y tampoco disponen de infraestructuras que les ayuden en esta tarea, optan por llevárselos de Olmillos, lo que es una pena por lo que significa de pérdida de raíces, subrayaba la munícipe.

No obstante, desde la asociación de jubilados se tiene una visión «positiva» de la vida en el pueblo, a pesar de la «poca gente joven que reside en él». «Los mayores nos encontramos bien atendidos, tenemos un buen servicio médico y podemos comprar gracias a la venta ambulante que se desplaza hasta aquí», explica Matellán.
Por su parte, la población joven que todavía vive en el municipio participa en la Asociación Cultural El Olmo, que es la que se encarga de programar los actos de la semana cultural, que todos los añose celebra en agosto. En estas fechas no faltan los juegos infantiles, las actuaciones musicales y las representaciones de obras teatrales.
Este sector, en edad laboral, centra su actividad en la explotación agrícola y ganadera. Olmillos tiene ubicada además en su pedanía de San Martín de Tábara una fábrica de quesos artesanal, que ha creado cinco nuevos puestos de trabajo en la localidad.

Para frenar el éxodo rural

Olmillos trabaja en la mejora de sus servicios básicos como garantía contra la despoblación

Texto de M. García.

Olmillos de Castro lleva años intentando hacer frente a su mayor problema, el éxodo rural y el envejecimiento de su población. Su alcaldesa Mercedes Rodríguez Ferrero, que repite nuevamente en este cargo, lamenta esta situación, aunque también es realista a la hora de plantear el futuro que espera a este pequeño pueblo de la comarca de Tierra de Alba.

«Empecé al frente de este Ayuntamiento con 700 habitantes hace doce años y ahora solo disponemos de la mitad de la población; es muy complicado hacer frente a esta situación, pero aún contamos con posibilidades de desarrollo», subraya. Mercedes Rodríguez se refiere a la fábrica de quesos artesanal, ubicada en su pedanía de San Martín de Tábara, que ha creado nuevos puestos de trabajo en la localidad.
Esta industria artesanal produce una variedad de quesos «de gran calidad, que ha tenido muy buen acogida tanto en los mercados nacionales como en los extranjeros».
La población mira también con esperanzas los dos parques eólicos que se ubican en su término municipal. Uno de ellos se encuentra en San Martín de Tábara y otro en la pedanía de Marquiz de Alba.

La alcaldesa tiene claros los retos que asume. «Mi idea es seguir reparando lo que se necesite y mejorando, en la medida de lo posible, los servicios básicos de los que disponen los vecinos. Está claro que somos un pueblo pequeño y con pocos recursos, por lo que no espero milagros», subraya.

Dentro de esta política «realista», Rodríguez destaca como objetivos conseguidos la finalización de las obras del nuevo depósito de agua. Los trabajos han supuesto una inversión de 60.000 euros, a cargo de los planes provinciales. Ahora se plantea seguir mejorando el suministro de agua en la localidad de Navianos, para lo que cuentan con una subvención de la institución provincial que utilizarán para «reparar el depósito y renovar tuberías».

La alcaldesa anuncia además renovación de tuberías y asfalto en los pueblos que dependen de su Ayuntamiento y la solicitud de alguna subvención, «para mejorar nuestros edificios públicos».

«Es fundamental la construcción de un nuevo Ayuntamiento»

La localidad busca financiación para levantar este edificio, donde se ubicará también el consultorio

Texto de M. García.

Entre los proyectos más ambiciosos con que cuenta el Ayuntamiento de Olmillos de Castro se encuentra la construcción de una nueva Casa Consistorial y un consultorio médico. Su alcaldesa explica durante la entrevista que el proyecto está buscando financiación, y que espera poder llevarlo a cabo pronto. Expone también las bazas con las que cuenta su pueblo para poder hacer frente al futuro.
-¿Qué iniciativas emprenderá próximamente su Ayuntamiento?
- Tenemos en proyecto construir un Ayuntamiento nuevo, que albergue no sólo las oficinas municipales sino también el consultorio médico. Este edificio tendrá accesos adecuados y estará adaptado a la normativa que facilita el acceso a personas con poca movilidad. Esperamos poder financiar el proyecto a través de dinero de la Junta y de la Diputación, porque la inversión asciende a más de 200.000 euros y nosotros no podemos hacernos cargo de este desembolso tan importante. Estamos esperando las subvenciones para poder iniciarlo.
-¿Qué obras acometerán con los planes provinciales asignados a la localidad?
-A través de los fondos de planes provinciales vamos a arreglar una calle en nuestra pedanía de San Martín de Tábara, y tenemos pensado invertir el resto de dinero en la construcción del Ayuntamiento, que para nosotros es fundamental, porque el que tenemos se nos está quedando pequeño.
- ¿Han pedido también ayudas para la mejora de las vías de comunicación?
-Lo cierto es que en carreteras estamos bien, peor está la de zonas cercanas como la de Santa Eufemia, que está intransitable. Los caminos rurales tampoco están en malas condiciones, gracias a la concentración parcelaria que ya se ha hecho en Olmillos y que ahora se está llevando a cabo en la pedanía de San Martín de Tábara.
-¿Con qué infraestructuras de ocio cuenta su pueblo?
-En Olmillos hay un frontón que está nuevo y lo utiliza mucha gente, tanto de este pueblo como de las localidades de alrededor. En cuanto a instalaciones deportivas, también contamos con un cancha para jugar al baloncesto. Desde un punto de vista cultural, destacamos el servicio de bibliobús con el que contamos y también el telecentro, que está abierto a todos los vecinos y es de uso gratuito. La verdad es que ha tenido un gran éxito, y durante el verano casi hay que poner hora para poder utilizar los ordenadores porque la demanda se multiplica. También hemos contado con algún curso de iniciación a la informática y también a las nuevas tecnologías, ofertado por la Junta de Castilla y León.
-¿De qué obras se siente más satisfecha?
-Luché mucho por conseguir instalar parques infantiles, porque cuando llegué a la Alcaldía de carecíamos de esta infraestructura. También me sentí muy satisfecha cuando se construyó el frontón municipal. Además me alegra el poder contar con el apoyo de mis vecinos. De hecho, llevo 13 años al frente de este Ayuntamiento y puedo decir que la experiencia está resultando muy buena, tanto a nivel municipal como con el resto de las instituciones de la provincia y de la región, que nos están teniendo en cuenta y nos están atendiendo bien.
-¿Qué necesita su pueblo para hacer frente al futuro?
-Fijar población, porque la mayor parte de la gente es mayor y los jóvenes se van a otras zonas, ya que aquí sólo hay agricultura y ganadería, y estos sectores están pasando por un mal momento. También sería necesario conseguir que se instalaran empresas, aunque sean de tamaño pequeño, para que la gente vea una opción de futuro y decida quedarse a vivir en el pueblo en el que nacieron.