Una historia real
El rey Carlos III mandó construir la iglesia de Trescasas para poder oír misa mientras el monarca cazaba en la zona
Isabel Jimeno.
 |
Iglesia de la Inmaculada Concepción, mandada construir por el rey Carlos III. / I. J.
|
No obedece al clásico románico que tanto abunda por tierras segovianas. Ni siquiera el barroco o el gótico son las señas de identidad de la iglesia de Trescasas, que en plena provincia de Segovia llama la atención por sus paredes blancas que sobresalen sobre el frondoso verde de la sierra de Guadarrama que tiene como fondo y como marco. Una bella estampa que no pasó desapercibida para Carlos III. Y es que, según cuenta la historia del templo, éste fue edificado por mandato de quien fue monarca de España entre 1759 y 1788.
En el palacio de La Granja de San Ildefonso estaba fijada una de las residencias de la Familia Real con la llegada de los Borbones al trono español, pero sus miembros paseaban por el entorno. La presencia de Carlos III era frecuente por estos pagos, por lo que el hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, mandó construir en este prado un templo para poder oír misa mientras estaba de cacería. Así surgió la iglesia de la Inmaculada Concepción, a medio camino de lo que eran los núcleos de Trescasas y Sonsoto. Así nació el dicho «Trescasas y Sonsoto tienen la iglesia por coto».
En 1774 comenzó a edificarse la iglesia de la Inmaculada Concepción, la que aún acoge el culto en Trescasas, pero no la única que ha existido a lo largo de la historia en el municipio, pues ya anteriormente contó con otra iglesia, ya desaparecida, dedicada a Santiago Apóstol.
En 1777, siendo aún rey de España Carlos III concluyó la obra del templo de traza neoclásica en cuyo interior sobresalen los retablos que conserva, entre ellos el del altar mayor, regalado por el propio monarca para embellecer el templo que él mismo mandó construir en el inicio del antiguo camino del Puerto de Malangosto, paso natural y punto de comunicación natural entre ambas Castillas.
Un lugar privilegiado que se convirtió en un punto importante en la Cañada Real Soriana Occidental, por lo que, merced a ese trasiego de trashumantes y ganados, surgieron los tres esquileos que llegaron a funcionar en la localidad, hoy prácticamente desaparecidos.
Unas ruinas recuerdan aquellos edificios del Paular que durante años registraron una importante actividad en un pueblo en el que la relación con la nobleza va más allá de la iglesia que el rey Carlos III. Pues en el siglo XIX, todos sus vecinos se empleaban además en el transporte de maderas, ganados y lanas de esos esquileos a la Corte.
Fiestas
Trescasas celebra sus fiestas más importantes a finales de septiembre, en honor de la Virgen del Rosario
Isabel Jimeno.
Hay varias fechas señaladas en rojo en el calendario de Trescasas. Comienza con la celebración de San Isidro Labrador el 15 de mayo. Un mes después, con la correspondiente misa en su honor y la procesión, honran a San Antonio de Padua el 13 de junio. Y lo mismo se repite el 16 de agosto, festividad de San Roque. Son el preludio de las fiestas verdaderamente grandes del municipio, que ahora llegan el penúltimo fin de semana de septiembre, en honor de la Virgen del Rosario. Además de actos religiosos, las fiestas están acompañadas de otro buen número de actividades que comienzan con el pregón inaugural y la elección de las damas. Orquestas por las noches, juegos de todo tipo para todas las edades, comidas, cenas, gigantes y cabezudos y competiciones a juegos clásicos como el tute, la brisca o los bolos animan los días más intensos del año en Trescasas gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento y las peñas de la localidad.
Tradición
Día de la Cacera Mayor
Entre las tradiciones arraigadas que conserva Trescasas está la de la Cacera Mayor, que celebra de manera conjunta con La Lastrilla, San Cristóbal de Segovia, Tabanera del Monte y Palazuelos de Eresma, los pueblos que aprovechaban el agua del cauce repartido en La Caseta. Aunque el abastecimiento llega ya entubado, los vecinos de los cinco núcleos se siguen juntado el último sábado de mayo para limpiar de maleza el cauce de la Cacera Mayor, de acuerdo con las ancestrales normas que mandan que la Noble Junta de Cabezuelas supervise al día siguiente los trabajosEntre las tradiciones arraigadas que conserva Trescasas está la de la Cacera Mayor, que celebra de manera conjunta con La Lastrilla, San Cristóbal de Segovia, Tabanera del Monte y Palazuelos de Eresma, los pueblos que aprovechaban el agua del cauce repartido en La Caseta. Aunque el abastecimiento llega ya entubado, los vecinos de los cinco núcleos se siguen juntado el último sábado de mayo para limpiar de maleza el cauce de la Cacera Mayor, de acuerdo con las ancestrales normas que mandan que la Noble Junta de Cabezuelas supervise al día siguiente los trabajos.
Asociación
Peña Lisa colabora en la programación
No sólo a las fiestas se limita la actividad lúdica en Trescasas. Otro momento fuerte es el verano. En esa época, el trabajo y colaboración conjunta de Ayuntamiento y asociación cultural Peña Lisa permite elaborar un variado programa para niños y mayores con iniciativas como cine, cenas, juegos, talleres, certámenes de dulzaina y poesía o jornadas deportivas. Además, en octubre también hay una semana dedicada a la actividad física al aire libre. Clases y talleres diversos el resto del año completan la oferta.
Etimología
Una pequeña aldea con tres casas
Aunque Trescasas ha entrado en el siglo XXI como un pueblo en constante crecimiento, la situación actual contrasta con la realidad que alumbró lo que fue una pequeña aldea. De hecho, con su nombre hace referencia a que se trataba prácticamente de un despoblado, una humilde aldea con tres casas. Por su parte, la denominación del anejo de Sonsoto ya unido al núcleo parece derivar de Somsoto, es decir, el somo (summun) del soto, la parte más eleva del soto, por su situación elevada entre dos arroyos.
|
|